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La balanza de la voluntad...

La sala era sencilla, de 5 por 5 metros, cuadrada, el techo estaba a más de 5 metros de altura... todo de un odioso mármol. Tres antorchas iluminaban la habitación, en cuyo centro había una gran balanza... Lo siguiente llamativo era un gran relieve en un idioma desconocido pero que extrañamente podía entender...

"Tu fuerza de voluntad te ha llevado aquí, esto es en si un premio, descarga el peso de tus hombros en la balanza en un platillo de la balanza y comprueba como la voluntad para cambiar el mundo te recompensa."

Cada platillo de la balanza podía tener un metro de diámetro, el mecanismo estaba claro... sin embargo no podía dejar pasar la oportunidad... Hice tres montones separados, uno con los 75 lingotes de oro, otro con los 75 lingotes de plata y otro con los 75 lingotes de cobre... Me senté en frente y me puse a meditar... La energía del metal era rígida, se resistía, se movía a tirones, pero poco a poco la note fluir en mi...

"Felicidades por ser el primer jugador en completar un segundo núcleo de mana secundario durante el tutorial"

Núcleo de mana metal Nivel 1. 1/1000

Habilidad común meditación. 326/1000

Esta vez fue mi hombro izquierdo el que creó el vórtice de energía que palpitaba... esta energía era distinta... le costaba fluir... toqué uno de los lingotes intentando proyectar el mana hacia el … se doblo un poco... era agotador... tras varios intentos el lingote solo consiguió doblarse en una S... era imposible darle forma a voluntad... no salía... solo reaccionaba el metal al mana, nada más...

Decidido a no perder más tiempo puse los lingotes en el platillo de la izquierda... los amontoné como pude, pero nada cambió, la balanza ni siquiera se movió... No fue hasta que apoye mis dos manos y todo mi peso sobre la misma que la balanza cedió, y lo hizo a lo grande llegando a golpear el suelo... poco a poco en el otro platillo una esfera de un blanco cristalino se fue creando... al principio solo flotaba, después siguió creciendo hasta tener el tamaño de un puño, la balanza se reequilibró en una pequeña parte... Hasta que no alcanzó el tamaño de una sandía grande la balanza no quedó en equilibrio.

La "sandía" comenzó a flotar, y salió disparada contra mi cabeza... Os diría que no me sorprendía, pero no, se me escapó un grito y no pude esquivarla... Una luz se filtró por mi piel y por mis huesos, por mi carne, me ardía la parte de atrás de la cabeza... me quemaba...

Me senté a meditar, en parte para calmar el dolor de cabeza, en parte porque intuía que tenía que absorber esa energía...

 

"Afinidad con el mana de la voluntad creado. 1/43100"

43100 pero que demonios... los núcleos secundarios hasta ahora no requerían más de 100...

 

Medité durante horas... al final un mensaje resonó en mi cabeza...

"Felicidades por completar un núcleo de mana principal durante el tutorial"

"Felicidades por ser el primero en completar la búsqueda oculta en la sala de la Voluntad"

"Felicidades por ser el primero completar un núcleo principal durante el tutorial de nivel 5"

"Felicidades al Jugador por alcanzar el siguiente nivel con la habilidad meditación. Habilidad meditación*Común* Rango Experto: 1/5000* El jugador ganará el doble de mana durante la meditación en la mitad de tiempo.

Núcleo de mana Voluntad Nivel 5. 1/70000

La creación del núcleo de mana fue dolorosa, me quemaba la cabeza, creo que me mareé por el dolor y perdí la conciencia un rato... Al despertarme no había ni balanza ni lamentablemente lingotes de oro, solo la habitación vacía.

Quería probar... saque uno de los cuchillos que me había quedado, al igual que con los lingotes proyecte mi mana metálico, pero esta vez me concentre en imponer mi voluntad a la forma del cuchillo... pronto el cuchillo se dobló en un angulo de 90 grados, lo force a enrollarse sobre si mismo... Incluso conseguí de algún modo compactarlo eliminando a la fuerza las impurezas del metal...

Tras superar esta etapa de pruebas sentí que mi reserva de mana metálico se había vaciado, no así mi fuerza de voluntad, pero al no ir atada a la naturaleza del metal no pude hacer nada más.

De momento la magia no era nada espectacular, pero existía, no lo podía explicar, era una fuerza dentro de mi...

