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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
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132 Chs

Capítulo 76: ¿Tiene un hermano?

Confusa, Sun hee siguió observando detalladamente a aquél hombre desconocido.

—¿Qué esta pasando aquí?—preguntó Min Ho mientras bajaba rápidamente las escaleras—Escuche un gritó, ¿sucedió algo?

Se acercó a la señorita Sun hee y la miró sorprendido, no entendía porque miraba fijamente el sofá.

Sin poder resistir la tentación, Min Ho giró la cabeza.

En el momento que vio al hermano de Seong-Jin sentado en el sofá con una sonrisa maliciosa supo que tendrían graves problemas.

Sin el joven amo allí, no podrían hacer nada, Seong-Jin había ordenado que no dejarán entrar a nadie pero seguramente los guardaespaldas no pudieron negarle la entrada a Jin Chin.

Él era el hermano mayor, por lo que tenía incluso más autoridad que él sobre la mansión.

Min Ho empezó a marearse, no podía asimilar nada, todo para él se había derrumbado en un segundo, sabía que llegaría el momento en el que tuvieran que encontrarse con Jin Chin, pero no espero que fuera tan pronto y que ni siquiera estuviera el joven amo allí.

—¡Qué haces aquí!—exclamó Min Ho furioso.

Sun hee entendía cada vez menos, se preguntaba sin parar quién era aquél hombre y porque reaccionaban todos de esa manera.

¿Acaso es alguien odiado aquí?

Sun hee decidió esperar un poco más para saber que sucedía, seguramente el mayordomo Min Ho se lo explicaría cuando solucionara el problema, incluso sentía que si intervenía para ayudar solo terminaría causando más problemas.

—Señorita Sun hee, porfavor, vaya a su dormitorio, le avisare cuando la cena este preparada—comentó una de las mucamas nerviosa.

—No, todavía no.

Sun hee no pensaba moverse de ahí, escucharía todo lo que ellos tuvieran que decir, estaba harta de que le ocultaran todo lo que pasaba en la mansión.

La mucama no insistió más y intento alejarse un poco de ese lugar, caminaba muy despacio y enseguida se puso detrás de la señorita, se sentía tranquila cuando Sun hee estaba cerca.

—Min Ho, ¿así es como me das la bienvenida a la mansión?

Han pasado muchos años, no has cambiado tanto, pensaba que te verías mucho más viejo. Sim embargo, tienes más carácter que antes, ¿me equivoco?—dijo Jin Chin.

Min ho se mordió el labio para evitar decir algún comentario ofensivo, tenía que conservar la calma y resolver aquella situación de la mejor manera posible.

Mientras no estuviera el joven amo allí, no tendría muchas más opciones.

Sun hee vio la expresión de Min Ho, nunca antes lo había visto así. Sin pensarlo dos veces se acercó a él y tiro suavemente de su traje.

—¿Quién es él?—preguntó con una voz cálida.

—Señorita... Disculpe por hacerla esperar tanto, este hombre es Jin Chin, el hermano mayor de su esposo.

Sun hee pestañeó varias veces, pensó que le estaba gastando una broma, pero tras pensarlo un poco más, supo que en este momento no se atrevería a bromear con algo así.

Lo primero que pudo sentir Sun hee fue decepción, ni siquiera le dijo que tenía un hermano, ¿tanto le costaba decirle esa información tan simple?

—Señorita, no se preocupe, el joven Jin Chin se irá enseguida. Seguramente vino para hacer una pequeña visita.

Sun hee no iba a hacerle un interrogatorio a Min Ho, ahora mismo para ella era más importante conocer al hermano de su esposo.

Alomejor podría averiguar algo más si le preguntaba a Jin Chin.

—Min ho, ¿puede quedarse Jin Chin un rato más?—preguntó con una expresión inocente y tierna.

—No.

Sun hee no se esperaba aquélla respuesta, era la primera vez que el mayordomo había sido tan serio, nunca antes le negó alguna petición a la señorita.

¿Qué estaba pasando?