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CAPÍTULO 16: INTOXICACIÓN.

A Kelly se le ocurre ir a un restaurante que se encuentra en las afueras de la ciudad y que lleva abierto solo unos cuantos meses, el cual está de moda y es bastante tranquilo. Además estamos en semana, por lo que no estará muy concurrido.

Cuando llegamos al restaurante, nos dan una mesa con vista a unas cascadas y a un lago, en donde la gente puede pescar. Como es algo temprano para almorzar, pedimos unas entradas para comer y después Kelly dice que quiere intentar aprender a pescar y evidentemente yo prefiero quedarme en la mesa bebiendo mi té helado.

Mientras estoy sentada en mi silla de ruedas, miro a Kelly quien está muy divertida aprendiendo a manejar la caña de pescar que le ha entregado uno de los encargados.

- Damián, siéntate por favor, creo que así también me puedes cuidar y vigilar. - Le comento al hombre que está a mi lado de pie.

Unos segundos después, él se sienta en una silla a mi lado izquierdo.

- Sabes, veo a Kelly así de feliz y me doy cuenta que desde la muerte de mis padres, no he vuelto a sonreír como lo está haciendo ella ahora. - Le comento a Damián pero sin despegar la vista hacia el lago por el ventanal del restaurante.

- Alexa, tal vez no tengas a tus padres contigo, pero igual tienes una familia, gente que te quiere. Por ejemplo, los niños de la fundación la adoran, usted les ha cambiado la vida a muchos de ellos que pudieron vivir en la calle bajo quien sabe qué condiciones.

Todos los que trabajan para usted la respetan, la admiran y la quieren porque usted los trata como iguales, se preocupa por ellos. Usted es una mujer excepcional, es la mejor persona que conozco, siempre ha pensado primero en los demás que en usted misma y que una persona con tanto dinero haga eso, es muy difícil de encontrar. - Me dice mientras voltea mi rostro con una de sus manos hacía él y con la otra acaricia en círculos mi mano izquierda.

- Tal vez, pero también hay gente que quiere matarme y no sé porque o se acercan a mí por mi dinero y posición, como Ry... es mejor no mencionar ese nombre. - Le contesto con una media sonrisa pero muy triste.

- Ese hombre no la merece, ni ahora ni nunca. Eres una mujer que cualquier hombre quisiera tener a su lado, eres amable, tierna, inteligente, trabajadora, sencilla y eres muy hermosa, y él es un completo idiota por no verlo y valorar a la mujer que tenía al lado. - Me dice Damián mientras limpia una lágrima de mi mejilla y deja su mano en mi rostro, quedamos unos segundos en silencio y mirándonos a los ojos.

- Eres un hombre maravilloso y ella es muy afortunada de tenerte. - Le digo rompiendo el silencio con una sonrisa en mi rostro y al final desviando mi mirada hacía mi té.

- A qué te refieres?. - Me pregunta muy sorprendido por mi comentario.

Voltee a mirar de nuevo a Kelly y antes de contestarle y decirle que ya sé que hay algo entre ellos, veo que Kelly tiene problemas con la caña de pescar y al parecer está sola sin ningún tipo de ayuda.

- Parece que Kelly tiene problemas con la caña de pescar, por qué no vas a ayudarla?. - Le digo al mirarlo nuevamente y sin responderle la pregunta, ya que la situación interrumpe nuestra conversación.

- Pero... - Me contesta aún más sorprendido con mi cambio de tema.

- Ve Damián, ella te necesita, no me voy a mover de acá y tus compañeros están cerca para vigilarme por si sucede algo. - Le digo en un tono tranquilizador.

Damián no sabe qué hacer, pero al final se levanta de la silla y se dirige al lago donde se encuentra Kelly.

Observo a Kelly un poco divertida al verla luchar contra algo y al ver que se está enredando con la caña de pescar, pero cuando Damián llega a ayudarla y ella comienza a girar alrededor de él nerviosamente mientras el pobre trata de calmarla y quitarle la caña de pescar, no sé qué me sucede, pero siento una molestia cuando veo que los dos caen al suelo.

