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Harry Potter: Linajes Entrelazados

Harry Potter muere en su enfrentamiento con Quirrell, pero la Muerte decide que le concederá al último del linaje de Ignotus Peverell una nueva oportunidad. Harry es enviado al pasado donde conocerá a la contraparte de un mundo alternativo del mismísimo Voldemort. AU - Fem Riddle. [Emparejamiento: Harry James Peverell/Emily Merope Riddle] [Este FanFic contiene mucha creación de Mundos, y es mi visión ampliada del Mundo de Harry Potter, esta historia estará repleta de magia original, personajes originales, locaciones y tramas no canon] [No soy propietario de Harry Potter, los derechos de Propiedad corresponden a J.K.Rowling, solo me atribuyo el crédito por tramas y personajes originales, parte de esta historia estará basada en los datos canon de la cronología de la Guerra Mágica Global]

IgnathiusNZX · Book&Literature
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14 Chs

El Expreso de Hogwarts.

Harry y Tuffy regresaron al Castillo Peverell luego de un ajetreado y agotador día de compras.

La idea de haber conocido a una versión más inocente y joven de quien podría llegar a convertirse en el peor Señor… o en este caso, Señora Oscura de la historia de la Britania Mágica; hacia que Harry se sintiera inseguro y nervioso.

La niña no le pareció malvada, tal vez un poco fría e introvertida, un tanto incomoda a la hora de socializar, pero, definitivamente no parecía una Bruja Oscura en ciernes.

Con la mente confundida, y una incertidumbre sobre como debía abordar a la niña; Harry trato de desconectarse de lo que, en efecto eran problemas para 'el Harry futuro'.

El joven Lord de la Casa Peverell regreso a su rutina, esta vez, reemplazando su material de lectura de la historia de la familia Peverell y la Gran Bretaña Mágica, al contenido de sus libros escolares de primer año.

El tiempo paso rápidamente, y el mes de agosto se acercó a su final.

Durante este periodo, Tuffy había estado coordinando a los elfos domésticos para realizar las reparaciones de la Finca de Lunevale. El progreso era realmente rápido, pero gran parte de la Mansión debió ser reconstruida completamente. Según Tuffy, estaría lista para ser habitada para el descanso de Yule.

Cuando llego la mañana del 1ero de septiembre, Harry se despertó muy temprano, cerca de las seis de la mañana, se preparó con una de sus túnicas más elegantes y formales, tras lo que, desayuno junto a Tuffy de quien acabo por despedirse en medio de un sollozante abrazo por parte de la elfina.

Harry viajo al callejón Diagon llevando su baúl a rastras, una vez allí, camino por la calle hasta el Caldero Chorreante, donde pidió permiso a Tom el camarero para usar su Red Floo para llegar a la Estación 9 ¾ en King Cross.

La estación estaba abarrotada, cientos de personas inundaban el lugar, las familias se despedían de sus hijos e hijas que pronto partirían a la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería. El vapor se elevaba desde la chimenea de hierro negro de la locomotora escarlata, el Expreso de Hogwarts, que lucía deslumbrante y mágica mientras cientos de estudiantes se agolpaban a su alrededor para subir al tren y encontrar un compartimiento para sí mismos.

Harry se abrió paso entre la multitud de padres y estudiantes, esforzándose ligeramente para arrastrar su baúl hasta la locomotora, pues pese al encantamiento de peso pluma, la enorme cantidad de libros que llevaba consigo alcanzaba fácilmente un par de cientos.

Fue una suerte que su baúl contuviera realmente el espacio de un pequeño piso, y contara con un laboratorio de pociones, una biblioteca, un cuarto de baño, un dormitorio, un gran armario, y una pequeña bodega. Definitivamente, los encantos de expansión eran increíbles, fue todo lo que Harry pudo pensar al respecto.

Mientras Harry se abría paso por el tren; una solitaria niña de cabello negro se encontraba sentada en un compartimiento, su nariz en medio de un libro de Defensa Contra las Artes Oscuras, y para cualquier observador atento, la niña leía con gran entusiasmo bajo su imperturbable expresión neutral.

La niña no era otra que Emily Riddle, quien había llegado a la estación una hora adelantada, con el único objetivo de apartar un compartimiento para cumplir su promesa de viajar junto al joven Harry Peverell que la había ayudado a costear una parte de sus compras en el Callejón Diagon un mes atrás.

Emily estaba distraída, inmersa en una apasionante lectura sobre la magia defensiva y de combate cuando, la puerta corrediza de su compartimiento se abrió de golpe. Emily se sobresaltó, dejo caer su libro antes de voltear hacia quien fuera que había irrumpido en el compartimiento.

Lo que vio allí, fue un grupo de cinco estudiantes, todos de años superiores dada su altura y apariencia. Además, provenientes de familias acomodadas, o tal vez incluso ricas. Si sus túnicas de alta calidad eran una señal.

