me voy a la mrda JAJAJAJJAJAAJ

Aidrien Agrest, el modelo e hijo de un millonario publicista; amado por muchos y odiado por otros, mas un chico que podríamos decir era normal realmente, con lujos quizá, pero fuera de todo ese mundo normal. Tenía a sus amistades, sus fans y demás... Pero... Algo le hacía falta.

No eran las vanidades realmente, porque esas nunca le habían hecho falta realmente, el necesitaba a alguien a su lado; alguien en quién confiar y que mutuamente se quisieran, más para la mala suerte del rubio, la chica o mejor dicho "superheroína" a quien amó en un momento lo rechazó más de una vez siendo cat noir y no veía otro chanse de salir con ella, y esta oportun8dad se vio nula al ambos dejar de los portadores de los miraculous.

Solo estaba esperando a que alguien llegase a llenarlo de felicidad, más un día tras la comida de todos los días hizo que su vida diera una vuelta de 36475486°

Resulta y resalta que su padre había tomado la desición que Aidrien no podía vivir más ahí solo por pensar que "nunca hacía nada y solo hacía algo al salir a cuadro".

Así que decidido salió de su oficina, y tras repasar las palabras que le iría a decir a su hijo, llegó al cuarto de Aidrien. Tocó la puerta de esta misma habitación, recibiendo un "pase" a cambio del otro lado de la puerta, abriendola finalmente. En la habitación se oía la bella melodía de un piano, era una pieza de Bach la cual se había estado esxuchando todo ese día una y otra vez, con fallas en ocasiones.

–Aidrien– empezó a hablar el mayor de los dos rubios.

–¿si, padre?– respondió Adrien, sin dejar de tocar las teclas del instrumento, más prestando atención, cosa que aún así enfureció a su padre, pidiéndole que lo dejase de hacer y haciendo que el joven en cuestión fijara su atención en su progenitor .

–Aidrien, he tomado la desición de que te vayas de aquí, estás empezando a tener la edad exacta para cuidarte por ti mismo y saber cómo ganarte tu propio dinero– empezó el mayor– así que te irás al deparyamento que tengo en saltadilla– continuó el mayor. Esta noticia tomó por sorpresa a Aidrien, no solo porque se iría a vivir completamente solo, si no que iría a uno de las ciudades más peligrosas de todo Estados Unidos estando él en Francia.

–Pero padre...– intentó replicar el joven, levantándose de su asiento

–¡pero nada!, no sabes ni prepararte un huevito revuelto–

–por eso, Necesito que se me enseñe– interrumpió Aidrien, recibiendo a cambio una cachetada de su padre

–¡¡¡¡DEJAME HABLAR ANIMAL!!!...– dijo en protesta su padre– a ver... Nataly te va a enseñar solo está semana, luego te me largaras de aquí. Serán 2 años solamente, así que más que nada tómatelo como unas vacaciones –

Adrien luego de esto se quedó callado, la verdad no tenía ganas de reprocharle a su padre en ese momento, así que aceptó moviendo su cabeza y tras que su padre dejara la habitación este empezó a soltar unas lágrimas debido a su frustración. Era momento de madurar...