Kelly cae encima de Damián y después de un corto momento se logran sentar, se miran y luego se ríen a carcajadas mientras continúan sentados en el suelo.

Me rio al verlos, pero después de unos segundos dejo de hacerlo sintiéndome aún extraña, comenzando a sentir algo que nunca he sentido. Creo que por primera vez en mi vida estoy sintiendo envidia porque siempre he soñado que un hombre como Damián se enamore de mí y lo peor es que pensé que lo había encontrado en Ryan, pero siempre estuve demasiado alejada de la realidad. En cambio, Damián es un hombre honesto, muy atractivo, valiente, seguro de sí mismo, amable, gentil y muy tierno, eso lo puedes ver cuando él está con Lisa. Es un hombre responsable, trabajador y respetuoso.

Miro a Kelly y pienso que es una mujer demasiado afortunada por haber conquistado el corazón de un hombre como Damián. En el fondo estoy contenta por ella, pero también me siento mal porque ella ha encontrado lo que yo había querido para mí y ella vio lo que yo no supe ver, porque yo solo me deje hechizar por un encantador de serpientes.

Luego me pregunto por qué ella no me había dicho antes de que está enamorada de Damián y que están comenzando una relación, pero a la vez me recrimino por lo que estoy pensando y por lo que estoy empezando a sentir e inmediatamente saco la conclusión de que tal vez no me lo ha dicho por respeto a todo lo que me está sucediendo.

De inmediato dejo mis pensamientos a un lado y le hago señas a un mesero y cuando este se acerca, le pido una botella de vino y un pastel de chocolate, luego vuelvo a mirar hacía el lago viéndolos a ellos sonreír y tratar de desenredarse mientras el pobre encargado muy apenado trata de ayudarlos. A los pocos minutos, el mesero llega con la botella y la porción de pastel, me sirve una copa de vino y luego se retira.

Vuelvo a mirar y ya ellos están desenredados, Damián le empieza a explicar con calma como tiene que pescar y usar la caña, así que cojo la copa de vino y me la tomo sin pensar como si fuera agua, sirviéndome otra de inmediato.

Me quedo observando la copa de vino cuando alguien se acerca a mí por detrás.

- Que gusto verte por aquí Alexa, me alegra que ya no estés tan encerrada en tu casa y que te veas un poquitico mejor, aunque todavía te ves bastante maltratadita. Además no me quiero imaginar cómo te sientes después de semejante escándalo y humillación que te hizo pasar tu prometido en plena ceremonia. La verdad te admiro mucho, porque donde me hubiera pasado a mí, yo no vuelvo a salir de mi casa nunca más. - Me dice una de las mujeres más chismosas del supuesto círculo social en el que me muevo.

- Ya ves.... - Le contesto atragantándome con un pedazo de pastel.

- Señora Morgan, que mala suerte encontrarla por acá. - Le dice Kelly con una sonrisa irónica.

- Niña, qué son esos modales?, un gusto saludarte Alexa. - Dice la señora yéndose finalmente furiosa con Kelly.

- Que tenga un pésimo día, señora Morgan. - Se despide Kelly muy alegremente.

- Te estaba molestando esa bruja, verdad?. - Me pregunta Kelly cuando ella ha acabado de despedirse de la señora Morgan.

- Algo. - Logro decir al tragar el pedazo de pastel y al tomarme la copa de vino que está llena un poco más de la mitad como si nuevamente fuera agua.

- Alexa, pero qué estás haciendo?. Tú no puedes beber, estás tomando medicamentos muy fuertes, te puedes intoxicar. - Me dice Kelly muy enojada.

- Estoy bien. - Contesto cuando me voy a servir otra copa.

- Ya es suficiente. - Me dice Damián al quitarme la copa y la botella de la mano.

Después llama a un mesero y le entrega la botella de vino con lo que queda de contenido y la copa, luego pide un café bien negro y una sopa de pollo.

