Capítulo 74: Un fuerte golpe con la almohada

Espero durante unos segundos para que su esposa le respondiera, parecía que aquél silencio no terminaría en años.

Impaciente Seong-Jin se giró para saber porque su esposa no respondía.

Parpadeó varias veces, no creía lo que estaba viendo, ¿porqué había un muro de almuhadas en el centro de la cama?

Seong-Jin levantó la cabeza y le miró con el ceño fruncido.

—¿Qué crees que haces con las almuhadas?— preguntó mientras las quitaba.

—Mmm.

Sun hee estaba medio dormida, casi no podía entender lo que decía su esposo.

Por más que ella intentará moverse o decir algo no podía, sería una batalla contra su cuerpo imposible de ganar. Prefería regalarle la victoria al cansancio que tenía en aquél momento.

Cuando por fin notó que su esposo había parado de hablar se tranquilizó, ella solo quería dormir...

De repente notó un fuerte golpe en la cabeza, enseguida se dio cuenta de que su esposo la había golpeado con una almohada.

Se asustó tanto que casi cayó de la cama, en el mismo instante que logró calmar su corazón se giró furiosa y con los puños apretados.

—¡¿Pero que crees que estás haciendo?!

—Nada, solo quería darte una almohada, parecías incómoda—explico mientras elevaba los hombros y hacía como que no hubiera sucedido nada.

Sun hee suspiró y cruzó los brazos, el golpe no le dolió porque fue con una almohada, pero en aquél momento pensó que el techo se estaba cayendo.

Incluso sus piernas temblaban todavía un poco.

—Estaré fuera de la mansión durante una semana. Si intentas venir otra vez conmigo te dejaré en la otra punta del mundo, no es una broma.

—¿Te vas otra vez? De todas formas, no tenía planeado seguirte.

Sun hee frunció el ceño y volvió a tumbarse, esta vez cubrió todo su cuerpo con la sábana. Si volvía a molestarla de esa manera, no dudaría en sacarlo de esa habitación.

***

Sun hee se levantó por la mañana bastante tarde, ya casi era mediodía. No pudo evitar enfadarse al darse cuenta de que nadie la había despertado.

Enseguida recordó que su esposo se había ido de viaje otra vez, no era culpa de él.

Desanimada, fue a desayunar.

Todos los empleados la observaban bajar las escaleras tristemente, no podían evitar sentirse igual al verla así.

Era la única persona que transmitía felicidad dentro de la mansión, por lo que ahora todo parecía ser como al principio, una mansión oscura y sin sentimientos positivos.

Min ho no pudo ignorar la situación y se acercó a ella preocupado.

—Señorita, ¿sucedió algo, se peleó con el joven amo?

—No es eso, es casi mediodía y me acabo de despertar, dentro de un rato tengo que ir a la compañía y ni siquiera tengo tiempo para repasar los guiones.

—Ya veo, porfavor no se preocupe, seguro que lo hará estupendamente. Señorita, me retiro ahora, avisaré a Shaoran enseguida para que la acompañe.

Sun hee asintió un poco confusa, aún tenía miedo de que Shaoran se atreviera otra vez a crear un escándalo.

Un rato después término de desayunar y se cambió de ropa.

Salió de la mansión todavía desanimada.

Observó a Shaoran apoyado en el auto, estaba despistado y parecía realmente tierno, el único problema era cuando el se transformaba completamente en otra persona ¿acaso eso era posible?

En el momento que Shaoran vio a Sun hee corrió hacía ella.

Sun hee lo miró durante un rato, ¿porqué corrió tan rápido hacía ella si solo iba a colocarse detrás de ella sin decir una palabra?

—Shaoran, ¿te ocurre algo?

—No se preocupe por mi señorita, solo soy un simple guardaespaldas.

Sun hee se sorprendió al escucharle hablar. ¿Desde cuándo él podía mantener una conversación con alguien?