49) Regreso

Riuz y Moony ya no estaban en la pradera, sino flotando en un espacio infinito de colores rosa, celeste y negro.

Riuz vio esto y, pensando en por qué no estaba en su mundo, la 'familia' inició una conversación con él para aclararle sus dudas o, mejor dicho, recordárselo.

Riuz: Ohh... lo había olvidado, pero ya estamos aquí. Hmmm, supongo que lo haremos así -se dijo a sí mismo después de esa conversación y miró a su compañera- ¿Moony?

Moony: ¿Sí? -preguntó mientras sostenía a su hermano y admiraba cómo flotaban en el vacío.

Riuz: Verás, hubiera sido bueno conseguir una mujer para atarla a este dominio y crear un punto base en este mundo, pero no lo consideré. No es completamente necesario y estás en todo tu derecho de negarte, ya que quiero que seas lo más tú posible, pero aun así te lo ofrezco por si te interesa. ¿Te gustaría seguirme y ser mi compañera para siempre?

Moony:... -Ella se quedó en silencio por un momento antes de acercar su rostro al de Riuz y darle un pequeño beso en los labios- Nunca rechazaría esto, siempre quiero estar contigo, papi -Apoyó la cabeza contra el pecho de Riuz y lo abrazó con cariño.

En una unidad de tiempo indefinida, pero perceptible, todo el vacío en el que se encontraban pareció parpadear y, de un momento a otro, dejaron de flotar en la nada y se encontraron en un patio cubierto de césped perteneciente a una casa de estilo antiguo.

Ambos miraron el lugar y lo reconocieron fácilmente, pues pasaron mucho tiempo allí. Era la casa en el campo donde se establecieron cuando llegaron a ese mundo. Era una versión más pequeña e incompleta, pero era algo normal y solo tendrían que dejar pasar el tiempo hasta que evolucionara hasta ser igual a la que tenían en ese mundo.

Riuz, al tener un punto de apoyo en este mundo, ya tenía dos y adquirió cierta capacidad que le ayudaría en este momento. Su cuerpo actual había sido casi completamente destruido por Tai Lung en el mundo de Kung Fu Panda, pero con un parpadeo, ese cuerpo herido se cambió por su cuerpo sano pero débil de su mundo original.

Se levantó del suelo con un salto mientras flexionaba un poco sus músculos con curiosidad, mientras Moony lo miraba.

Riuz: Se siente raro ser tan débil otra vez. Ahora puedo notar mucho la diferencia, pero es esto o ser un inválido.

Moony: ¿Ya estás bien, papi?

Riuz: Más o menos, puedo usar este cuerpo, pero si quiero volver a ese mundo, deberé cambiar a ese cuerpo herido una vez más... debemos buscar una forma de curarlo antes de volver, se siente horrible. Por cierto, Moony, no era necesario el beso. Eres mi familia y aunque te use para satisfacer mis necesidades, cosa de la que me arrepiento, no te obligaré a ser algo más que mi familia si no quieres.

Moony: No me importa la forma, siempre que me quieras o por lo menos me dejes quererte -dijo abrazando a Riuz otra vez con mucho afecto, y al igual que un gatito, frotaba su cabeza en él.

Riuz le devolvió el abrazo, pero no entendía la magnitud del amor de Moony ni la pureza de este. Estuvieron un rato así, ya que la pequeña peliblanco estaba disfrutando de este momento donde se entregó a su padre y ahora su existencia estaría con él por la eternidad, este lugar lo demostraba.

Riuz: Vamos a mirar qué hay antes de volver, ¿quieres?

Moony: Sí, vamos.

Investigando el lugar, vieron hasta qué punto pudo formarse. Al igual que la otra casa formada por sus madres y Luna, esta estaba incompleta, pero eso cambiaría con el tiempo.

Había una versión más reducida de la casa del campo, al punto que si Moony y Riuz querían usarla, tendrían que compartir la pequeña habitación. Había una pequeña versión de patio con una tabla al final, esta también siendo una versión degradada de la tumba de la lechuza, la cual también lógicamente estaba vacía, pero Riuz se propuso recuperar el cuerpo de su lechuza para enterrarlo en este lugar donde pueda acompañarlo para siempre.

