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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
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132 Chs

Capítulo 93: El retrato de la familia Wang

Intentó disimular su sonrojo tapándose la cara, lo único que logró, fue llamar más la atención de su esposo.

Seong-Jin seguía quieto, tenía la mirada clavada en su esposa, pero... Ese beso fue capaz de hacer que no se diera cuenta de que estaba mirando fijamente a su esposa.

Mientras que Sun Hee intentaba evitar su mirada constantemente, él no podía evitar mirarla.

—No me mires tanto, es incómodo—dijo Sun Hee mientras se quitaba las manos del rostro.

Seong-Jin asintió, y por fin pudo parar de mirar a su esposa.

Él agarró su teléfono y enseguida envío un mensaje a Min Ho, en el que ponía: Ven.

No quería darle ninguna explicación, si le decía que quería traerlo de vuelta porque su esposa se lo pidió... Sin duda, Min Ho se reiría de eso durante meses.

Poco después envío el mismo mensaje a su hermano Shaoran.

Seong-Jin sabía que su esposa estaría mirándolo, seguramente estaría curiosa por saber si era a Min Ho y Shaoran a los que les mandó un mensaje.

Parecía que su curiosidad no tenía límite, siempre quería saber acerca de las personas cercanas a ella, pero en verdad no lo hacía con malas intenciones, simplemente se preocupaba por ellos y intentaría ayudarlos con lo que fuese.

Si era necesario sería la capitana de un ejército, recorrería el planeta entero, todo.

—Señor Grosero, ¿era Min Ho con al que le mandaste ese mensaje?—dijo señalando el teléfono de él.

Parecía no darse cuenta de que seguía llamándole señor Grosero.

¿Acaso lo hacía adrede?

—¿Señor Grosero?—repitió Seong-Jin frunciendo el ceño.

—¡Sí! Pero no te enfades, es la verdad.

Hasta que no lleguen Min Ho y Shaoran seguiré llamándote así.

Es como un pequeño castigo, ¿no crees?

—...

Seong-Jin puso su mano sobre su frente y se preguntó una y otra vez que es lo que había echo para merecer eso.

Enseguida escuchó el ruido de los pasos de su esposa, la cual se paro enfrente de un enorme retrato.

—Seong-Jin, ¿quienes son estas personas?—preguntó sin apartar la mirada del enorme retrato.

Seong-Jin se giró rápidamente y miró detalladamente el retrato que miraba su esposa.

Luego se levantó y caminó hacia donde estaba ella.

—¿Como no puedes conocer a estas personas? Cualquier persona inteligente sabe quién es esta familia, es una de las primeras cosas que te enseñan en la escuela.

Ellos son como unos reyes.

—¿Enserio?

—Sí, ellos son la familia Wang, cualquier persona quisiera poder hacer negocios con ellos, incluso esperarían años solamente por un saludo de ellos.

—Eso es demasiado... Raro.

Seong-Jin asintió, espero a que su esposa decidiera preguntarle algo más, sería extraño que solo hubiera preguntado eso.

Poco después, sus suposiciones se cumplieron.

—Pero... ¿Porqué tienes un retrato de toda la familia?—Sun Hee ya había preparado una lista imaginaria de preguntas.

—Formaba parte de la decoración de la casa, además, esta casa fue un regalo que me hicieron cuando cumplí años.

Afortunadamente, mi familia siempre ha tenido una muy buena relación con ellos.

No puedo negar, que es increíble poder conocer a esa familia.

Sun Hee respondió con una sonrisa, no sabía que decirle, estaba impresionada al escuchar a su esposo halagar a alguien.

Nunca se habría imaginado a su esposo hablando de esa manera de alguien, incluso escuchar eso le parecía raro.

Sun Hee siguió mirando el retrato.

En el aparecía una hermosa mujer de pie, estaba detrás de un sofá y apoyaba sus manos en él. Su esposo estaba al lado de ella, mientras que la hija y la abuela estaban sentadas en el sofá.

La niña sonreía dulcemente y la abuela miraba directamente a la cámara.

A simple vista, parecía una familia normal.