webnovel

CAPÍTULO 17- La mentalidad de una viuda. Parte 7.

(Información extra: El infierno.)

El infierno, en su esencia, se manifiesta como un reino sumamente enigmático y fascinante, donde convergen lo sobrenatural y lo mundano de una manera que desafía toda lógica. Dentro de sus límites insondables, emerge una dualidad sorprendente entre dos castas de seres demoníacos, que confieren una dimensión única a este reino infernal.

Los demonios comunes, en un giro asombroso, forjan su existencia en un paralelismo inquietante con la humanidad. Dentro de sus dominios, florecen ciudades modernas con arquitectura que rivaliza con las de los más grandes centros urbanos terrestres. Escuelas imparten enseñanzas demoníacas, mientras que lugares turísticos, extraños y macabros a la vez, ofrecen a los visitantes infernales una experiencia única. En este mundo, la cotidianidad se asemeja a la humana, solo que los habitantes son demonios, cada uno con su propia historia y personalidad.

Por otro lado, los demonios condenados a sufrir enfrentan un destino desgarrador. Sometidos a tormentos inimaginables, su castigo es tan real como atroz. Sin embargo, al término de su pena, se les concede una decisión trascendental: la posibilidad de ascender al paraíso o permanecer en el abismo infernal, conviviendo con sus pares demoníacos en una sociedad que desafía cualquier preconcepción.

Dentro de la casta de los demonios condenados, existe una fracción especializada que desempeña un papel fundamental. Su tarea es provocar el mal en el mundo humano, pero no por una mera sed de destrucción, sino porque en este delicado equilibrio entre la bondad y la maldad, entre el bien y el mal, yace la fuente de energía que sostiene la existencia del mundo de los dioses. Sin su influencia, el cosmos mismo peligra.

En definitiva, el infierno, lejos de ser un lugar meramente aterrador, emerge como un reino profundo y diverso, donde la similitud con el mundo humano sorprende. Su dualidad intrínseca entre el castigo y la convivencia, entre el equilibrio y el caos, lo convierte en un lugar que trasciende todos los límites de la imaginación y la comprensión humana.

CAPÍTULO 17- La mentalidad de una viuda. Parte 7.

La pizza ya está y comenzamos a cenar, como si fuéramos una familia normal.

Noel tendría el rol del adulto responsable.

Yuki sería la hermana menor adorable.

Y yo sería el adolescente aburrido cliché, el que no resalta en nada, la vergüenza de la familia Norsai.

Solo faltaría la madre y la familia estaría completa.

Aunque no considero a Noel como parte de mi familia, es más como un familiar lejano que se queda temporalmente en casa.

Yuki es como mi pequeña hermana menor, pero Noel solo es un desconocido que ayudo para que me ayude a estudiar. Ya cuando cumpla con su propósito, ya no me será de utilidad.

Ah, esto es tan relajante. Una vida normal, con una hermana menor, una escuela normal, compañeros de clases normales. Todo es tan normal. Me encanta.

Hay alguien más con el poder de ver fantasmas en la ciudad, y considerando que sentí un mal presentimiento, esa persona está planeando algo contra mí.

Sea quien sea, no permitiré que arruine mi vida normal. Lo encontraré.

—¡Saik, Saik! ¡Si usas lentes en la escuela, serás popular con las mujeres! ¡Tendrás más amigos y, tal vez, y si Dios tiene piedad de ti, alguna linda chica se enamore de ti!

La voz alegre de Yuki me regresó a la realidad.

Gracias, Yuki, tu linda voz me tranquilizó. Soy Saik, el chico normal. Entre menos cosas raras haga, mejor.

¿Y quién dice que quiero tener amigos o una novia? Admito que me interesó un poco eso de tener novia, pero las mujeres son tan raras, que mejor deseché esa idea.

¿Y si lo intento con un hombre? No sé si me gusten los hombres, pero creo que vale la pena intentarlo.

—No me interesa tener amigos ni novia.

Son innecesarios, no los necesito.

—Solo quiero una vida escolar normal.

Y después me suicidaré.

Una difícil decisión, pero tomando en cuenta mi actual estado mental, no creo ser capaz de soportar seguir vivo por más tiempo.

—Por cierto, Saik. ¿Qué pasó con mi... ex esposa?

Aceptando la realidad, ¿eh? Poco a poco, Noel, pero lo estás logrando.

