webnovel

CAPÍTULO 17: TORMENTA DE EMOCIONES.

Después de semejante situación con el vino, preferí dedicarme a mis terapias y a trabajar en lo que pudiera desde casa. Me sentía completamente avergonzada, no podía creer que con tan sólo dos copas de vino me hubiera podido colocar en ese estado y delante de Damián. Definitivamente el alcohol no es para mí, nunca bebía y esas dos copas casi me matan.

Me daba una profunda vergüenza ver a Damián y a Kelly porque les había dañado su tiempo para estar juntos, tanto, que no puedo mirarlos mucho tiempo a la cara y además, me siento muy culpable por eso y por mis sentimientos que no son muy claros, pero que me hacen sentir como la peor persona del mundo.

Las pocas veces que me reunía con Kelly, ella parecía estar bien y no enojada conmigo. Por momentos me quedaba mirándola y preguntándome cuando me iba hablar sobre sus sentimientos y sobre su relación con Damián.

Me encerraba por horas y horas en el estudio trabajando, a tal punto que me quedaba profundamente dormida en el escritorio hasta que mi nana me despertaba y cuando me decía que iba mandar a llamar a Damián para que me ayudara a subir, me negaba completamente con la excusa de que ya era muy tarde para molestarlo con eso. Ella al final, siempre me ayudaba a subir, aunque nos demorábamos una eternidad.

Las terapias me dejaban exhausta y eran bastante dolorosas, pero lo que más me afectaba era ver a Damián y a Lisa con Kelly. Se veían como una familia, una de la que yo nunca podría ser parte y a la vez me preguntaba una y otra vez que clase de persona y amiga soy, porque Kelly es mí mejor amiga, mi hermana prácticamente. Ella siempre ha estado ahí para mí y acá estoy yo, sintiendo envidia por lo que ella tenía ahora, cuando ella merecía ser feliz y tenía ahora lo que se había ganado. Yo, tal vez, si merecía morir, creo ahora firmemente que soy una persona mala y como tal, pude haber hecho algo malo por lo que alguien me quiere fuera de este mundo.

Los días seguían pasando y ya eran más de seis meses desde que había ocurrido el accidente y mi recuperación no había avanzado como había querido, a pesar de no sufrir lesiones importantes en la columna y en mi cerebro, prácticamente estaba aprendiendo a caminar nuevamente, ya que mis músculos habían sufrido mucho daño y han perdido su fuerza.

Un día estaba en mi habitación alistándome para la terapia cuando Kelly entra. En las últimas semanas había tratado de no tener mucho contacto con ella ni con Damián, el cargo de conciencia por mis pensamientos no me dejaban mirarlos tranquilamente y para rematar, desde mi accidente, Kelly vivía con nosotros porque unos días antes de mi boda, el edificio en donde tenía su apartamento se había incendiado.

- Hola, te estás arreglando para la terapia?. - Me pregunta Kelly al entrar y sentarse en mi cama.

- Hola, sí. - Le respondo mientras me sigo mirando en el espejo para poderme recoger el cabello.

- Qué te sucede Alexa?, últimamente has estado cómo extraña. Casi no compartes con nosotros, estas totalmente metida en el trabajo y no te puedes presionar de esa manera porque todavía estas en recuperación y tampoco hay necesidad de hacerlo porque todo está muy bien y en orden. Te extraño, extraño hablar contigo y noto tristemente que con Damián y conmigo es con quien estás más alejada. Hicimos algo mal, yo hice algo mal?, dime por favor… - Me dice preocupada.

- No sucede nada, solo que ahora estoy enfocada en mis terapias para ya no estar molestando todo el tiempo para que me ayuden, quiero mi independencia de movimiento y también estoy enfocada en el trabajo porque lo necesito y porque es en lo único que soy buena, para los negocios. - Le respondo mientras termino de recogerme el cabello en una moña y sin mirarla, porque no estoy diciéndole toda la verdad y evidentemente siento culpa por eso.

- Pero qué me estás diciendo Alexa?, tú no eres una molestia para nadie y quién te dijo que sólo eres buena para los negocios?. Yo sé que estás estresada, deprimida por todo lo que te ha ocurrido en todos estos meses que no es para menos y que a pesar de todo has demostrado una gran fortaleza, pero no te encierres en ti misma. Deja que estemos cerca para apoyarte y darte la mano cuando la necesites, no te guardes las cosas y sabes qué puedes contarme lo que sea. - Me dice mientras se acerca a la silla de mi tocador en donde me encuentro sentada.

