webnovel

LA PISTOLERA

ella no recuerda su nombre y no recuerda de donde viene ni porque se dirige a California; pero si recuerda una sola cosa: que su munición nunca le falte y que su tabaco tampoco lo haga su apodo es: COLT LA PISTOLERA

crazor_productions · Fantasy
Not enough ratings
15 Chs

CAPITULO 3: LAS AMENAZAS DEL PROFETA A LA FAMILIA BILLSBOURD

Colt se acercó a donde estaba la inscripción para tocarla, aun estaba fresca.

- siguen aquí- dijo con severidad, luego saco sus revólveres y entró por la puerta de la casa

- ¡Colt espera!- le gritó Ryan; pero era tarde, ella ya había entrado.

Colt se adentró por la casa, moviéndose por las paredes de la misma, escuchó con atención su entorno, al cabo de un minuto oyó una respiración, sin dudarlo, se lanzó al suelo mientras que apuntaba con su arma a donde estaba la puerta de la alacena. Después disparó con sus revólveres la misma puerta. Esta se abrió de pronto saliendo de ella un hombre obeso con cabello largo canoso y una barba igual de blanca muy desarreglada. Parecía un estereotipo de minero del viejo oeste. Aquel hombre tenía los dedos llenos de carbón y tenía un revolver en su mano. Gimió un poco antes de caer al suelo muerto sosteniéndose su estomago y soltando su arma. Todo había terminado.

Colt se levanto cautamente con sus armas todavía en las manos. Oyó los sonidos de su entorno nuevamente, cerró los ojos esperando sentir algo que pudiese estar fuera de lugar en aquella casa, no oyó nada. Solo los pasos de Ryan quien se acercaba corriendo a donde ella estaba.

Ryan tenía su corazón latiendo a mil, ni bien oyó los sonidos de disparos temió ver a Colt muerta; pero en su lugar se encontró con el viejo Rooney, aquel ebrio loco había sido quien los estuvo amenazando tres días atrás.

Colt se levanto del suelo y lo vio severamente para decirle

- el arma estaba cargada ¿acaso has estado molestando a alguien que no debías muchachito?

- Así parece- le respondió Ryan con pena- Colt, tengo unas tazas de café listas para ser usadas, preparare un poco, tengo algo que contarte, en realidad a quien debo decírselo es a mi hijo; pero si estarás aquí esta noche, lo justo es que tu también lo sepas

Después de eso se retiro a donde estaba la cocina.

. . .

Sirvió el café en las tres tazas blancas mientras comenzaba a contarles lo sucedido

- Esta casa ha estado en esta tierra desde mucho antes de que Miracle Town fuese fundada, mis padres la construyeron en mil ochocientos sesenta y uno, aquí he crecido, me hice un hombre y conocí a la asombrosa mujer que sería la madre de mi hijo, también aquí fue donde ella… falleció- luego contuvo un sollozo al decir aquello- mi hogar es rico en tierra fértil, se encuentra en un punto estratégico dentro del mismo pueblo ya que este se ubica a unos metros del oasis donde las vacas, Carneros o incluso en algunos casos ovejas y caballos van a tomar algo, permitiéndome tomar los animales que me hagan falta para aumentar mi riqueza, sin embargo como podrás notar ,Colt, a pesar de tener toda esta abundancia, nosotros vivimos en humildad

- Lo pude ver ni bien entre- enfatizó ella con un tono serio y calmo

- Sin embargo, hace unos cuatro días atrás, El Profeta vino a verme, yo me sorprendí de que quisiese hablar conmigo ya que no suelo compartir ideas con él, tanto políticas, religiosas o morales- continuo Ryan- desconocía el por qué de su visita hasta que hablamos

"en un principio le vi algo confundido por su presencia; pero él me respondió

- Señor Billswourd, es bueno ver que he podido encontrarle en casa a tiempo- me dijo con un tono casi amenazador

- Aun no salgo a hacer mis mandados- le respondí con calma

- Bueno señor Billswourd, antes de que saliese, le agradecería que me diese unos minutos de su tiempo- comenzó él con ese tono de misionero evangelizador persistente

- ¿Para qué?- le pregunté con severidad

- Señor Billswourd, usted ha vivido en nuestro pueblo durante años, incluso antes de que este se fundara, ahora siendo usted un hombre adulto que goza de tantas riquezas, ¿no piensa que debería compartirlas con los humildes?

