CAPÍTULO ESPECIAL – VERITY (+18)

Esta es otra de esas historias que el autor nunca describió, pero si mencionó, la primera vez de Ash con Verity, disfruten del espectáculo.

Con Ash.

Habíamos pasado un día muy placentero, pero al fin llegó la noche, aunque no era mi primera vez, estaba muy nervioso y mi corazón latía sin control, y al parecer Verity también sentía lo mismo, pues temblaba levemente.

Al verla tan nerviosa cogí su preciosa mano y la hablé.

"Sí quieres no hace falta que lo hagamos hoy, podemos hacerlo cuando estés preparada" – dije.

"No, tiene que ser hoy, solo estoy algo nerviosa, per se me pasará" – se negó.

Las mujeres de este mundo son así, una vez que se vuelven pareja de alguien se entregarán a esa persona, no sé por qué ese tipo de pensamiento, pero como se suele decir cuando estés en Roma haz lo mismo que los Romanos, así que yo no iba a discutir este hecho.

"Está bien, vamos" – dije mientras caminaba con nuestras manos entrelazadas.

En poco tiempo o al menos eso nos pareció, llegamos a un hotel, cogimos una habitación, una de las mas caras, desgraciadamente no puedo permitirme la más cara pero definitivamente tiene que ser en una habitación lujosa, de lo contrario no será un bonito recuerdo.

La habitación no era muy distinta de la que use con Nancy la primera vez, pero eso no es lo importante.

Cuando cerré la puerta, todo se quedó en silencio y solo nos miramos unos segundos, sabía que ella no tenía ni idea de lo que hacer puesto que era su primera vez, así que me tocaba a mí tomar el control.

Así que la cogía de su barbilla y la besé.

Nuestro beso fue apasionado y sinceramente no se cuanto tiempo lo estuvimos haciendo pero antes de darnos cuenta, ya la estaba besando en la cama, ella estaba abajo mientras que yo arriba, repito, no sé cuando pero cuando nos dimos cuenta ya estábamos así.

"Antes de nada, Nancy me dijo lo que te gusta, siéntate" – dijo Verity.

Estaba muy excitado así que no pensé en lo que dijo y simplemente me senté.

Con cuidado, me bajó los pantalones y luego mi ropa interior dejando al descubierto mi gran pene el cual se alzaba orgulloso.

Sin decir mucho más, Verity comenzó a chuparlo.

"Dios, no importa cuanto tiempo pase, nunca jamás dejaré de sentir este placer de una mamada" – dije mientras acariciaba la cabeza de Verity entre mis piernas.

No sé como lo hacen estas chicas, pero su mamada era tal que no tardé mucho en correrme esparciendo mi semen por toda su boca.

Después de eso me miró y se tragó el semen con dificultad, pero ya no cometeré el error de decirle como a Nancy que no hacía falta que lo hiciese puesto que ahora sé que en este mundo es completamente normal que la pareja haga eso, lo cual es mejor para mí.

De cualquier forma, después de tragarse mi semen, Verity se puso a cuatro patas encima de la cama.

"Es tu primera vez, ¿no es mejor que lo hagamos viéndonos cara cara?" – pregunté.

Al parecer lo quería hacer así, pero siendo su primera vez me parecía que era mejor la misma posición que Nancy, luego ya podríamos probar nuevas posiciones.

"N-No me gusta reconocerla, pero esta es una de mis fantasías, tener mi primera vez así hace que me excite, ¿no te importa?" – dijo Verity.

Bueno, no es del todo normal, pero no todos somos iguales y si a ella le gusta que le quite la virginidad en esa posición pues hay que respetar sus fetiches, es algo raro pero tampoco extraño.

"Está bien, pero dime si te duele, para hacerlo más rápido o más despacio" – asentí.

"Sí" – asintió.

Ahora que ya había dicho esto, acerqué la punta de mi pene a su rosada vagina.

"¡Ahn!" – gimió.

Al parecer el roce ya la hico sentir placer, ¿será que es muy sensible? Dejando esos pensamientos a un lado comencé a introducir mi pene en su vagina.

Al principio fue difícil, su vagina estaba enormemente apretada, es como si jamás se hubiese masturbado.

"Estás super apretada, parece que me vas a arrancar el pene" – dije mientras seguía metiéndola mi miembro.

"¡Yo, ahn!" – intentó decir.

Parece que estaba sintiendo una mezcla de dolor y placer, probablemente sea un poco masoquista o algo así, de cualquier forma, hay que ir con cuidado.

En poco tiempo empujé todo mi pene en su interior y me empecé a mover en sus enormes gemido o más bien de ambos, pues su vagina estaba tan apretada que exprimía mi pene como si fuese una exprimidora.

Al principio Verity pareció tener algo de dolor, pero no pasó mucho tiempo hasta que ese dolor fuese sustituido por nada más que placer pues sus gemidos se volvieron aún más grandes.

Para ser sincero, estoy muy confiado de mi resistencia en el sexo, puedo eyacular varias veces e incluso tardo en hacerlo, no por nada, pero siento que así la mujer puede sentirse mejor más tiempo, después de todo que se corran es muy difícil y aguantando más tiempo, pues les da tiempo a ellas correrse.

Con Nancy esta estrategia funcionó, me corrí más veces que ella por supuesto, pero gracias a mi gran resistencia, conseguí que se corriera decenas de veces, pero mis preocupaciones con Verity fueron infundadas.

Para aquellos entendidos, Verity era multi orgásmica, así que se corría con mucha facilidad y muchas veces.

Fue una noche de pasión en todos y cada uno de los sentidos, la primera vez fue lenta, pero a medida que avanzaba la noche, mis movimientos y los suyos dejaban de ser erráticos y lentos y aumentamos el ritmo.

Comencé a embestirla lo más fuerte que pude mientras ella gemía y ambos nos sumergíamos en una vorágine de puro placer.

No sé cuantas veces nos corrimos ambos, pero ella se había corrido muchas más, todo el piso estaba manchado de sus jugos mientras que decenas de condones se hallaban esparcidos por toda la habitación.

Lo hicimos en la cama, en el baño, en el suelo, contra la pared, en la bañera, encima de una mesa e incluso de un escritorio que tenía el hotel, en definitiva, no hubo sitio en la habitación dónde no hubiésemos tenido sexo, de hecho, lo tuvimos tanto, que, a mitad de la noche, nos quedamos sin condones y tuvimos que hacerlo sin protección, por suerte, Nancy fue previsora y previó que esto podría pasar, así que metió sus píldoras en la mochila que Verity siempre llevaba consigo.

Por lo que así fue mi primera vez con Verity, la cual por cierto se me olvidó decir que tenía tendencias masoquistas, me hizo azotarla en algunas ocasiones, no es que no me excite, pero no me van mucho ese tipo de fetiches, pero todo sea por mi dulce esposa.

Dado que en este mundo un harén sigue siendo muy extraño, lo menos que puedo hacer es no dejar que las chicas sientan celos las unas de las otras, trataré a todas mis mujeres por igual, nada de ese tipo de harén dónde se favorece la una sobre la otra, para mí todas son igual de importantes y si llegara el caso no me importaría dar mi vida por ellas y estoy seguro que ellas piensan lo mismo.

Volviendo al tema del sexo, al final de tanto hacerlo, nos quedamos dormidos sobre la cama y cuando me desperté aún tenía mi pene dentro de su vagina, ahora ya menos estrecha y no me extraña, lo hicimos como locos.