Luego de investigar este pequeño espacio, vieron que había algo más allá. Como el otro espacio de sus madres y hermana, todo más allá del mundo apenas construido era un vacío blanco, pero notaron que frente a la puerta de enfrente. Había una pequeña línea de tierra en la que podían caminar.

Ese diminuto sendero era tan estrecho que tenían que caminar como si estuvieran sobre la cuerda floja. Pronto llegaron al final, donde solo había una baldosa de color verde.

Ambos entendieron rápidamente qué era, pues también conocían esa baldosa. Era idéntica a las del Palacio de Jade. Parece que el Palacio también era uno de los lugares más significativos para Moony. Bastante lógico, pero como ella era bastante débil, este mundo no pudo manifestarlo más allá de ese camino y esa baldosa. Tendríamos que esperar como con la casa para que se desarrollara.

Poco después de ese descubrimiento, se prepararon para volver. Parados en el patio de la casa, desaparecieron para aparecer en el patio de otra casa, solo que esta era más moderna que la anterior.

Riuz: Antes que nada, debemos devolverte a tu forma mini ¿Algún problema con ello?

Moony: Nop.

Riuz entonces colocó sus manos sobre el pecho de Moony, cerrando los ojos y manipulando sus poderes su interior. El cuerpo juvenil de Moony se fue encogiendo poco a poco, dejando caer sus ropas que ahora le quedaban grandes.

Entre las túnicas chinas, ahora estaba una pequeña Mini-Luna desnuda que no podría diferenciarse de las demás. Riuz extendió sus manos y la recogió para ponerla en su hombro. La Mini-Luna se tomó la libertad de besar su mejilla con sus pequeños labios y luego abrazar su rostro como un pulpo.

...

En una casa llena de mujeres, todas las pequeñas criaturas conocidas como Mini Lunas abrieron sus ojos y se quedaron congeladas por una milésima de segundo mientras los recuerdos eran cargados en sus mentes. Estas adorables criaturas empezaron a correr con alegría, sabiendo que su padre había regresado y que, aunque no había pasado ni un día desde que se fue la primera vez, aún lo extrañaban.

Era de noche y en el comedor había dos mujeres embarazadas preparando la cena, dos niñas sentadas en la mesa estudiando y un par de mujeres encargándose de las tareas del hogar.

La pequeña MiniLuna en el hombro de su madre se sobresaltó y rápidamente informó con alegría que "papá ha vuelto", al mismo tiempo que veían cómo una manada de Minilunas también entraba a la casa.

Todos dirigieron sus miradas hacia las escaleras de los pisos superiores y allí se encontraba descendiendo el único niño de esta casa con otra MiniLuna en su hombro.

Riuz: He vuelto.

Luna: ¡Hermano! -exclamó con excitación y corrió a darle un abrazo.

Jean: ¿Cómo te fue, cariño? -preguntó sonriente al ver a su hijo, notando que era algo diferente.

Pan: Qué bueno que hayas vuelto, nos tenías preocupados -Pan también estaba feliz de ver que su hijo había vuelto a salvo.

Riuz se abrazó a su hermana con emoción, notando que aunque son muy similares, Moony y ella son diferentes. La besó con pasión para que esta lo liberara de su abrazo aprisionador y luego fue a por sus madres.

Riuz: las extrañé mucho. -Dijo desde su corazón mientras trataba de abrazar a ambas y las besaba con cariño y cuidado para evitar dañar a los bebés en sus vientres.

Las dos hermosas mujeres embarazadas se tomaron su tiempo dándole amor a su hijo, ya que parecía que este estaba muy necesitado de su afecto maternal, como si fuera un hombre sediento en medio del desierto.

Soltándolas, Riuz dirigió su mirada a la mesa donde estaba su otra hermana, que parecía tensa y queriendo no ser notada. Se acercó a ella y también le dio palmadas en la espalda.

Riuz: también te extrañé.

Hermione: Hmmm -Asintió débilmente sin levantar la mirada. Era una adulta mentalmente, pero después de sus luchas mentales con su otro yo, su estado psicoemocional no era el mejor.

