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Viejos conocidos

Decir que las paredes eran de color rojo no será a estas alturas una sorpresa, realmente esta parte del tutorial estaba llena de cliches, sin embargo, ¿podía ser de otro modo?. ¿Para qué romper moldes en una fase que sería un 1% del tiempo que un jugador pasase en el juego?, la dificultad que tenía este tutorial no era realmente por la dificultad de las distintas pruebas, sino por el bajo nivel y recursos con los que llegabas a ellas, había sido más un juego de elegir el orden de factores correcto que otra cosa.

 

El calor comenzó nada más acercarme a la primera antorcha, no era sofocante, pero comparado con el ambiente "fresco" del resto del santuario había una ligera diferencia... a lo mejor eran mis sentidos agudizados, pero se comenzaba a notar el calor... la antorcha no era manipulable, ni tampoco pasó nada al apagarla o encenderla... comencé a andar por el pasillo, alguna gota de sudor perlaba mi frente pero era aun soportable.

A medida que fui avanzando el calor del pasillo se fue incrementando, sudaba profusamente, el aire comenzó a ser molesto de respirar, se me secó la boca... me rodeé de magia de viento para repeler el aire caliente que me envolvía, así pude llegar un poco más lejos, aunque era posible sobrevivir sin magia en ese ambiente sería todo un reto para la voluntad de cualquiera. Comencé a acumular el poco agua del ambiente para poder beberla y rellenar mi odre, avancé hasta que la temperatura aumentó al límite de lo soportable, y eso que una persona originaria de Andalucía estaba acostumbrada a las temperaturas horribles que podía hacer en verano en la cuenca del Guadalquivir.

Vamos a ponerlo en perspectiva, la prueba consistía en andar más de cuatro horas a temperaturas superiores a 45 grados en su tramo final y con una humedad menor al 30%... No era imposible, pero requería fuerza de voluntad para continuar...

Cuando la temperatura ambiente subió a los 50 grados, era difícil incluso con magia no sentir el sofoco. Finalmente una de las antorchas me pareció extraña, no había parado de tocar todas ellas y de realizar pruebas durante el camino, así que en cuanto una de ellas simplemente estaba en una posición un poco distinta se dispararon las señales, giré la antorcha en el sentido de las agujas del reloj y un chasquido sonó pasillo adelante.

Aunque seguía haciendo calor, un pasillo se abría a la derecha... Me asomé al pasillo, no hacía tanta temperatura en él, en cuanto andé dos pasos columnas de fuego se dispararon de todas direcciones, desde el suelo, desde las paredes, desde el techo, en un patrón inconstante y difícil de esquivar.

Tenía varias formas de evitar las llamas, crear una burbuja de aire en mi cabeza y vaciar el oxigeno para extinguir las llamas, acumular el agua del ambiente y rezar para que fuese suficiente para extinguir todas las llamas, abrir sucesivas grietas e ir saltando rezando para que no me diese un chorro de fuego entre grieta y grieta (no veía el final del túnel por eso no podía saltar directamente hasta el final del mismo)...

Sin embargo las más efectivas tenían un costé de mana que después echaría de menos en combate si llegaba alguno, y las que tenían menos coste me parecían arriesgadas y poco eficientes...

Lanzar "bullet time" e intentar hacerlo a lo misión imposible o matrix, así comencé a avanzar mientras las columnas de fuego saltaban a mi alrededor a una velocidad suficientemente lenta como para poder esquivar las columnas, saltando, rodando, corriendo a veces. Si unos días antes me hubiesen dicho que sería capaz de tales proezas físicas me hubiese reído...

Salí ileso excepto por alguna quemadura menor que curé en cuanto las columnas desaparecieron... en el suelo por delante de mi había una piedra roja, del tamaño de una manzana, me imaginé que sería el token...

A diferencia de otros pasillos de misión secundaria este continuaba... avancé durante unos 20 metros, el pasillo seguía hacia adelante pero en la pared izquierda había una puerta.

Tomé precauciones como siempre, y giré el pomo... No me esperaba que al otro lado de una pequeña sala con una mesa y un escritorio estuviese sentado "el mercader de los sueños", detrás de él había una puerta con una ranura...

"ya pensaba que no vendrías... realmente haces las cosas distintas chico..."

"¿pero que demonios haces aquí?"

"ya te lo dije chico nos veríamos en la siguiente fase..."

"perdona pero dijiste "al final de la siguiente fase" y esto que yo sepa no ha acabado..." dije con irá por su trampa...

"tecnicismos..." Me dijo con una sonrisa maliciosa.

"tecnicismos mis cojones... el final es el final, además no dijimos que entre tramposos no nos engañaríamos, no te retractes de tus palabras..." Mis ojos ardían con cierta ira, si era un NPC lo habían creado especialmente irritante...