—Adelanté el plan. Estará listo en un par de días.

Las acciones de Sylphie lo adelantaron. Me ahorró mucho tiempo.

Creí que Sylphie tardaría más en considerarme su amigo, pero tuve suerte de que su autoestima sea tan baja, que me considere un amigo en muy poco tiempo.

... Vaya... Sylphie tuvo suerte de no tener de amigo a un pervertido.

Sylphie caería fácilmente con los encantos de algún hombre. Su autoestima es demasiado baja, que con unas cuantas palabras lindas cualquier hombre podría llevarla a su cama.

Noel dijo que es virgen, así que llegué a tiempo a su vida, aunque hubiera preferido ahorrarme todo ese trabajo. Que flojera.

La autoestima de Sylphie es muy, pero muy baja. Debo hacer algo con eso.

Prefiero ignorar sus problemas, pero debo hacer algo. En el futuro esa baja autoestima me perjudicará. Ella ya me considera un amigo, pero no quiero que dependa tanto de mí.

En el pasado, muchas personas pusieron su confianza en mí y se arrepintieron de eso.

No me importó, pues yo nunca les pedí su confianza. No soy alguien confiable, y definitivamente confiar tanto en mí no es buena idea.

Ah, prefiero evitar que las personas se acerquen a mí. No quiero problemas innecesarios arruinando mi vida.

Pero, en esta ocasión, debo hacer algo al respecto, pues hice un trato con Yuki de ayudar a Sylphie.

Sylphie, solo porque Yuki me lo pidió, te ayudaré, pero no te aproveches de eso, y tampoco cargaré con una malagradecida. Si me traicionas, te abandono, sin importarme nada.

Ah... Que flojera.

Después de cenar, Noel se puso a lavar los platos, pues era su turno, y Yuki y yo fuimos a una tienda, a comprar verduras y carne para preparar nuestros almuerzos de mañana.

Comer mucha carne es malo para la salud, pero Yuki es un fantasma, no le afecta, y mi sistema digestivo no es normal, como todo mi cuerpo... Ser un raro tiene sus ventajas.

Puedo comer todo lo que quiera y no engordaré, siempre y cuando haga ejercicio constantemente.

El ejercicio es parte de mi vida desde que tenía 6 años, así que no me afecta en lo absoluto, pues estoy bastante acostumbrado.

—¡Quiero salchichas, arroz, leche de chocolate y gelatina!

—Leche de chocolate... Mmm... Suena bien... Compraré chocolate para hacer chocolate caliente en casa.

Ah...

Mañana es jueves, 28 de agosto, del año 2206.

Cumplo 17 años el 4 de septiembre.

En una semana... Vaya... Que rápido pasa el tiempo.

17 años... Tan joven, pero al mismo tiempo, siento que he vivido más que suficiente... Incluso más de lo debido... O, al menos, más de lo que alguien como yo merece vivir.

—Y creo que también compraré carne para hacer hamburguesas.

—¡¿Hamburguesas caseras?! ¡Yupi! ¡Eres el mejor, Saik!

Entramos a la tienda.

No perderé demasiado tiempo, debo regresar pronto antes de que... Ah... Lo supuse.

Siguen molestando.

—¡Kya!- Gritó Yuki, asustada, escondiéndose detrás de mí.

¿En serio da miedo? No le encuentro lo tenebroso.

—¡Que asco! ¡Deja de aparecer frente a nosotros!

No te escucha ni te ve, Yuki. Para él, estás muerta.

El fantasma de uno de los cazadores de fantasmas. Que fastidio.

El mismo fantasma que "eliminó" a Yuki. No te preocupes, Yuki, algún día vengaré tu falsa muerte. Lo prometo.

—¿Debería comprar otro cepillo de dientes...? Mejor no, todavía sirve el mío.- Susurré para mí mismo, pero lo suficiente para que me escuche el fanfasma.

El fantasma que intentó asustarme, apareció de nuevo frente a mí, intentando asustarme. Me muestra horribles rostros desfigurados, rostros de sufrimiento, algunos gritan y lloran, y lo más asqueroso, son los rostros de mis padres, sufriendo. Sé que es falso, por eso me mantengo tranquilo, pero me vengaré por esto después.

Yuki fue la única que se asustó, yo actué como si nada estuviera pasando.

Bostecé abriendo solo un poco la boca, sin exagerar para no levantar sospechas por sobre actuar, y caminé, atravesando al fantasma.