Kelly se sienta un poco enojada, porque al parecer le he dañado su diversión y su tiempo con Damián.

Me siento de lo peor por dañarles el momento y para acabar de ajustar me comienzo a sentir mal, todo me da vueltas.

- Kelly, busca a un mesero por favor y pide un poco de alcohol y algodón. - Le dice Damián al verme el rostro pálido y al percatarse de que me estoy sintiendo mal.

- Ya mismo lo consigo. - Le responde Kelly levantándose inmediatamente de la silla con tono de preocupación.

Damián saca un pañuelo de su uniforme y luego lo humedece con la jarra de agua que hay en la mesa, se sienta en la silla que había ocupado hace un rato y me lo coloca en la frente.

Kelly llega con el alcohol y el algodón, Damián se los recibe para luego impregnar el algodón en alcohol y me lo coloca cerca de la nariz, usando sus dos manos, una sosteniendo el algodón con alcohol y la otra sosteniendo el pañuelo húmedo contra mi frente.

- Voy averiguar por qué no han traído el café y la sopa. - Comenta Kelly al irse nuevamente de la mesa.

- Lo siento Damián, por causar tantas molestias, la verdad… no me acordé que no podía beber y que no estoy acostumbrada a hacerlo. - Le digo muy apenada y comenzando como a hiperventilar, luego todo se pone negro de nuevo.

En medio de mi inconsciencia, logro escuchar que alguien dice que ya me han hecho un lavado de estómago y que estaría bien, ya después de eso no escucho más. Un tiempo después me sentí flotar y luego siento como si alguien me estuviera depositando en una nube con tanto cuidado, como si me fuera a quebrar.

Después de un rato vuelvo en sí, pero no abro los ojos porque quiero disfrutar del silencio de mí habitación. Sé que me encuentro ahí por el olor a flores que siempre entra por la terraza desde el jardín, pensando que estoy sola, pero cuando siento que alguien comienza acariciarme el cabello, evidentemente esa idea desaparece.

Su toque es suave y delicado, me relaja y me gusta mucho, por eso decido quedarme quieta y sin abrir los ojos pero luego alguien toca la puerta y quien quiera que me esté tocando el cabello, deja de hacerlo.

- Te traje café y una rebanada de tiramisú para que comas. - Le dice mi nana a la persona que está al lado de mi cama.

- Gracias señora Sonia. - Le responde Damián en voz baja.

Inmediatamente siento algo extraño al saber que quien me tocaba el cabello es Damián.

- Hijo, estás seguro de que no quieres ir a descansar un poco, desde que llegaron con ella del hospital has estado acá. - Le comenta mi nana con bastante cariño.

- No se preocupe, prefiero estar acá. Además, Lisa esta con la señorita James y con Andy jugando, así que por ella no me preocupo. - Responde Damián mientras al parecer se estira un poco.

- Está bien, ya no te voy a insistir más. Eres igual de terco a ella. - Dice mi nana y después sale de la habitación.

Abro los ojos y miro hacía el techo, luego me doy cuenta de que en uno de mis brazos hay inyectada una vía intravenosa que está conectada a una bolsa de suero que cuelga al lado de mi cama. Me quedo en silencio y me siento profundamente avergonzada por lo que había ocurrido, porque como nunca tomaba bebidas con alcohol pues evidentemente no estaba acostumbrada a hacerlo. Solo bebía una copa de champán en reuniones muy especiales y de resto siempre eran bebidas sin alcohol.

- Discúlpame por causarte tantas molestias, soy un desastre total, hago últimamente las cosas sin pensar, no me reconozco. - Le digo a Damián porque sé que él aún está a mí lado.

- No te preocupes, es normal que estés un poco nerviosa y estresada por todo lo que te ha ocurrido en todos estos meses, pero he de confesar que me diste un susto de muerte cuando te desmayaste. Tuvimos que llevarte al hospital para que te realizaran un lavado de estómago por intoxicación. - Me contesta Damián al bloquear mi rango de visión hacia el techo, obligándome prácticamente a mirarlo.

