webnovel

Harry Potter y las realidades deseadas de Samantha.

Samantha descubre el nuevo mundo de los viajes a diferentes realidades, es una huérfana, que descubre las aventuras de Harry Potter y piensa ser parte de ellas. Cueste lo que cueste. Créditos y todos los derechos reservados a J.K. Rowling por personajes, escenarios y trama. Lo único que hago es modificar las escenas y agregar nuevos personajes.

manzanaverde · Book&Literature
Not enough ratings
9 Chs

Capítulo IV: Pociones y amigos.

Vista de Samantha:

Tenemos suerte de que nuestro jefe de la casa es Severus, porque la primer clase de todo el año escolar, es pociones. Con Malfoy y Pansy nos ingeniamos para esperar al profesor fuera de su oficina e ir con el hasta el salón. Sino ya estaríamos perdidos, todo el castillo tenia vida, desde las escaleras que cambiaban de dirección según el día, otras en las que desaparecían escalones y que si no te fijabas, caerías al vacío o sobre otra de las 150 escaleras del instituto. Habían puertas sensibles, que solo se abrían con cosquilleos o palabras bonitas, otras que se reusaban abrir por lo que mas quieras y los cuadros, aburridos tratando de confundirnos aun mas.

¡Ni hablar de los fantasmas! Solo el Barón ha sido gentil con los Slytherin.

En cuanto a Snape, sabiendo que tres niños lo seguían, acelero el paso pero no era nada que unos chicos de doce años podamos alcanzar, por los pasillo a la sala de pociones, su capa volaba como si hubiera un tornado. Era épico.

-Que sea la ultima vez- agrego serio y despacio, si que tenia mucha paz para hablar. Todavia sin mirarnos ingresamos rápido al aula. Me apresure a tomar asiento al final de todos los bancos, Malfoy quiso sentarse junto a mi pero Pansy lo jalo del brazo. No cruzamos palabras desde anoche, sin duda el desayuno de esta mañana fue incomodo.

Como habíamos llegado temprano, Filch limpiaba lo ultimo del lugar junto a su gata subida en uno de los bancos. El, como los demás tutores de Hogwarts eran mas peculiares que en las lecturas. El profesor Binns, era un fantasma que dictaba la Historia de la Magia, que mejor que un alma de miles de años para dar esa materia; era aburrido sin duda, Gemma me ha hablado de los profesores en el desayuno, esta tan viejo que su alma abandona su cuerpo y da clases a la mañana.

Luego esta la profesora Sprout, teníamos su clase de Herbologia tres veces a la semana, que para llegar debíamos ir a la parte trasera del colegio y así, poder llegar al invernadero. También esta la profesora McGonagall, era estricta e inteligente, dicen que hay que tener cuidado porque siempre tiene una forma diferente.. Y el profesor Flitwick, el de la clase de encantamientos, un mago pequeño que debía armar un banco de libros para estar a nuestra altura.

Ah y Quirrell, pero ese ridículo no cuenta, sus lecciones son un chiste. Nunca nadie tuvo una clase con el, pero ya sabia, que no era alguien en quien confiar, tenia planeado contarle a Potter. Sin embargo, no se como decirle o hacer que me crea.

¿Arruinare su realidad adelantando los hechos?

-Jones- dice Harry sentándose a mi lado sin cuidado, haciendo que las cosas en la mesa tambaleen, hace una mueca pidiendo perdón y se acomoda. Sin duda Potter tenia menos prejuicios que Ron, que me miraba con desconfianza desde su lugar con Seamus.- Ron me ha reemplazado, ¿Puedo sentarme aquí?

-Ya lo has hecho...- digo riendo-

Vista del escritor:

La semana había pasando rápido, tanto, que ya era viernes otra vez y tocaba dos clases de Pociones entre Slytherin y Gryffindor de primer año. Samantha el primer día había estado toda la clase bromeando con Harry Potter, pero fue la única vez, la niña preguntaba que había hecho. Luego de esa misma tarde, Harry ni siquiera la miraba, se vio obligada a relacionarse con Malfoy y los gorilas, los cuales aprendió a controlar. No se llevaban mal y hasta Sam quería considerarlos sus amigos.

