4 años

En la mansión de los Lestrange, donde solo habia 2 integrantes. Rigel Lestrange, hijo de Bellatrix y Rodolphus, junto a la elfa domestica que lo crio desde que abrió sus ojos por primera vez, por orden de sus amos. Siendo criado desde entonces por tilly, la elfa domestica de la familia Lestrange.

Por el pasadizo, entrando y volviendo a salir de las habitaciones se oía los pasos apresurados de un pequeño niño de 4 años de cabello negro, rebelde y un poco rizado, heredado de su madre, ojos oscuros y penetrantes. Transmitiendo la intensidad y la determinación que caracteriza a la familia Lestrange. Aunque son pequeños y llenos de curiosidad infantil, reflejan una sabiduría más allá de su corta edad. Vestía una pantalón corto hasta las rodillas y camisa blanca sobre el.

El pequeño rigel correteaba por la mansión mientras era perseguido por tilli, la elfa que correteaba detrás de el.

-Amo rigel, por favor deténgase, tiene que bañarse, ya jugo lo suficiente- suplico la elfa.

-Aun no, tilly, estoy cerca lose, solo debo concentrarme mas- hablo entre risas mientras se subía a muebles con experiencia y saltaba con fuerza, esperando que el piso se hundiera bajo sus pies. Fracasaba cada intento.

Desde que pudo correr se empecino a intentar crear un hechizo. Durante sus exploraciones, encontró la entrada a la biblioteca de la familia, Una habitacion ubicada en uno de los extremos de la mansión, la biblioteca abarcaba 2 habitaciones completas, la entrada y habia una pequeña escalera que daba a la parte superior, que tenia otra puerta que daba a la segunda planta. Emocionado ante tal cantidad de libros se dispuso a navegar entre los enormes estantes que llegaban hasta el techo de la habitacion de doble altura.

Entre los libros que pudo alcanzar, encontró libros sobre "crianzas de niños", "cuidados de los bebes" y como "inculcar la nobleza en la infancia", supuso que esos eran los libros que habia tomado. tilly, la elfa que consideraba una madre, aunque siempre se asustaba cuando la llamaba así. Pero tercamente siguió haciéndolo, recordaba tenuemente a sus padres, pero lo que nunca pudo olvidar era las palabras de rechazo que le dedicaban, antes de desaparecer para siempre.

~Ellos ya deben estar es Azkaban por al menos un par de años, ahora solo estamos tilly y yo, aquí~ pensó mientras deslizaba el dedo por la fila de libros, hasta que uno capto su atención.

"Magia infantil: Como evitar que su hijo haga magia accidental" un libro grueso y pesado que tenia de portada un bebe que arrojaba fuego por la boca y a el hombre que lo cargaba con el rostro quemado.

Sacando el libro de la estantería, empezó a leer. Con dificultad, descifraba las palabras difíciles y nuevas que le bombardeaban los ojos, pero aun asi pudo entender.

"Los niños son propensos a hacer magia accidental, mayormente influenciada por situaciones de estrés o sin que estos se dieran cuenta mientras jugaban.

Se reporto el caso de un bebe al cual su madre dejo en una carriola al jardín para que le diera el sol, ingresando a su hogar terminar de preparar la cena y bajo la vista de su madre, el pequeño hizo que el pasto a su alrededor creciera tanto que envolvió la carriola con el bebe adentro, y fue extremadamente difícil de podar por la madre quien en pánico incluso lanzo el hechizo de Bombarda sobre el capullo de malas hierbas.

O el caso de un pequeño de 6 años que congelo la mesa, junto a los platos de la cena que se encontraban encima, al hacer un berrinche, porque se quemo la lengua con la sopa que le habían servido.

Hay un caso también por exceso de diversión, cuando una pequeña de 9 años hizo que su caballo de juguete le crecieran piernas de caballo y tuvo que ser perseguida por su padre mientras galopaba al rededor de su casa.

Se recomiendo a los padres a mantener un ojo sobre su hijo si este hace berrinche o si se encuentras divirtiendo en exceso."

~magia accidental, eh?. pero como podría crearla, recuerdo que neville reboto cuando su tío lo dejo caer del segundo piso~

Dejando el libro en el suelo, corrió hasta la segunda planta de la biblioteca y se subió sobre el barandal de madera, y desde el cual se podía observar los enormes estantes de libros. aunque la emoción se le borro rápidamente al ver la altura. Observando a su alrededor, noto una mesa de lectura.

~Solo estoy probando, no tengo miedo~

Se repitió mientras se subía y saltando con todas sus fuerzas solo para que al aterrizar no ocurriera nada.

