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LA PISTOLERA

ella no recuerda su nombre y no recuerda de donde viene ni porque se dirige a California; pero si recuerda una sola cosa: que su munición nunca le falte y que su tabaco tampoco lo haga su apodo es: COLT LA PISTOLERA

crazor_productions · Fantasy
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15 Chs

CAPITULO 4: UN DÍA AL LADO DE LA FAMILIA BILLSBOURD

El día comenzó de forma tranquila. Colt vio, desde la ventana, como los rayos del sol salían por el horizonte. Ya no tenía puesto su saco negro, ni tampoco su sombrero, sus guantes estaban en la mesa. En ese momento solo llevaba su camisa blanca con sus pantalones vaqueros negros y su cinturón marrón claro con las pistolas en sus fundas. Su cabello se veía un poco despeinado y un mechón cubría su ojo junto a su cicatriz. Ella veía con sus ojos azules el cómo Ryan trabajaba arando el campo mientras que su hijo jugaba con una vara a perseguir una rueda de caucho ligero. Sonrió al notar cuan inocentes eran ambos. En la ventana podía ver el paisaje que estaba compuesto por un manzano con los frutos listos para ser cosechados. Un poco de verde pasto que no parecía prosperar más allá de la entrada de la casa y varios cultivos dispuestos a ser cosechados. Colt decidió salir a ayudarlos.

Se acerco a Ryan para preguntarle

- Lindas plantaciones, ¿de qué son?

- Aceitunas- le respondió Ryan sacándose el sombrero para secarse la transpiración- están listos para ser cosechados; pero tengo que esperar un poco a que anochezca, caso contrario no podre cultivar los otros árboles de manzanas

- Quieres dedicarte a las manzanas en realidad, ¿cierto?- preguntó Colt sonriendo

- Algo así, el negocio de las aceitunas no prospera tanto como el de las manzanas

- ¿Deseas que te ayude?- se ofreció Colt sonriente

- No lo sé Colt, es decir, este es un trabajo difícil, no es lo mismo que sacar las pistolas y matar personas- se negó Ryan preocupado por ella

- ¿Insinúas que por ser mujer no podre cosechar las aceitunas?- preguntó Colt mirándolo con un gran enojo en esos ojos azules

- ¡No es eso lo que quise decir!- se defendió Ryan totalmente asustado- es que esto tiene un ritmo que debe ser seguido al detalle, por eso dije que no es lo mismo que sacar un arma y disparar

- Solo deja que lo haga, además no voy a estar sola- le respondió Colt sonriendo con malicia para luego lanzar un silbido y decirle a Jerry- ¡oye Jerry!, ¿quieres ayudarme a cosechar?

- ¡Siiii!- exclamó Jerry con total alegría dejando sus juguetes y se dirigiéndose a donde estaba Colt dispuesto a ayudarla

- ¡Colt, espera!, es un niño todavía- se quejó Ryan; pero Colt le dijo con una firmeza a la vez que también una suavidad muy grande

- Sin embargo algún día tendrá que aprender y, por lo que puedo observar, él desea hacerlo, por lo que le daremos una oportunidad- después miro con ternura a Ryan para añadir- eres un hombre muy dulce y sobreprotector al parecer, no te preocupes, estaremos bien

Luego de eso se dirigió a donde estaba Jerry para recibir la canasta donde reunirían las aceitunas que él le estaba llevando.

. . .

El sol del medio día daba en sus cabezas; pero los sombreros de ambos les protegían muy bien de aquellos mortales rayos ultravioletas. Habrían iniciado a las nueve de la mañana y ahora se encontraban por el medio día; pero gran parte de la cosecha ya había sido hecha. Jerry reía al ver lo logrado en un día. Por otro lado Colt se mantenía seria y con una mirada tierna le preguntó a Jerry.

- ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tu padre comenzó a ser tan sobreprotector?

