Capítulo 23: Aracnofobia

Sun Hee finalmente se estaba rindiendo poco a poco, por suerte, decidió preguntarle una vez más.

Sin embargo, su último movimiento no fue lo que ella esperaba.

Cuando ella decidió levantar su brazo para señalarle, observó una pequeña araña posada en su mano.

De inmediato comenzó a agitar su mano y cerró sus ojos, también comenzó a caminar rápidamente sin fijarse por donde iba.

Al momento de abrir sus ojos, lo que vio la dejo completamente paralizada, como si la hubieran congelado...

Estaba encima de su esposo, tenia las piernas entrelazadas en su cadera e agarraba su cuello con tanta fuerza que incluso lo estaba asfixiando.

Pudo notar la poca respiración de Seong-Jin en su cuello, aquello provocó que su corazón empezará a acelerarse demasiado.

Durante unos interminables segundos, observó detalladamente a su esposo mientras él intentaba liberarse de los brazos de ella, ya casi no podía respirar.

Los empleados claramente se vieron forzados a abrir la puerta del dormitorio, el fuerte golpe los asusto tanto que no pudieron evitar abrir la puerta. Sorprendentemente, lo que vieron los impacto tanto que incluso pensaron algo distinto.

Cerraron la puerta lentamente y volvieron a desaparecer sin siquiera hacer un pequeño ruido.

Cuando Seong-Jin logró quitar los brazos de su esposa, la bajo con delicadeza.

Su mirada se oscureció todavía más cuando vio lo que ella estaba haciendo, Sun Hee seguía buscando la araña asustada, como si realmente ella no se hubiera percatado de lo que acababa de hacer.

Sun Hee no pudo evitar pensar que tenía aracnofobia, tal reacción le afirmaba su pregunta.

En ese momento ella no pudo prestarle atención a su esposo, el cual la fulminaba con la mirada, por ahora era más importante localizar a esa malvada araña.

Mientras que ella seguía buscando la araña, escuchó la puerta cerrarse con un fuerte golpe. Se asustó tanto que incluso casi perdió el equilibrio.

Su esposo se había marchado, nuevamente la dejo sola en esa pequeña guerra con la araña.

—J-joven amo, ¿sucedió algo?—preguntó Min Ho, él había visto todo el espectáculo anterior, pero de todas formas quería escuchar todo saliendo de la boca de Seong-Jin.

Seong-Jin solo lo miraba con el ceño fruncido, luego siguió caminando mientras apretaba los puños.

Min Ho dejo escapar un suspiro, quizás había malinterpretado la escena.

***

Sun Hee finalmente termino perdiendo, en su imaginación ella levantaba una bandera blanca para indicar que prefería rendirse.

Unos segundos después, recordó la situación de hace solo unos pocos minutos.

Finalmente recordó con claridad el momento en el que saltó encima de su esposo, también cuando él salió del dormitorio enfadado.

No pudo evitar pensar que él se había enfadado por haberse acercado tanto a él.

Apresurada salió del dormitorio evitando mirar el suelo para no encontrar a la ganadora de la batalla, es decir, la araña.

Se sentía avergonzada por lo qué había hecho, tapaba su rostro sonrojado con sus pequeñas manos mientras caminaba rápidamente hacia du dormitorio.

Una vez dentro, se abalanzó sobre la cama y se cubrió todo el cuerpo con una sábana blanca, todo tipo de pensamientos inundaban su cabeza.

Ella había ido al dormitorio de su esposo para plantarle cara y termino subida encima suyo por culpa de una maldita araña.

Sun Hee ya no sabía como sentirse, quizás enojo, tristeza, alegría por atreverse a contarle todo o si realmente debía arrepentirse por lo qué acababa de hacer.

Algo tenía claro, nunca más se atrevería nuevamente a mirarlo.

Cada vez que pensaba su nombre, no podía evitar recordarse a ella aferrada al cuerpo de su esposo.

***

Al día siguiente.

Se levantó casi en el suelo, incluso todavía tenía sueño.

Fue al baño y se dió una ducha rápida, hoy tenía planeado salir sola, pensaba ver una película y cenar en algún restaurante.

Aquélla ducha dejo su energía completamente llena, con mucho entusiasmo entró en su gigantesco clóset y cogió un conjunto precioso.

Se puso una larga falda blanca con una corta blusa azul, dejando al descubierto parte de su cintura, le daba un toqué bastante femenino e también elegante, a continuación, soltó su cabello y se puso gafas de sol.