Ah, que adorable, esa pequeña cazadora de fantasmas está tratando de bajar una caja de cereal, pero no lo alcanza.

Se levanta con las puntas de sus pequeños pies una y otra vez, intentando alcanzarla, pero es inútil. Deberías tomar más leche, pequeña.

—Eres pequeña. Deberías comer más.

—¡Como lo suficiente, idiota!

Le bajé el cereal.

Vaya, esta marca parece interesante.

—Mmm. Cereal de chocolate. Con razón no creces. ¿Te recomiendo un cereal más nutritivo?

—¡No necesito nada de ti!

—Ah, que agresiva. Eres adorable. Te daría un dulce, pero se me acabaron.

—¡Ahhhhhhhh! ¡Eres tan estresante!

—Y yo que trataba de ser amable.

Le entregué la caja y seguí con mis compras.

—Fufu. Bien hecho, Saik, humilla a esa asesina de fantasmas. ¡Venga a mis hermanos caídos!

Bueno, Yuki, los fantasmas son un peligro para el mundo, así que... Ah, mejor no digo nada más. Prefiero no hacer sentir mal a Yuki.

... Sí, esto...

Esto también...

Y esto.

Listo, creo que eso sería todo. A pagar.

—¿E-es todo?

... ¿Por qué la empleada evita mirarme a los ojos?

Que raro... Nunca me pasa esto.

Seguramente es una chica tímida.

Evitar contacto visual con las personas, para poder hablar. Ah, en serio, no entiendo a las personas tímidas. Deberías conseguir ayuda psicológica, empleada random.

—Sí, es todo.

—¡Saik, cómprame un chicle!

—Espere, quiero un chicle. Y ya, sería todo.

Realmente es difícil para mí decirle no a Yuki.

Después de pagar, tomé mis bolsas de compras y salí de la tienda.

—¡Ese fantasma es todo un acosador! ¡Pero, Saik, nunca me cansaré de decirlo! ¡Eres increíble! Ese fantasma es aterrador, pero actúas como si nada hubiera pasado... ¿No le tienes miedo a nada?

¿Miedo...?

—... No lo sé.

Nunca me puse a pensar en eso... ¿Le tengo miedo a algo?

No lo sé... Me acostumbré tanto a ver muertes y cosas aterradoras, que ya nada me da miedo ni me perturba.

¿A qué le puedo tener miedo?

No lo sé... No lo sé... No soy normal, eso lo sé desde que era un pequeño niño, pero... ¿en serio no le tengo miedo a nada?

Lo único que le tenía miedo, era perder a mis padres, y ellos ya no están conmigo.

¿No le tengo miedo a nada?

... Soy un fenómeno.

Pasé al lado de un parque... Ah... Necesito un descanso.

Me senté en una banca y suspiré.

—Saik, ¿pasa algo?

Moví la cabeza diciendo no.

—¿Saik?

Cumpliré 17 años y no tengo ningún plan... Solo planeo terminar la preparatoria y suicidarme... ¿En serio no soy capaz de seguir adelante con mi vida? ¿Qué me pasa?

Ah... Me duele un poco la cabeza... No, no un poco... Me duele mucho.

—Oye, idiota. ¿Qué te pasa?

—... Hola... No me pasa nada... Simplemente pienso en mi futuro.

Esa cazadora de fantasmas se sentó a mi lado y el fantasma siguió intentando asustarme.

—¡¿Realmente no puedes verme?!

—A diferencia de la primera vez que nos conocimos, esta vez te ves más normal. ¿Tanto trabajo te cuesta peinarte?

—Me da flojera.

—¿Flojera?

—Sí.

—... Definitivamente eres raro.

—Lo sé.

Levanté la mirada y miré las estrellas.

—El pasado no se recupera, el presente se disfruta y el futuro es un misterio... Mi padre me decía que disfrutara de mi presente, y mi madre me decía que me preocupe por mi futuro... Ah... Me duele la cabeza.

—... ¿Cómo te llamas?

—Me llamo Saik, ¿y tú?

—Me llamo Sayu.

—Lindo nombre... Lo siento, debo irme.

Tomé las bolsas y me levanté.

—Fue un gusto conocerte.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro.

—¿Crees en fantasmas?

—¿Fantasmas? Vaya pregunta tan inesperada.

—Solo responde.

