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Capítulo 25

—Este chico nos buscó y, después de probar su lealtad, lo tomamos— el hombre tomó a Taehyung de los hombros.

Tae tae. Tae tae. Tae tae. Imposible. Mi hermano no ha hecho esto, ¿es alguna clase de estrategia? No estoy al tanto de lo que ocurre. La razón por la que nos esperaban era porque él les había dicho todo. He tocado fondo.

En eso, Jimin, quien está a mi lado, mueve su arma de apuntar a los hombres de seguridad a apuntar a Taehyung. Yo, sin bajar mi arma, miré a Jimin. Sus ojos están rojos, las lágrimas amenazan con salir de sus ojos. Está roto. Me siento igual, pero no le daré el gusto de verme llorar. Lo que menos se merece ahora son mis lágrimas.

—¿En serio me dispararás, Jimin?— preguntó Taeyhung con la cara seria.

—Un traidor— tanto su voz como sus manos temblaban—, es un traidor. Sin importar de quién se trate. Incluso si mi mejor amigo resulta serlo, mi lealtad está con la organización.

—Baja eso, ambos sabemos que no harás nada. Eres demasiado débil— dijo con el mismo tono que antes. Despreocupado. Realmente no muestra emoción alguna.

Namjoon caminó hacia el frente. Se paró frente a Taehyung. Levantó su mano libre y la cruzó por la cara de él dándole una bofetada. Taehyung giró la cara en dirección de la cachetada. Sin embargo, su expresión siguió siendo la misma cuando miró a Namjoon a los ojos. Ese no es Taehyung. Todos nos sentimos idiotas de cierta manera, nos estaban engañando frente a nuestros propios ojos, confiamos en el infiltrado, le dimos todo en bandeja de plata, hemos quedado como completos pendejos que fueron entrenados para detectar ciertos comportamientos sospechosos. Y aun así, nos han tomado el pelo.

—¿Por qué?— pregunté. No sé cómo he hecho para que mi voz saliera.

—Porque estaba cansado de ser el más débil. Siempre era a quien debían salvar, siempre fui el más lento para aprender, siempre me comparaban contigo y con Namjoon. Decían que no era lo suficiente inteligente ni lo suficiente hábil. Incluso Justin me miraba hacia abajo y no paraba de decirme que debería ser como ustedes. Encontré una salida de esa sociedad de mierda, de probarles que están equivocados, y la tomé— respondió—. Ahora soy mejor, incluso se dieron cuenta de que mis habilidades mejoraron. Se enorgullecieron de mí, como si fuera un niño que ha aprendido a decir sus primeras palabras.

—¿Y luego qué?— bufó Hoseok— ¿Te vas a dedicar a vender mujeres? ¿Para eso entrenaste?

—No— ladeó la cabeza—. Fue para encargarme de la basura.

En un movimiento rápido, Taehyung pateó el abdomen de Namjoon haciendo que este viajara hasta donde estábamos nosotros. Nam cayó sobre su espalda mientras tosía por el golpe que le habían proporcionado. Me dieron ganas de golpear a Taehyung por hacer eso, pero Jungkook me sostuvo del brazo impidiendo que fuera hacia él.

—Ya está, nos viste la cara de idiotas— rugió Jin—. Manipulaste todo para que saliera a tu antojo y nos mandaste a la mierda ¿contento?

—No he sido solo yo— habló Taehyung—. ¿O sí, Yoongi?

El agarre de Jungkook en mi brazo desapareció. Todos nos volvimos a congelar en nuestro lugar. Entonces no solo estaba Taehyung, también estaba Yoongi. Y no solo eso, Yoongi era el infiltrado original. Aquel que nos había engañado desde el principio, ¿cuál es el principio? ¿Cuando lo conocí? ¿Cuando entró a la organización? ¿Cuando perdió a Hyomi? Muchas preguntas y ni una sola maldita respuesta. Soy una tremenda idiota.

—Dije que encontré una salida— continuó Tae—. Ahí esta— apuntó a Yoongi.

Todo comenzaba a tener sentido. Sus palabras lamentables, la investigación de Daehyun sobre él. Siempre tuve la respuesta ante mí y nunca pude verlo...

