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Un destino oscuro...

"Ildra despídete de Ikky, te vas ahora" El tonó imperativo nos sorprendió tanto a Ildra como a mi, pero no había margen para resistirse a su orden.

Ildra me abrazó y dejo un suave beso en mis labios.

"nos vemos al otro lado chico guapo..." guiñándome un ojo por despedida se acercó al mercader.

La mano nudosa del mercader se alzó delante de la frente de Ildra, la energía del espacio y de los sueños comenzó a fluir, podía sentir como mi propia afinidad con la energía del sueño aumentaba a pasos agigantados. El cuerpo de Ildra se fue volviendo menos nítido, primero traslucido, después apenas una imagen residual, después como una voluta de humo se esfumó en el aire, simplemente ya no estaba en la sala. Los ojos del Mercader me miraban con una intensidad que daba miedo. Le temblaban las manos, se acerco a mi con pasos seguros y decididos, clavando los talones a cada paso.

Clavó sus dos manos en mis hombros con una fuerza inamovible, su cara a menos de dos palmos de la mía, hasta entonces no me dí cuenta de lo viejo y cansado que realmente era...

"tienes que prometerme una cosa muchacho, no saldrás vivo de aquí si no lo haces..." su mirada era tan agresiva como sería, no dudaba con ese nivel de fuerza y con todas las energías que exudaba su cuerpo que la amenaza era muy real.

"nunca, jamás, ni siquiera a los tuyos, ni siquiera a tus amantes, que tienes puedes manejar la energía de los sueños" El tono era apremiante, imperativo no dejaba lugar a dudas... "La pobre Ildra tendrá que morir... es una pena pero es necesario... si lo sabe puede contarlo...el destino de tu raza depende de ello..." No había arrepentimiento en su voz, solo una emoción velada como la del hombre que esta acostumbrado a decisiones difíciles por duras que fuesen...

"Ildrá no sabe nada... no le he contado sobre mis otras afinidades..." le interrumpí....

"Júramelo muchacho, no es momento de proteger a una amante de dos días, estamos hablando no solo de tu futuro, sino de todo el futuro de una raza, y el futuro de las razas que estén por venir..." Me miraba a los ojos como intentando detectar la mentira en mi miraba, sus manos temblaban sin aflojar la presa sobre mis hombros...

"lo... lo juro por mi honor de tramposo..." dije mirándole a esas pupilas grises que me escrutaban...

"se que ahora no entiendes... como podrías entender... eres el futuro... una esperanza..." El mercader aflojó su presa y se separó dos pasos de mi... lo que antes eran nervios, crispación se transformó en una solemnidad que emanaba de cada uno de sus poros. "ha llegado el momento de las verdades presentaciones..."

"Soy Irtrum Gaelian Fulder, último de la noble raza de los Skirms en Athair, y uno de los únicos cinco Maestros Dream Riders en todo el anillo, pero antes de que puedas elegir realmente tu camino tienes que entender todo lo que implica... sé que no me creeras, y que pensarás que esto no es sino un sueño, una fantasía, o un juego como los que tenéis en vuestro universo pero atiende mi historia antes de tomar una decisión " Y en ese momento el mercader comenzó a decirme un infinidad de cosas...

"Cuando la primera raza llego a Athair, los Ilures, no eran una raza ni poderosa con ningún otro tipo de magia que no fuese el destino y los sueños, esta magia heredada de su propio universo les hizo crear la caja de los sueños con la que atravesaron la en ese momento desierta tierra de los sueños hasta Athair, sin embargo los dioses no les hicieron caso, no eran fuertes, no eran relevantes, sin embargo cuando la primera cruzada contra los seres de otras partes del abismo del cosmo comenzó muchos dioses murieron.

Finalmente los Ilures guiados por su dominio en la energía del destino, crearon un gran telar con todos los hilos posibles de su futuro, habido o por haber, y con ese conocimiento hablaron a los dioses hasta que estos se convencieron de la necesidad de traer a otras razas civilizadas para que fuesen sus soldados en esa cruenta guerra... hasta entonces solo los seres cuya extinción estaba a punto de acabar eran trasladados a estas tierras, sin preocuparse de su inteligencia, de su número o de su poder...

 

Sin embargo las razas en los universos eran muchas, débiles en su mayoría, y sacarlos de las líneas del destino tenía más consecuencias que beneficios... Por ello solo las razas civilizadas a punto de la extinción serían invitadas al mundo de los sueños para que fuesen lo que debían ser según el futuro y sus posibilidadades...

Para que esas razas ganasen fuerza y pudieran ser compatibles sus cuerpos con la magia existente en Athair se creó el tutorial y el templo de la diosa de la magia, de este modo las consciencias de esos seres podrían ser aquello a lo que estaban destinados sin sufrir daño ni otros efectos. Pero para ello necesitarían guías, ayudas imposibles en la mentalidad original de las razas, y por eso nacieron los Wind Riders, aquellos capaces de andar por el mundo de los sueños con sus propios cuerpos, aquellos capaces de dotar a las nuevas razas de los méritos y habilidades que necesitarían para fortalecerse y sobrevivir en el mundo de Athair...