—Mmm... Sí y no. Me gusta pensar que existe el paraíso, pero no creo tanto en fantasmas en este mundo... Diría tal vez... 50/50. ¿Por qué preguntas...? Ah, es cierto, los niños pequeños son muy curiosos.

—¡No soy una niña pequeña, idiota!

Me lanzó un golpe en el estómago. No me dolió, pero fingí que me dolió un poco, pero muy poco.

—Eres adorable, aunque también bastante agresiva. Lo siento, debo irme. Adiós.

Me alejé caminando.

... Bien, mi actuación de un chico triste y con sentimientos funcionó.

Wow. Soy un gran actor. Hasta fingí estar triste en mi mente.

Ella se dio cuenta de mi tristeza y me tuvo lástima.

Un plan perfecto. Sabía que era posible que me siguiera esta noche, así que fue la oportunidad perfecta para deshacerme de ella.

Shadow es conocido por ser un chico frío y sin sentimientos.

Saik es un chico que puede sentirse triste, aunque sea una actuación.

Definitivamente con esto me dejarán en paz y no me vigilarán.

—Mis respetos ante esa gran actuación, Saik.- Dijo Yuki, mi pequeña cómplice.

Gracias.

Dejé las cosas en la mesa y Yuki me aplaudió.

—¡Eres un gran actor, Saik! ¡Hasta yo pensé que estabas triste! ¡Deberías de ser actor!

—Con esto, nos liberamos de las sospechas de esa cazafantasmas. Podemos estar tranquilos, al menos por un tiempo.

Ah... Eso espero.

Después de ejercitarme por dos horas, me bañé y comencé a estudiar con Noel.

A las 4 de la mañana, dejé de estudiar y me acosté para dormir al menos dos horas.

Dos deliciosas horas de sueño, que disfruté bastante.

A las 6 de la mañana, me desperté, me puse el uniforme y guardé los almuerzos en mi mochila.

Con todo listo, Yuki y yo salimos de la casa, rumbo a la escuela.

Me muero de sueño, pero debo controlarme y mantenerme despierto hasta que el primer tiempo libre comience.

—Hoy es jueves... Ah, el tiempo avanza rápido, ¿verdad, Yuki?

—¡Síp...!

Yuki me tomó de la mano y me sonrió.

—Cuando todavía no te conocía, estaba condenada a estar encerrada en casa sin poder hablar con alguien o tocar algo... ¡Pero gracias a ti, tengo un amigo y comida deliciosa! ¡Me siento viva de nuevo! ¡Muchas gracias, Saik!

Muy lindo y todo, pero eso fue demasiado repentino. ¿Cómo debo reaccionar ante esas palabras?

—¿Y eso qué tiene que ver con el tiempo?

—Nada, solo quiero recordarte lo agradecida que estoy contigo.- Dijo, con una gran sonrisa en su lindo rostro.

Vaya... Está agradecida conmigo... Que lindo gesto.

—De nada, Yuki.

Pero, Yuki, la verdad es que yo debería agradecerte a ti por estar a mi lado. Tú haces de mi vida menos dolorosa... Eres lo más importante que tengo actualmente.

Gracias a ti, puedo seguir adelante.

Muchas gracias.

Entré a mi salón de clases. Faltan 20 minutos para que empiece la primera clase. Perfecto. Tengo 20 minutos para dormir.

—Yuki, me despiertas.

—¡Síp! Duerme, no te preocupes, yo te despertaré.

Puse mi mochila sobre mi mesa e intenté dormir usando mi mochila como almohada.

Debo admitir que estoy muy cómodo. En un par de minutos estaré profundamente dormido... Tal vez... menos.

Bostecé... Ah, que sueño.

(Pov- Yuki.)

Vaya. Se quedó dormido demasiado rápido... ¡Eso debe de ser un récord! Se quedó dormido en segundos.

Pero comprendo bastante su cansancio. Saik estudió mucho con Noel hoy, merece un descanso.

Bueno... ¿Qué hago mientras espero?

¡Ya sé, iré a espiar a los estudiantes!

Tal vez descubra un sucio secreto. Fufu.

—Regreso pronto, Saik.

Salí del salón de clases... Oh... ¿Qué hace Sylphie afuera?

¿Por qué no entra?

Espera... Reconozco esa expresión... Ella estaba llorando.

Comencé a flotar y miré mejor su rostro... Estaba llorando, sus ojos están un poco rojos y húmedos. .. ¡¿Acaso las chicas de antes la golpearon?!

