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Capítulo 11

—¿Me repites por qué somos pareja?— pregunté al chico con quien fui asignada.

—Porque así se decidió por Namjoon— respondió cansado de la misma pregunta una y otra vez—. Mejor date por vencida y acepta que así nos tocó, ya está hecho.

—Digamos que no es muy de mi agrado, pero por el bien de la misión dejaré de quejarme— expresé con desagrado a Yoongi.

Bueno pues resulta ser que la mujer decidió hablar con los chicos cuando yo tenía una pequeña "charla" con Yoongi ayer. Nos dividimos en parejas para poder abarcar más terreno, después de todo lo máximo que haríamos serían interrogatorios. No debemos causar alborotos ni nada por el estilo. Las parejas quedaron de la siguiente manera: Namjoon y Hoseok, Jungkook y Jin, Jimin y Taehyung, Yoongi y yo. En serio que a Jin le gusta darme en la joda. Él mismo me dijo ayer en la cafetería que no tuviera mucho contacto con Yoongi y justo me pone con él.

Nos dirigimos hacia un antro. Sí, de día. No queremos alboroto por la noche, y el dueño parece ser amigo de la mujer que aún sigue en nuestra base. Nos lo asignaron porque, al parecer, iba a ser el más duro de tratar. Yoongi y yo no tenemos problema alguno en ensuciarnos las manos. Creo que eso es algo en lo que ambos coincidimos.

Llegamos al lugar. Nos miramos el uno al otro antes de entrar. Él se adelantó y abrió la puerta del lugar. Entré después de él. Incluso ahora el lugar huele a alcohol y cigarros. Es tan asqueroso que me recuerda a mi niñez. Ahora quiero salir de aquí lo más rápido posible. El olor a alcohol no es lo que me incomoda, sino el olor a cigarro.

Había un chico, más joven que Jungkook, detrás de la barra limpiando unos vasos de vidrio. Me senté en una de las sillas y Yoongi hizo lo mismo a mi lado. El chico tenía unos audífonos puestos mientras tarareaba una canción y pasaba de un vaso al otro. Chiflé un poco fuerte, lo suficiente para ganarme su atención. Pude ver que el chico dio un respingo antes de quitarse los audífonos y girarse a vernos.

—Lo siento, estamos cerrados— dijo apenado.

—Entonces deberían cerrar las puertas con llave— comenté.

—Ah, cierto— dio razón con la cabeza gacha.

—No estamos aquí como clientes— informé—. Queremos ver al dueño.

El chico levantó la cabeza. Se notaba en su mirada que lo que menos quiere es que el dueño ponga pie frente a él.

—Está ocupado, regresen en la noche— se giró para seguir secando los vasos.

—Escucha niño— habló Yoongi—. No nos andamos con juegos, nos envió Gijoo.

—¿Gijoo?— preguntó con asombro—. ¿Saben dónde está?

—Ah ah, un favor por otro favor— dije.

—Bien— rápidamente corrió hacia al puerta de "solo personal autorizado".

La puerta volvió a abrirse unos cuantos minutos después de que el chico entró. Un hombre cercano a la edad de Yoongi atravesó la puerta. Era alto, con facciones bien definidas, bastante apuesto. Su cabello negro estaba levemente ondulado mientras caía sobre su frente. Puse mi mentón sobre mi mano al tiempo que mi brazo se doblaba en un ángulo de noventa grados sobre la barra. Serás difícil para otros, pero para mi no.

—Soy Kangjun, Seungmin dijo que querían hablar conmigo— se presentó mientras yo observaba los tatuajes en su cuello y los que yacen en sus brazos. Ay no, mierda me estoy volviendo loca.

—Parker— me presenté.

—Yoongi— habló mi compañero.

—¿Se les ofrece algo?— preguntó mirándonos.

—Podrías saber algo sobre el Clan Maechunbu— dije directa.

—Verás— dijo adoptando la misma posición que yo—, vas a requerir más que esa cara bonita para hacerme hablar, cariño.

—Si quieren se comen al rato— rechistó Yoongi—, pero ahora necesitamos información.

—Si cara bonita, habla— exigí al chico frente a mí.

—Lo siento— recuperó la postura y yo dejé salir un bufido—, soy una tumba respecto a eso. No quiero ponerme en riesgo.