- Discúlpenme por la interrupción, Alexa ya llegó el terapeuta. Venga yo le ayudo a bajar. - Dice Damián interrumpiendo nuestra conversación al llegar a la puerta de mi habitación.

- Gracias Damián, ya bajo… no te preocupes que ya había mandado a llamar para que me ayudaran a bajar. Es tú fin de semana libre y debes descansar, enfócate en ti y en pasar tiempo con Lisa y con... estaré bien. No es sano que te ocupes de mí también en tu tiempo de descanso. - Le digo a Damián sin mirarlo mientras me coloco la chaqueta del conjunto deportivo, miro a Kelly por el espejo que aún se encuentra a mí lado.

- Ve, sal tú también, no te quedes acá, es sábado. Por qué no salen los dos con Lisa?, les hará bien. - Les comento a ambos al colocarme de pie con un poco de dificultad, pero me ayudo con mis muletas que están al lado del tocador.

- Alexa… pero ya estoy acá, déjeme ayudarla a bajar por favor. - Me dice Damián al acercarse a mí con cara de no entender nada.

- No te preocupes, ya vinieron ayudarme. Háganme caso los dos y salgan. - Les digo sonriendo con cara despreocupada, pero por dentro siento como puñaladas en mi corazón hechas por mí misma cuando les digo que salgan juntos, pero es lo único que puedo hacer para remediar mis sentimientos oscuros y ellos merecen estar juntos.

- Buenos días. - Dice Andy al entrar en mi habitación muy serio.

- Buenos días Andy, me ayudas a bajar por favor?. - Le digo amablemente y con mirada de agradecimiento por sacarme de esa situación.

- Por supuesto. - Dice mientras se acerca para ayudarme.

Salimos de mi habitación y yo lo agradezco nuevamente por que el ambiente se estaba colocando pesado entre los cuatro.

Después de hacer mi terapia que es alrededor de una a dos horas, bebo solo un poco de jugo y me encierro en el estudio, pero esta vez no es para trabajar sino para estar a solas y esconderme del mundo exterior como una cobarde.

Me acuesto en el sofá después de ver a Damián salir con Lisa y con Kelly y al mismo tiempo sale Andy, pero él se va por otro lado en una motocicleta.

Mi mente comienza hacer de las suyas, dejándome totalmente deprimida. Me siento cansada, frustrada, sola, triste, abrumada, presionada, en conclusión… soy muy infeliz.

Cuando salgo del estudio después de estar ahí toda la mañana y parte del medio día, le pregunto a Aurorita si ha visto a mí nana. Ella me responde que ha salido con Thompson a llevar unas cosas a la fundación e inmediatamente me acuerdo que eso lo había hablado con mi nana y que ella saldría hoy.

- Es verdad Aurorita, se me olvidó por completo, ya no sé en donde tengo la cabeza y mi tío?. - Le pregunto a Aurorita.

- El señor Roger salió al club con la señorita Gisselle muy temprano, diciéndome que no volverían hasta en la noche y se llevaron al señor Bale y al agente Simons con ellos.

- mmm, estoy sola en esta enorme casa. Gracias Aurorita.

De repente suena el timbre de la puerta principal de la casa, Aurorita se va abrir y yo me quedo esperando para saber quién es.

- Buenas Tardes. - Dice él al entrar a la fuerza, empujando a Aurorita contra una pared, haciéndola caer inconsciente por el golpe mientras la pobre trataba de cerrar nuevamente la puerta cuando lo vio.

- Por fin te veo mi amor, no había podido verte por que tú perro guardián me lo ha prohibido cada vez que lo he intentado y como sé que no está ahora, pues vine a verte. Te ves mucho mejor al parecer. - Me dice al mismo tiempo que se va acercando a mí como si fuera un depredador.

- Es mejor que te vayas, ya no eres bienvenido en esta casa y no tienes nada que hacer acá Ryan. Además, mi perro guardián tiene nombre y es Damián Evans y todo lo que ha hecho ha sido con mi consentimiento y bajo mis órdenes. - Le digo sin ningún titubeó, mirándolo a los ojos fijamente y señalándole la puerta.

- Amor, está no es la manera de recibir al hombre que amas y a tú futuro esposo y mucho menos después de tanto tiempo sin vernos. - Me dice con una media sonrisa, parado enfrente de mí y con los brazos cruzados.

- Mi futuro qué?, estás loco verdad?, usted ya no es nada mío, no lo quiero cerca de mí y mucho menos me voy a casar con usted, así que le voy pedir de la manera más atenta aunque no lo merezca… que se vaya de mi casa.

- Yo sé que tú me amas todavía y yo te amo a ti. Fue una estupidez lo que hice, perdóname y sigamos adelante con todos nuestros planes. - Me dice acercando su mano a mi mejilla.