¡Le diré a Saik inmediatamente!

—Madre...

... Oh, tiene que ver con su madre.

Ella se limpió las lágrimas que comenzaron a salir y suspiró.

—¿Qué puedo hacer...?

Suspiró nuevamente y entró al salón de clases.

Vaya... Algo malo le pasó a su madre... ¿Pero qué?

La curiosidad me va a matar... ¡Debo descubrir lo que pasa!

(Pov- Saik.)

—¡Saik, Saik, Saik! ¡Despierta, Saik! ¡Despierta! ¡Te digo que despiertes! ¡Despierta, despierta!

Yuki, si no fueras adorable, ya te hubiera golpeado.

Estaba teniendo un sueño tan cómodo y placentero... Ah... Que flojera.

Levanté la cabeza y bostecé.

Ah... Estaba soñando con pasteles y chocolates... Tengo hambre.

—Yuki, por favor, ¿podrías callarte?

—¡Mira a Sylphie!

¿A Sylphie?

Volteé a verla.

—¡¿Ya te diste cuenta?!

—Sí... Su cabello es más corto.

—¡Eso no...! Espera...

Yuki volteó a verla.

—Es cierto, su cabello es un poco más corto, apenas se nota... ¡Saik, eres asqueroso! ¡¿Tanto la miras...?! Fufu. ¿Te enamoraste de ella?

—No.

Me tapé la boca con mi mano.

—Solo tengo buena vista.

Sé lo que pasa, pero ya tenía previsto que pasaría esto. Ya tengo un plan para esto.

—¡Sylphie estaba llorando! ¡Algo le pasó a su madre! ¡Debes ayudarla, eres su amigo!

Amigo porque me obligaste, Yuki, que no se te olvide.

Si por mí fuera, la ignoraría por completo. Ah, que fastidio.

—Ah... Que flojera.

—¡Deja la flojera a un lado!

Ah... Está bien.

... El chico que trató de coquetear con Sylphie el primer día de clases, se está acercando a ella.

Es su oportunidad para ser su amigo y, tal vez, en el futuro, su novio.

Debo evitarlo.

—Yuki, haz que caiga ese chico.

—¡Síp!

Ella se dio cuenta inmediatamente de lo que él planeaba.

Se acercó a él y le puso el pie.

Él cayó al suelo, y mientras él se quejaba, yo me acerqué a Sylphie.

—Buenos días, Sylphie.

—¡B-buenos días, Saik!

—Mmm...

La miré de cerca y comenzó a desviar la mirada, mientras su cuerpo temblaba, llena de nervios y con mucha timidez.

Sí, lloró bastante.

—¿Te robaron el dinero o te golpearon? Bueno, se los advertí. Iré a golpearlas.

—¡E-espera! N-no han intentado hacerme nada malo. G-gracias a ti, estoy a salvo.

—Entonces... Ah, ya sé. ¿Se te olvidó hacer la tarea? Don't worry. No te preocupes, yo te la paso.

—N-no es eso...

—... Me rindo. Soy malo para las adivinanzas.

—¡Saik, Saik, mira la cara de ese chico! Se enojó porque le robaste su oportunidad de conquistar a Sylphie. ¡Hahahahahaha!- Dijo Yuki, mientras Sylphie intentaba hablar, pero las palabras no se atrevían a salir de su boca y simplemente bajó la mirada, apenada.

Aunque no me importa quién intente conquistarla, solo lo evité para conseguir información.

—Se nota que estabas llorando. ¿Pasó algo malo? Pero si no quieres hablar de eso, no hay problema.

—... Tuve una discusión con mi madre...

Vaya. ¿Tanta confianza me tiene o cedió a la presión social?

Se nota que ella no quiere hablar de eso conmigo. Sí, presión social. Lo mejor será no hablar de ese tema.

—Ah, un asunto familiar. No te preocupes, no preguntaré más. Sé que es algo privado.

Lo mejor es mantener mi distancia con ese tema con Sylphie. No soy psicólogo, y sé que hablar de los problemas es un paso para resolverlos, no creo que aplique en este caso. Soy un desconocido para Sylphie todavía. Hablar de eso conmigo, un desconocido, solo la hará sentir mal, incómoda o avergonzada. Prefiero evitar eso.

—Toma.

Saqué una paleta de mi bolsillo y se la ofrecí.

