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La Novia no Deseada del Alfa

Jazmín es la primera hija del gran Alfa Bale. Debido a su condición de hija bastarda, vive una vida maltratando, fregando suelos y atendiendo a las necesidades de su padre, madrastra, hermanastros y toda la manada. Pero su vida da un giro drástico cuando la cambian por la hija legítima de su padre para casarla con el guapo y despiadado Alfa Xaden. Xaden está determinado a castigar a Jazmín por los pecados de su padre que había masacrado a toda su familia, aunque ella no se parece en nada a su padre. El odio lentamente se convierte en deseo, pasión feroz y finalmente en amor. Pero, ¿qué ocurre cuando Xaden descubre que Jazmín fue plantada como espía para provocar su caída y que de hecho no era la princesa original que le habían prometido? —Que esto sea una lección para todos. Real o no, Alfa o Omega —declara—. Se alejarán de lo que es mío. En mi propio territorio. En mi manada. Con eso, lanza el brazo ensangrentado a un lado y se lleva a Jazmín lejos de su mirada impactada.

Stephanie_king1 · History
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UN TRISTE ADIÓS

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Después de unos días cuidándome y tratando mis heridas, ya estaba bastante bien.

Ella me dio algunas medicinas.

—Necesitas tomar estas —me aconsejó—. Te ayudarán a sentirte más fuerte y a comer.

Me había ayudado a pesar de que era una extraña para ella, incluso sabiendo que solo hacía un par de días que me había quedado en casa, en la manada, y nadie se molestó en ayudarme.

Tragué pesadamente.

—Gracias —dije—. No sé cómo agradecerte lo suficiente.

—No tienes que hacerlo —me prometió—. Eso es lo que hace la gente. Ayudarse mutuamente.

En todos los días que había estado despierta, no había visto a Alfa Xaden ni a ninguno de sus hombres.

Me había quedado en la habitación hasta que estuve completamente curada.

—Esas heridas en tu espalda —me dijo.

Me quedé en silencio.

Ella sabía quién era yo.

Al menos por lo que me dijo, ella sabía que yo no era Jessica.

Sonreí débilmente. —Fui irrespetuosa y fui castigada.

—No lo fuiste —me dijo—. Y aunque lo hubieras sido, nadie merece esto. Especialmente no cuando es su propia sangre la que lo ordena.

Sentí una repentina vergüenza y embarazo al saber que ella conocía todo sobre mí.

¿Cómo podría explicarle que era una bastarda y que nada bueno podría salir de mí?

Yo había matado a mi propia madre cuando llegué a este mundo.

—Ojalá pudiera decírtelo, pero no puedo —dijo—. Tienes un destino, Jazmín. Uno grande. Ten eso en cuenta.

¿Yo? ¿Tener un destino? Todo lo que había hecho en vida era sufrir y eso era lo que iba a hacer cuando llegara a la manada de Alfa Xaden.

Él lo había dejado claro como el día.

—No puedo detener a Xaden de ninguna de las cosas que quiere hacer —dijo—. Es un hombre que está impulsado por la venganza. Desearía poder hacerlo. Y siento que estés sufriendo por algo de lo que eres inocente.

Me mordí el labio.

—Guardaste mi secreto, me sanaste y cuidaste de mí —dije—. No tengo idea de cómo pagarte.

—No necesitas hacerlo —dijo ella.

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Entonces frunció el ceño y miró el collar en mi cuello.

—¿Quién te dio eso? —preguntó.

—Pertenecía a mi madre. Ella murió después de mi nacimiento —respondí.

Ella lo miró durante un rato y no dijo nada.

—Alfa Xaden me odia —no era una pregunta.

—Sí —respondió ella.

Asentí y vestida con el nuevo cambio de ropa que ella había conseguido para mí, y mis rizos rojos hechos en una trenza simple, me llevó fuera del dormitorio.

Observé toda la casa porque era la primera vez que la veía desde que había estado inconsciente cuando entré.

Afuera los hombres estaban todos esperando.

Todos los ojos en mí.

Xaden fue el primero que vi, parecía verse aún más apuesto.

Miré hacia el suelo consciente de que yo era fea y que él probablemente estaba disgustado por mi apariencia.

La puerta del carruaje se abrió como invitándome.

—Viajarás dentro. He hablado con Xaden —dijo Elena sorprendiéndome—. Aún estás débil y no puedes siquiera montar un caballo por lo que pasó.

Sentí mi rostro arder de vergüenza y ponerse rojo. Todos los hombres sabrían lo que había pasado.

Ella me llevó al carruaje y me ayudó a entrar.

—Gracias por todo —dije desde el fondo de mi corazón.

Ella me sonrió y se volvió para decirle algo a Xaden en un tono diferente de lobo.

Él asintió y luego se giró hacia el carruaje.

Supuse que tal vez entraría.

Pero luego simplemente se giró hacia un caballo que estaba al lado de la puerta.

Me odiaba y no quería tener nada que ver conmigo. Preferiría montar en su caballo que estar conmigo en el carruaje.

—Lamento haberme enfermado y hacerte perder tu tiempo —me disculpé con él.

Él se tensó y sin mirarme dijo —Guarda tus falsedades y mantén tus mentiras para ti misma.

Y luego montó en su caballo y lideró al grupo en el viaje que continuaba.

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