- ¿Que no lo hago cuando llevo mis animales a otros ranchos o cuando dono a su iglesia no solo dinero sino alimentos para los pequeños que pasan hambre en su pueblo?- le dije con un tono de enojo

- ¡No sea impertinente!- me respondió El Profeta con un tono de enojo obvio

- ¡Usted es el impertinente al venir a mi propiedad insinuando cosas indebidas!- le respondí furioso

- Señor Billswourd, yo no insinuó nada, lo digo todo directamente y sin malos entendidos, usted ha vivido de la riqueza natural de Miracle durante años, ahora como Profeta de Dios, le exijo que comparta su riqueza con los humildes

- ¿Y como lo haría?- le pregunté molesto

- Su casa es un lugar muy bendecido señor Billswourd, por lo que deseo su hogar para poder convertirlo en una capilla que tenga lo necesario para aprovechar las bendiciones de nuestro señor a este pueblo

- ¡¿Cómo se atreve?!- rugí furioso a lo que El Profeta me dijo

- Sé que es prematuro, por eso le daré un lapso de trece días para poder pensar las cosas bien y darnos lo que deseamos, recibirá la visita de un enviado celestial para recordarle su deber en el mundo, buenos días señor Billswourd- me respondió aquel sujeto con un tono tranquilo yéndose de allí cuanto antes

Yo me quede respirando de forma agitada; pero decidido a no ceder ante las presiones de esos malditos, después todo comenzó de forma rápida y dolorosa. Una nota en mi mesa de noche que decía que tenía trece días, luego una escritura hecha con carbón en el ropero de mi habitación, a pesar de que esa noche había cerrado con llave la puerta y a la vez puesto pestillo a las ventanas, el mensaje era el mismo; pero con el numero 12 en lugar del 13 escrito en el mensaje. Ayer en la almohada de mi difunta esposa, una nota con la misma inscripción, diciendo que tenía once días. Hoy son diez, temo lo que pasara cuando llegue a cero"

Después de eso Ryan se puso las manos en el rostro para romper a llorar por la pena que sentía.

. . .

El llanto de aquel pobre hombre en un principio la irrito. Si había algo que ella no soportaba era a los patéticos cobardes incapaces de defender lo suyo; pero cuando vio como el pequeño se acercaba a él para abrazarlo fue que entendió que algo mas estaba ocurriendo en realidad. Colt miro con detenimiento la casa mientras rememoraba lo que aquel muchacho le había dicho. El hogar donde creció, donde se crio y donde conoció a la mujer que amó hasta que ella… después entendió lo que pasaba por lo que el enojo inicial cambio inmediatamente a una sensación de pena por lo que le dijo.

- Tranquilo, sé que no es sencillo el poder cargar con tantas responsabilidades a la vez y ser amenazado injustamente

- ¿Qué?- preguntó Ryan mientras dejaba de llorar y la miraba con asombro

- Viendo que has sido amable al ofrecerme tu hogar, a pesar de ser una forastera desconocida, lo justo es compensarte con un acto de autentica generosidad- le contestó Colt levantándose de la mesa y se dirigiéndose a la ventana- te prometo que no se llevaran tu casa, tampoco dejare que te hagan daño a ti o al pequeño

- ¡Colt!- exclamó Jerry sorprendido- ¿acaso piensas enfrentar al Profeta?

