webnovel

Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
Not enough ratings
132 Chs

Capítulo 91: Quitándole algo prohibido de tocar

Un rato después, los dos estaban dentro de la villa.

Seong-Jin estaba sentado en el sofá, hablaba por teléfono mientras miraba curioso a su esposa, la cuál estaba examinando cada objeto de la sala.

Estaba fascinada, ver aquello para ella era increíble, sentía que estaba dentro de un museo.

Sus ojos brillaban y tenía una sonrisa radiante.

Enseguida Sun Hee miró un objeto bastante raro, no lograba identificar que era aquello.

Pensó que sería buena idea preguntarle a su esposo, ya que ella sabía que él conocía bastante bien ese tipo de objetos lujosos.

Se giró inmediatamente y miró a su esposo.

—Seong-Jin, ¿qué es esto?

Seong-Jin no le prestó atención, estaba más centrado en la llamada. Pero cuando se dió cuenta de que la mujer al lado suyo parecía no rendirse le prestó atención durante unos segundos.

Observó como ella señalaba un objeto encima de una mesa de cristal, él lo observó durante un momento y luego intentó decirle lo que era con gestos.

No quería interrumpir la llamada así que prefirió que su esposa se esforzará un poco e intentara adivinar lo que le quería decir.

Los ojos de Sun Hee se entrecerraron lentamente, por más que intentara adivinar los gestos de su esposo, no podía, para ella lo único que él estaba haciendo era agitar su mano.

—No te entiendo—dijo susurrando para evitar que la persona al otro lado del teléfono la escuchará.

Rápidamente Seong-Jin colgó el teléfono, dejando otra vez a su asistente hablando solo.

—No se lo que es, lo único que se es que es antiguo y de gran valor.

Deberías alejarte, con lo torpe que eres seguro que no duraría ni un día ahí.

—¿T-torpe?

Seong-Jin asintió, por segunda vez le afirmó lo torpe que era, anteriormente habían sucedido varios problemas por la culpa de la torpeza de Sun Hee.

Aunque le molestara un poco sabía que no lo podía negar.

Finalmente decidió no darle importancia al comentario negativo de su esposo.

Necesitaba ayuda de Min Ho, sin pensarlo dos veces, le pregunto a su esposo.

—¿Cuando llegará Min Ho? No lo he visto todavía...

Seong-Jin suspiró profundamente, ¿como debía decirle a su esposa que los había echado?

Sabía perfectamente que aunque intentara ocultarlo, ella terminaría descubriéndolo.

—No vendrán más, ni Shaoran ni él vendrán más—habló serio.

—¿Estan de vacaciones?

En verdad, lo primero que pasó por la cabeza de Sun Hee era que él los había despedido, pero luego prefirió creer que estaban de vacaciones, las posibilidades de que los hubiera despedido eran muy pequeñas.

—¿No lo entiendes? No vendrán más, nunca.

En el momento que Sun Hee escuchó eso se quedó boquiabierta, tenía que estar bromeando.

¿Nunca más? Era imposible.

—¿N-nunca más, porqué?

Sun Hee estaba decepcionada, pensar que no los vería más... Era inimaginable para ella.

—Simplemente no quiero que estén, si no pueden cumplir una simple orden, entoces no merecen estar aquí.

Sun Hee ya había parado de escuchar lo que el decía, ahora solo le importaba localizarlos y traerlos otra vez.

Comenzó a caminar con los puños cerrados hacia él.

Sin darse cuenta de sus acciones, le arrebató el teléfono a él y busco desesperada en su lista de contactos.

Parecía que su lista era interminable, afortunadamente pudo encontrar el número de Min Ho y Shaoran. En ese mismo instante marco primero el número de Min Ho.

Seong-Jin estaba quieto, mirando asombrado a la mujer que acababa de arrebatarle bruscamente el teléfono.

Nunca antes nadie había sido capaz de tocar algún objeto personal suyo, y menos su teléfono.

Sin embargo, Sun Hee parecía tranquila, ni miró a su esposo cuando le quito el teléfono.