webnovel

Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
Not enough ratings
132 Chs

Capítulo 84: ¿Irse de la mansión?

Sun Hee parpadeó varias veces, lentamente levantó la cabeza para poder ver a su esposo.

¿Era su imaginación o él tenía una pequeña sonrisa?

Estaba tan centrada en averiguar si él estaba sonriendo, que ni siquiera se dió cuenta de que se había sonrojado.

Solamente un pequeño beso en la frente había sido capaz de que ella reaccionara así.

Sun Hee finalmente pudo relajarse, mientras su esposo estuviera allí, él podría mandar en la mansión.

Seong-Jin apartó los brazos de su esposa que todavía seguían en su cuello.

Luego, puso su mano sobre su hombro y la movió hacia un lado.

Cuando por fin tenía todo el camino despejado fue hacía donde estaba su hermano.

Paró de caminar cuando estaba a un metro de distancia.

—¿Qué haces aquí?—preguntó calmado.

—¿No puedo visitar a mi hermano?

No parecía que Seong-Jin tuviera algún problema con él, incluso cualquiera que los hubiera visto en aquél momento diría que eran una familia normal y agradable.

—Comienzo ha aburrirme mucho, ahora que estás aquí puedo decir lo que realmente quiero—sacó una carpeta de su maletín—Esta mansión me pertenece a mi también, puedes comprobarlo tú mismo. Papá y mamá dejaron esta mansión para sus queridos hijos, dentro de dos días me mudaré y vendré aquí.

Tienes dos opciones, puedes irte o puedes vivir conmigo, no tengo ningún problema con tu esposa así que no me desagrada la idea de vivir todos juntos.

Seong-Jin arqueó una ceja y miró la carpeta que sostenía Jin Chin.

Enseguida extendió la mano para poder agarrar la carpeta, la abrió y saco todos los documentos que se encontraban dentro.

Rápidamente observó cada uno de ellos, leía bastante rápido y parecía concentrado.

De vez en cuando arrugaba las cejas y miraba a su hermano con una expresión burlona.

Finalmente terminó de leer todos los documentos, luego los dejo sobre la mesa.

—Puedes comprarte cualquier mansión, ¿porqué quieres esta?

¿Piensas que vas ha lograr algo haciendo ésto?

—Sí, no tengo porque darte más explicaciones, quiero la mansión.

Seong-Jin suspiró, decidió darle la respuesta que quería su hermano y dejar aquél ridículo tema.

—Puedes tenerla, no es necesario que compartas nada. Mañana nos iremos.

Jin Chin intentó ocultar lo sorprendido que estaba.

¿Solo eso? ¿Iba a darle la mansión sin siquiera darle importancia al asunto?

¿Había venido hasta aquí y ahora simplemente respondería eso?

—Dijiste que vendrías dentro de dos días, ahora puedes irte.

—Qué aburrido...

Jin Chin paso sus manos por su cabello y suspiró angustiado, luego decidió irse y fue hacía la entrada.

Sun Hee observaba como Jin Chin se marchaba... No podía evitar pensar en lo que dijo Seong-Jin.

¿En verdad, le iba a dar la mansión?

Sun Hee, decidió preguntarle a su esposo porque tenía una mala relación con su hermano, o porque Shaoran reaccionaba de esa manera.

Quizás para Seong-Jin era un poco incómodo hablar sobre sus problemas, pero ella tenía derecho a saberlo todo.

—Seong-Jin, ¿puedo preguntarte algo?

—¿Es sobre mí hermano?

Sun Hee asintió vigorosamente, su esposo había logrado adivinar lo que quería preguntarle.

Seong-Jin la miró durante unos segundos, aquella mirada llena de determinación y felicidad... Era realmente tierno.

—Te diré todo lo que quieras saber mañana, ahora es mejor que vayas a dormir. Saldremos temprano y será mejor que no tengas sueño.

—Entoces... ¿Nos iremos de la mansión?

¿Porqué tenemos que irnos nosotros?

Seong-Jin escuchaba atentamente a su esposa.

—¿Prefieres esta mansión? Si quieres podemos quedarnos y echaré a Jin Chin.

También puedo comprar la casa que quieras.

—N-no es eso... Da igual.

Sun Hee fue a su dormitorio para poder dormir, tenía que levantarse bastante temprano.