—Toma, algo dulce te tranquilizará. Solo te daré un consejo, si te peleas con tu madre, el diálogo es la solución. Si se niega a hablar, solo habla tú y que ella te escuche. Ignorar el problema nunca es una buena idea.

—Sí... Sí, lo sé...

Ella tomó la paleta y sonrió con timidez, pero un poco más firme que antes.

—Gracias, Saik.

—Espero que todo se arregle... Bueno, mejor cambio de tema. ¿Quieres hacer el proyecto en tu casa o la mía? Ya falta poco para terminarlo... Espera... Apenas me conoces, invitarte a mi casa sería incómodo y podría malinterpretarse... Lo siento si te incomodé, pero te aseguro que no soy un pervertido.

Sylphie se sobresaltó y comenzó a agitar rápidamente las manos, negando rápidamente con la cabeza.

—¡N-no te preocupes, sé que eres una buena persona!

... Ah, si tan solo supieras lo que le hice a tu madre.

—¿Podemos hacerlo en la biblioteca de la escuela?

—C-claro, por mí está bien.

—Gracias.

Un paso más. Falta tan poco.

Saqué mi teléfono celular.

—¿Me darías tu número? Te enviaré el último tema que te toca investigar y recopilar información.

—¡C-claro!

Bien... En poco tiempo, me gané su confianza, pues demostré en varias ocasiones que no intento conquistarla ni aprovecharme de ella.

Aunque sigo pensando que fue muy poco tiempo... Bueno, soy su único amigo, así que... ¿eso tiene algo que ver? No lo sé.

Pero bueno, hoy será la fase final de mi plan.

Wow... Pensé que me tomaría más tiempo, pero solo me tomó un par de días... La depresión de Iris debió ser más grave de lo que pensaba.

... Demasiado grave... Creo que volveré a modificar un poco el plan.

Pensaba hablar solamente, pero no será suficiente esta vez. Debo actuar.

Ah, espero que Yuki nunca se entere de lo que le haré a Iris.

Las primeras clases terminaron y Sylphie se acercó a mí mientras yo sacaba los almuerzos de mi mochila.

La miré de reojo y suspiré, cansado, pues sé perfectamente lo que está a punto de pasar.

—¿Q-quieres... comer conmigo?

Inmediatamente, Yuki comenzó a fingir que acaricia mis mejillas.

—¡Saik, acepta, necesitas socializar! Pero déjame mi comida en tu mochila, yo comeré sin que se den cuenta, te lo prometo.- Dijo, mientras revisaba la hora en mi teléfono, para ahorrar tiempo mientras Yuki habla.

Puse mi mochila en el asiento, dejé uno de los almuerzos dentro de la mochila, en una posición poco visible.

—Claro, vamos.

—... ¿Comes tanto? Me he dado cuenta de que siempre tienes dos almuerzos.

—Aparte de flojo, como mucho. Me sorprende que no engorde... Supongo que tengo un buen sistema digestivo.

—Y-ya veo.

Sylphie y yo salimos del salón de clases.

Debo seguir comportándome como su amigo por dos razones.

Número 1: Se lo prometí a Yuki. Aunque no lo parezca, soy un hombre que cumple sus promesas. Además, en mi familia, siempre se cumplen las promesas. No voy a defraudar el apellido Norsai... No más de lo que ya lo defraudé.

Número 2: Si soy su amigo, podré darme cuenta si el problema de su madre regresa.

Como lo dije antes, soy un hombre que cumple con su palabra.

Prometí ayudar a Noel, y no planeo dejar un trabajo a medias.

Mejoraré la autoestima de Sylphie, para que consiga amigos y podré deshacerme de ella.

Mi plan para tener una vida escolar pacífica no incluye amigos.

—... Saik, ¿de verdad no te gusta usar lentes?

—Mentiría si te dijera que no. Sí me gusta usarlos, pero me gusta más ahorrarme el tiempo de peinarme. Como te pudiste dar cuenta, no me importa las opiniones de las personas. ¿Por qué debería importarme lo que otros piensen de mí? Solo debe importarme lo que yo pienso de mí mismo. ¿No estás de acuerdo?

—... Sí... Tienes razón.- Dijo, con una adorable sonrisa.

Vaya. Podrá tener mil defectos, pero esa sonrisa es muy adorable.

Ah, dejé mis dulces en mi mochila. Quiero darle uno... Le daré uno más tarde.

