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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · Urban
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Capítulo 38: Kim Hyun volvió a interrumpirle

Caminó hacía el auto y la dejo delicadamente, como si fuera el cristal más frágil del mundo.

Él subió al auto y empezó a acelerar.

Un rato después estaban en la mansión, volvió a cogerla en sus brazos para poder dejarla en su dormitorio.

Subió por las escaleras despacio y luego abrió la puerta de la habitación.

La dejó en la cama y la tapó con las sabanas, luego llamó a su propio doctor. Él sabía que no tenía nada grave, pero no quería ni siquiera un moretón en sus manos.

—Joven amo, ¿necesita algo?

—Ven rápido, si no estas aquí en 20 minutos no sera necesario que llames nunca más.

—S-sí enseguida estoy allí.

Su doctor personal ganaba un salario de 2.000.000 de yuanes mensuales, estudió en la mejor universidad de medicina y termino su carrera con las mejores calificaciones.

Aquél salario era demasiado, no dejaría que lo despidieran por nada del mundo.

Poco después el doctor llegó a la mansión, entro a la habitación de Sun hee y la vio tumbada en la cama, todavía seguía dormida.

Revisó sus pequeñas manos y luego comprobó su temperatura.

—Solo tiene 37 de fiebre, las marcas de sus manos se sanarán dentro de una semana, no hace falta qué se preocupe joven amo—dijo ocultando su molestia.

—Oh... una semana, entoces puedes quedarte en el sótano hasta qué sane. Cuánto más rápido sanen sus marcas más rápido podrás irte, ¿no crees?—actuaba de manera muy astuta.

Enseguida la expresión del doctor cambió.

—Creó que si le da esto en dos días se irán las marcas...

—Bien, ahora fuera.

Se cruzó de brazos esperando ha que el doctor saliera de la habitación.

Seong-Jin fue al baño y puso agua tibia en un paño, luego lo puso sobre la frente de su esposa.

Cogió la pomada que le dio el doctor y la puso con delicadeza en las manos de su esposa.

Se sentó en una silla mientras esperaba a que su esposa despertara pero una llamada lo interrumpió.

"Kim Hyun"

Suspiró varias veces, se levantó para poder responder a la llamada.

—Seong-Jin, ¿puedes venir?—dijo en tono coqueto.

—Qué hiciste ahora.

—N-nada solo quiero verte... por favor.

Realmente él no quería ver ha aquella mujer, pero le tenia un cierto aprecio ya que fue parte de su vida durante mucho tiempo.

—En un rato voy—habló serio.

—Me alegró, te es-

Colgó la llamada y salió de la habitación.

***

Mientras tanto Kuyng Shin estaba sentada en el cómodo sofá de su mansión con una pierna cruzada sobre la otra.

Sostenía una copa de vino con la mano y tenía una pequeña sonrisa en el rostro.

Frente a ella había un hombre con traje sentado en el sillón.

—Deberias felicitarme, le resultará imposible salir de la cárcel—habló contenta.

—¿Segura? dijiste que su esposo tenía bastante dinero.

—Sí, pero no creo que tenga poder...

—Más te vale, si nuestro plan se-

—Tranquilo, el plan va a la perfección, con ella en la cárcel todo será más fácil. Sin duda el jefe nos felicitara...

***

Seong-Jin estaba llegando a la casa de Kim Hyun, estaba molesto de que le llamara tanto pero tampoco podía negarle algo.

Un rato después bajo de su auto y fue al jardín de aquella mujer.

"Ha vuelto a reformar el exterior de la casa, seguro que me volverá a pedir que le pagué el coste de la reforma"

Respiro profundamente y fue hacía la puerta de la casa.

Llamó al timbré de la casa, sonó una agradable melodía. Unos pocos segundos después Kim Hyun abrió la puerta rápidamente.

Ella llevaba un atuendo muy revelador, si una simple brisa pasara se le podría ver la ropa interior, también era muy fino por lo que se podía notar un poco el color de su ropa interior. Marcaba sus pechos y resaltaba sus pequeñas curvas.

—¿Porqué no pasas?