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28.

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| CAPÍTULO VEINTIOCHO. |

Los años habían pasado más rápido de lo deseado, ahora Harry, Draco, Blaise, Theodore, Pansy, Neville y Daphne cumplirían 11 años, y con ello asistieran a Hogwarts.

Tanto sus padres como, Lord Voldemort y Ailén esperaban la carta. Sabían que Dumbledore tendría una oportunidad para manipular a los niños.

Pero eso no les preocupaba, ellos sabían la verdad sobre el viejo director de Hogwarts. Por lo que Dumbledore no podría hacer nada para manipularlos.

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El 26 de mayo de 1991 la carta tan esperada por todos, llegó. Todos los niños recibieron su carta correspondiente firmada por la subdirectora Minerva McGonagall. Ahora esperarían con ansias el día primero de septiembre. Querían conocer como era la escuela de la que tanto hablaban sus padres.

El primero en cumplir los 11 años fue Theodore, el cual pidió que su festejo no fuera tan grande. A pesar se que sus padres insistieron en una fiesta a lo grande, el Nott menor se negó rotundamente.

Seguido de él, fue Draco Malfoy. El 5 de junio, su celebración no fue del todo grande, aquel rubio solo quería pasar su día junto a sus amigos y familia.

Pansy y Blaise, decidieron hacer una fiesta que no fuera ni tan grande pero tampoco tan sencilla. Celebrando que en muy pocos meses irían a Hogwarts.

Y para finalizar julio, Neville y Harry cumplían los últimos del séptimo mes. Ambos insistieron en no hacer nada para celebrar aquel día de su nacimiento. Pero Lily no quería que su hijo y el de sus amigos pasarán su día tan aburrido.

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Un azabache de lentes bajaba las escaleras de la mansión Riddle adormecido. Acababa de levantarse sin saber donde estaba su madre o sus tíos.

-Buenos días Harry- se escuchó la alegré voz de una pelinegra quien entraba a la cocina acompañada de la pequeña Leta

-Buenos días tía- sonrió el niño -Buenos días Leta- la niña de cabellos negros sonrió mirando a su primo para luego sentarse en la mesa

-Harry, ¿sabes que día es hoy?- preguntó Ailén con una sonrisa

-Hoy es viernes 31 de julio...- respondió el de lentes, al darse cuenta sonrió de emoción -¡Es mi cumpleaños!- exclamó con alegría

Ailén río ante el entusiasmo del Potter.

-Así es Harry- pauso con una sonrisa -¿Podrías ir a despertar a Draco, Blaise y Theo? Pronto llegará Pansy y las hermanas Greengrass- agregó la pelinegra haciendo el desayuno

-Si tía- respondió saliendo de la cocina a toda prisa y subiendo las escaleras

Ailén sonrió, Harry estaba seguro junto a Lily. Muchas veces había preguntado sobre su padre James, aunque la mayoría de sus preguntas eran respondidas por Lily. Harry era feliz, tenía una familia. Que aunque no los uniera la sangre, los unía el cariño.

Muchas veces imaginó que de alguna u otra forma Harry crecería, y claro que lo haría. No dudaba que pronto el reinado de Dumbledore acabaría, así todos dejarían de esconderse y vivirían sus vidas en paz y alegría.

Y con ese final feliz venía a la mente una pregunta que la hacía dudar. ¿Harry encantaría el amor?

Era claro que iría a Hogwarts, repleto de niñas.

Su mente se llenó de imágenes donde Draco y Harry estaban juntos. Se habían vuelto mejores amigos, pues siempre estuvieron juntos. Sonrió.

-¿En qué piensa esa mente tan malvada?- se escuchó la voz de Tom

La pelinegra enseguida lo miró.

-Mi mente no es malvada- defendió con fingida indignación -Y no estoy pensando en nada- respondió

-Si claro- río el pelinegro -¿Por qué piensas que Malfoy y Potter estarán juntos?- habló sorprendiendo a la pelinegra

-¡Tom!- exclamó con leve molestia -Te he dicho que no uses la legemerancia para entrar a mi mente- regañó, haciendo reír al Riddle

Tom se acercó a Ailén tomándola de la cintura. Sonrió, y cuando estaban apuntó de besarse.

Llegaron corriendo Harry, Draco, Theo y Blaise.

-¡Potter!- exclamó molestó el rubio, el azabache rio

-¿¡Por qué nos despertaste así?!- exclamó ahora el moreno

El Nott se mantuvo callado. Si, estaba molesto por la broma que les hizo Harry. Pero no quería hacer un escándalo.

-Admitan que fue divertido- río el de lentes -Debiste ver tu cara Malfoy- agregó con diversión al recordar la cara que el rubio puso al sentir el agua fría chocar contra su cuerpo

Molesto el Malfoy, se abalanzó sobre el azabache. Haciendo que ambos calleran al suelo, Malfoy arriba de Harry.

Ailén ahogó una risita mientras miraba la escena.

-Te lo dije- le susurró a su esposo con una sonrisa de complicidad

-Tienes razón- respondió este de la misma forma

Ailén carraspeó llamando la atención de los niños. Enseguida Blaise y Theo se inclinaron ante ella.

-Buenos días mi señora- saludaron al mismo tiempo -Buenos días Lord- agregaron al notar la presencia de Tom

-No tiene que hacer eso niños- sonrió Ailén -Tengo algo que informales- anunció mientras miraba al rubio y al azabeche que seguían aún en el suelo -Tortolitos, ya pueden levantarse- agregó con diversión

Ambos chicos se levantaron rápidamente sonrojados.

-Hoy, Pansy, Daphne y Astoria vendrán. Porque como ya saben, sus cartas de Hogwarts llegaron y tiene que comprar sus útiles- dijo Ailén alegrando a los niños

Después de eso el grupo se sentó a desayunar, siendo cuidados por Lily y Narcissa. Mientras la pelinegra subía las escaleras al darse cuenta que Tom se había ido con Leta.

Al llegar a la habitación de su pequeña hija, se recargo en el marco de la puerta observando a su esposo e hija.

-Papá- llamó Leta -Quisiera un hermanito para jugar- sonrió con inocencia

Tom y Ailén se miraron sorprendidos. La pelinegra estaba sonrojada mientras que el pelinegro río levemente.

-Ni se te ocurra Tom Marvolo Riddle- amenazó la pelinegra antes de que su esposo hablará

-No puedes negarle a tu hija el deseo de tener un hermano o hermana- dijo con diversión

-Habló enserió Riddle- le miró seria -¿O quieres dormir en el sillón?- amenazó

La pequeña castaña río ante los regaños que su madre le daba a su padre. En eso el patriarca de los Malfoy entró a la habitación.

-Lamentó interrumpir mi Lord- hizo una reverencia ante él -Pero... acabamos de tener noticias sobre Dumbledore- agregó agitado

-Vamos a mi oficina- ordenó seriamente