"—Sí, cualquier termino referente al caso se encuentra ahí. Lo cual me parece extraño— confesé—. Si el caso es nuevo y reciente, no debería existir tanta información de respaldo.

—El típico rompe bolas que se cree el mejor con un pasado misterioso que cree es suficiente para justificar su actitud actual— informé sacando una petaca para licor del interior de mi chaqueta.

—Das respuestas vagas, justificas todo con tus intereses personales, no quieres que se te hagan preguntas de tu vida, eres frío, tienes una mirada manipuladora y fulminante, se nota que si algún día consigues una chica la vas a destruir desde dentro...incluso con tu familia— terminé de decir dirigiendo el licor hacia mi boca.

—Distante. No se integra mucho, tampoco es un hablador. Hace lo que le piden aunque en su cara se puede leer que quiere hacer lo que se le pegue la gana. Es malhumorado, raro y me llega a sacar de mis casillas. Sin embargo, nunca ha tenido objeciones en cuanto a la misión en sí, simplemente se deja llevar.

—Bien. Lo investigo porque no confío en él— dijo—. Nadie sabe nada sobre él ni de donde viene. Usualmente sabemos quién es quién por sus padres, por el apellido o porque lo hemos visto desde pequeños. Con Yoongi no aplica ninguna de las anteriores.

—¿No se supone que se debe entrar por antecedentes familiares?— expresé curiosa.

—Y eso es justo lo que no encaja— hizo un ademán con sus manos demostrando que tengo razón—. Pero parezco ser el único a quien le importa eso. Nadie nunca se ha preguntado cómo es que Yoongi entró. Les da curiosidad su vida, él, pero no el cómo entró.

—¿Has notado los dos lunares en su oreja izquierda?— me preguntó molesto—. Tengo una foto de cuando él era pequeño. Mucho más que antes de entrar a la organización. Esos lunares no existían, Parker.

"Deberías alejarte...Yoongi es peligroso."

—¿Después de la misión? No se si habrá un después— susurró poco audible. "

Min Yoongi se robó mi corazón, mi confianza...y yo solo gané un cuchillo en la espalda.

—Oh vamos, Taehyung. Quería dejar la diversión para el final— el hombre salió de las sombras.

Esa cara. Esa cara no se olvida. Este hombre es la razón por la cual me fui de mi casa. La razón por la que tuve que dejar a mi madre. Liam Oliver está frente a mí. Su cabello blanco ahora era largo, su diente de oro sigue ahí, sus ojos llenos de malicia y repulsión no han cambiado. Sus ojos comenzaron a estudiarme. Parecía no reconocerme. Sin embargo, intentaba descifrar dónde me ha visto antes.

—No me dijiste que Choi Eunha era parte de la LOA— Oliver comenzó a acercarse a mí, yo retrocedía con cada paso que él daba.

—¿Eunha?— Taehyung sonaba confundido—. No, ella es Parker— alborotó su cabello un poco revelando su oreja izquierda. Tenía dos puntos en esta, parecían lunares. No los tenía. Es justo como con Yoongi. El símbolo para estar dentro del Clan no es un tatuaje de aguja, son dos puntos en la oreja izquierda. Debí haber escuchado a Daehyun.

—No claro que no— dijo él con un tono pícaro—. Choi Eunha, te ha estado buscando conejita. No sabía a dónde te había mandado tu madre, me moría por verte.

—Liam Oliver— susurré.

—¡Ah, sí me recuerdas!— aplaudió.

—¿Parker?— preguntó Jimin— ¿Acaso él es...?

Solo me limité a asentir. No quería decir más nada.

Un gran estruendo se escuchó desde fuera. El piso tembló y yo casi caigo al suelo, Jungkook fue rápido y me sostuvo entre sus brazos. Yo ya no doy más. Estoy cansada. Me siento tonta. Dos de las personas más importantes para mí terminaron siendo un completo engaño, solo una mentira que pronto terminaría.

—¿Qué está pasando?— preguntó Liam Oliver enojado, la voz desgarraba su garganta.

Yoongi corrió hacia la ventana que daba para el frente del edificio. Abrió un poco la cortina para ver lo que ocurría afuera. Muchos de nosotros tampoco sabíamos lo que pasaba, así que solo esperamos a que él informara.