~debo seguir intentando~

Mirando al rededor se dedico a escalar muebles y saltar, con la esperanza de que en algún momento empezara a rebotar como si estuviera sobre un trampolín.

-Amo Rigel, que hace, bájese de ahí, se hará daño- dijo con pánico la elfa, que atraída por el ruido fue a revisar al hijo de sus amos. Rigel quien ya habia perdido el miedo un poco a la altura, se encontraba sobre un mueble de 1 metro de altura, pero que para el eran 3 metros, y salto.

-No amo Rigel, por favor deténgase- grito mientras se acercaba hacia el pequeño saltarín, pero para su sorpresa, rigel se le escapo y corrió hacia el pasadizo subiendo muebles y saltando intentando activar la magia accidental mientras era perseguido, lo que solo lo hizo emocionarze mas.

En algún punto rigel se olvido del hechizo y simplemente escapaba de tilly, quien lo perseguía con sus cortas piernas.

La persecución llevo a rigel sin notarlo hasta una gran sala en la primera planta, donde habia un salón lleno de vitrinas con antigüedades de magia oscura repartida.

-Rigel, cuidado!- grito la elfa, mientras señalaba hacia adelante.

Rigel giro solo para ver como corría hacia una gran vitrina llena de maniquíes que modelaban diferentes tipos de collares lujosos, ya muy tarde para detenerse, se cubrió con los brazos el rostro para intentar protegerse de los vidrios. pero fue inútil ya que al momento de impactar contra el vidrio este se estiro y como si fuera goma, se deformo, al llegar al limite, hizo rebotar a regil y haciendo que este cayera sobre su trasero.

-Amo Rigel, esta bien, se lastimo?- pregunto con genuina preocupación y pequeño tono maternal que escapo de la atención de ambos.

-Si tranquila, tilly, estoy bien- respondió mientras se incorporaba y frotaba su trasero que golpeo el piso de mármol.

-Amo Rigel, no debe estar aquí, esta sala esta prohibida por su padre, vamos, tenemos que salir de aquí- dijo mientras señalaba la salida.

-Yo no tengo padre, tilly, solo una madre. Y eres tu- dijo con frialdad al principio pero su tono se volvió cálido cuando se refirió a ella.

Rigel no recuerda nunca haberlos visto en persona pero si recuerda sus palabras de rechazo y asco. Nunca antes habia tenido padres ya sea en esta vida o la anterior. pero pensó para si mismo que si tuviera una madre seria como tilly. Desde la primera vez que lo cargo y lo crio, habia sentido un afecto y cariño tan profundo que le quedo marcado en lo profundo en el corazón.

~Si tuviera una madre, me querría como ella me quiere a mi~ se decía a si mismo mientras observaba a tilly.

-Amo, por favor no diga eso, ellos... es solo que están muy ocupados, si eso, pero estoy segura que le extrañan- hablo la elfa mientras miraba el suelo.

-Entonces dime porque nunca, vinieron a verme?. desde que tengo memoria ni una sola vez me visitaron. solo los conozco por los retratos en la casa- pregunto mientras se acercaba a la elfa.

-Amo rigel, por favor no diga eso, sus padres solo están lejos, estoy segura que pronto vendrán a cuidarlo y protegerlo, ello le quieren- respondió con su típica voz temblorosa, pero sonaba aun mas asustada como si sus amos estuvieran detrás de ella observándola.

-Ellos no vendrán cierto?- pregunto deteniéndose a un paso de tilly, quien solo pudo seguir viendo y suelo y negándose a responder.

Sintió unos brazos envolviéndola, y con miedo, tilly levanto la cabeza y observo como rigel le abrazaba.

-Amo rigel, por favor, suelte sus manos, no toque a esta esclava, se ensuciara, por favor amo, no se manche la ropa- dijo apresuradamente mientras intentaba liberarse del abrazo, aunque sin lastimar a rigel.

-Solo... un momento, solo déjame quedarme así un momento- dijo mientras cerraba los ojos y posaba su cabeza en el hombre de tilly.

~huele a pan horneado. habia olvidado que soy mas alto que ella~ pensó mientras abrazaba a la temblorosa elfa.

-Amo, ya es demasiado tiempo, por favor, no se ensucie mas- dijo un poco dispuesta, pero lo oculto.

-Gracias por cuidarme tilly- dijo soltándola con una sonrisa, apenas sus brazos dejaron a tilly esta desapareció chasqueando los dedos.

-Amo en unos momentos estará la cena, por favor venga a al comedor para que pueda comer- se oyó la voy de tilly salir de la paredes.

Pronto en la solitaria mansión, Rigel exploro esta nueva sala, a la que tenia prohibido ingresar. Parece que en el pánico, tilly, se olvido que no tenia que estar aquí.