—¿Un primer año? —murmuro uno de ello, un chico de cabello rubio platinado que debía rondar los trece o catorce años, tenía una expresión altiva y dirigió una mirada despectiva a Emily al notar su ropa muggle ligeramente desgastada.

—Hey, niña. ¿Cómo te llamas? —pregunto una chica en aquel grupo, ella tenia un cabello negro ondulado y ojos de color gris plata, a Emily le pareció que debía tener unos dieciséis años, vestía una túnica similar a un vestido, con un pequeño escudo con un cerberos bajo el cual estaba bordado, 'Toujours Pur' en letras plateadas.

Antes de que Emily contestara, un chico de unos catorce años interfirió.

—Oh, vamos, Cassie, es una Sangre Sucia, solo echémosla de nuestro compartimiento y asunto arreglado —dijo el muchacho, de cabello rubio arena y ojos celestes.

—¡No me llames Cassie! ¡Chrouch! —gruño la chica— Soy Cassiopeia Black, y no tienes el estatus para tratarme con tal familiaridad. —añadió— Además, la niña bien podría ser de una de las viejas Casas ya empobrecidas. —volviéndose hacia Emily añadió— Responde a mi pregunta, niña.

Emily trago saliva sonoramente. Ella había leído sobre las familias nobles del Mundo Mágico Británico, y los Black eran una de las familias más importantes… y peligrosas.

—Es un placer conocerla, Lady Cassiopeia Black, soy Emily Merope Riddle, mucho gusto—contesto ella.

—Bueno, eso simplifica las cosas, no hay Riddles entre las familias mágicas, mestizas o sangre pura —dijo un muchacho de cabello rubio dorado y ojos verdes musgo, parecía tener unos diecisiete años y con un cuerpo fornido— Mira, niña. Todos los años, nosotros, tus mejores, viajamos en este compartimiento en particular. Una sangre sucia como tú, entenderás que no es bienvenida en nuestra compañía.

—Como Wilkes dijo —añadió un muchacho con un pelo negro corto, uniceja y dientes amarillos, sus ojos eran de un tono negros y un poco demasiado pequeños para su cara— Así que… ¡Fuera de aquí! ¡Los de tu clase no son bienvenidos, asquerosa Sangre Sucia! —acabo gritando.

Emily estaba genuinamente aterrada, solo capaz de mantener su expresión neutral gracias a años de practica al vivir con niños y niñas que la trataban como si fuera un fenómeno a ser intimidado, recogió el libro con tanta gracia como pudo en medio de su nerviosismo, tomo su baúl del porta equipaje y lo arrastro fuera del compartimiento, esforzándose por no llorar. Las lágrimas nunca le habían servido para nada más que ganar castigos por parte de la señora Cole, por 'victimizarse'.

Harry que en ese momento recorría el tren en busca de un compartimiento, vio a una niña de cabello negro liso y brillante con un vestido mugle de color gris que salía rápidamente de un compartimiento un poco más adelante. La niña arrastro su baúl a paso rápido y con la mirada inclinada hacia el suelo hasta que choco de frente con Harry.

Emily cayo sentada al suelo, y su rostro palideció al mirar la túnica de Harry.

—Lo siento. No era mi intención. Por favor perdóname por mi grosería —dijo rápidamente la niña frente a Harry, en los bordes de sus ojos era posible ver lagrimas que se esforzaba por no derramar.

Harry estaba asustado por la reacción de la niña, algo debió pasarle, pensó.

—Emily, tranquila, no pasa nada, no fue tu culpa —dijo Harry rápidamente, realmente no le gustaba ver a alguien más tan asustado, y, por algún motivo el que se tratara de ella a Harry le afecto mucho más de lo normal— Ven, vamos. Busquemos un compartimiento, ¿viajaríamos juntos, recuerdas? —añadió Harry ofreciéndole la mano para ayudarla a levantarse.

Emily alzo la mirada y cuando sus ojos zafiro se encontraron con los ojos esmeralda de Harry, un ligero destello de felicidad parpadeo en su rostro, seguido por una ola de desconfianza.

—Pero… eres un sangre pura… yo… yo soy… una… sangre sucia… no debería relacionarme contigo —dijo en un murmullo nervioso.

Harry sabia lo que las palabras de la niña significaban, y lo conmociono profundamente. Alguien seguramente la había insultado basado en su estado de sangre… Un sentimiento de ira inundo a Harry sin saber realmente porque lo que le pasaba a Emily le importaba tanto.

Ella es como tu… huérfana… nadie jamás le mostro cariño ni amor… la intimidaban…

Una voz pareció resonar en la mente de Harry, quien simplemente sonrió a Emily en respuesta.