- Jones- la castaña levanto la mano dando su presente, así comenzaban las clases de Snape y antes de decir el de Potter, dijo.- Ah si, nuestra estrella, Potter.

-Presente- susurra el niño como si temiera por su vida. Draco sentado junto a Samantha esconde su risa pero su compañera lo golpea para que guardara silencio. El profesor termino de tomar lista y observo a todos con sus ojos oscuros, tanto que parecían negros y tristes.

-Y ahora ¡Potter! -dijo de pronto Snape- ¿Qué obtendré si añado polvo deraíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?

Hermione y Samantha no duraron en levantar la mano, la primera porque había estudiado todo el programa antes de comenzar el año y la segunda porque había leído el libro de Rowling unas cinco veces.

-No lo sé, señor -contestó Harry.Los labios de Snape se curvaron en un gesto burlón. -es evidente que la fama no lo es todo.

No hizo caso de la mano de las niñas.

-Vamos a intentarlo de nuevo, Potter. ¿Dónde buscarías si te digo queme encuentres un bezoar?

La Slytherin hace señas a su compañera Hermione tratando de que baje la mano, hasta Sam se dio cuenta que era en vano ir en contra de Severus. Sin embargo, hizo caso omiso a las advertencias de su amiga de tren.

Por otro lado estaba Harry, abatido por las preguntas y tratando de ignorar a Malfoy y a los demás que se burlaban de su ignorancia.

-No lo sé, señor.

-Parece que no has abierto ni un libro antes de venir. ¿No es así, Potter? ,¿Cuál es la diferencia, Potter; entre acónito y luparia?

Ante eso, Hermione se puso de pie, con el brazo extendido hacia el techode la mazmorra. Samantha bufo dejando caer su cabeza contra el banco, Malfoy también partió en carcajadas por ello.

-No lo sé -dijo Harry con calma-. Pero creo que Hermione lo sabe.¿Por qué no se lo pregunta a ella?

Unos pocos rieron.Snape, sin embargo, no estaba complacido.

-Siéntate -gritó a Hermione-. Para tu información, Potter; asfódelo yajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida. Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra y sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. En lo que se refiere a acónito y luparia, es la misma planta. Bueno, ¿por qué no lo están apuntando todo?

Se produjo un súbito movimiento de plumas y pergaminos. Por encima del ruido, Snape dijo: -Y se le restará un punto a la casa Gryffindor por tu descaro, Potter.

La clase no fue mejor para los leones, sin embargo, cuando puso en parejas a los de Slytherin, estos rápidamente buscaron a alguien que pareciera inteligente. Draco y Samantha consiguieron lo necesario para crear una poción que curara forúnculos ¡Y sorpresa! la chica de la realidad distinta, sabia la receta de derecha a izquierda.

-Diez puntos para Slytherin- dice pasando por al lado del calderón de Jones. La clase cada vez se ponía peor, Neville enviado a la enfermería por una confusión entre ingredientes, Potter siendo culpado por estos y mas baja de puntos a la casa de los Gryffindor. Vaya mañana...

Vista de Samantha:

Parecía que las posibilidades de que a Ron y a Harry les cayera bien, eran nulas, otra vez.

Hermione ni siquiera me miraba, seguro escucho por ahí (como siempre hace) que los leones y las serpientes no somos de congeniar muy bien. Hoy Harry iría a lo de Hagrid a tomar el te y era la oportunidad que necesitaba para acercarme a ellos.

-¿Oye Sammy tienes tiempo para enseñarnos pociones a Draco y a mi en la tarde?- me pregunta Zabini a lo que asiento.- ¡Si no vas, voy a manchar tus sabanas con tinta!

-Atrévete- exclame riendo y empujándolo por la espalda, iba a correr detrás de el, pero Minerva se interpuso en mi camino y se me quedo mirando, intimidante y sin ninguna palabra.

-Sin correr señorita Jones- asiento sin retarla mientras que Potter pasa a mi lado, hablando animadamente con Weasley. Seguro iban a lo de Hagrid.- Adiós...