Riuz: Trix, Nagat, a ustedes también... -Saludó a las dos mujeres que trabajaban como sirvientas.

Nagat: felicidades por volver, te ves mucho más maduro y creciste bastante. -Felicitó con una sonrisa mientras dejaba que una de las Mini Lunas le quitara el pañuelo que tenía en la cabeza.

Trix: ojalá no hubieras vuelto. -Se quejó desde lejos.

Riuz: Entonces te quedarías atrapada aquí para siempre. -Devolvió el grito, pero sin sentirse molesto en lo más mínimo, así era ella.

Mientras Riuz pasaba tiempo con su familia, las Mini Lunas también tenían su reunión con la ex Moony. Aunque todas las Mini Lunas podían compartir todos sus recuerdos, volviéndolas todas iguales, Luna no quería eso, quería que todas tuvieran su propia identidad.

El propio ser de Luna almacenaría la información completa de todas las Mini Lunas, aunque no la recibiría. Todas las Mini Lunas recibían cierta información básica compartida por todas, como los conocimientos que adquirían, pero no las experiencias completas, por lo que podría haber miles de Mini Lunas expertas en artes marciales, pero sin saber cómo es que lo saben.

Bajo estas circunstancias, todas las Mini Lunas asediaron a la ex Moony para que les contara todas las aventuras que había tenido con su padre.

Con la comida lista, ahora todos estaban sentados en la mesa, excepto las Mini Lunas que tenían una gran mini-mesa larga para ellas.

Pan: ¿Cómo te fue? ¿Cómo es el otro mundo?

Riuz: Impresionante en muchos sentidos, pero fue difícil al principio. El idioma es algo más que curioso e imposible de aprender en circunstancias normales, además de que tuvimos que superar muchos años siendo un par de niños.

Jean: ¡¿Niños?! ¡¿Años?! -Jean se sobresaltó, al igual que su esposa.

Riuz: Sí, creo que les dije que el tiempo allí era distinto al de aquí... debieron ser ¿alrededor de 15-16? años... no lo sé muy bien.

Riuz explicó a sus madres y hermanas cómo pasaron años en ese mundo, cómo primero vivieron solos y luego se fueron a una especie de templo a vivir y ser aprendices. Tanto Jean como Pan se deprimieron bastante al escucharlo y se acercaron para abrazarlo.

Pan: Nos perdimos tantos años de la vida de nuestro niño -Sollozó un poco mientras ella y su esposa abrazaban a su hijo como si este fuera a desaparecer.

Riuz: Eso no es cierto, no se perdieron nada -Trató de consolarlas al sentir las emociones de sus madres- Las cosas no son como piensan.

Riuz les explicó un poco que con él, el tiempo se manejaba de forma distinta. Que aunque estuvo varios años en otro mundo, su edad en este no cambió y que aunque lo hiciera, en su mundo podrían tener la cantidad de vidas que quisieran.

Luego de un tiempo, sus madres comprendieron un poco, pero aún así lamentaron no estar tanto tiempo en la vida de su hijo. Que para ellas fueran solo unas horas mientras que para él fueran años las devastó.

Pasando ese tema, volvieron a comer y charlar. Luna estaba curiosa acerca de esa Mini-Luna que se llevó y que tenía a todas las demás junto a ella mientras les contaba sus historias.

Hermione estuvo todo ese tiempo atenta a lo que decía su hermano. Entendió cómo parecía que no recordaba haberle echado esas cosas en cara hace poco. Al notar que, aunque para ella no fue mucho y aún le dolía, para él fue algo de hace mucho tiempo.

Luna: Hiciste llorar a Hermione - le contó a su hermano.

Riuz: ¿Hmmm?

Luna: Cuando viniste a gritarle, ella lloró mucho y le dolió. Cree que la odias y no la amas - explicó, ignorando las señales de su hermana para que se detuviera.

Riuz: ¿Eso es cierto? - preguntó, mirando a Hermione, pero esta solo desvió la mirada hacia otro lado.

Luna: Dile que no es verdad.

