webnovel

Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
Not enough ratings
132 Chs

Capítulo 75: La peor visita, en el peor momento

Sun hee le acarició el cabello y le sonrió alegremente, parecía una madre cuidando a su pequeño hijo.

Shaoran se quedó quieto mientras Sun hee le acariciaba el cabello, se sentía tranquilo cuando la señorita Sun hee hacía eso.

Podría quedarse todo el día así si era necesario, poco después la miró cuando ella paro de tocarle el cabello. Se sintió un poco triste cuando ella paró.

—No digas que eres un simple guardaespaldas, hace que me sienta mal.

—Sí...

***

Un rato después llegaron a la compañía, esta vez Shaoran se quedó en el auto esperando a la señorita Sun hee, no quería que ella volviera a sentirse nerviosa por culpa de él.

Haría lo que ella le pidiera, si era necesario no obedecería las ordenes del joven amo.

—Señorita, ¿seguro que no quiere que la acompañe?—preguntó un poco nervioso.

—No, gracias.

Él asintió decepcionado, le haría caso y se quedaría en el auto, pero pensar que le podía suceder algo allí dentro y no podría hacer nada hacía que se sintiera tenso.

Si el joven amo se enterara de que la dejo sola podría prepararse para su muerte.

Sun hee entró emocionada al edificio, poco después llegó a la sala en la que estaban todos los trabajadores y actores.

Esta vez ella quería que todo saliera bien, nadie lograría molestarla en ese maravilloso día.

—Sun hee, ve al camerino para que puedan prepararte, todavía tienes tiempo porque has llegado temprano, pero sera mejor que no lo dejes todo para el último minuto—explicó Wu Xiang.

—De acuerdo.

Sun hee entró a uno de los camerinos y se sentó en una de las sillas, enseguida entraron varias maquilladoras y comenzaron a maquillarla.

Después de que terminaran su maquillaje la dejaron salir.

Pasó casi toda la tarde repitiendo escenas con los actores, no hubo ningún problema y todo salió bastante bien. Aveces, Kim Hyun miraba con odio a Sun hee, pero ella la ignoró completamente, eso hizo que Kim Hyun se enfadara todavía más.

Sun hee salió del edificio y subió al auto, Shaoran volvió a ser el mismo de antes y se quedó callado durante todo el trayecto.

***

Finalmente llegaron a la mansión, ese trayecto aburrido había sido insoportable para Sun hee, en aquél momento incluso prefirió que la acompañara su esposo, no pudo negar que se sentía triste porque él no estaba allí.

Aunque él fuera completamente diferente a ella, de alguna forma se acostumbró un poco a él. Todos sus secretos eran como una misión para ella, lograría descubrir cada uno de ellos. Sin duda era un nuevo reto difícil para ella.

Sun hee fue caminando despacio hacía la puerta de la mansión, mientras tanto iba mirando las hermosas flores que la rodeaban.

Enseguida un fuerte gritó hizo que ese agradable silencio se rompiera, asustada, Sun hee soltó todos los guiones que llevaba en la mano, sus guiones estaban esparcidos por todo el suelo.

Sin pensarlo dos veces los dejó allí y fue corriendo hasta la puerta de la mansión, pensó que quizás alguna mucama se habría tropezado.

Llegó hasta la puerta casi sin respiración, en ese mismo instante vio a una de las mucamas temblando y pálida, parecía que hubiera visto un fantasma.

Enseguida miró hacia el lugar que le señalaba la mucama.

Un hombre alto y con un traje de sastre negro estaba sentado en el cómodo sofá de la sala.

El hombre miraba a Sun hee con una pequeña sonrisa, por alguna razón aquella sonrisa no le agradó a Sun hee.

No entendía que hacía ese hombre sentado en el sofá y porque la mucama reaccionó de esa manera.