Pesadilla.

Pesadilla.

"¡Demonio!"

"¡Maten a ese demonio!"

"¡Mi familia murió por tu culpa maldito demonio!"

Un niño de cabellera roja con mechones azul pálido corrió rápidamente por los techos y las paredes.

Detrás de él muchas personas gritaban y lo perseguían, incluidos algunos genin.

El niño trazó algunas señales de manos y varios clones idénticos a él se dispersaron en diferentes direcciones.

Pero a pesar de eso los genin lo siguieron de cerca.

Asustado, aquel niño aumentó la velocidad de golpe, desapareciendo, cuando reapareció 10 metros más adelante se cayó al suelo de cara, sus pies no le respondían y no podía hacer mucho con las manos.

Fue alcanzado en menos de dos segundos.

Ellos ni siquiera lo miraron como un humano, lo miraron como a un animal con el que podían jugar todo lo que quisieran.

Mientras se burlaban del niño, lo patearon y golpearon por todo el cuerpo, lo ahorcaron con alambres de metal hasta estar al borde de la inconsciencia, lo dañaron un poco y siguieron, luego de un tiempo incalculable del grito del niño y las burlas de los niños mayores. Uno de ellos lo apuñalo y en el dorso de la mano.

Los demás provocaron cortes dolorosos. Entre ellos, El niño pudo ver unos ojos blancos abultados, una cicatriz en el pecho de otro y los caninos largos y ojos salvajes.

Cuando por fin todo pareció acabar, su cuerpo volvió a sanar todas las heridas más peligrosas por si solo.

"¿Vez a lo que me refiero? Ese es el Kyubi que devastó la aldea y mató a nuestra familia".

Esas fueron las palabras del ojos blancos antes de comenzar la tortura de nuevo. Esta vez, sin preocupaciones por la muerte del niño.

Kojiro levantó su cuerpo de la cama Yam rápido como se despertó, agarrándose la cara, solo dejando ver uno de sus ojos. "Eso… ¿fue una pesadilla?" Sin notarlo, había comenzado a jadear, su corazón acelerado.

Pensó que había dejado atrás su pasado, pensó que ya no sería perseguido por las memorias, pero hoy no fue así.

Estaba comenzando a perder la calma, después de tanto tiempo, ¿por que ahora? ¿Por que cuando las cosas comenzaron a moverse?

Esto no tenía sentido, en estos momentos debía, iba y va a detener una guerra.

Y eso comienza por su hermano.

Pero esto, ¿su pasado volvió para perseguirlo? Y si así fuera ¿por que mierda ahora y no después o antes?

Sus pensamientos y sentimientos eran un lío, pronto se encontró jadeando más rápido, sus pulmones con cada vez menos aire.

Pero unas manos recorrieron su espalda, bajando y deslizándose sobre ella, hasta pasar al pecho, donde se extendieron hasta dar un abrazo reconfortante.

Una respiración caliente sobre su cuello. "Tranquilo, cálmate, estoy aquí, estoy contigo, no te pasará nada malo, no lo permitiré". El abrazo se apretó, la voz se hizo más suave y suave a cada momento.

El se calmo, se obligó a calmarse. Se sintió mejor al escucharla, solo su voz lo sacó del trance, le recordó, hace mucho que decidió que ya no le importaba esto, porque por su familia era hora de actuar.

El le apretó la mano con cariño, agradecido de tenerla. "Tienes razón, no hay un motivo por el que estar inquieto". El se dio la vuelta, mirándola.

Ella tenía sus orejas de lobo algo caídas, con ojos somnolientos, ella se frotó los ojos ahora que estaba libre. El la miro a la luz de la luna, parecía mas hermosa que nunca, así que le dio un abrazo, "Te amo, creo que me volví a enamorar de ti, si eso es posible…" Su tono bajo lentamente, quedándose dormido.

Ella le acarició el cabello lentamente, mientras le sonreía, y ella misma se quedó dormida poco después. Solo para que tres segundos después se abriera la puerta y dos niños entraran, acurrucándose junto a ellos.

1 Semana Después.

La nieve era espesa y la tormenta de nieve sobre el cielo no ayudaba.

Los truenos zumbaban y la nieve giró rápidamente.

Un largo suspiro se escuchó por encima del sonido del rayo. Sus paso eran suaves y sin sonido, aunque eso podría ser por todo el ruido de fondo, sus dedos se movieron, todo su cuerpo también.

Vistiendo un abrigo de cuero negro de manga larga, con lo que parecía pelaje en los bordes, llevaba unos pantalones abrigados rojo oscuro, eran largos, y tenían muchos bolsillos, por último llevaba unos zapatos negros.

Habían algunos adornos, como la cadena en su cintura derecha, con un cinturón que sujetaba dos katanas largas también. En su espalda habían varios canjis blancos que decían "El Invierno va de la mano con la Muerte", y en su cara, había una máscara de oni que cubría la mitad de su cara, desde la barbilla a la nariz.

Sus resplandecientes ojos azules penetraron la tormenta como lo hacía su cabello y, en general, toda su figura.

"Es molesto, no quiero un día nevado hoy". Junto con sus palabras se desenvainó una de las katanas, la cual se agitó con fuerza hacia un lado. "A pasado un tiempo, has algo de ejercicio, perezosa. ¡Ve, Hyorinmaru!" Su voz trono con poder que recorrió las montañas.

Y luego de que dijo esto la katana había cambiado un poco, pero seguía allí, levantó la mano que la sujetaba lo más alto que pudo, y luego la agitó frente a el.

Y así como así, la tormenta se detuvo repentinamente, no solo aquí, sino también en toda la tierra del hierro.

Una sonrisa creció en el rostro de Kojiro. "Tal parece que te volviste más fuerte, siento que ni siquiera debería haber usado Shikai para esto, el estado sellado era suficiente, pero ya que estamos, hagamos caridad". La katana se sacudió un poco, y el resoplo.

Esta vez la tomó en un agarre inverso y subió con un corte ascendente, y toda la nieve se trasformó en agua, toda la nieve de la tierra del hierro.