Riuz: Pues, si tiene algo de verdad.

Con esas palabras, Hermione sintió aquello que trataba de evitar, como si un puñal la atravesara. Luna se quedó sin comprender por qué su hermano dijo eso, mientras que sus madres también miraron a su hijo, a punto de decirle algo.

Riuz: La odio por impedirme alcanzar la paz interior... pero eso no significa que no la ame, la amo como a todas ustedes.

Con estas palabras, la situación se calmó antes de que empeorara más. Hermione sintió cierto alivio, aunque aún dolida, mientras que las madres suspiraron aliviadas de que no existiera un gran odio irremediable entre sus hijos.

Luna: ¿Qué es la paz interior y por qué Hermione no te deja tenerla?

Riuz: Es una especie de estado de paz mental y sincronía con el mundo, puede que sea más complicado, pero no soy capaz de explicarlo... pero sería algo muy bueno si lo logro. Estaba a punto de conseguirlo, pero Hermione lo arruinó.

Jean: ¿Cómo Hermione hizo eso?

Riuz: Había llegado al punto de armonía y empecé a aceptar mi propia realidad. Soy la persona más afortunada, con dos madres amorosas que me quieren más que nada, así como yo a ellas. Además, nuestro amor es mayor que el de cualquier madre-hijo -dijo haciendo que ambas mujeres se avergüencen un poco, pero ya lo aceptaron, por lo que no sentían mucha vergüenza a menos que haya otras personas-. Tengo a la hermana más adorable que dio a luz a las criaturas más lindas -dijo acariciando la cabeza de Luna, quien también se frotó en él con una sonrisa al ser adulada-. Y a mi otra hermana, la loca Hermione de dos caras, la hermosa, inteligente y lunática...

Pan: ¿Y cuál es el problema?

Riuz: Es que no puedo hacer con ella lo mismo que hice con todas ustedes -frunció el ceño mirando a su hermana como culpándola.

Hermione: Espera, ¿me estás diciendo que la razón de todo este problema es que no puedes llevarme a la cama? -cuestionó con un cierto tono mezcla de sorpresa e indignación.

Riuz: Prácticamente.

Hermione: ¿Cómo es eso mi culpa? -preguntó con cierta irritación y enojo, sintiendo que toda la culpa que había sentido era innecesaria, pero era a causa de su inestabilidad mental.

Riuz: Porque dejas al rompecabezas sin una pieza... Es un mundo perfecto, pero tú lo arruinas. Si dejaras de ser tan cerrada, aflojaras las piernas y te olvidaras del pelirrojo marica, todo estaría en armonía. Seríamos la familia más unida de todos. No puedo estar en paz cuando en esta familia falta alguien como tú. Te amo, pero no puedo aceptar que teniendo a todas conmigo faltes tú.

Hermione: ¡Esa es la reverenda mierda más estúpida que he escuchado! ¡No me culpes porque tengas el cerebro en tu diminuto pene y te falten los huevos para aceptar que no puedes tener todo lo que quieres! -le gritó lanzándole su cuchillo en un ataque psicótico que claramente se veía reflejado en su rostro, tomando un aspecto aterrador.

Riuz, aunque no tenía su físico mejorado, aún tenía sus instintos entrenados, por lo que rápidamente se hizo a un lado esquivando el cuchillo que volaba hacia él.

Hermione pareció reaccionar al ver la expresión de miedo en sus madres y se dio cuenta de lo que había hecho. Tuvo otro ataque y atacó a su hermano, no de una forma leve. Se sintió tan mal que solo pudo disculparse continuamente mientras escapaba a su habitación para estar sola.

Jean y Pan estaban a punto de ir por ella para ver cómo estaba, pero Riuz los detuvo. Les dijo que aunque también estaba preocupado, lo mejor era darle algo de silencio para que pudiera calmarse, pero que él iría a verla después de comer.

...

En la habitación de las niñas, Hermione se encontraba en su cama, cubriendo su rostro con las manos y reflexionando sobre otro de sus ataques psicóticos, hablando consigo misma o quizás con la otra Hermione.

