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Legado del Angel: Norte oscuro

En los años 20 del nuevo milenio, el mundo no podía estar prosperando más. Nuevas tecnologías y descubrimientos que dejaron a todos atónitos. Todo apuntaba a una época de cada vez mayor prosperidad y grandes expectativas. Entonces, los demonios invadieron... Todo lo construido con fuerza se derrumbó en unos pocos días, y la humanidad cayó en su hora más oscura. Entre guerras y conflictos, se perdió la hipocresía, y los humanos cayeron en una espiral desenfrenada. La gente buena se extinguió... Entonces los ángeles eligieron a los más dignos de entre los humanos. Aquellos recibieron su legado, y un poder inimaginable empezaba a nacer en ellos. Depende de ellos salvar a la humanidad, oh, déjarlo ... ¿Salvarán a los humanos? Oh, ¿se salvarán a sí mismos?

Samyasa · Horror
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20 Chs

Capitulo 2 : Pandemónium

Mientras todos estaban atónitos por lo que estaba pasando. Más gente entró en el comedor.

Algunos eran profesores, otros eran estudiantes, pero todos tenían algo en común, eran idénticos al chico que acababa de entrar. La locura desbordaba sus rostros y sus pupilas se agrandaban en un grado inhumano. 

Todos empezaron a entrar en pánico y trataron de escapar, pero algunos de ellos también empezaron a cambiar. Atacaron a sus compañeros mientras huían, poco a poco, la desesperación tomó el control de todos. 

En medio de las estampidas, muchos cayeron al suelo, y fueron pisoteados por sus compañeros. Sin embargo, nadie se detuvo a ayudar. Incluso aquellos que aún reían y se burlaban ahora escapaban temerosos

En medio de ese pandemonio, solo había una persona tranquila, Klaus. Más bien, se había obligado a mantener la calma.

Tenía que concentrarse y encontrar una salida. Rápidamente pudo ver que la puerta a la cocina estaba abierta, tal vez pueda salir por la parte de atrás.

Después de que todo comenzó, se acercó silenciosamente a Abby y le tomó la mano.

Ella se asustó por un momento, pero se calmó después de verlo. Sin embargo, su hermana Bridget al no reconocerlo, entró en pánico y le gritó.

–¡¡ALÉJATE DE ELLA!!–

Empujando a Abby lejos de Klaus, corrió detrás de Bruce y los chicos. Solo después de ver que era el, se calmó un poco. 

Klaus simplemente la miró pero no dijo nada, y ella tampoco se disculpó.

Entonces Bruce se acercó y habló con el grupo. – Tenemos que salir de aquí–

–¡Pero no hay salida!–

–Vamos por la cocina, debe tener salida de emergencia– Dijo Klaus por primera vez, el resto se sorprendió al escucharlo. Sin embargo, no hubo tiempo para pensar.

–¡Vamos!– Grito Bruce, luego de dudar un poco, todos siguieron a Bruce a la cocina, incluido Klaus.

 

. . . . . . . . . . . . . . . . . .

 

El grupo estaba formado por Bruce y Cooper, Bridget y sus dos amigas. Abby y su amiga llamada Ann, y por último estaba Klaus.

Al entrar en la cocina, se dieron cuenta de que las luces estaban apagadas. Solo se podía escuchar un extraño sonido de mordisqueo que no paraba.

Los chicos empezaron a sacar sus teléfonos y encender las linternas. Cuando lo hicieron, pudieron ver la figura de la cocinera agachado en el suelo. 

Parecía estar comiendo algo.

Uno de los chicos que entró después del grupo de Bruce, se acercó a la cocinera mientras hablaba.

–Señora Dulce, qué haces? síguenos, es peligroso estar...¡D-diablos!–

Rápidamente retrocedió, y todos retrocedieron con él por lo que vieron.

La señora dulce, lo que estaba comiendo eran los restos de su asistente.

Todos temblaron cuando lo vieron, la palidez cubrió sus rostros, incluido el de Klaus. Pero eso no impidió que su mente pensara con claridad.  Sin perder un segundo, se dirigió a la salida de emergencia arrastrando a Abby.