- En efecto, eso hare- le respondió Colt mientras seguía mirando por la ventana aquel paisaje nocturno debido a la oscura noche- pero antes deben decirme una sola cosa

- ¡Sí, claro!, ¿qué es lo que quieres saber Colt?- le preguntó Ryan completamente emocionado

- ¿Tienes una escopeta?- le respondió Colt viéndolo de reojo y sonriéndole de forma tranquila

Ryan le dio la escopeta que tenía en su habitación. Ella la tomo sonriéndole con cariño, después abrió el caño donde se cargaba la munición y se fijó si esta estaba cargada. Luego de cerciorarse, cerró la misma diciéndole a Ryan

- Haré guardia esta noche, ya de por si les debe haber inquietado el que su amigo no haya vuelto tras dejar el mensaje, ni bien vea algo sospechoso procederé a matarlos

- ¿No deseas que te ayudemos en algo?- preguntó Ryan totalmente aterrado

- No hará falta- rió Colt- solo vayan a su habitación o a la del niño si piensas que puede ser peligroso estar en la tuya esta noche

- Colt, ¿estás segura realmente que quieres hacer esto?- preguntó con horror Ryan

- Es lo menos que puedo hacer por haberme dejado pasar la noche aquí- le aseguró Colt sonriendo- ahora ve, estoy segura de que no tardaran en llegar

- Si- asintió Ryan dirigiéndose a la pieza de su hijo

Colt apagó las velas que tenía a su alrededor, después de estar a oscuras en la casa se posó cerca de la ventana para ver el bello; pero peligroso en ese momento, paisaje nocturno. Luego de unas dos horas de completa inmovilidad en el ambiente, Colt noto que tres siluetas se dirigían a donde estaba la puerta de la casa, también notó que llevaban algo más. Al parecer esos desgraciados tenían un barril de querosén, o algo cercano al mismo. Colt entendió lo que iban a hacer a continuación. Tomo la escopeta y corrió a donde estaba la puerta de entrada.

Al parecer los días se habían terminado abruptamente, aquellos sujetos iban a quemar la casa con sus ocupantes adentro. Eran tres hombres que vestían camisas blancas y pantalones negros. Estos llevaban un crucifijo en sus cuellos. Uno era pelado con barba llena de canas en el mentón, el otro tenía el cabello blanco y se veía muy delgado. El tercero era de piel morena con un cabello negro muy abultado. Estos comenzaron a destapar el barril cuando se escucho como se rompía la ventana de entrada. Después el sonido del disparo de una escopeta. El barril exploto en pedazos a la vez que el de barba canosa sostenía todavía dicho artefacto. Horrorizado comenzó a correr por todos lados quemándose y haciendo señales de agonía con los brazos.

El hombre de cabello blanco desenfundó su pistola; pero antes de poder apuntar tres disparos le destruyeron el pecho matándolo en el acto.

El último que quedaba comenzó a correr cuando sintió que algo tomaba sus pies obligándole a caer al suelo. Cuando vio atrás suyo que era lo que lo había inmovilizado notó que era un lazo lo que tenía en las piernas, no alcanzo a hacer cualquier otro movimiento, porque Colt estaba saliendo de la ventana arrastrando a su presa a la vez que lo apuntaba con su revólver.

- ¡No!, ¡espera por favor!- le rogaba aquel hombre

- El queroseno, ¿Qué iban a hacer con él?- le preguntó Colt furiosa

- Solo íbamos a incendiar la tierra para mandar un mensaje- le contestó aquel hombre aterrado- no íbamos a quemar la casa, ¡lo juro!

- Bien, tú tienes un mensaje que enviar, yo también tengo uno que dar, ¿ lo transmitirás por mi?- le preguntó Colt furiosa

- Si claro- le contestó aquel hombre

- Entonces escucha- le dijo Colt luego le disparó en el pecho con sus armas creando una letra en cada disparo

A la mañana siguiente, en la entrada de la iglesia, todos los habitantes, sobretodo el Profeta, encontrarían el cuerpo muerto del mensajero que tenía una leyenda grabada con las balas y la sangre en su pecho. Dicha inscripción decía

"TIENES UNA SEMANA PARA ABANDONAR EL PUEBLO"

El Profeta gruñiría de ira al ver aquello, al parecer tenía una rival en el pueblo.