Riuz: ¿Puedo pasar? -preguntó desde la puerta.

Hermione: No...

Riuz: Entonces, sí -dijo, pasando sin importarle lo que su hermana quisiera, dirigiéndose hacia ella para sentarse en su cama a su lado.

Hermione: Cada vez es más difícil... ¿sabes?

Riuz: Entonces no te resistas -dijo acariciándola.

Hermione: Puedes dejar de tratar de acostarte conmigo.

Riuz: Nunca, eres mi familia y quiero que eso sea así para siempre. Nunca dejaré de desearte de esa forma y de muchas otras.

Hermione: Si fuera un hombre, ¿seguirías viéndome de esa forma? -preguntó, descubriendo su cara mientras lo miraba con provocación.

Riuz: ...eso...

Hermione: De lo que hablas no es amor, solo quieres tener sexo -Prosiguió al demostrar la duda en su hermano- Si alguna de nosotros fueramos hombres o hubiera otro hombre en la familia con el que tambien quisieramos acostarnos no estarias tan feliz como ahora... -Trato de hacerle ver a su hermano la realidad.

Riuz reflexionó por un momento y dijo: Quizás... si eso es así, solo tendría que cambiar las cosas.

Hermione: ¿Cómo lo harías?

Riuz: No lo sé -respondió- Si fueras hombre, tal vez intentaría convertirte en mujer... ¿y haría lo mismo para los otros casos?

Hermione: Eres horrible. ¿Cómo llegas a esa conclusión de forma tan calmada como si fuera lo más razonable? -resopló

Riuz: Aunque no alcancé la paz interior, por culpa de alguien -dijo, ganándose los ojos en blanco de su hermana- Aun así, conseguí algo de templanza mental

Hermione: ¿Cómo llamas a eso templanza mental?

RIuz: No soy como los demás. Mis poderes lo dejan claro. Las reglas de los demás no son las mías. La respuesta en mi corazón puede que no te guste, pero es aquello que mueve mi mundo... quizás más literalmente de lo que crees.

Hermione: *Suspiro* Aunque lo digas con mucha determinación, no cambia nada. No puedo rendirme. Tengo un esposo e hijos a los que no pienso abandonar. ¿Y si a ti te pasara lo mismo?

Riuz: Tampoco me rendiría -respondió Riuz con aceptación- Pero eso no evitará que termine acostándome contigo.

Hermione: Contigo creo que me volveré tan loca como la otra Hermione -suspiró de nuevo

Riuz respondió: "Uuy... acabas de decir algo horrible... pero si tenemos en cuenta que aun está en ti, ya estás igual de loca.

Hermione: No me lo recuerdes -Tapó su cara con la almohada- Siento que cada momento pierdo más de mi cordura, escucharla sufrir en mi interior... esos momentos en los que no sé si soy realmente yo o ella... Me estoy volviendo realmente loca.

Riuz: Shhhh... te amaré igual, no importa lo loca que estés. Vine por eso, para decirte que Luna tiene razón, no importa lo que pase, aunque pueda odiarte, nunca dejaré de amarte.

Hermione: Gracias... creo.

Riuz: Pero si no tengo mi pene en tu interior dentro de un tiempo, el que se volverá loco seré yo. Así que deja de ser tan frígida y déjame follarte como la perra que eres.

Hermione: ¿Viniste a consolarme o hacerme sentir peor? -Le miró con reproche.

Riuz: A decirte que siempre te amaré y que estoy aquí para ti... -Le devolvió la mirada, pero con amabilidad y afecto- Y que no esperes a Luna esta noche. No he estado con mis chicas por muchos años y quiero vaciar mis pelotas en ellas, llenarlas de mi leche hasta el punto en que parezcan fuentes, hacer que sus agujeros de bebés queden irreconocibles por el maltrato que les voy a dar con mi insaciable... - Explicaba con fuertes movimientos de cadera.

Hermione: ¡Ya vete! - Le gritó golpeándolo con su almohada- Ahora tengo que dormir con esa imagen en mi cabeza. -Dijo frotándose el puente de la nariz por el dolor de cabeza que le provocaba su hermano.