—La LOA está afuera, bombardean la zona— dijo cerrando la cortina y mira hacia si jefe—. No pararán a menos de que nos entreguemos.

—¡A la salida de emergencia, ahora!— ordenó Oliver a sus hombres.

—No se preocupe— rió Jin—, está bloqueada. Si algo hicieron bien sus infiltrados fue darnos los planos de este lugar. Los refuerzos han rodeado la zona, incluso los túneles subterráneos han sido bloqueados. No tiene a dónde ir.

Oliver miró a Yoongi y Taehyung furioso, al parecer él no había autorizado que nos entregaran los planos. Abrió su abrigo y sacó un arma dentro de este. Intentó tomarme del brazo, pero Jungkook hizo más fuerte el abrazo para que no me arrebatara de sus brazos.

—Tú vienes conmigo, conejita— escupió—. Ahora que te he encontrado no te escaparás. Serás lo que siempre quise que fueras, mi mujer, una de las tantas perras que tengo en las casas.

—Eso no va a pasar— Jungkook lo golpeó con el mango de su arma en la nariz. Liam Oliver tambaleó hacia atrás mientras se sostenía donde Jungkook lo golpeó.

El suelo volvió a moverse. Debemos irnos de aquí antes de que este lugar se derrumbe y solo queden escombros. "Retirada". La voz de una mujer resonó en los comunicadores. Mierda, incluso Taehyung y Yoongi pueden escucharnos.

—Los he desactivado— informó Namjoon reuniendo a los demás disimuladamente—. Solo debemos irnos, Jin fue quien llamó a los refuerzos, un código en clave morse.

Jimin abrió las puertas detrás de nosotros. Comenzamos a salir corriendo de uno en uno. Debemos salir lo más rápido posible. Yo iba justo de Jungkook, soy la última. Mi cabeza aún estaba hecha un lío. Fue demasiado en una sola noche. Taehyung traidor. Yoongi traidor. Cuando me vuelvo a enamorar, resulta volverse una mierda. Un abuso de confianza. No más. Min Yoongi puede irse a la mierda, aunque no es como si le importara, ¿no? De seguro ha estado fingiendo todo. Nada fue real.

Ya faltaba poco. Las escaleras parecían infinitas. Sentí un jalón en mi brazo derecho. Giré a ver quién me había detenido. Era Yoongi. No retiré el agarre. Lo miré directamente a los ojos buscando algo, no sabía qué, pero lo sabría si es que lo encontraba. Pero nada. No hay nada.

—Parker...No, Eunha— llamó.

—No tienes ningún derecho de llamarme así— rugí molesta—. Ya no hay nada Yoongi, nunca lo hubo.

Retiré su agarre bruscamente antes de que él pudiese decir algo. No se merece mis lágrimas, y aun así estas no dejan de salir mientras yo abandono el lugar. Jungkook estaba en la puerta esperándome junto con Jimin. Ambos tenían los ojos vacíos, sin chispa alguna. Sus mejores amigos resultaron ser unos doble cara. Cada uno me rodeo con uno de sus brazos y salimos de la casa para subir a las camionetas de la organización. Había agentes vigilando el perímetro, otros monitoreaban computadores, algunos disparaban a aquellos que intentaban escapar, los demás bombardeaban el lugar.

Hyolyn había venido. Ella fue quien nos avisó de la retirada. Nuestras miradas se encontraron. Si bien yo no tenía daño físico, el emocional era mayor, y ella lo había notado.

—¡Comiencen a retirarse!— gritó a todos—. ¡Vámonos!

Vi a Jin, Hoseok y Namjoon subir a una camioneta juntos. Con ademanes nos decían que los siguiéramos y subiéramos. No debían decírnoslo dos veces. Apresuramos el paso hacia donde ellos estaban. Hyolyn se paró frente a nosotros.

—¿Dónde están Taehyung y Yoongi?— preguntó.

Jin no había tenido el tiempo de explicarlo todo el clave morse, es comprensible que no sepa nada del asunto. Mi voz salió gutural. Con enojo, con desprecio, con dolor.

—Esos bastardos no vendrán.