Tengo mi dulce de emergencia, pero solo es para emergencias. Nunca se sabe cuándo necesitaré un dulce de emergencia. Después le daré uno.

—¿Por qué te interesa saber eso de mis lentes...? Ah... ¿Te avergüenzo? Lo siento, no era mi intención.

—¡N-no! ¡N-no es eso! N-no me molesta, s-solo tenía curiosidad... Es que... T-te ves... m-muy l-lindo... c-con lentes.

Ya veo... Por un segundo creí que era una chica que le importa la apariencia física, pero supongo que no es así. Creo que la información que tengo sobre las mujeres normales está un poco mal, ¿o Sylphie es diferente a las mujeres normales? Supongo que un poco de ambas. En serio, nunca voy a comprender a las mujeres. ¿Mi madre era igual de rara? No recuerdo que haya hecho algo raro. Mi madre era perfecta en todo sentido.

Vaya, vaya. Ah, que adorable, se puso roja. ¿Roja por creer que me enojé con ella y se siente apenada? Supongo que es eso. ¿Por qué los rostros se pondrán rojos? Nunca lo entendí. Creo que es por vergüenza principalmente.

Bueno, no importa, lo importante es que es muy adorable, al menos su rostro. Le daré dos dulces después.

Y me llamó lindo, ¿eh? Pobrecita. Su baja autoestima le hace creer que soy lindo.

¿Y soy lindo? Bueno... No lo sé. Nunca me importó mi apariencia y tampoco sé nada de eso.

¿Soy considerado lindo con lentes?

Yuki me dijo que me veía lindo y Sylphie también.

Supongo que lo soy.

¿Y saber eso en qué afecta mi vida?

En nada. No me peinaré aunque me digan lindo.

Me da flojera peinarme, y no me importa que me consideren lindo.

Además, lo lindo no me ayudará a conseguir mi sueño. Es innecesario.

—Gracias... Sinceramente, solo hago eso porque no me gusta peinarme, y me gusta tener el cabello largo. No me importa que las personas me consideren raro. Prefiero estar cómodo que satisfacer a los demás.

—E-estoy de acuerdo con eso.

Espero que haya captado mi mensaje de vida subliminal. Un lavado de cerebro sería más rápido, pero no es normal. Debo conformarme con los métodos anticuados y viejos, como el diálogo.

Llegamos al comedor de la escuela.

El lugar cliché en donde los grupos de amigos se reúnen a socializar.

Claramente se puede diferenciar los diferentes tipos de personas.

Hay un grupo de chicos jugando videojuegos en sus consolas portátiles.

Grupos de chicas hablando entre ellas y sus risas son molestas.

Y, por supuesto, los chicos populares.

¿Cómo sé que son populares? Por ser el grupo más grande del lugar.

Y uno que otro antisocial, o asocial, o tímido. Como sea.

Mmm. No veo ningún almuerzo en sus manos.

—Oye, Sylphie, ¿comprarás comida?

—Sí.

—Conseguiré una mesa.

—G-gracias.

Me acerqué a las mesas... Todas están ocupadas, pero no llenas. Hay algunas mesas con espacios disponibles.

Mmm... Aquí hay un lugar perfecto para Sylphie y yo.

Me senté al lado de un grupo de chicas y abrí mi almuerzo, ignorando sus miradas de asco y molestia.

—Oye, está ocupado.

Ahora intentarán echarme. Que gracioso. Es un lugar público, idiota.

—¿Acaso aplasté un fantasma? Ah, eso suena aterrador.

Volteé a verlas.

—Ah...

Esa es la chica que golpeé. Me miró con furia cuando nuestras miradas se cruzaron.

—¿Te sigue doliendo el estómago?

—Tsk. No quiero estar cerca de él. Vámonos.

Ella se retiró y todas la siguieron.

Ella es la más importante de ese grupo de amigas, por ser la más linda y posiblemente con más dinero, ¿eh?

Tan típico, pero al menos ahora tengo una mesa para mí solo.

Dar asco y miedo tiene sus ventajas. ¿Por qué a otros les molesta? Es muy beneficioso.

—¡Sí, te lo digo, pude aplastarlo! ¡El equipo rival quedó humillado!

—¡Mierda, perdí la apuesta!

—¡¿Apostaste que perdíamos?!

—Esto... Ups.

