Nuestra boda II

Nos fuimos sin respuesta pero Cedric estaba feliz y para hacerme sentir mejor me abrazaba y decía: siempre me recuerdas por que te escogí y no me arrepiento de ello.

Yo sólo suspiraba y decía para mi 'siento que sea humana y te cause estos problemas' es cierto que algunas veces caía en una gran depresión y me hacía sentir culpable, pero al ver quienes me querían por quien era me animaba y olvidaba toda esa tristeza. A la mañana siguiente fue el correr de los chicos, ya que hoy terminarían la decoración de una ceremonia al aire libre, Franky fue con 2 cartas una de Elvia y otra de Hansen, así que le pedí a Franky que grabará todo y luego se los enviará para que vieran la boda.

Puede que no estuvieran en persona pero si estaban de corazón, las princesas del mundo marino me enviaron un hermoso regalo una concha de mar con mínimas piedras de aguamarina, al verlo Paula me dice ya tengo lo azul, lo nuevo del vestido, pero y lo viejo, le dije que las muñequeras no me las quitaría, si me las quitaba en algunas ocasiones pero cuando estaba sola.

Paula mira curiosa pero cuando va a preguntar una Laura de manera muy oportuna la llama indicando que trajeron las sillas y los manteles de un color crema, en un gesto de alivio le agradecí a Laura, se que Paula necesitaba explicaciones del porque de muchas cosas pero si podía evitarlo un tiempo más me haría darme más valor.

Así que con los chicos fuera y nadie tan cerca de mi me pude dar un baño y relajarme, lo único que quedó bien mojado fue el cabello, al salir del baño miro a Laura y le susurro: 'gracias por salvarme Laura'.

Ella me abraza y me dice en parte triste: no tienes porque, pero… tendrás que decirle, sino pensará que no confías en ella.

Se que tenía razón y se que por un momento se puso en el lugar de Paula, sólo pude asentir y seguimos unos segundos abrazadas.

Luego de eso las chicas bromearon con que mi cabello si seguía creciendo rápido llegaría al piso, reímos un rato por tal comentario hasta que Teresa dice

Teresa: realmente el cabello largo te luce, pero hoy tendrás un peinado que te gustará.

En ocasiones Teresa era muy imaginativa con mi cabello, pero esta vez no negaré que el peinado que me hizo fue muy lindo, era una cola de sirena como ella la llamaba pero dejaba mi cabello algo suelto excepto en el medio que era la trenza; Teresa y Ricardo serían los cantantes de la entrada y del baile en general, mi madre busco mis flores favoritas un ramo de hibiscus de colores rojas y rosadas.

Mi velo de novia no era en la cabeza sino de los hombros hasta tocar un poco el suelo, mi vestido era un blanco opaco y el velo si era un blanco más brillante, las hadas pudieron ir así que en la parte final del velo había destellos blancos, azules y verdes en tonos suaves, la tiara de las hadas podía cambiar de color ya que las hadas me hacían probar cuál era mi color, ese día fue azul oscuro con aguamarina.