Hermana, ¿Qué haces aquí?

Qiao Anxin era realmente muy hermosa. Además, era una artista popular, todos estarían orgullosos de llevarla de paseo.

La familia Qiao ya no estaba pasando por buenos momentos.

Pero la misma Qiao Anxin estaba teniendo mucho éxito en el círculo del entretenimiento. Cuando se convirtiera en una artista de primera categoría, su familia no tendría nada por lo que objetarle.

—Entonces vamos a comprarlo —dijo Su Ze al ver las miradas de envidia de los empleados y decidió aprovecharlo—. Mira un poco más. Si ves más prendas que te gusten, podemos pagar todo junto después.

—Guau —exclamó Qiao Anxin, estaba muy contenta de oír eso. Se puso de puntillas y le dio un beso en los labios—. Hermano Ze, ¡eres tan bueno conmigo!

Los empleados que les atendían la miraban con envidia.

Realmente Qiao Anxin era una ganadora en la vida.

No solo había nacido con belleza natural, sino que también le iba bien en su carrera, ¡y hasta había conseguido un novio generoso que la trataba tan bien!

El vestido costaba decenas de miles de yuanes, y él accedió a comprárselo así como así.

Tsk tsk, ¿por qué no tendrían la suerte de conocer a un hombre apuesto y rico como él?

Qiao Anxin continuó mirando por su cuenta para escoger más ropa.

Mientras tanto, Su Ze fue llevado a una zona de descanso a esperar.

Pero en el momento en que se dio la vuelta, vio una figura familiar.

—¿Mianmian? —pareció un poco atónito.

Y luego frunció el ceño—. ¿Qué haces aquí?

Parecía como si pensara que era un lugar inapropiado para que Qiao Mianmian estuviese.

Qiao Anxin escuchó algo y se giró inmediatamente.

Se sorprendió al ver a Qiao Mianmian y naturalmente giró para ver cómo reaccionaba Su Ze.

Al ver que Su Ze mantenía la mirada fija en Qiao Mianmian sin siquiera pestañear, su expresión se oscureció.

Qiao Mianmian llevaba una camiseta blanca, pantalones de tres cuartos azul pálido y un par de zapatos blancos.

Su lujoso cabello negro caía suelto de forma casual y llevaba un maquillaje muy ligero, lo que la hacía lucir pulcra y fresca.

Aunque estaba vestida de manera sencilla, su exquisita apariencia seguía siendo bastante llamativa.

La envidia de Qiao Anxin se intensificó.

Esta desvergonzada Qiao Mianmian, ¿estaba tratando de seducir a Su Ze?

—Hermana, ¿qué haces aquí? —Qiao Anxin se colocó delante de Su Ze como para protegerlo y la miró como si fuera una enemiga peligrosa.

Qiao Mianmian encontró sus acciones ridículas, incluso graciosas.

Parecía que cada amante que se convertía en la «chica principal» olvidaba que eran los ladrones.

Qiao Anxin era igual.

Al ver a esta molesta pareja frente a ella, ni siquiera tenía ganas de hablar.

Lanzó una mirada sin expresión más allá de ellos y se dio la vuelta para irse.

—¡Hermana! —la llamó Qiao Anxin y le preguntó con una curiosidad fingida—. Ya que estás aquí para comprar ropa, ¿por qué te vas sin comprar nada?

Antes de que Qiao Mianmian pudiera responder, Qiao Anxin continuó con su fingimiento y actuó como si acabara de darse cuenta:

— Oh, ahora recuerdo. No han habido muchas aperturas de actuación recientemente para que puedas ganar tu ingreso como actriz secundaria. Y el Hermano Qiao Chen todavía está recibiendo tratamiento en el hospital y tienes que pagar sus gastos.

Al oír que Qiao Mianmian era solo una actriz secundaria, los empleados empezaron a mirarla con desprecio.

No era de extrañar que estuviera vestida tan sencillamente.

Simplemente era una chica pobre.

Y al escuchar a Qiao Anxin llamarla «Hermana», la despreciaron todavía más.