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Capítulo 1: Renacimientos

En una mansión...

En una noche lluviosa, las gotas golpearon la ventana mientras los truenos retumbaban a lo lejos. Cada pasillo de la mansión resonaba con los gritos desgarradores de una mujer en trabajo de parto. Entre esos gritos, se escuchaba la voz calmada y experimentada de una partera.

"—¡Mi señora, empuje, solo falta un poco más!" alento con firmeza.

Un momento después, el grito de la mujer se transformó en el llanto de un recién nacido. Un nuevo integrante se había unido a la familia de nobles.

La habitación estaba iluminada por la suave luz de las velas. La madre, agotada pero radiante, miraba al pequeño ser que ahora descansaba en sus brazos. Su cabello oscuro y rizado se pegaba a su frente por el sudor, pero sus ojos brillaban con una mezcla de alivio y felicidad.

Mientras ocurría el parto, en el pasillo se escuchaban unos pasos apresurados. Era el señor de la familia, que llegaba corriendo. Abró la puerta con un golpe y se acercó lentamente a la cama donde yacían su esposa y su hijo. Su respiración era pesada, y sus ojos reflejaban una mezcla de preocupación y alivio.

"—Es un niño, mi señor", anunció la partera, envolviendo al bebé en una manta suave y entregándoselo a su madre.

El señor se inclinó hacia su esposa y el recién nacido, observándolos con ternura. "—Bienvenido al mundo, mi pequeño", susurró la madre, con lágrimas de alegría rodando por sus mejillas.

Mientras la madre observaba a su hijo, notó algo extraordinario en él. El niño tenía el pelo negro con un tono rojizo, y unos ojos de un rojo intenso, como si contuvieran la sabiduría de muchos años.

Lejos de allí, en el Vacío, el Guardián observaba con interés. El renacimiento de una alma desafortunada, ahora libre de su maldición, era un evento que podría alterar el equilibrio de muchos mundos.

Han pasado tres años desde que renació en este mundo. Al principio, todo parecía ordinario. Sin embargo, dos días después de mi nacimiento, apareció una sirvienta demi-humana, revelando que este mundo pertenecía a la fantasía.

Después del descubrimiento inicial, me tomó siete días revelar discretamente mi estado. Decidí cerrar los ojos y concentrarme en sentir el flujo de energía a mi alrededor. Millas de luciérnagas parecían aparecer frente a mí, titilando en la penumbra con destellos de energía mágica. Una voz resonó en mi mente: 'Habilidad dominada: sentido del mana' .

Fue un proceso lento y meticuloso intentar manipular el mana. Durante días, trata de atraer una luciérnaga hacia mí, usando constantemente mi sentido del maná. Finalmente, después de cinco días de arduo esfuerzo, una luciérnaga rozó mi mano. Otra vez, la voz en mi cabeza resonó: 'Habilidad dominada: manipulación de mana'.

Experimenté con la habilidad de manipulación de mana, dirigiendo el flujo de energía hacia diferentes partes de mi cuerpo hasta que logré canalizarla hacia mi ojo. La voz resonó nuevamente: 'Dos habilidades dominadas: visión y detalle' .

Al día siguiente, al usar mi habilidad de 'Visión' , noté una ligera mejora en mi vista y en la distancia que podía ver. Mi entorno se volvió un poco más claro, y percibí detalles a una mayor distancia que antes.

Experimentando con mi habilidad de 'Detalle' , observé detalles muy básicos de los objetos. Cuando dirigí esta habilidad hacia mi brazo, vi mi nombre, raza, edad y el número de habilidades:

Nombre: Vlad Von Tepes

Raza: Mixto

Edad: 9 días de nacido

Habilidades: 5

Me sorprendí al descubrir que tenía una habilidad adicional.

Ahora, en el presente...

Estaba recostado en el césped bajo la sombra de un árbol frondoso, absorto en mis pensamientos mientras observaba el cielo. Los recuerdos de mi primer día en este mundo flotaban en mi mente cuando escuché unos gritos a lo lejos que me llamaban.

"—Hermano Vlad...." "—Vlad...." "—Vlad....". Me incorporé rápidamente y me di cuenta de que era Shea, mi media hermana mayor, quien me llamaba por mi nombre.

"—Shea, ¿qué necesitas?" Respondí, aunque mi tono era distante. A pesar de mis reservas personales, ella siempre estaba buscándome. El trauma de mi vida pasada dificultaba el forjar lazos familiares.

"—¡Te he dicho que me llames hermana!" Exclamó con un gesto de enfado evidente.

"—Dime para qué me buscas, Shea." Le pedí, preparándome para lo que fuera que quería decirme.

"—Lady Eleonor te buscaba hoy. Debes conocer a tu tutor." Shea finalmente dijo, su tono mostraba cierta seriedad.

Dirigiéndonos hacia la mansión, nos encontramos con Ho Tinh.

"—¡Mamá!" gritó Shea.

Ho Tinh es una de las concubinas de mi padre y la sirvienta demi-humana. Su hermoso cabello blanco como la nieve y sus ojos dorados brillaban con un aire de sabiduría. Sus orejas puntiagudas y su cola blanca la identificaban claramente como una mujer zorro.

"—Buenos días, joven amo y Shea. ¿Estás escondiéndote de nuevo de tus clases de etiqueta?" Aunque Shea no sea hija de la esposa principal, mi madre representa la casa y se encarga de todas las actividades de la familia.

"—Hola, señora Ho Tinh. Lo siento, es mi culpa. Me mandaron a buscarme para ir a mi primera clase."

"—Joven amo, eres muy formal con una sirvienta, y es culpa de Shea que siempre busca excusas."

Ho Tinh es muy estricta cuando se trata de Shea. Ella es una marimacho que disfruta los entrenamientos de esgrima, y siempre en las clases de etiqueta, baile y política la verás distraída o escondida.

Llegando al final de la erosión que divide la montaña en dos, divisamos la mansión. Desde el pueblo, no parecía que estuviéramos dentro de la montaña.