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La guarida del jefe de la segunda escalera...

En lugar de un diablillo más grande (lo cual hubiese sido cómodo la verdad...) el habitante de la siguiente sala era un hombre lagarto, metro noventa de altura, constitución mas nerviosa que musculosa, piel rojiza y una lengua larga y bífida. Pero era su estupenda armadura, lanza y escudo lo que más me llamó la atención, hasta el momento, quitando las espadas de los elfos oscuros y el botín que saque del túnel de la luz, era el mejor equipo que había visto.

Vuelta a las comprobaciones, que le vamos a hacer la mente de un cheater es así, el rayo no le hizo ni cosquillas, ni el láser de luz, ni la cuchilla de aire, pero lo que más nervioso me ponía es que no se lanzó al ataque, se protegió en el fondo de la sala con su escudo mientras me miraba con sus ojos reptilianos...

"pues si no vienes tu iré yo..." le dije al monstruo mientras avanzaba con mi lanza preparada... cuando estaba a un metro fuera de la distancia de la lanza, inyecté mana y el chorro de agua salió disparado, esquivó el ataque con un movimiento impetuoso que aprovechó para coger impulso con su lanza... el también estaba fuera de distancia... Un chorro de fuego salió de la punta de su arma, me sorprendió a bocajarro, suerte que mi escudo me salvo de quemarme vivo, me recompuse para atacar pero en el suelo un circulo de fuego no me permitía avanzar hacia el sin riesgo de quemarme gravemente las piernas... abrí una puerta y salté al otro lado de la habitación...

Use el agua que se había salido de mi lanza e intenté golpearle con mis balas de agua, pero las paró magistralmente con su escudo, y las que no paró las esquivó saltando a un lado...

Intenté atraparlo en un lodazal y dejarlo quieto, sin embargo reaccionó como un resorte saltando a la pared más cercana donde se quedó pegado con sus pies... eso no me lo esperaba... comenzó a correr en mi dirección, el circulo de fuego volvió a formarse en el suelo obligándome a saltar a una grieta, pero parecía que ya esperaba esto pues al salir por la otra grieta una ola de fuego impactó en mi escudo...

"de verdad no quería recurrir a esto...": Alce mi mano concentrándome en notar su mana vital... cuando ya podía sentir su ser invertí el flujo y lancé mi mana de muerte...

Su piel escamosa comenzó a agrietarse, a escamarse y finalmente el lagarto murió sin comprender que había pasado...

Matarle así no se sintió bien, fue practico no cabe duda pero se sintió sucio como si jugase con algo prohibido...

Con los siguientes lagartos descubrí que podían conjurar muchos más tipos de magia de fuego a través de sus armas, incluso con sus escudos... no podía detectar restos de magia en el arma tras su muerte, así que esto era más una habilidad que no una encantamiento del arma...

Cuando comenzaron los combates grupales hubo en un grupo de tres un lagarto especialmente prolijo en lanzar de forma continuada magia de fuego a través de su espada, lo curioso es que cuando revise el arma al acabar el combate el metal estaba agrietado, en mal estado como si se hubiese vuelto quebradizo...

¿entonces la magia dañaba los metales al canalizarla a través?... nunca estaba mal aprender una cosa nueva.

 

Mi táctica se volvió metódica con la llegada de más enemigos, conjurar el agua de la lanza, una honda de magia de muerte, las balas de agua y acabar rematando a mano a los supervivientes...

No hubo pasión ni aventura, justo una metódica masacre unilateral... después de cada ronda descansaba y me recuperaba, y así seguí bajando niveles.

Cuando mi instinto me dijo que ya tocaba que llegase el jefe en mi haber además de las armas y armaduras(bendita mochila espacial) habían unas 920 piedras... Para cualquier otro hubiesen sido suficientes como para volverse, pero quería ver la cara del mercader si desmantelaba todas las pruebas, era casi algo personal... El maldito estafador casi me dejó sin monedas para poder pasar las pruebas... además mientras que otros las podían repetir mientras les quedasen monedas yo solo tenía una oportunidad... Otra cosa que llegar hasta el final no era opción...

Solo fue poner un pié en la escalera y ya comencé a notar el calor en el ambiente... un calor infernal y un fuerte olor a azufre... ¿estaba bajando al mismo infierno?...

La escalera acababa en una caverna natural de más de 300 metros, la lava corría por ríos alrededor de la franja de tierra que serpenteaba, y allí a lo lejos la criatura más grande que había visto hasta el momento en mi vida... con 20 metros de largo, y al menos más de 3 metros de altura la salamandra era un monstruo imponente, con su piel viscosa y escamosa de un rojo rubí.