¿Qué mosquito le pico? Tenia muchas cosas en la cabeza como para agregar a Minerva en ellas.

-¡Chicos! - ellos giraron y me observaron sin ninguna expresión.- Quería saber si les gustaría tutorías de pociones, Severus puede ser un poco, fastidioso...

-No gracias Jones, tenemos mejores cosas que hacer.

-Oh ¿Puedo ir?- pero no dijeron nada, de nuevo.- O algo me dicen que están por salirse del colegio...

-¡La casa de Hagrid no esta prohibida! - exclama Ron un poco molesto por mi intento de plan. Harry se encoge de hombros y me mira sin saber que decir.

-¿Que pensara el profesor Severus de esto?- los chicos voltearon los ojos pero vi como temblaron, si, hasta a mi Snape me daba miedo a veces.

Los tres comenzamos a avanzar para ir a la casa de Hagrid, salimos del casillo antes de las tres y cruzamos los terrenos que lo rodeaban. Hagrid vivía en una pequeña casa de madera, al borde del bosque prohibido. Tocamos la puerta y a la vez, oímos rasguños y ladridos, luego la voz del gigante diciendo: -Atrás. Frag, quieto. ¡Hola niños!

Entramos con cuidado mientras que veíamos como atajaba un gran perro negro. :- Sean bienvenidos- soltó al perro pero este solo se trepo a mi cara a babearme, mas indefenso que Hagrid.

-El es Ron-

-¿Otro Weasley verdad?- reímos a su comentario.

-Y ella es Samantha.- bajo al perro y miro a Hagrid con la mejor cara que tengo, sin embargo el no parece muy encantado.

-Nos amenazo para venir aquí

-¡No es cierto!- exclamo hacia Ron sonrojada, no quería que el gran amigo de Harry pensara mal de mi.- Ustedes estuvieron ignorándome durante toda la semana.

-Si porque Percy me dijo que no me junte con serpientes, menos con los Jones- mis ánimos se rebajaron a cero cuando lo dijo de aquella grosera manera, gran impresión para Hagrid ¿Verdad?.- no son de confiar, eres como Malfoy.

-Si fuera como Draco tu ya no vivirías.- Ron traga un nudo en su garganta, Harry sin decir nada observa al mayor por ayuda, luego el Weasley y hasta yo. Nos miraba con diversión.

-Ron no dejes que una casa defina tus amigos, puede que los Jones, no den una buena impresión, pero Sam solo es una niña como tu. No todos los Slytherin son malos, solo algunos con aires de grandeza... hasta me atrevo a decir que hay algunos así en Gryffindor...-sonreí de lado para que no me vieran, Ronald me miro con arrepentido pero no dijo nada. No lo culpo, es muy orgulloso y no entiende a la primera.

-Percy tiene aires de grandeza- susurra Harry y todos asentimos de acuerdo- Deje de hablarte porque Percy también me dijo cosas horribles de tu casa y que tu familia delato a mis padres.

-No soy ellos, ¡Todos me rechazan como si fuera mis padres! -las lagrimas querían traicionarme, pensé que me divertiría muchísimo mas en este mundo, sin embargo, la familia que herede no fue la mejor elección. Percy parecía Merry, tirando basura sobre mi sin conocerme.

-Ven pequeña Jones- agrega Hagrid abriendo sus gigantescos brazos para darme un consuelo.- Yo se y estos dos niños, que tu no lastimarías a nadie, ella no es sus padres. No es Thomas Jones, ni nadie mas que Samantha.

-Lo sabemos- susurran Harry y Ronald apenados,- lo sentimos Sam.

-Si, ¡no volveré a escuchar a Percy jamas!- las señas que había hecho Weasley con sus brazos de manera exagerada, era gracioso, seque mis lagrimas y acepte sus disculpas.

-¿Ya se reconcilian o que? Tengo un pastel para celebrar. Y si te molestan con algo de tus padres, solo grita ¡Gigante a la vista!

Luego de reírnos un poco mas por las ocurrencias de Hagrid, comimos lo que preparo y fue el pastel mas duro que comí en mi vida.