—Y yo lo siento también— tomé su muñeca y la torcí un poco mientras con una navaja clavaba su pulsera de tela en la barra de madera—, si no hablas lo de nosotros— tildé mi cabeza hacia Yoongi— se va por un tubo.

—¿De dónde vienen?— preguntó y yo puse un dedo sobre sus labios.

—Ah ah, esa es la única pregunta que no nos puedes hacer— pedí.

—Solo dinos lo que queremos oír y te dejamos en paz— informó Yoongi paseando su dedo índice por el filo de su navaja.

—Si lo hago el niño a quien vieron puede estar en peligro.

—No te preocupes, tenemos la seguridad suficiente como para mantenerlo a salvo. Ahora habla— dije seria dejando de lado lo mucho que me atrae.

Noté cómo sobre pensaba las cosas. Entiendo que quiera la seguridad del niño, es como si yo quisiera la de mi madre sobre todas las cosas. Para mí mientras menos gente inocente salga lastimada, mejor. Solo espero poder ayudar en lo que digo así mis palabras no se irán con el viento. No quiero que un niño salga lastimado debido a nuestros asuntos. No debemos de involucrar a terceros.

—¿Dicen que los envió Gijoo?— preguntó Kangjun.

—Eso mismo— afirmé pretendiendo que miraba mis uñas.

—¿Cómo logró escapar?— preguntó con voz calmada.

—Me previno de consumir drogas para que me ingresaran, la iban a golpear, me hice carga del hombre y ahora está a salvo con nosotros. Pronto la enviaremos a un lugar seguro donde tendrá estabilidad de todo tipo— contesté recostándome en la barra.

—¿Qué quieren saber?— preguntó por fin.

—¿Qué uso le das a tu antro?— interrogó Yoongi.

Kangjun se sintió ofendido. Al menos eso intuí debido a su ceño fruncido y el bufido que salió de su boca.

—No tengo nada que ver con ellos si es lo que piensan. No sé lo que les haya dicho Gijoo, pero yo salí del Clan hace años— explicó—. Hice un encargo importante y me dejaron salir.

—¿Eso no es demasiado sencillo?— pregunté.

—Tienen amenazado a Seungmin— respondió—. No es sencillo, ese niño es mi todo.

—Yo podría ser tu todo— dije por lo bajo.

—Basta Parker— regañó Yoongi—. Necesitamos cualquier información que puedas tener— apuntó al chico frente a él con su navaja.

—Bien.

🍬🍷🍬

—Entonces, el viernes tendrán un "baile"— Namjoon hizo comillas con sus dedos—. En el cual llevarán escorts y servirá de distracción para llevar a las nuevas chicas a la casa de Gimpo.

—Eso fue lo que el chico lindo dijo— confirmé.

—¿Puedes dejar de llamarlo así? Me dan escalofríos de solo escucharte decirlo— pidió Jimin.

—Pues chicos consigan un traje, iremos a ese baile— dijo Jin.

—¿Alguien importante asistirá?— preguntó Jungkook.

—El tercero de Seúl, el segundo de Gwangju y el primero de Gimpo— respondió Yoongi— esos son a quienes debemos vigilar.

—Por suerte—hablé—, Kangjun nos dio nombres— tomé unos archivos y los aventé a la mesa frente a la que estábamos reunidos— y pudimos buscar el historial de cada uno de ellos.

—Kim Heechul, Shim Changmin y Kim Jongkook— leyó Hoseok.

—El hombre a quien queremos es Kim Jongkook, es el primero de Gimpo. Debido a que es la casa más cercana a la central es quien más contacto tiene con esta— expliqué.

—Boxeo, artes mixtas, tráfico de drogas, robo, homicidio, importación de armas— siguió Hoseok— y trata de blancas. Estuvo en prisión dos semanas, se fugó. La policía dejó de buscarlo hace un año. Se le clasificó como altamente peligroso así que se detuvieron las búsquedas de él. Agentes desaparecían una vez que los enviaban a atacar sus ubicaciones.

—Supongo que tendremos que correr el riesgo— sonrió Namjoon—. Prepárense, en dos días es la primera misión oficial del caso, no lo podemos arruinar.

—Seguro líder— contestamos los demás al unísono.

Me voy a divertir.