- Me puedes dar un poco de agua por favor. - Le digo al mirarlo y al mismo tiempo tragando saliva.

Damián se dirige hacia la mesita de noche a coger la jarra de agua para servirme en un vaso, luego me ayuda a sentarme en la cama y me acerca el vaso. Cuando ya voy a tomar, le huelo ese olor extraño que no me gusta.

- No Damián, de esa agua no. Sabe un poco raro y me cae muy mal, me podrías traer un poco de agua de la canilla por favor?.

Damián inmediatamente entra en el baño, sale con otra agua y luego me ayuda a beberla. Cuando finalmente bebo prácticamente toda el agua del vaso y limpio mi boca con una servilleta, note que él mira mis labios o creo verlo.

- Qué pasa con esta agua?. Escuché cuando hablabas con el doctor acerca de ella. - Me pregunta mirándome muy seriamente mientras señala la jarra que contiene el agua que no quise beber.

- Esa agua me cae muy mal, me pone como adormilada, como si mi mente se fuera lejos de mi cuerpo. La verdad, es que no sé cómo explicarlo. – Logro responderle.

Damián se levanta y vuelve a entrar al baño, un minuto después sale con el botiquín de primeros auxilios en la mano, lo descarga en la cama y comienza a sacar las cosas como buscando algo. Al final coge una jeringa, la saca de su empaque y se dirige hacia la jarra, le quita la tapa y llena la jeringa con el agua de la jarra. Luego se lleva la jarra al baño, tira el agua por el desagüe, la lava muy bien y después la vuelve a llenar pero con agua limpia de la llave.

- Por qué hiciste eso?. - Le pregunto mientras él coloca la jarra en su lugar.

- Solo la voy a mandar analizar para que me digan que medicamento es, a ver si lo compro y se lo doy a Andy para que deje de hablar tanta tontería. - Me dice en tono de broma y guiñándome un ojo.

Le devuelvo la sonrisa, pero unos segundos después dejo de hacerlo.

- Entiendo, no volveré a beber de esa agua hasta que me lo digas.

Damián se acerca a mí para que lo pueda escuchar.

- Alexa, no le digas a nadie sobre lo que te pasa con esa agua, ni siquiera a la señora Sonia. Solo vas a beber de lo que tú veas hacer o de lo que yo te dé. El agua, síguela cambiando cuando nadie te vea y si te ofrecen algo, has como si lo estuvieras consumiendo pero no lo hagas, por lo menos hasta que logré averiguar algunas cosas, está bien?. - Me dice con la voz muy baja.

- Cómo tú digas, pero puedo saber por qué?.

- Tengo algunas teorías, pero hasta que no esté seguro y no tenga pruebas para mostrar, prefiero no decir nada por ahora. - Me dice mientras me toma las manos con cara de culpabilidad por no poderme decir nada más.

- Haré lo que me digas sin preguntar, porque confío plenamente en ti y sé que cuando creas que es hora de contarme lo que está sucediendo, lo harás. Eres la única persona en la que confío ciegamente y pondré mi vida en tus manos sin pensarlo ni una vez, porque te has ganado eso a pulso.

Damián no dice nada, sólo veo que en sus ojos se empieza a ver un brillo especial, es como sí ellos me dieran las gracias por lo que acabo de decir. Me encanta mirar sus ojos verdes, me transmiten tanta paz y tanta seguridad que nunca me canso de mirarlos.

No sé si fue mi imaginación, pero por un momento me parece ver que Damián se está acercando, pero mi nana toca la puerta y luego entra sin esperar la respuesta.

Después de un rato de regaños y sermones, le pido a mi nana que pida pizza para comer y como sé que a Damián le gusta mucho, mandé a pedir para los dos y mientras llega el domicilio para nosotros, me dedico a convencerlo de que la coma conmigo. Al final accede y comemos juntos en mi habitación viendo una película hasta que me quedo completamente dormida.