- Una estupidez... crees que soy idiota?, pues esa idiota ya no existe gracias a usted, creo que es lo único bueno que puedo sacar de haberlo conocido y con respecto a mis sentimientos, ya no siento nada por usted y no estoy tan segura de haber estado realmente enamorada, creo que estaba era deslumbrada por usted, como nunca antes había tenido pareja pues...

- Estás mintiendo, sé que estás enojada y lo que me dices no puede ser cierto. - Me responde con ira en su voz mientras me hace retroceder hasta arrinconarme contra una pared de la sala.

- Apártate. - Le digo mientras trato de empujarlo pero él no se mueve, así que me salgo por debajo de uno de sus brazos que están apoyados contra la pared como encerrándome.

Voy directamente hacia donde está Aurorita inconsciente para tratar de auxiliarla, aunque con las muletas es difícil llegar rápido. Me deshago de las muletas en cuanto llego y caigo al suelo, toco a Aurorita, gracias a dios sólo está desmayada.

Saco mi celular de uno de los bolsillos de mi pantalón deportivo para llamar a emergencias, pero Ryan me lo arrebata de las manos tirándolo al suelo lejos de nosotros y cogiéndome por detrás para poder levantarme.

- Tu vienes conmigo, ahora vas hacer lo que yo te diga, cuando lo diga y como lo diga. - Me dice mientras trata de sacarme de la casa.

En el forcejeo que tengo con Ryan para tratar de soltarme, él descuidadamente pone una de sus manos cerca de mi boca y lo muerdo cuando tengo la oportunidad e inmediatamente me suelta como reacción a la mordida.

Trato de salir corriendo por el jardín hasta llegar a la salida, pero aún no estoy completamente sana y mis músculos comienzan a doler, pero estoy decidida a esforzarme para librarme de Ryan. Lamentablemente él me alcanza casi de inmediato tirándome al suelo, rodamos un poco hasta que él queda encima de mí, inmovilizándome con su cuerpo y sus manos. Lucho y lucho, pero él es más fuerte que yo.

- Eres muy hermosa… no sabes cuánto tuve que contenerme y actuar como un caballero, pero ahora no tengo que hacerlo y vas hacer mía, mi mujer cuando yo lo deseé. - Me dice mientras se acerca a mí, pasando su lengua por sus labios.

Cuando supe lo que quería hacer, trato nuevamente de alejarme y zafarme de su agarre, pero no funciona. Rápidamente él pone sus labios sobre los míos con fuerza y una brusquedad que me lastima, aprieto mis labios con todas mis fuerzas para que su lengua no entre en mi boca a la vez que trato de girar mi cabeza hacia los lados, pero luego hace un agarre firme y fuerte en mí mandíbula con una de sus manos para que no mueva más la cabeza.

Él intenta de nuevo abrir mis labios cuando se escucha como una especie de clic, Ryan deja de intentar abrir mis labios y se va alejando de mi rostro lentamente, hasta quedar sentado sobre mí. Al sentir su lejanía abro completamente mis ojos.

- Levántate muy despacio si no quieres que te vuele la cabeza y créeme que me estoy conteniendo de una forma que no te imaginas para no hacerlo, pero dudo mucho que me dure el control si no lo haces. - Le dice Damián apuntándole a la cabeza con un arma y tiene una cara y una mirada que da miedo.

- Con que llegaste perro guardián, acuérdate de que ella es mía. - Le contesta Ryan con ira y levantándose completamente de mí.

- Ella no es tuya y nunca lo será, de eso me encargaré y soy el mejor haciendo mi trabajo. - Le contesta Damián apretando los dientes, tratando de no perder su control por la ira que se evidencia en todo su cuerpo.

- Los agentes que quedaron en la casa fueron muy pocos y los durmieron con gas, la policía acaba de llegar. - Le dice Andy a Damián mientras le coloca unas esposas a Ryan.

- Entrégalo antes de que lo mate. – Le dice Damián a Andy mientras sigue mirando a Ryan a los ojos y apuntándole con el arma.

Andy asienta y se lleva a Ryan a una patrulla rápidamente porque sabe que su amigo está a punto de perder la cordura y colocarle una bala entre los ojos.

- Esto no ha terminado perrito guardián, ella es mía y la voy a tener tarde que temprano, me oyes?, míaaaaa!!!. - Dice Ryan gritando, pero ya está un poco lejos de nosotros.

- Estoy de acuerdo… esto aún no ha terminado. - Dice Damián en un susurro mientras aprieta sus manos con mucha fuerza.