Mundo Shinobi - Señores de la guerra - 448

Kaoru llevó a Tsukino a la habitación de los bebés donde estaban las niñeras y las cunas.

En estos momentos, Hashirama, Miyuki y Mugen estaban recostados en sus cunas tomando su biberón.

Al mismo tiempo, las niñeras vieron la llegada de Kaoru y se pusieron de pie. Ellas hicieron una reverencia y Kaoru les dio un leve asentimiento en señal de respuesta.

Kaoru camino hacia Natsuko Hyuga, la anciana encargada de cuidar de Miyuki. Al mismo tiempo, Tsukino la siguió.

—Natsuko-san, buenas tardes— dijo Kaoru con una sonrisa en los labios

—hime-sama— dijo Natsuko con una voz suave y amigable. Ella hizo una pronunciada reverencia y miró a la muchacha que seguía a Kaoru.

—Natsuko-san, quiero presentarle a Tsukino— dijo Kaoru, ella miró hacia atrás y vio a la muchacha —por favor, preséntate—

Tsukino dio un paso adelante y miró a la anciana del clan Hyuga de la rama principal. Natsuko era amable y respetuosa con Kaoru, pero al ver a Tsukino y específicamente el listón blanco en su frente, puso una mirada severa. Tsukino comenzó a temblar al ver los ojos de Natsuko —mucho gusto— dijo tartamudeando —esta es Tsukino, espero poder trabajar con usted—

Kaoru asintió y miró a la anciana. Natsuko le respondió con una mirada amigable y Kaoru continuo —como sabe, muchas de las convenciones del clan no se aplican aquí. Así que no tolerare malos tratos ni faltas de respeto. Tsukino fue elegida por mí y en cuanto llegue mi marido, le quitaremos el absurdo sello de la frente. Así que espero que se lleve bien y le enseñe de la manera correcta. Si su carácter se sale de control, podría ser una influencia negativa para mi imouto ¿Entendido?—

Natsuko se puso seria y asintió —hime-sama— dijo —¿Puedo hacerle una pregunta?—

—Por supuesto— respondió Kaoru con tranquilidad

—¿Por qué trae a esta niña?— preguntó Natsuko

—Tsukino—

—¿perdón?—

—La "niña" se llama Tsukino— respondió Kaoru —creo haberle dicho algo. Si no puede llevar a cabo mi comando, quisiera que me diga de inmediato—

—No es eso, hime-sama— dijo Natsuko agachando su cabeza en señal de sumisión —lo que quiero saber es ¿Por qué trajo a Tsukino-san? Hasta el momento yo he cumplido con mi labor sin ningún problema—

—Estoy embarazada— dijo Kaoru

Natsuko levantó su rostro y sonrió maravillada.

Kaoru también sonrió al ver a la anciana tan contenta —así que voy a necesitar ayuda para cuidar de mi hijo— dijo —por eso le dije que ayudara a Tsukino. No es como que la estoy despidiendo o algo por el estilo, Natsuko-san. Lo que pasa es que necesitamos más manos—

—Entiendo, entiendo— dijo Natsuko, miró a Tsukino, era bonita y por un momento pensó en algo. Entonces miró a Kaoru y le preguntó —hime-sama ¿Usted me permitiría dar mi opinión?—

—Claro, siempre que sea una opinión constructiva—

—Por supuesto, hime-sama— respondió Natsuko con una sonrisa de anciana afable —la verdad, es que tengo un par de nietas que aún no se han casado y sería positivo para ellas aprender a cuidar de un bebé ¿Le molestaría que las traiga?—

—Puedes traerlas— dijo Kaoru entendiendo la intención de la anciana. Esto no era gratis, era una estrategia para introducir una concubina a la familia. No sabía que Kaoru y Naomi ya se habían adelantado, pero no había perdida —pero yo revisare su carácter. Si las encuentro adecuadas, se pueden quedar. Sin embargo, quiero que les adviertas de antemano. No tolerare ningún maltrato contra Tsukino, esto no es el clan Hyuga ¿Queda claro?—

—Sí, hime-sama— dijo Natsuko con una expresión feliz, pero emocionada por dentro. Si lograba vincular a una de sus nietas con Kain, el estatus de su familia subiría dentro del clan.

