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LA PISTOLERA

ella no recuerda su nombre y no recuerda de donde viene ni porque se dirige a California; pero si recuerda una sola cosa: que su munición nunca le falte y que su tabaco tampoco lo haga su apodo es: COLT LA PISTOLERA

crazor_productions · Fantasy
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15 Chs

CAPITULO 6: EL DUELO FINAL

El sonido del viento y de los buitres era lo único que se oía en Miracle Town. Ahora no era un pueblo milagroso sino uno fantasmagórico.

Colt caminaba al lado de Ryan y Jerry, siendo sujetada por ellos para que no cayese. Paseaban por el lugar viendo las casas abandonadas. Los letreros, que colgaban de los negocios, chirriaban mientras el viento los movía. Ryan, al ver aquello, solo pensó en que ni bien terminasen de curar a Colt. Se concentrarían en no volver nunca más por allí. Ya no había nada que ver.

Se acercaron a la casa, que se veía a oscuras en plena noche, se dirigían a ella. Colt oyó un resoplido y vio al caballo negro que condujo la carreta en las cercanías. Aquello le llamó la atención, los Caballos suelen ser animales fieles que vuelven a su casa cuando su dueño los deja en un lugar determinado; pero, por lo general, se dirigen a las caballerizas, no a cercanías del hogar.

- Jerry sostén a Colt, yo iré a abrir- le pidió Ryan dirigiéndose a donde estaba la puerta de casa

Colt miraba con atención el caballo, tras deducir lo que ocurría vio a Ryan y le gritó

- ¡Ryan!, ¡aléjate ahora!, ¡es una trampa!

Se encontraba a unos metros de la puerta cuando la casa exploto enfrente suyo. Alguien había tirado una dinamita por la ventana en donde había un barril de pólvora en el interior de la casa.

- ¡PAPÁ!- gritó Ryan, el miedo lo cegó y corrió a donde estaba su padre soltando a Colt, se acercó a su padre quien todavía estaba vivo; pero terriblemente dañado

- ¡No den un paso más!- gritó el Profeta saliendo de las sombras y acercándose con un rifle en la mano- si llegas a hacer un movimiento sospechoso los mato, ¿oíste forastera?

- Si, te oí- siseó Colt

- Muy bien- dijo el Profeta riendo- quiero que tires tus armas y te quites ese maldito cinturón, luego patéalo hacia donde estoy yo

- ¡Cabrón!- le gritó Ryan; pero El Profeta le pateó la cara

Colt con rapidez se quitó el cinturón y lo lanzó al suelo, aquel loco, cuyo rostro no era visible, comenzó a reír, después apunto a Ryan junto a su hijo para decirles

- Hoy no ha sido un buen día, por lo que estoy muy cansado como para matarlos a los tres, sin embargo no sería un Profeta de Dios si no mostrase clemencia y dureza, por lo que tú, forastera, serás la que elegirá a quién de ellos dos debo matar ¡ y hazlo rápido! No tengo todo el día

- ¡Colt!, ¡no lo hagas!, ¡nos matara a ambos de todos modos!- le habló Jerry con desesperación

- ¡Elige!, ¡quien vive y quien muere!- le ordenó El Profeta con su voz ceremonial

Colt se mantuvo callada mientras lo miraba con ira, tras un tenso minuto ella, casi tartamudeando, le dijo

- Elijo… elijo- de forma sorpresiva con un solo movimiento se sacó el Guante, donde tenía su cuchillo guardado, para lanzarlo a una gran velocidad a donde estaba el hombro del profeta- ¡te elijo a ti!

El Profeta lanzó un grito soltando el rifle.

- ¡Ryan!, ¡Jerry!, ¡huyan!- les gritó Colt tomando su pistola ensangrentada, la cual casi se caía de sus manos- ¡yo me hare cargo de él!