Ya habia recorrido la mansión, entrando en cada habitación que pudiera entrar .Desde hace un año que conoce la mansión como la palma de su mano, aunque no pudo buscar pasajes secretos debido a que tilly siempre lo vigilaba y lo alejaba las habitaciones prohibidas y cuando se acercaba a ciertas partes de la mansión como paredes y chimeneas, que supuso eran la entrada a los pasajes secretos de la mansión.

Recorriendo el salón de vitrinas, se quedo viendo a los maniquíes con los que casi se estrellan, y observo como eran 5 maniquíes que llevaban brillantes collares sobre sus cuellos sin cabeza.

Era hermosos collares, 3 de plata y 2 de oro, cada uno con diferente acabado, algunos collares tenían diseños ostentosos pero habia uno que atrajo su atención. Un collar de plata sobre el maniquí en el centro de cadena delgada y tenia como pendiente una pequeña gota de cristal de color azul del tamaño de un frejol, brillante como el océano y envuelto como las venas de una hoja, pequeñas líneas de un metal negro.

Por alguna razón el collar atrajo mas su atención que los que estaban a su alrededor, de manera inconsciente levanto su mano intentando coger la joya pero se detuvo cuando su mano toco el vidrio.

Tap

El collar en el maniquí se estrello contra el vidrio a la altura de su mano, sorprendiendo a rigel, quien dio un paso hacia atrás del sobresalto. Acercándose nuevamente a la vitrina notro como el collar temblaba, emocionado por llegar a su mano.

Rigel extendió su mano hasta el collar y se detuvo al tocar nuevamente el vidrio, el collar temblaba aun mas.

Concentrándose con todas sus fuerzas, Rigel empujo su mano ~Vamos, puedes hacerlo, solo toma el collar~ se repetía. Su mano entonces empujo el vidrio que se deformo como la vez anterior cuando casi se estrello contra ella. como si la pared de vidrio se hubiera vuelto elástica, estiro sus dedos con fuerza y en cuanto sus dedos lograron cerrarse con el collar, empezó a tirar de el, ahora hacia afuera, y de un ultimo tirón logro zafarse con la recompensa en su mano.

En cuanto el collar se libero de la vitrina se envolvió en el cuello de rigel, donde quedo inerte como si nunca se hubiera movido en primer lugar.

-Hahahaha, sabia que podía hacer magia- dijo con alegría mientras tomaba el pendiente del collar y lo observaba mas a detalle solo para percatarse que su mano estaba manchada de sangra y acompañando al collar habia trozos de vidrio en su mano.

Levantándose, noto como de la vitrina de la cual habia tomado el collar se encontraba un agujero.

Dong-Dong

-Ya son las 8, hora de la cena- dijo y poniéndose de pie se dirigió hacia el comedor, no sin antes ocultar el collar bajo su ropa y llevar su mano hasta su espalda.

-Oye tilly, necesito tu ayuda- dijo rigel cuando llego al comedor donde la elfa se encontraba poniendo el ultima plato en la mesa.

-Si?, que ocurre amo rigel?-- -

crac

el plato que sostenía se cayo se sus manos y se rompió contra el suelo al notar la linea de gotas de sangre que rigel intentaba ocultar.

Lo mas rápido que sus piernas le permitían correr, tilly tomo la mano de rigel y empezó a observarlo intentando ver la naturaleza del corte.

-Esta bien, amo?, como le paso, hay cuando lo siento, todo fue mi culpa, no debí dejarlo solo- se lamento mientras lloraba.

-Descuida tilly, fue mi culpa, pero ahora estoy bien- dijo con una sonrisa intentando ignorar el escozor en su mano.

La elfa entonces chasqueo los dedos y rigel vio como la herida se cerraba y la sangre en su mano, volvía al interior de sus venas.

-Por favor, coma amo, yo limpiare la sangre en el pasillo- dijo y desapareciendo de un chasquido, tilly fue a limpiar la sangre que cayo en el suelo.

~Ahora no me quitara la vista de encima por los próximos meses~ dijo resignado.

Luego de comer, intento buscar a tilly, pero esta no dio rastros de aparecer, así que sin alternativa se fue a su habitacion ubicada al final del pasillo del segundo piso de la mansión.

Ya con la luz apagadas y viendo el techo de la gran habitacion, noto como el collar se sentía caliente, sacándolo del interior de su pijama, noto como el pendiente era mas parecido a una lagrima con venas de hierro cubriéndola.

~Veremos como me ira mañana, ahora solo tengo que practicar los hechizos, deben haber en la biblioteca libros al respecto~ pensó para si mismo mientras se quedaba dormido.