- Él siempre fue así- le contesto Jerry mientras continuaba con la labor- incluso cuando mamá vivía, solía actuar como que se preocupaba de mas por todos

- Jerry- le dijo Colt con un tono de pesar para luego preguntarle- ¿sabes o intuyes que tu papá no es tan fuerte como debería, verdad?

Jerry se detuvo en ese momento y la miró con pesar asintiendo con la cabeza diciéndole

- Intenta serlo Colt, intenta cada día llevar la carga de ser el hombre de la casa a pesar de estar solo. Cuando mama vivía, él se veía distinto, parecía que no debía demostrarle nada a nadie, que no era necesario que tuviese esa fortaleza y mucho menos que actuase como si fuese el héroe de una novela de aventuras. Es esa gente del pueblo amiga, ellos se burlan de él, le dicen blando y afeminado, cuando no lo es. Mi padre ha lidiado con todo en estos años, ha lidiado con los negocios familiares, con la cosecha, con las burlas de los lugareños, con mi crianza y con la muerte de mamá

Después de decir eso, Jerry bajo la cabeza y comenzó a sollozar

- Incluso lidia con ese maldito del Profeta junto con las amenazas de perder su único hogar… papá es muy fuerte para mí, por que ha tenido el valor de enfrentar todo ese dolor junto a esa carga sin quejarse un solo día; pero sé que le cuesta, sé que esto le sobrepasa, lo supe cuando vi como se quebró anoche, con la excepción de la noche que mamá murió, papá nunca se quebró delante mío ¡El es un hombre fuerte Colt! ¡Pero creo que hasta la fuerza puede tener un límite! ¿Verdad?

Después de decir aquello, rompió a llorar. Colt se agachó para secarle las lágrimas y después con una sonrisa le dijo

- Verdad, todo tiene un límite, incluso la fuerza interna- después le dio un abrazo añadiendo- yo también me di cuenta de ello cuando vi su hogar. Hay muchas fotografías de tu mamá, nadie tiene tantas fotografías de una persona a menos que realmente significase algo para él, por lo que supe de inmediato que tu mamá era el pilar que sostenía a tu padre. Quizás por eso es que has notado esa forma de ser tan sobreprotectora. Teme perderte y perder todo aquello que ama, como perdió a tu madre, por lo que tiene esa foto como un recuerdo, para no olvidarla mientras él viva y no olvidar la fuerza que sacaba de ella

- ¡La extrañamos Colt!, ¡la extrañamos mucho!- gimió Jerry abrazándola con fuerza a la vez que lloraba sobre su regazo

- Lo sé pequeño, lo sé- le respondió Colt con cariño mientras continuaba abrazándolo

Dicho abrazo duró un poco más, hasta que Ryan tocó la campanilla del almuerzo. Colt sonriendo le dejo de abrazar para luego secarle las lagrimas y decirle:

- Bueno, pequeño, ahora seca tus lagrimas, tenemos que ir a comer, después continuaremos hablando si lo deseas

- ¡Sí!- asintió Jerry secando sus lagrimas con el dorso de su mano y después esbozó una tierna sonrisa

Luego ambos fueron a comer.

. . .

Durante el almuerzo Colt había oído las anécdotas de Ryan y su hijo a lo largo de los años. Desde como Ryan, cuando niño, liberó por accidente a los caballos del establo a la vez que Jerry tiró por accidente el florero de porcelana de su abuela. Colt reía al ver como esos dos eran el uno para el otro. Después del almuerzo continuaron con la cosecha, Jerry logró, con la ayuda de Colt, poder reunir la mitad de las aceitunas. Era un gran logro.