Usé una de las antorchas para encender la única que había conservado conmigo y me adentré en el túnel, a los 25 pasos un pebetero apareció a mi izquierda, encendí la antorcha y seguí avanzando, apareció su correspondiente a la derecha, más a delante a la izquierda, derecha... a los diez minutos de andar me encontré con una cavidad rota y con su cofre vacío... seguí avanzando encendiendo antorchas hasta que encontré la marca con sangre que había hecho en la pared...

El resto del camino fue un paseo, sin sorpresas, sin sobresaltos, con luz... llegué a la plaza con la estatua, sino fuese porque paso muy rápido diría que la estatua me guiñó un ojo...

Que camino elegiría ahora... descartando los que cualquier jugador elegiría primero, fuego, hielo, agua, aire, piedra, rayo, quedaban vida y muerte, que no se porqué no me apetecían, tampoco me apetecía más dolor de cabeza de momento así que descarté el ojo o la psique como yo deducía...

Luz, oscuridad, espacio y tiempo...

Probaríamos con el tiempo.

Las paredes del túnel también eran de mármol aunque estas eran de un gris indefinido, fue pisar el pasillo cuando un muro de piedra se cerró detrás de mi, unas púas salieron de la pared, las cuales esquivé de puro milagro. Con un estruendo la sección comenzó a moverse lentamente por dentro del túnel... aunque no era peligroso, por cada 5 pasos que andaba yo la pared se movía 1 paso...

Cuando llegué a los 25 pasos una antorcha apareció a mi derecha, al superarla sonó un ruido y la sección con púas avanzó más rápido, eché a correr por el pasillo, pero cada vez que atravesaba una antorcha la velocidad de la pared perseguidora aumentaba... Llegó un momento que la velocidad de la pared era igual a mi velocidad de sprint, a este ritmo en breve me alcanzaría... a mi derecha se abría un hueco y me lancé de cabeza antes de que me alcanzase.

Caí o fui succionado por un tobogán... para cuando me di cuenta, salí despedido por una de las paredes de la sala de la estatua, aterrizando no muy elegantemente sobre mi trasero delante de la entrada de "túnel del tiempo", la entrada estaba despejada como si nada hubiese ocurrido...

¿que carajo? Me dirigí otra vez al túnel pero no comencé andando sino que me lancé al sprint... llegue a la primera antorcha y la apagué, no hubo cambio en la velocidad de la trampa persecutoria, corrí hasta la siguiente...

Repetí la historia hasta el cansancio, me dolían las piernas, me faltaba el aire, llevaba más de una hora haciendo rápidos sprints, uno tras otro, intercalados con el tiempo justo para apagar las antorchas, le sacaba muchísima ventaja a la pared, pero mi cuerpo necesitaba descansar, así que ande hasta la siguiente antorcha...

Seguí andando y recuperándome hasta que pude ver como la pared me ganaba terreno, cuando estuve suficientemente recuperado y las puas ya estaban cerca volví a correr, esta vez solo aguante sprintando medía hora antes de agotarme. Repetí el ciclo de descanso y carrera hasta que mis fuerzas solo me permitieron andar...

Con las púas a menos de un metro tuve que descartar apagar la antorcha... apreté los dientes y corrí, pero con la nueva aceleración e impulso de la pared, no tardé mucho en ver de nuevo el tobogán así que me lance para evitar ser aplastado o ensartado en las púas...

Había vuelto a la casilla de salida... Como librarme de las malditas púas metálicas... metal... una idea bastante loca se me ocurrió... me adentre en el túnel pero solo avance lo suficiente para no ser ensartado o aplastado por la sección de pared... comencé a andar de espaldas, con mi mano derecha toqué una de las púas y con mi mana y voluntad la transformé en un asa. Antes de llegar a la primera antorcha conseguí hacer lo mismo con una púa baja cambiándola a un lugar donde apoyar... antes de que cogiese más velocidad me subí al extraño transporte.

Seguí convirtiendo varias púas en agarres, y apoyos para estar lo más cómodo posible mientras la pared ganaba velocidad... Llegó un punto en que era como ir enganchado delante de la cabina de un tren, cuando llegó al punto de la alta velocidad de un tren bala mi cuerpo estaba pegado a la parte izquierda de la pared, moverse lateralmente era ya una proeza...

En ese momento pude ver a unos 300 metros como el túnel acababa con sendos pinchos decididos a ensartarme, el tobogán apareció de mi lado por suerte, y casi de milagro conseguí lanzarme a el sin ser aplastado contra las paredes...

Me deslicé aunque esta vez solo unos pocos metros... aparecí en una habitación cuadrada, de 5 por cinco metros, con unos techos a igual altura... a mi derecha una escalera subía... y en el centro de la sala otra maldita balanza...