—Oh, vamos Emily. Soy un Peverell —dijo Harry con un tono de burla— Mi familia es más antigua que Gran Bretaña. ¿Realmente crees que nos importan las tontas políticas Sangre Pura de estos campesinos? —Harry no sabía porque se sentía tan fácil burlarse de la mayor fuerza política del Mundo Mágico Ingles, pero sabia que su familia era históricamente superior a cualquiera que aun existiera en Gran Bretaña, si ellos usaban su estatus para intimidar, Harry les respondería de la misma forma— vamos, Emily, eres… eres mi amiga. Nadie tiene el estatus para degradarte.

Emily miro la mano de Harry por un momento antes de tomarla y dejar que la ayudara a ponerse de pie.

—Gracias… —susurro.

Harry y Emily caminaron juntos, arrastrando sus baúles hasta llegar a un compartimiento casi vacío, donde una sola niña de cabello negro rizado que llegaba a sus hombros se encontraba sentada.

Harry abrió ligeramente la puerta del compartimiento para que solo su cabeza pudiera pasar, y pregunto:

—Disculpe, señorita —dijo Harry— ¿Nos permitiría sentarnos aquí? El tren está lleno.

La niña lo miro, sus ojos eran de color violeta, y tenía una expresión amable.

—Claro, pasen —dijo ella, a lo que Harry termino de abrir la puerta y permitir que Emily entrara antes de pasar el mismo —soy Dorea… Dorea Euphemia Black —se presentó la niña.

Al oír su nombre, Harry noto que Emily palideció ligeramente, y se reusó a encontrarse con la mirada de la otra niña.

—Mucho gusto, señorita Dorea, soy Harry James Peverell, es un placer conocer a una hija de la ilustre Casa Black —le respondió Harry formalmente, con una sonrisa sincera, luego señalo con la mano a Emily que se había sentado a su lado— esta linda señorita aquí es Emily.

Emily que fue introducida por Harry, ya no podía simplemente ignorar la presentación, así que, tras suspirar profundamente contesto.

—Es un placer conocerla, señorita Dorea, soy Emily Merope Riddle… me temo… que soy una… —comenzó a decir, pero Harry la interrumpió.

—Emily es de sangre mestiza —dijo sin dar lugar a cuestionamiento— me temo que se encontró con un grupo de… snobs descerebrados que sacaron conclusiones precipitadas dado su apellido muggle. Como sabrá, una niña criada por muggle tiene poco o nada del conocimiento necesario para contrarrestar a tales personajes desagradables. Las cosas escalaron, y me temo que insultaron a mi querida amiga de una forma muy grosera y repudiable. —termino con una sonrisa amable, mirando a Dorea.

La niña Black, noto que detrás de tal sonrisa había una ligera advertencia, por lo que se apresuró a contestar.

—Descuida, Harry, jamás trataría a una persona que no conozco de una forma tan grosera —dijo con una sonrisa— es un placer, Emily.

A partir de ese momento, la conversación progreso sin ningún problema.

Dorea era una chica alegre, vivaz y divertida. Emily, aunque introvertida, charlo con entusiasmo sobre la magia con Dorea, y ambas chicas escucharon atentamente cuando Harry les conto sobre las tierras de Peverell y el enorme Castillo en el que vivía.

Luego, en un momento, una chica de cabello negro y ondulado con ojos gris plata entro al compartimiento junto a un chico de cabello negro corto y ojos grises. Se presentaron como Cassiopeia y Arcturus Black, los hermanos mayores de Dorea.

Cassiopeia se disculpo con Emily por la actitud de sus amigos. A quienes ella describió como 'un montón de idiotas engreídos y vulgares'.

Cassiopeia era la prefecta de sexto año de la Casa de Slytherin, y Arcturus era un Cuarto año, golpeador en el Equipo de Quidditch en Slytherin.

Ambos eran bastante formales, pero aun así, amables. No parecía molestarles que Emily tuviera un apellido muggle, y tras una hora, abandonaron el compartimiento tras decirles que se pusieran las túnicas escolares.

Arcturus arrastro a Harry del compartimiento mientras salía diciéndole:

—No te atrevas a espiar a mi hermanita, Peverell —con un tono de advertencia que hizo a Harry asentir a toda velocidad.

Una vez que llegaron a la estación de Hogsmade, Harry, Emily y Dorea salieron juntos del tren.

Afuera, ya era de noche, y la niebla y el vapor de la locomotora se mezclaban en la estación, donde un grito fuerte y animado les llamaba.

—¡Los de primer año, reúnanse aquí! —gritaba un hombre de cabello gris canoso, y una complexión grande— ¡Vamos, que no tenemos toda la noche!

Harry junto a las dos niñas se acercaron al hombre, que llevaba una lampara de aceite en la mano. Junto al que un grupo de casi setenta niños se reunió al pasar un par de minutos.