Los primeros habitantes de estas tierras, los Ilures no se transformaron en soldados, fueron los primeros Dream Riders, y ayudaron a que las razas antiguas llegasen a Athair. Los Dragones Primigénios, los Elfos, los Ángeles, los Calius, los Derethan...

En el caso que durante su travesía durante su estadía en el mundo de los sueños no hubiese ninguno que lograse afinidad con la energía de los sueños, los Ilures les presentaban la caja de los sueños de modo que se garantizasen que al menos uno de entre los precursores entre las nuevas razas dejase un linaje capaz de transformar a algunos individuos en Dream Riders...

De este modo cada vez que una raza estaba apunto de trascender y transformarse en soldados de los dioses, sus Dream Riders facilitaban el camino a los siguientes...

Los Ilures tal y como llegaron un día se fueron, la leyenda cuenta que se fusionaron con las líneas del destino del telar para marcar la historia de un modo distinto, a esta nueva energía en la magia conocida se la llamo Teluria... Algo incomprensible para la mayoría pero importante y relevante para todos...

Antes de su partida los Ilures dejaron establecidas las leyes universales de su pacto con los dioses, para no romper el equilibrio las nuevas razas deberían aprender y desarrollarse por si misma, es decir no podían heredar el conocimiento que las anteriores dejaban atrás solo el mismo libro de la magia para todos, un libro que muy pocos supieron leer o entender, pero que era la base sobre la que se construiría cada civilización.

Sin embargo la partida de los Ilures no fue tan traumática, cada raza en cada generación despertaba uno o varios Dream Riders, así cuando llegaba el momento de que su civilización avanzaba tanto en Athair como para que su fuerza fuera notable y pudiesen trascender, podían ayudar con muchas manos a las razas elegidas para sustituirlas.

Cada nueva raza tenía que encontrar su propio camino para trasladar sus conciencias, pero el número de Dream Readers determinaba al final la cantidad de individuos de la nueva raza que se podían salvar ya que dependían de la energía de estos para que sus cuerpos oníricos se formasen y fueran rescatados para pasar las pruebas del tutorial...

Hace unos miles de años, una raza avariciosa y expansionista encontró la reliquia llamada caja de los sueños monopolizándola, de este modo el número de Dream Riders que nacía en cada generación disminuyó drásticamente, habiendo razas que no vieron a ni un solo Dream Rider entre su gente.

Al final los pocos Dream Riders de las razas que estaban por ascender acordaron no acompañar a sus semejantes y permanecer en Athair para ayudar a la llegada de los nuevos habitantes.

Pero los Bolgruts no se detuvieron ahí en sus planes, comenzaron una cacería a nivel global eliminando a todos los Dream Riders que encontraron, incluso a los linajes enteros de antiguos mercaderes de sueños hubiesen o no manifestado la afinidad, y no dudaron en matar a toda una raza de nuevos habitantes solo porque uno de ellos había despertado la afinidad en el mundo de los sueños...

Así a día de hoy solo 5 Dream Riders se repartían por todo el anillo de tierras que era Athair, cada uno ocupado en un cuadrante distinto del anillo, con muchos continentes y razas a su cargo... Aunque el oficio de Dream Rider no daba poder de combate, ni una fuerza especial, y dependían exclusivamente de la fuerza del propio individuo, eran respetados y ocultados por el resto de razas, aunque para su supervivencia pasaban ya la mayor parte del tiempo en la tierra de los sueños, ya que hasta allí no podían seguirles los Bolgruts.

En cuanto a la magia que podían ejercer, esta se basaba en materializar en el mundo de los sueños las posibilidades que existían en el mundo real pero de la que carecían las razas nuevas, habilidades, objetos, posibilidades, podían trasladar la conciencia de un habitante de Athair al mundo de los sueños o viceversa y ellos mismos podían andar con su propio cuerpo por el mundo de los sueños.

El propio Irtrum era un mago del séptimo círculo, significase lo que significase esto, una entidad poderosa por si misma. Vino al mundo de los sueños una vez más para ayudar a la transición de los primeros humanos que harían como pioneros antes de la llegada del grueso principal...

Con su propio poder solo podía ayudar a unos 2000 individuos cada vez... pero la cosa cambiaría si podía contar con la ayuda de los otros cinco maestros... pero para ese momento aún tenía tres años para encontrarlos y reunirlos...

Lo más curioso que paso esta vez fue la llegada primero de una entidad nueva... una entidad adherida a la conciencia de los humanos, con capacidad propia y que en el fondo hizo gran parte de su trabajo... este era Data...

"Bueno y ahora que lo sabes todo o al menos todo lo que necesitas, ¿aceptarás ser el discípulo de este viejo?

"Felicidades al jugador por encontrar a un maestro, ¿deseas aprender el oficio de Dream Rider?"