—Vaya, parece que te me adelantaste, Kaoru-san— dijo una voz sofisticada

Kaoru y el resto miraron hacia atrás. Entonces vieron a una mujer rubia, de aspecto delicado y refinado en un vestido de una pieza de color blanco. El cabello rubio lo llevaba ordenado en una trenza que arremolinaba en la parte superior de la nuca. Tenía los ojos verdes, los labios de color rosa, sensuales. Su piel delicada y hermosa.

—Naomi-san— dijo Kaoru con una sonrisa amigable y noto a las dos mujeres que la acompañaban. Una era enorme como Kokoro, pero tenía la piel clara, cabello rubio y rizado. De aspecto suave, mirada lánguida y hermosos ojos celestes. Iba vestida con un traje de sirviente negro y delantal blanco igual que Lilith. Era casi medio metro más alta que Kaoru. Por otro lado, la segunda persona era Lilith, Kaoru ya la conocía. La sirvienta morena con el cabello purpura.

La mujer nueva era llamativa, alta y hermosa, pero sus ojos se fueron a los brazos de Naomi. En específico, al bebé de cabello blanco que llevaba en los brazos. Tenía hermosos ojos azules.

—Naomi-san, buenas tardes ¿Y Okita-san?— preguntó Kaoru

Naomi miró a la muchacha del clan Hyuga y pensó que la elección de Kaoru fue buena, pero demasiado corriente —Kain me la quito— dijo Naomi y avanzó. Ella miró al resto de las niñeras evaluando su estado mental. Todas parecían sorprendidas como si dos personas se fueran a pelear ¡Qué ridículo! Si Naomi quería, podía eliminar a Kaoru con el movimiento de un dedo, pero, como dice su marido ¿Quién tiene en cuenta ese tipo de cosas? Naomi sonrió de solo acordarse de Kain y de la sonrisa traviesa cuando decía algo parecido. Ella se detuvo delante de Kaoru, era veinte centímetros más alta que Kaoru —Okita quería realizar misiones shinobi— dijo —ya sabes, y para poder retenerla, Kain la mando a trabajar en algunos proyectos—

—Veo— dijo Kaoru con una sonrisa suave, miró al bebé en los brazos de Naomi, lo encontró hermoso y adorable —no recuerdo que estuvieras embarazada—

—Oooh ¿No te lo dije? Estoy embarazada, pero este niño también es mi hijo, no le des mucha importancia a las circunstancias—

Kaoru asintió entendiendo que Naomi no lo quería decir porque sonaba feo, pero el niño no era de ella. Sin embargo, si Kaoru lo tuviera para sí, tampoco se quejaría, era demasiado bonito. Era como tener un pequeño Kain-sama.

—Veo que hiciste tu elección— dijo Naomi

Kaoru miraba al bebé de cabello blanco mientras lo examinaba, pero al escuchar a Naomi, salió de sus pensamientos y la miró —¿Perdón?— preguntó

—Tu elección— repitió Naomi —ya la hiciste—

—Aaaah, sí— respondió Kaoru, estiro su mano y le tomo los pequeños dedos al bebé. No debe haber tenido más de medio año. Ella miró hacia atrás y dijo —Tsukino, presenta tus respetos con Naomi-san—

Tsukino asintió, dio un paso adelante y se fijó en lo hermosa que era Naomi. Solo Kaoru le podía hacer la competencia. Era como si un aura luminosa la rodeara. Tsukino hizo una profunda reverencia y dijo —esta es Tsukino Hyuga, discípula de Kaoru-sama—

—Maaa— dijo Naomi con cierto aire coqueto, sonrió confiada y examino a la muchacha. Ella asintió —ella será más que suficiente— entonces miró hacia atrás y miró a la muchacha tal alta como Kokoro Yotsuki, pero no tenía esa aura salvaje ni el físico tan marcado. De cabello rubio, rizado y apariencia sensual —María, también presenta tus respetos a tu hermana-discípula—

Tanto Tsukino como María miraron a Naomi algo asombradas. María miró a la muchacha que era casi cuarenta centímetros más pequeña que ella y asintió —mucho gusto, Tsukino-san— dijo con voz suave y agradable al oído —tsta es María, solo María. Espero que podamos llevarnos bien— después miró a la mujer más pequeña en la habitación. Tenía una belleza divina y una construcción delicada de la cual no esperarías que tuviera fuerza, pero según Naomi sería la persona que le enseñaría a ser fuerte.

