webnovel

Perdido en el infierno.

Qué es lo que puedes hacer al despertar en un lugar desconocido, tenebroso y ausente de vida hasta donde el ojo puede alcanzar. Esta es la situación planteada con nuestro protagonista, quien, sin poder recordar nada, ni siquiera cosas tan pequeñas como su nombre, busca respuestas y señales de vida en este lugar siniestro llamado infierno.

Rafael_Barraza · Fantasy
Not enough ratings
7 Chs

2: sueños y realidad.

Después de tomar un respiro para tranquilizarme, me centro en pensar las ventajas y desventajas que implicaría volver por mi camino o seguir adelante.

Dije para mí mismo "Si vuelvo ahora, no sé si podré soportar esa soledad y ambiente sin cambios de nuevo, no puedo dar una distancia aproximada para encontrar algo más que el páramo, si doy media vuelta hacia atrás, el lado positivo; no tengo que entrar a este bosque."

Ahí estaba también mi segunda opción avanzar sin tomar en cuenta esos instintos que me advertían que algo no estaba bien con este bosque.

"Viéndolo sensatamente en este bosque, es más probable que encuentre algo de comer y un refugio en lo que cae la noche, sin desventaja aparente y aun así sigo sin querer entrar"

Después de considerar los por menores y con un poco de confianza dada por lo que tengo en la cintura, me decido en avanzar hacia el bosque en busca de un refugio como objetivo a corto plazo.

Estando atento de mis alrededores, continúo adentrándome en el bosque, me sorprende como poco a poco la luz del atardecer se va opacando con los enormes árboles.

Tengo sentimientos encontrados, estoy alegre de por fin ver otras cosas que no sea tierra árida, está el sonido del pequeño riachuelo, todos los árboles los desniveles del suelo. Lo más inquietante es la poca visibilidad que tengo dentro del bosque, no se puede ver nada más allá de 20 metros.

Procedo a caminar en el bosque, este al contrario del páramo, se ve lleno de vida, con árboles y vegetación por todas partes, lo único inquietante es el silencio total, por ello me mantengo siempre cerca de la orilla. Hasta que encuentro un árbol bastante grande, tiene una altura suficiente para no poder ver la copa, aun considerando que es tan ancho que probablemente ni siquiera 5 hombres podrían rodearlo con sus brazos, tiene una parte hueca, sin importarme nada más y como si mi cerebro se apagara, caigo rendido dentro del árbol, como si se tratara de mi hogar de toda la vida, estos son los últimos pensamientos que tuve antes de que mi conciencia se desvaneciera en la oscuridad.

Oscuridad, oscuridad total, en esta penumbra no hay un arriba o un abajo, tampoco hay un tú o yo, solo oscuridad.

Luis.... Luis... ¡¡¡Luis...!!!

Escucho unos gritos que se hacen cada vez más claros. Hacen que abra los ojos "¿dónde estoy?" es la primera pregunta que se me viene a la mente, observo mis alrededores y me doy cuenta de que estoy acostado en una pequeña cama individual. El cuarto parece ser de un niño considerando los juguetes tirados en el suelo y los posters de películas en la pared, volteo por la ventana y parece estar amaneciendo.

"¡Luis! ¡Ya levántate de una vez!" De nuevo se escucha un grito, como si viniera por debajo, ahogado por los muros de concreto.

"¿Luis? ¿Se refiere a mí? Cierto, soy Luis, esta es mi habitación."

¡Blaaam!

La puerta se abre con un fuerte sonido y como si la puerta fuesen mis propios ojos, estos se abren de nuevo, en esta vista deprimente, el mismo bosque oscuro y silencioso.

"Así que sigo aquí, ese sueño era muy vivido, como si fuese parte de mis recuerdos" Paso unos momentos reflexionando acerca de lo que vi y escuche en ese sueño.

¡Blaaam!

El fuerte ruido de mi sueño se repite, ahora proviniendo de una parte alejada del bosque. Esto me termina por sacar de mi estado de ensueño. Rápidamente, me levanto y sin pensarlo dos veces empiezo a correr hacia el sonido.

"¡Al fin signos de otras personas!"

Salgo sonriendo de mi refugio temporal y empiezo a correr, mientras corro hacia la fuente del sonido, me siento renovado, el aire fresco recorre mis pulmones, el dolor de cabeza que me acompañaba todo el día de ayer ha desaparecido haciendo que mis pensamientos surjan con normalidad. Todo esto junto con el sonido que acabo de escuchar dentro del bosque me hacen entrar en un estado eufórico.

Al seguir corriendo, escucho el mismo sonido de nuevo, sin embargo, esta vez parece venir de otra dirección.

"Se están moviendo, tengo que alcanzarlos"

Después de unos minutos corriendo me detengo de golpe.

Con mi aliento entrecortado, sudor cayendo lentamente por mi frente y un con rasguños menores por ignorar todo a mi paso con tal de llegar antes, desconcertado, observo desde arriba de una pequeña pendiente, lo que parecen ser dos grandes marcas de garras en un árbol, así como destrozos hacia una dirección en específico que parece ser de donde viene ese peculiar sonido de nuevo.

"No me digas que los sonidos venían de lo que sea que haya dejado estas marcas..."

Reaccionando en pánico rápidamente me tiro al suelo y observo mi alrededor.

"No sé qué sea lo que dejo esas marcas, pero no me quiero encontrar con eso." Digo esto con un poco de nerviosismo mientras trago la saliva que se me había quedado atorada en la garganta.

Pongo mi mano sobre la pistola y pasados unos minutos en la misma posición, escuchando como el sonido se aleja cada vez más, decido levantarme. No puedo apartar la vista de esas marcas en los árboles. Empiezo a acercarme a ellas con curiosidad. 

Observo como el árbol está cortado limpia y profundamente. Por otro lado, hay una gran cantidad de ramas rotas y dispersas, como si algo grande acabara de pasar por ahí.

"¿De qué animal son estas marcas? Son tan grandes como mi cabeza, así que supongo que es algún tipo de oso o animal bastante grande. Podría ser peligroso si me lo encuentro en esta situación. Se me ponen los pelos de punta de solo pensar que fue lo que dejo esto así"

Me sorprende un poco la rapidez de mis pensamientos y la facilidad que se me da sacando conclusiones.

"¿Mi dolor de cabeza anterior se debía solo a la falta de sueño?"

Pensando en ello, ni siquiera sé qué hora es. La iluminación en el bosque parece siempre ser la misma por los grandes árboles, casi nula. Al recordar el tiempo me recorre una sensación de dolor y hambre. Esto porque ya tengo por lo menos un día sin comer nada y los rasguños de las ramas que había ignorado por la apremiante situación. Lo había ignorado por todos los altibajos. Así que me dispongo a buscar algo de comer o beber.

"Claro, en dirección completamente opuesta a donde se fue ese oso." Me digo a mi mismo tratando de calmar la inquietud que me trae este paisaje y poniendo mi mano sobre la pistola buscando cierta conformidad.