El día se estaba yendo en el horizonte, por lo que Colt encendió una fogata, tomó una guitarra y comenzó a tocarla. Miró el ocaso para después decirles

- No suelo recordar muchas canciones, ya saben por la amnesia; pero esta, por algún motivo, si la recuerdo, siempre la toco cuando el sol esta ocultándose en el horizonte

- ¿De que trata?- preguntó Ryan con curiosidad

- No es una canción con letra- le respondió Colt- pero la harmonía te obliga a inventarla, pensarla o… sentirla

Después de eso comenzó a tocar la canción. Era cierto que no tenía una letra; pero no importaba. Ryan podía sentirla. Miraba el cielo estrellado y recordaba a su esposa. Su risa, su modo tan amoroso de hablarle; pero, por sobre todo, como le inspiraba a ser mejor cada día, a ser mejor cada semana, cada mes y cada año. Luego la música le hizo recordar todo lo vivido, desde que la conoció, un día de verano cuando ella llegó a su casa totalmente deshidratada pidiendo ayuda, a cuando se casaron para tener una familia. Los recuerdos pasaron a los primeros años en los que criaron a su pequeño juntos y como él sentía más fuerzas para seguir adelante gracias a su amor. Luego sintió el dolor de cuando ella moría por culpa de esa enfermedad, después volvió a pensar en lo que pensaba cada mañana con la excepción de esa en particular. Despertar todos los días buscando con su mano la cabeza de su amada para descubrir que no había nada allí, había muerto muchos años atrás.

Jerry sentía lo mismo; pero también había algo más. Recordaba la felicidad, el amor que sentía de su madre cada día que la veía, recordaba ver a su padre con una alegría que no había vuelto a ver desde ese día, las canciones de cuna, los pasteles de manzana caseros que ella horneaba y por sobre todo, aquella unión que los tres tenían que parecía inquebrantable. Una unión que no había sentido desde… ¿Qué llego Colt?

Luego los dos, sin saberlo, sintieron un gran cariño hacia aquella desconocida sin nombre que les estaba cuidando como si fuese la madre de Jerry como también la esposa de Ryan.

Tanto uno como el otro se sentían seguros al lado de ella, aunque no la conocían. Colt emanaba una seguridad y una fuerza solo comparable a la que emanaba aquella mujer que les dejo años atrás. Ryan sentía que Colt le daba fuerzas para seguir y para no rendirse, por otro lado, sentía un gran afecto hacia ella. Le había salvado la vida tres veces seguidas y sin reprocharle el no haber actuado. Jerry sentía una contención por parte de ella, una dulzura que no estaba a simple vista; pero como la cebolla que tenía cientos de capas, ella a la vez también las tenia; pero tras esas capas había una mujer amorosa, tierna y protectora como lo fue su madre. La música de su guitarra continúo tocando mientras que Colt cerraba los ojos y también se dejaba llevar por sus pensamientos.

Por alguna razón ella también los quería, también les tenia aprecio. Solo les había conocido por dos días; pero en esos dos días vio a una familia devastada que imploraba por su ayuda, no tenía tiempo para salvarlos; pero por alguna razón no deseaba dejarlos solos. Ella sentía que por alguna razón también los necesitaba. Ryan se preocupaba por ella, no recordaba a nadie que lo hubiese hecho antes, en realidad no recordaba nada de antes; pero el que sin conocerla se preocupase así por ella, le hacía tenerle cariño. Por otro lado el niño necesitaba una figura de fortaleza, si no podía ser la paterna ¿Entonces sería la materna? ¿Acaso les quería mucho? Con los ojos cerrados sintió que la respuesta era que sí. Ellos la necesitaban, ya que eran dos personas que sufrían en silencio y necesitaban alguien que complementase aquello que les faltaba. No el valor, ya que los dos eran muy valientes, tampoco la fortaleza debido a que no carecían de ella, sino la felicidad junto a la seguridad, ellos necesitaban una especie de pilar; pero ¿Ella era ese pilar en sus vidas? No lo sabía. No sabía si estaba haciendo lo correcto. Después de que termino de tocar, fue que abrió los ojos y vio como ambos se habían dormido. Sonriendo fue a buscar una manta para luego ponérselas en el cuerpo mientras hacía guardia nuevamente, esta vez a la luz de la fogata bajo aquella noche estrellada.