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Capítulo 20

—No es muy de mí hablar de mi pasado— dijo Yoongi sentado en una banca del parque central de Seúl.

Después de que me dijo que debemos hablar me trajo aquí. En comparación a mi viaje con Jungkook hasta Seúl, el camino con Yoongi fue en silencio completo. Sin embargo, no fue un silencio incómodo, estábamos bien con la compañía el uno del otro. No necesitábamos hablar, estar juntos era suficiente para sentirnos cómodos. No creo que sea fácil encontrar a una persona así en la vida. Incluso siento que esto me hace bien. Después de lo que ocurrió, obtener información en un solo día, necesito distraerme un poco para poder pensar claramente cuando estemos planificando la misión.

Ahora está el sentado en una banca y yo estoy frente a él sentada en un columpio. De chica no fui mucho al parque, por lo tanto esta sería mi tercera o cuarta vez en la vida. El cielo estaba claro, pero sus colores comenzaban a ser más cálidos. El sol comenzaba a ponerse.

Hablar con Yoongi no puede ser malo. Por primera vez se va a abrir a mí, y yo por primera vez me abriré a alguien respecto al tema de Mark. Tal vez lleguemos a hablar de más cosas. Solo espero que no termine por cerrarse de nuevo después de esto.

—Tampoco lo hago seguido— dije—. Solo tengo malos recuerdos, es mejor vivir el presente.

—Yo quisiera poder decir eso— confesó—. Hay cicatrices que no terminan de sanar.

—Creo que más bien existe algo que las obstruye, tú eres quien debe dejar que terminen de sanar— expresé.

—Su nombre era Hyomi— comenzó—. La conocí en la organización. Era indefensa, solo estaba ahí por el linaje. Tremenda estupidez. Sentí ganas de protegerla. Junto a ella conocí a Daehyun, eran mejores amigos. La torpeza de ella me hacía reír, me hacía imposible enojarme con ella.

Su expresión facial seguía seria como siempre. Sin embargo, su tono de voz no era el mismo de siempre. No era frío, cortante, ronco ni distante. Estaba presente, nostálgico, con deseo de superación. Un tono que comprendo al cien por ciento. Le es difícil hablar de ello, pero está haciendo un esfuerzo. No dará detalles. Esto me basta.

—Un día de vacaciones ella se fue a visitar a su familia. Recibí una llamada de Daehyun dos días después. Yo me había quedado en la organización, no tenía a quién ir. Él me dijo que Hyomi jamás había llegado a casa. El tren en el que iba tuvo una falla con los frenos. Murió— miró hacia abajo. No podía ver su rostro, su flequillo lo tapa—. Me dije "Esas cosas pasan, Yoongi. Incluso con los que más amamos"— siguió—. Al parecer me lo pasé por el culo. Causé un alboroto, estuve a punto de ser expulsado. Distancié a Daehyun de mí, él decía que no era el mismo y que mi sonrisa había muerto junto con Hyomi. Luego me comenzó a hacer preguntas como si fuese con detective. Ahí quedamos enemistados.

Su postura volvió a ser la anterior. Su rostro seguía igual, como si nada le afectara. Sus nudillos estaban rojos por apretarlos tanto. No es fácil que alguien a quien amas muera, yo no sé qué haría su alguno de mis hermanos o mi madre muriera, incluso si Justin muriera. Él perdió a la chica que ama. Es como, si en su momento, yo hubiera perdido a Mark.

—¿Y dejaste que eso te convirtiera en quien eres ahora? ¿No sería mejor que vivieras como ella hubiera querido?— pregunté calmada.

—Dejé que eso me marcara. Vivir como ella lo habría querido sería ponerla antes que a mí, y eso claramente no pasará. Vivo como quiero— respondió recostándose para ver el cielo.

—Supongo que concuerdo contigo— sonreí.

—¿Qué hay de Mark?— preguntó.

—Mark...— dudé sobre qué decir—fue mi primer amor. Lo conocí cuando pasaba por una etapa difícil. No se me permitía salir de casa porque mi padre no quería que viera a mi mamá, me lo tenía estrictamente prohibido. Me escapé pero no avancé demasiado, no salía de casa y no sabía a dónde ir. Encontré a Mark cerca de un barrio violento en la noche. No tenía idea de dónde estaba metida. Unos chicos intentaron pasarse de listos conmigo y él les dio una paliza. Me llevó a casa y le pedí frecuentarlo. Como un amigo. Después de que me ayudara a escaparme en las noches me mostró la cuidad. Me enamoré de él cuando menos lo supe. Me dijo la clase de cosas en las que estaba metido, no me importó. Luego las cosas fueron de mal en peor para él y terminó conmigo. Me hizo prometer que no volveríamos a intentar lo nuestro por el bien de los dos.

Me salté unos cuantos detalles, pero no quería hacer esto largo. No estoy en los ánimos de hablar de esto.

—¿Aún sientes algo por él?— preguntó metiendo una paleta a su boca.

—Cariño, solo eso—respondí con honestidad—. ¿Por qué la paleta?

—Solía fumar. Hyomi me regañó, dijo que debía dejarlo. Ahora cada que siento ansias de fumar, chupo una paleta— respondió.