—Mucho gusto, sensei, soy María. Pondré todo mi corazón en aprender de usted— dijo María, quien era la persona más alta de la habitación. María enderezo su espalda y vio que de las tres cunas, solo la bebé de la cuna del medio, de cabello negro y ojos azules, miraba hacia acá mientras sostenía el biberón con sus manos. Eso hizo sonreír a María por un momento, pero se puso seria y miró a Kaoru.

—Bueno, por ahora veremos tus actitudes. Serás mi discípula por sugerencia de Naomi-san— respondió Kaoru, después miró a Naomi y le dijo —es una pena que no le puedas enseñar personalmente—

—Bueno, yo nací así— dijo Naomi —no tengo necesidad de hacer cosas insignificantes—

—Vaya— dijo Kaoru con una sonrisa que no lo era —sé llama conocimiento y habilidad. Si Kain-sama lo supiera estaría un poco decepcionado de la incompetencia de Naomi-san—

—Bueno ¿Qué te puedo decir? Él me ama tal cual como soy, puede que ese sea mi superpoder. Además, diferente de otra persona que solo puede recibir la ayuda de mi marido, yo le doy muchas cosas—

Naomi soltó una risita, su sonrisa era maravillosa. Kaoru también se largó a reír. Ambas eran hermosas, pero ese intercambio de palabras les provoco más miedo que una declaración directa. Era como una mecha consumiéndose poco a poco hasta que en algún momento explotara.

Naomi y Kaoru se miraron la una a la otra y asintieron.

—¿Qué sucede aquí? ¿Ya llegó Kain?— preguntó alguien con voz firme

Todos se voltearon a ver quién era y vieron a la mujer pelirroja con los dos moños en la cabeza. Llevaba un kimono rojo y un obi negro. Lo que más destacaba eran sus ojos verdes y el diamante de color purpura entre sus cejas. De aspecto tranquilo y firme.

—Mito-sama— dijeron Naomi y Kaoru

—¿No llegó?— preguntó Mito sin darle mucha importancia al saludo

—No, Kain aun no llega— dijo Naomi

—Ese mocoso, se supone que tiene que ver lo de Nawaki, como se le olvide ya verá— dijo Mito con el rostro serio, soltó un suspiro y miró al resto —¿Qué hacen aquí? La habitación de los bebés es amplia, pero con todas estas personas es incómodo. Además, son ruidosas, las puedo escuchar desde mi habitación. Por eso le dije a Kain que había que ampliar la casa. Ese tonto…— Mito se dio la vuelta y se fue murmurando.

Kaoru y Naomi hicieron una sonrisa incomoda. Al mismo tiempo, todos entendieron quien mandaba en esta casa y estaba por encima Naomi y Kaoru.

Kaoru miró a Naomi y le preguntó —¿te parece que vayamos al comedor? Allí podemos conversar a gusto—

—Sí, es lo mejor— dijo Naomi, después miró hacia atrás y continuo —Lilith, por favor cuida de Izuna—

—Sí, señora— dijo la morena, de cabello y ojos purpura. Ella iba vestida con un traje de sirvienta. Ella se acercó y tomo al bebé en sus brazos.

Kaoru y Naomi caminaron al mismo tiempo.

Kaoru miró a Naomi y le preguntó —¿No crees que tienes muy pocas sirvientas considerando a Izuna y tu futuro hijo?—

—Sí, lo tengo presente— respondió Naomi, pero no le dio muchos pensamientos. Su hijo sería alguien especial ¿Dónde conseguiría a alguien calificado?

Kaoru al ver la reacción de Naomi, no siguió insistiendo en el tema. Ella pensó que iba a necesitar más sirvientes. Después ella miró hacia atrás y vio a María —ella es shinobi ¿De qué aldea proviene?— preguntó

—De ninguna— dijo Naomi —te contare lo que sucedió, pero es bastante complicado—

—Mmm, así que Naomi-chan busco posibles candidatos con métodos poco ortodoxos—

—Se podría decir—

Kaoru y Naomi iban a la cabeza mientras Lilith los seguía con el bebé Izuna en sus brazos. Después de ellas venía la gran María y la pequeña Tsukino.

Todos fueron al comedor y al abrir la puerta de corredera, Naomi frunció el ceño. Ella estaba acostumbrada a su gran comedor con una arquitectura moderna, el candelabro luminoso en el techo. Los pisos relucientes y los grandes ventanales. Ella había vivido muchos años sentándose en el suelo y comiendo en mesas de baja estatura, pero solo ahora le producía cierto rechazo. Era como pasar de vivir en la modernidad a la antigüedad. Incluso se tenían que sentar en el tatami.