Ryan abrazó a su hijo durante esa fatídica noche mientras oía los gritos de agonía de los mensajeros seguido de los disparos. A la mañana siguiente cuando bajó a la cocina para ver si esta quedaba en pie, se sorprendió al notar que lo único que había sido destrozado era la ventana; pero todo lo demás seguía en pie.

Colt estaba tomando un poco de café cuando vio a Ryan y lo saludo diciéndole

- Buenos días amigo, ¿Cómo dormiste?

- No muy bien, ¿ qué paso anoche?- le preguntó Ryan acercándose a ella para ver si se encontraba bien

- Quisieron darte un mensaje; pero yo lo recibí por ellos y les di otro como paga- le respondió Colt luego bebió un sorbo de su café

Ryan iba a continuar su conversación cuando noto algo en la mano derecha izquierda de Colt. Era una horrible lastimadura que parecía haber sido hecha con un hierro caliente. Esta se encontraba en la parte superior de la misma y al parecer era una letra que decía D

Totalmente horrorizado al ver eso no pudo evitar preguntarle

- ¡por Dios Colt! ¡¿quién te hizo eso?!

Ella vio su herida y por un momento su mirada segura se desvaneció para aparecer una de tristeza seguida de angustia, como si fuese una niña asustada antes que una mujer aguerrida, rápidamente , con un gruñido de enojo, se puso su guante negro y le dijo

- fue en la Guerra, con esto nos identificaban según nuestra… de todos modos no te preocupes, me hice cargo de que el responsable tuviese todo el abecedario marcado en su maldito cuerpo antes de que lo descuartizáramos vivo

- ¡¿acaso el ejercito confederado te hizo esa barbaridad?!- continuó Ryan totalmente indignado y a la vez emocionalmente quebrado

- Ryan, hay más guerras en el mundo además de las de Estados Unidos, en la que participe se dio hace tanto, que incluso no me sorprende que esta sea desconocida; sin embargo no te angusties amigo, todo eso sucedió hace tanto tiempo atrás que técnicamente apenas si le doy importancia, como bien dice el dicho, lo que no te mata, te hace mas fuerte

- ¡Eres una mujer muy valiente!- exclamó Ryan de manera apasionada para luego añadir mientras se sonrojaba y se rascaba la cabeza en señal de pena- lo cual es bueno, no creo que todas las mujeres deban ser frágiles o indefensas

- Gracias, supongo que tampoco es necesario que todos los hombres sean fríos o insensibles, también los hay sensibles y cariñosos- le aseguró Colt con una sonrisa amistosa

Al ver como aquella mujer desconocida realmente se preocupaba por él, Ryan no pudo hacer otra cosa que no fuese sonreír y asentir. Se sirvió café y la vio nuevamente sintiendo en su corazón como nacía un cariño muy grande hacia aquella valiente pistolera.

Colt, por otro lado, pensaba que sus memorias todavía estaban borrosas como para decirle todo lo que le había pasado durante aquella Gran Guerra. Era cierto que había sido herida físicamente durante dicho conflicto. También que su inocencia junto a su antigua ingenuidad habían muerto aquella vez que le azotaron, marcaron en la mano e incluso le arrancaron algo que no podía recordar bien; pero también era verdad que ella se hizo cargo de que aquel responsable de esa barbaridad fuese castigado de la forma más ruin y depravada posible. Ryan desconocía de la Guerra y de como ella inició un motín en el campo de prisioneros que la convirtió en la Pistolera que veía en ese momento; pero era cierta una cosa, ella realmente no recordaba nada mas de su pasado, ni siquiera por que estuvo capturada en un principio y porque tenía esa cicatriz en su rostro.

Por otro lado, ella comenzaba a sentir algo extraño en su corazón. Al parecer aquel hombre le agradaba demasiado y por algún motivo su hijo también le caía demasiado simpático.