Bruce solo lo procesó un segundo después de él, antes de mirar a los demás y decir con dificultad.

–Tenemos que salir de aquí–

Nadie dijo lo contrario, después de todo, todos solo tenían una cosa en mente, salir de este infierno. Como tal, los muchachos salieron sin muchos problemas de aquel lugar.

 

. . . . . . . . . . . . .

 

A pesar de que ya era mediodía, el cielo estaba completamente gris. Un ambiente de miseria rodeaba las calles de la ciudad. Solo se podía ver a la gente alejándose en todas direcciones. El miedo llenó sus rostros.

Cuando todos salieron y se sintieron un poco a salvo. 

Inmediatamente sacaron sus teléfonos y llamaron a sus familias.

–Hola mamá, ¿estás en casa? 

no te muevas, voy allí–

–¿Papá? ¡Papá! ¡Diablos! ¿Por qué nadie responde?–

–Sí mamá, todo está bien, ahora mismo vamos para allá–

Después de colgar el teléfono, Bridget habló con Bruce.

–Mi mamá dice que está en la estación de policía. 

¿Quieres ir con nosotros?–

Mirando a su alrededor, podía ver la mirada asustada de sus compañeros. La verdad es que él también estaba asustado, pero tenía que hacer algo o la situación se saldría de control. Por lo que Bruce asintió mientras decía. 

–Claro, mi papá también está ahí, alguien debe saber que pasa–

Mientras tanto, Abby miraba a Klaus y lo llama con cara de preocupación. (Ven con nosotros)

Pero Klaus niega con la cabeza y dice en su lugar. 

–No puedo, mi papá me acaba de llamar, me dijo que me estaba esperando en casa–

Abby mira hacia abajo con decepción antes de decir con firmeza.

(Cuídate y ven a la comisaría cuando lo encuentres)

–Haré eso–

Ella le da una mirada de aliento antes de volverse y seguir a su hermana. Pronto, los chicos desaparecieron en una esquina.

La suave mirada de Klaus desapareció tan pronto como se dio la vuelta. Antes de volver al inexpresivo y sombrío semblante de siempre.

Todo esto lo había hecho pensar muchas cosas, no estaba seguro de cómo. Pero si alguien tenía respuestas a todo lo que estaba pasando, ese solo podía ser El.

Tenía la sensación de que estaba a punto de suceder algo más grande.

 

. . . . . . . . . . . . . .

 

Después de separarse de Bruce y el grupo de él. 

Klaus siguió caminando por la misma ruta que tomaba todos los días para volver a casa.

En el camino, vio a muchas familias y personas con equipaje saliendo de la ciudad. Las expresiones de pánico y miedo estaban grabadas en todos y cada uno de sus rostros.

También vio a muchas personas volverse locas y atacar a otros, vio bandas armadas en las calles. Tiendas, casas y calles destrozadas, incluso fue testigo del canibalismo.

Al ver todo esto, Klaus llegó a una conclusión sombría...

Todas las sociedades se basan en el orden para  poder existir de forma adecuada. Cuando se le quita el orden y entra el caos, cualquier sociedad, por firme que sea, acaba colapsando.

¡AAGH!

Mientras pensaba en ello, una de esas personas enloquecidas lo atacó.

Después de que Klaus lo miró, se dio cuenta por la ropa que llevaba que debió haber sido policía, pero aun así no perdió el tiempo.

Cogió una barra que encontró en el suelo y se defendió.

¡Aargh!

Cuando estuvo justo frente a él, Klaus no dudó ni un momento, apuñaló con fuerza la cabeza del policía con la barra. El policía avanzó un poco más antes de caer a un lado, sin moverse. 

Nadie sobrevive a algo así...

Después de que dejara de moverse, Klaus tomó el arma y las balas y sin remordimiento, abandonó el lugar. La verdad, ni siquiera se detuvo a pensar que había matado a alguien.

Pero de algo si se dio cuenta...

Todo estaba demasiado silencioso...

Cuando se detuvo a mirar a su alrededor, vio algo que lo aterrorizó desde lo más profundo de su corazón, por primera vez en mucho...mucho tiempo.

Una persona, que era más bestia que hombre...

Y se estaba acercando...