"vale me has pillado, esta vez no cuenta, este es... mi trabajo habitual por decirlo así... pero no perdamos más el tiempo... ya se por tu mirada que me habrás echado de menos y que te gustaría preguntarme un montón de cosas como ¿que tal la familia? Y demases... pero vamos al negocio que nos ocupa..." siguió con su tono irónico... mi mirada impaciente le cortó en seco...

"vamos con las reglas si es lo que quieres, detrás de mi está la primera escalera al infierno del fuego, sube por ella y enfrentate a las criaturas que en ella moran... traeme una piedra de fuego, de las que sueltan algunos monstruos y podrás pasar la prueba... traeme más piedras y volveremos a hacer negocios... Se me olvidaba, cada vez que abras la puerta te costará una moneda de cobre... que pena se me olvidaba que solo te queda una..." Su sonrisa de triunfo acabó de arreglar el ambiente...

Si no hubiese sido por el escritorio me habría abalanzado sobre él, eso y que no sabía de lo que era capaz...

Fuese lo que fuese lo que me esperaba solo tenía una oportunidad.

Introduje la moneda en la ranura, la cual hizo el ruido de una máquina arcade de videojuegos, varios cerrojos se abrieron, la puerta empezó a girar sobre sus goznes lentamente, conociendo al "mercader de los sueños" seguro que había modificado al mecanismo para darle dramatismo y poner nervioso a los jugadores...

Eso también me llevo a otra reflexión, seguramente no todos los jugadores consiguieron monedas durante el tutorial, ¿se quedaría un jugador sin poder hacer la prueba por no tener monedas...? improbable, seguramente ese mercader timador los desplumaría a cambio de una moneda... Bonito negocio tenía montado aquí el mercader...

Las escaleras eran anchas y subían en espiral como en la torre de un castillo, tras un par de giros llegué a una estancia... al otro lado unos ojos rojos me miraban con furia...

Sin embargo más allá de la mirada poco había de impresionante en la criatura, un poco más alto y más fornido que un goblin, piel rojiza y orejas grandes, una cabeza calva, boca grande con colmillos de jabalí. Llevaba una simple chamarra de cuero y en cada mano una pequeña hacha de batalla...

Se adelantó rápido tirando su hacha izquierda obligándome a subir el escudo... apuñalé con la lanza hacia adelante, a ciegas al haberme cubierto con el escudo a donde pensaba que estaría el "duendecillo rojo" sin embargo solo apuñalé el aire... para cuando quise mirar a la criatura esta había retrocedido y un frasco se estrello contra el escudo... "¡¡¡boooommm!!!" el frasco estalló contra el escudo lanzando un liquido que se inflamo en contacto con el aire... el escudo resistió y pude deshacerme de las llamas con mi magia de aire.

"así que este es el juego..." le dije al monstruo aunque este no pudiese entenderme.

Estaba suficientemente lejos como para no ser alcanzado por la lanza, sonreía... la sonrisa murió junto con el cuando se dio cuenta que su cuerpo había sido cortado por la mitad por una cuchilla de aire.

Registré el cuerpo pero ni rastro de la piedra... maldita sea... esto no sería tan fácil. Lo que sí encontré fue dos frascos más del producto inflamable, no tenía ningún uso ahora mismo para ellos y los guardé en la mochila.

Alcancé el segundo piso rápidamente para encontrarme con otro duendecillo rojo, no le dí tiempo de trucos ni de maniobras, le corté a distancia y punto... sin florituras, sin alardes. Este cadáver tampoco arrojó ninguna piedra, solo otros tres frascos.

Podemos decir que estos monstruos no eran difíciles para mi yo actual pero si lo comparamos con los goblins los duendecillos rojos eran más recios, más hábiles, mejor equipados y sobre todo más inteligentes, incluso para el yo que llegó al santuario hubiesen sido unos oponentes a considerar.

Seguí subiendo y eliminando duendecillos, con la misma mala suerte, cuando comenzaron a aparecer por parejas la brillantez de sus tácticas se reveló, uno atacaba fisicamente y el otro lanzaba el frasco, se turnaban, se compenetraban abriendo mis defensas... No es que fueran difíciles de eliminar, pero si valoraba la presión que podían ejercer sobre los jugadores.

Cuando pasaron a ser tres por ronda, dejó de ser sencillo el matarlos a primera vista, no me pusieron en apuros pero requirió de un poco de más esfuerzo...

No fue hasta que aparecieron 5 a la vez que la piedra apareció en uno de los cadáveres, en cuanto a frascos había acumulado más de 30 y la cifra seguía aumentando... si no fuese por mi mochila dimensional hubiese sido imposible transportarlos...