... Dos chicos se sentaron en mi mesa... Y uno de ellos sacó la lengua mientras se daba un golpe en la cabeza.

Eso solo es adorable en mujeres, en hombres es asqueroso. Que asco. Me arruinarás la comida. Ah, quiero comer con Yuki.

—Hola, Saik. Esperemos que no te moleste compartir.

—Es la primera vez que hablamos, ¿verdad?

... ¿Me conocen?

Veamos... Uno de ellos es alto, tiene un cuerpo fornido y ancho, ojos rojos y su cabello es naranja. El otro chico es de estatura promedio, cabello verde y corto, y ojos azules.

... No, no los conozco. Lo intenté, pero no recuerdo haberlos visto en algún lugar.

¿Quiénes serán estos randoms?

—Hola... ¿Quiénes son?

—¡¿No nos reconoces?!

—... ¿Son famosos?

—¡Somos tus compañeros de clases!

—Ah, con razón. Nunca presto atención a mis compañeros de clases, así que no los reconocí... Hola, mi nombre es Saik.

¿Por qué me presenté con ellos? Porque presiento que podrían ser útiles para Sylphie en el futuro.

—¡Yo soy Naok!- Dijo el chico alto y fuerte.

—¡Y mi nombre es Bell!- Dijo el otro, que no resalta en nada, a diferencia de Naok, que puedo diferenciarlo de los demás por su gran estatura.

—Ya veo.

Sinceramente, no me importan sus nombres, pero parecen unos idiotas fáciles de manipular. Podrían ser útiles.

—R-regresé.

Sylphie dejó su comida en la mesa y me ofreció una bebida de limón.

Que raro, no le encargué nada.

—T-toma, te compré una bebida.

Vaya, que amable es. Se dio cuenta de que no tenía una bebida y compró una por mí. Que buen gesto, Sylphie.

—Ah, es cierto, olvidé comprar una. Te lo pagaré, espera.

—¡N-no es necesario, tú me invitaste a comer, es mi turno de devolverte el favor!

Algo gratis, ¿eh? Admito que es difícil para mí rechazar algo gratis, pues me ahorra el esfuerzo de comprarlo.

Además, aceptando esto de Sylphie, ella se sentirá mejor, pues estará ayudando a un compañero de clases, se sentirá alguien útil, o al menos se sentirá mejor con ella misma. Un ganar/ganar. No hay motivos para rechazarlo.

—Ya veo. Muchas gracias.

Ella se sentó frente a mí y abrí la bebida.

Estaba a punto de beber, pero las miradas del dúo de idiotas me está molestando. ¿Y esas sonrisas asquerosas?

—Oh. ¿Interrumpimos algo?

—Fufu. Pensé que eras un simple nerd, pero tienes una linda novia.

—¡¿N-novia?!

No grites, Sylphie. Ya sé que es asqueroso que digan que alguien como yo es tu novio, pero no es para tanto. No me importa tanto, pero recuerda que también tengo corazón.

—Solo somos amigos. Y no soy un nerd... Supongo. ¿Acaso se pusieron celosos? No se preocupen, sigo disponible. Lamentablemente, no me gustan los hombres.

Los dos comenzaron a reír y Naok me dio fuertes palmadas en la espalda.

—¡Eres gracioso, Saik!

—... ¿Gracioso?

¿Dije algo gracioso?

—Pensé que eras un chico aburrido, Saik, pero eres más agradable de lo que pensé.- Dijo Bell.

—Vaya... ¿Aburrido? ¿Eso es malo?

—Pensábamos que eras el típico chico que se la pasa todo el tiempo estudiando.

... ¿Eso es malo?

¿No se supone que es bueno que un estudiante estudie? Se supone que para eso asistimos a la escuela.

... Que raro. No entiendo a las personas normales, ni a la normalidad en general.

—¡S-Saik no es aburrido! Es un chico divertido.

¿Divertido?

Nunca trato de ser divertido... ¿Qué tan rara es mi personalidad?

—¡Saik, Saik, unas chicas están rayando tu mesa!- Gritó Yuki, volando hacia mí.

Yuki, te ves muy nerviosa. Es solo una mesa, no es ningún problema importante, no te desesperes tanto por una simple mesa rayada.

—¡Y se robaron tus dulces!

... Está bien, esto ya es un problema.

No actuaré todavía, pero me vengaré. Nadie se roba mis dulces y sale ileso.

Nadie.