—¿Por qué quisiste hablar de un momento a otro? Me pediste que no me metiera en tu vida, pero luego tus acciones me demostraban otra cosa. No te entiendo— expresé confundida.

—Dijiste que quedaba muy a mi criterio qué es lo que quiero— se levantó y me dio la cara—. Yo lo sé, ¿tú lo sabes? Pedirme que me lo piense y te de una respuesta es fácil, ¿qué hay de ti?

—Sé lo que no quiero— lo miré a los ojos—. No quiero estar lejos de ti.

🍬🍷🍬

Taehyung cayó rendido en su cama. Dejó su mochila a lado de esta y soltó un sonido de satisfacción cuando su espalda hizo contacto con el colchón. Habíamos vuelto a los dormitorios hace unas semanas y recién llegábamos de entrenar.

Kim Jongkook y Mark fueron llevados a la prisión oficial de la organización. Mi padre llamó a Namjoon para pedir un avance del caso. Al parecer está satisfecho con el trabajo que llevamos hasta ahora. Jin y Namjoon quedaron en ir a una reunión con él para discutir nuestro siguiente paso. Con los planos del lugar, la ubicación y la información que Taehyung recibió, estábamos listos para dar el último golpe. Tenemos lo suficiente como para ir contra ellos, definitivamente seremos nosotros quienes terminen con esto.

—Tus movimientos son más rápidos— adulé a Tae—. Das justo en el punto débil de cada uno de los movimientos del oponente. Sigues adaptándote a la especialidad de tu oponente, pero ahora tus habilidades se fortalecieron por diez. Admiro tu progreso en poco tiempo.

—Gracias— dijo somnoliento—. Significa mucho viniendo de ti.

—Descansa, Taehyung— dije en voz baja.

Quedé consciente de que está dormido. Es quien más entrena, por lo tanto es quien más agotado termina.

Unos golpes leves se escucharon contra la puerta. Me levanté de la cama. Detrás de la puerta se encontraba Daehyun. Es la primera vez que lo veo desde lo de Mark. Usualmente Yoongi está conmigo, eso hace que Daehyun no se acerque a mí. Prefiere evitar a Min. Esos dos no harán ñas pases jamás.

—Hola Min— saludó con burla.

—Si es a quien buscas, es la puerta de en frente— apunté vagamente la puerta con las iniciales de Yoongi y Jungkook.

—Ay por favor, ahora estás con él. No me viene mal llamarte por su apellido— comentó obvio.

—Que esté con Min Yoongi no significa que nos hemos casado como para que yo tome su apellido— ataqué con el mismo tono de voz.

—¿Quieres un café?— preguntó dejando el tema.

—Yo sí— una tercera voz se hizo presente.

—No estás invitado Park— Daehyun volteó a ver a mi mejor amigo haciendo saber que la invitación solo era para mi.

Bueno, puedo lograr que deje de lado mi relación con Min si es que Jimin nos acompaña. No le hace daño a nadie.

—Lo estás— miré a Jimin. Cerré la puerta detrás de mí—. Vamos, yo pago lo de él— informé a Daehyun.

Tomé a Jimin del brazo y los entrelacé. Jimin se tensó un poco porque no suelo ser así con él, ni con nadie. Me mantengo alejada del contacto físico. Sin embargo, me he estado ablandando un poco en ese aspecto últimamente. Supongo que abrir mi corazón hizo que mi sentido de cariño también saliera a la luz. No es mentira eso de que el amor te cambia.

Los pasos de Daehyun se hicieron presentes detrás de nosotros. Iba despreocupado, como si la presencia de Jimin no lo molestara en absoluto.

—¿Yoongi no se molestará por que saldrás con Jung Daehyun?— preguntó el chico a mi lado.

—Él sabe que no puede controlarme— respondí—. Además, está dormido y tú vienes conmigo. Lo segundo debería bajarle los humos si es que llega a enterarse.

—Touché— rió Jimin.

Entramos al elevador para ir a la planta baja. Me giré a ver a Daehyun. Algo debe querer como para buscarme. No es como si fuésemos cercanos, solo hablamos de vez en cuando. Y esas platicas no suelen ser de cosas casuales. Son de un individuo en común.

—¿Tienes algo qué decir?— interrogué.

—Tengo datos nuevos— contestó vagamente.

—Ya no necesito saber más de él— dije honesta—. No me es indispensable.

—¿Solo porque sales con él crees no necesitar saber quién es?— preguntó irónico.

—No está bien hacerlo a sus espaldas— dije entre dientes.

—¿Alguien me puede explicar qué es lo que está pasando?— habló Jimin confuso.

—¿Has notado los dos lunares en su oreja izquierda?— me preguntó molesto—. Tengo una foto de cuando él era pequeño. Mucho más que antes de entrar a la organización. Esos lunares no existían, Parker.

Lo pensé un poco. Los lunares puedes aparecer conforme al tiempo, hasta los veinte años. No tiene nada de raro. Aunque una vez perdieron color, luego regresó con la oreja roja y sus lunares tenían más color. Le molestaba dormir sobre su lado izquierdo. Es como si fuesen falsos. Meros tatuajes. Parece tonto, pero vale la pena investigarlo un poco.

¿Qué más escondes, Min Yoongi?