- ¡Te amo Colt!- confesó Ryan tomando a su hijo con sus brazos echando a correr

- Yo también- le respondió Colt mirándolos como si fuese la ultima vez- los amo a ambos

Después padre e hijo se fueron de allí dejando a Colt y al Profeta loco en plena noche iluminada por el fuego de aquella casa.

. . .

El Profeta loco miró a Colt, totalmente fuera de sí, con una furia casi animal se quitó su máscara mostrando el rostro de un hombre calvo, con un rostro envejecido y una barba canosa, tenia mechones de cabello gris en sus costados; pero nada más.

Con rapidez tomó su rifle al mismo tiempo que Colt terminaba de colocarse su cinturón nuevamente. Sosteniendo la pistola ensangrentada la Pistolera decidió colocarla en la funda. El Profeta le apuntaba con su Rifle. Ambos se miraron a los ojos durante unos minutos. Los ojos de Colt miraban con ira al Profeta, los ojos del Profeta miraban con ira a Colt. La mano de Colt se dirigía a la culata de su pistola, el rifle del Profeta le apuntaba hacia la cabeza. Colt tomaba la culata, el Profeta acercaba el dedo al gatillo. Colt miraba al Profeta, el Profeta a Colt, los ojos de ambos se veían fríamente. Colt, El Profeta, Colt, El Profeta, Colt, El Profeta

Luego dispararon.

. . .

Ryan oyó el disparo y se detuvo en seco soltando a su hijo al principio murmuró; pero luego gritó:

- ¿Colt?, ¡NO!

Sin importarle más nada corrió a donde estaba su amada amiga.

. . .

Se oía el viento del desierto en plena noche. El Profeta trató de guardar su rifle; pero lo soltó y cayó de rodillas mientras que Colt seguía apuntándolo. La sangre de su enemigo manchaba su rojo atuendo. Entre las llamas el Profeta veía como la figura imponente de la desconocida se acercaba a él, detrás del mismo fuego, El Profeta vio como sus ojos habían cambiado. Su iris ya no eran azules sino rojos, como el mismísimo fuego del infierno. Furioso aulló

- ¡¿QUIEN ERES TU?! ¡¿DE DONDE VIENES Y POR QUE HACES ESTO?!

Colt solo lo miró con calma para darle otros dos disparos a su pecho haciendo que la sangre continuase fluyendo. Con la sombra de su sombrero tapando su cara, mirándolo con aquellos ojos rojos y su larga cabellera del mismo color, aquella desconocida le dijo

- No sé de dónde vengo, hago esto porque si no, nadie más lo hará y en cuanto a quien soy- una sonrisa se dibujo en sus labios al responderle- ¡mi nombre es Colt, La Pistolera!

Sin más que agregar y sin advertencia previa remató al Profeta dándole un disparo en la cabeza volando sus sesos. Él cayó al suelo con una mirada vidriosa que reflejaba el terror que tuvo antes de morir. Su boca, al golpear el arenoso suelo, sangró. El duelo final había terminado.

. . .

Ryan llegó en el mismo momento en que vio a Colt de pie mirando el cadáver de su adversario. Las lágrimas no tardaron en aparecer, intentó gritar; pero el aliento no salía de su boca, sin embargo finalmente pudo salir en una exclamación tan fuerte que parecía un grito de alegría, tristeza y pasión

- ¡COLT!- sin perder tiempo corrió hacia donde ella se encontraba dándole un fuerte abrazo, incapaz de contenerse lloró sobre su regazo- ¡creí que te perdería!

- Ryan, ya se los dije- le recordó Colt acariciando su cabello- yo no soy de las que mueren fácilmente

Tras decir eso, ambos se miraron fijamente, Ryan dejo de llorar, Colt le secó con su dedo la mejilla derecha, sonriendo se besaron siendo iluminados solo por las llamas de aquel hermoso hogar. Jerry, quien corría tras su padre, al llegar y ver que ambos no solo estaban bien sino también se estaban besando con pasión fue suficiente para que mirase a otro lado ruborizado y riendo.

Todo iría bien de allí en adelante.