Lamentablemente la criatura me vio al mismo tiempo que yo a ella, lo que hizo a continuación me dejó perplejo, esperaba que se me atacase, pero no, se lanzo al rio de lava y desapareció...

"pero que mierda... ¿se ha suicidado?"...

No pasaron muchos segundos antes de que mis sentidos me alertasen de que estaba a mi derecha... su enorme cabeza salió de la lava y escupió una bola espesa de lava como el que escupe agua... me libré por los pelos saltando a una grieta que me llevó a una franja de tierra más ancha y elevada del río de magma...

Me puse en guardia y extendí mis sentidos de mana... se acercaba por la derecha... disparó desde lejos y la bola de lava del tamaño de una lavadora impactó en mi escudo salpicándome, el cuerpo y abrasándome a su paso, había conseguido eludir en parte la trayectoria e interponer mi arma, pero las salpicaduras generaban un dolor atroz que te carcomía... mi mana de vida tenía mucho trabajo para reparar mi cuerpo... El escudo sin embargo no aguantaría muchos golpes más de este tipo...

Desde una distancia de 5 metros su lengua salió disparada, y aunque conseguí retirarme consiguió atrapar mi pierna izquierda... comenzó a arrastrarme... Con la magia de agua de mi lanza conseguí herirle en la boca... pero en ese ambiente la fuerza fue mucho menor de la habitual y solo le izo un pequeño corte, aunque lo suficiente para que me soltase, abrí una grieta a la otra punta de la sala y huí... no quería perder mi escudo así que lo intercambié por uno de los que había cogido a los hombres lagartos... cuando aún no me había atado el escudo al brazo su lengua se engancho en el y casi me lo arrancó, mientras veía como se lo tragaba le lance mi energía de muerte pero volvió a sumergirse...

Aproveché el momento para sacar otro escudo de los lagartos... la lengua de la salamandra volvió a coger el escudo que estaba preparando antes de que finalizase, parecía que el astuto monstruo quería quitarme las defensas antes de volver a lazar la lava sobre mi cuerpo...

Llegué a sacar 15 escudos antes que el animal desistiese de seguir comiéndolos, su lengua se enrolló al rededor de mis piernas, y comenzó a arrastrarme conseguí tirar y formar una bala de agua con lo que quedaba en mi odre cuando solo me quedaba un metro para ser engullido... la bala le impacto en un ojo arrancándoselo de cuajo... estaba cerca...era el momento... Toda mi energía de metal se concentró en los escudos dentro de su estómago, el metal se deformó creando púas y estacas que destrozaron sus órganos... el dolor le obligó a soltarme...

Pero era una bestia grande no moriría fácilmente, así que antes de que huyese al magma concentré toda la energía de muerte que pude y se la lancé a bocajarro...

"Felicidades al jugador por haber obtenido la esencia de la bestia mítica "salamandra de fuego": 20% de reducción de daño por fuego.

"Felicidades por ser el primer jugador en alcanzar el nivel 9 durante el tutorial"

Me acerque al cadáver pero no encontré nada que supiese utilizar, más como trofeo que otra cosa le arranque los colmillos y los guardé en mi mochila.

El sitió donde estaba la salamandra cuando llegué no era otra cosa que un nido hecho de las piedras rojas que yo andaba buscando, y en medio del nido un huevo del tamaño de una piña. Tenía vetas rojas en la cáscara y desprendía calor, mucho calor...

Pensé en la posibilidad de si era viable tener una mascota o montura en este juego... sin embargo tener una montura viscosa con pasión por bañarse en lagos de lava no me pareció lo más seguro... Sin embargo que me daría el mercader por este huevo... me reía por dentro mientras recogía mi botín...

Recuento de piedras 1493...

Subí las escaleras con calma, no había prisa, además que mientras andaba mi mana se regeneraba poco a poco... El ataque interno con el metal de los escudos había sido difícil solo pude sentir el metal cuando estaba ya cerca de la boca de la salamandra, y además tuve que vaciar todo mi mana de metal en ello, es cierto que había mejorado en el control de todo el mana, y esto había hecho la tarea más fácil, pero el mana de metal seguía siendo difícil de controlar...

Cuando llegué a la sala del escritorio el mercader paseaba de un lado al otro de la habitación.

"no me hables... no me cuentes... no quiero saberlo...¿porque has tardado tanto?"

"¿que prisa tienes? Tienes otra cosa que hacer o que..."

"Mira chico soy una persona importante, una persona muy ocupada y esto solo es una ocupación temporal... cuanto antes acabéis todos las pruebas antes me podré marchar..."

"Entonces dime lo que me puedes ofrecer ahora..."