49 Tercera Memoria Fin

Ryan y Luna estaban al margen observando el baile—Eres muy astuto. Le contaste a Yuki todo lo que significa beber la sangre de otro frente a un grupo, solo para empujarlos a estar juntos—. Luna sostuvo el brazo de su esposo mientras seguía sonriendo.

—¿Qué más puedo hacer? Él no dará el paso aunque Yuki lo desea. Era la mejor opción para ambos. Él es el único que podría arrastrarla a salir y hasta soportó bailar con otros—. Ryan miró a su esposa.

—No me quejo, solo pregunto. Me encanta que estemos en la misma onda. Necesitábamos juntarlos. Por el bien de todos—. Luna los miraba y la música lentamente llegó a su fin.

Yuki se paró frente a Cedric y sonrió hacia él—Cedric del clan Ookami, ¿puedo participar de tu sangre?

Cedric se inclinó y extendió su mano hacia ella—Puedes, Princesa.

~Fin del Recuerdo~

—Cedric, no entiendo por qué me molestaría este recuerdo. Estaba a punto de beber tu sangre pero luego el recuerdo se cortó. Supongo que el recuerdo no está completo pero al menos no estoy tan frustrada esta vez. Esperaré a que este recuerdo continúe mañana aunque quiero terminarlo ahora—, suspiró Yuki—. Supongo que hay mucho que todavía no entiendo pero estoy aprendiendo que se suponía que estaríamos juntos desde el principio, Amo Cedric—. Yuki abrió sus ojos y lo miró sonriendo como lo hacía en el pasado.

—Sí, me elegiste por tu propia voluntad y fue entonces cuando conseguimos una conexión el uno con el otro, pero cuando veas el resto del recuerdo entenderás por qué dije que no te resultaría agradable, Yuki. Todavía eres mi esclava pero al mismo tiempo, quiero que seas tú misma. Eres la Reina de los Vampiros y ellos te han estado esperando. Así como yo he estado buscándote, ha habido vampiros que te han estado cazando. Creo que esperan manipularte para que elijas a otro—. Cedric toca su marca en su pecho y mira dentro de sus ojos—. Que se jodan, ahora que te tengo no te dejaré ir a ninguna parte.

—Soy tuya, Amo Cedric. Todavía me siento más cómoda llamándote así pero mis recuerdos volverán tarde o temprano. ¿Me meteré en problemas si la forma en que te dirijo cambia? —Yuki se sentó y rodeó su cintura con sus brazos—. Haré lo que me pidas ya que soy tuya para mandar, Amo Cedric.

—En cuanto a cómo quieres dirigirte a mí... te dije que necesitas llamarme Amo Cedric pero creo que si decides llamarme Cedric como lo hacías en el pasado también es muy aceptable. Eres mía y te he dado muchos regalos a lo largo de los años y a medida que tus recuerdos regresen te los daré de nuevo pero hay uno que quiero que uses nuevamente. Ya vuelvo —Cedric tocó su mejilla y salió de la habitación hacia el estudio—. Abrió el baúl de objetos de su pasado y encontró el primer regalo que le dio. Cogió la caja y la llevó de vuelta a la habitación.

Yuki esperó con cierta impaciencia a que Cedric regresara. Se levantó de la cama y se vistió con uno de los vestidos que estaba en el armario. Se puso el vestido rojo con hombros descubiertos. Subió el vestido pero no pudo alcanzar el cierre. Sostuvo el vestido con sus brazos.

Cedric regresó a la habitación y la vio luchando con el cierre y se acercó por detrás para subírselo —Déjame ayudarte, mi pequeña esclava —. Rápidamente subió el cierre del vestido y luego sacó el collar y se lo colocó alrededor del cuello—. El recuerdo de cómo conseguiste este collar te llegará mañana, es parte de tu pasado. Así que te dejaré descubrir de dónde vino por tu cuenta pero todavía te queda increíble —levantó su cabello y besó la nuca al lado del collar.

—Cuando Cedric besó su cuello, Yuki se estremeció y su respiración se volvió trabajosa. "¿Por qué ante el toque más ligero mi cuerpo reacciona y cuando cualquier otro intentó tocarme sentía repulsión?"

—Probablemente sea porque tú y yo estamos destinados a estar juntos —Cedric dejó caer su cabello y dio un paso atrás—. Puede ser por el hecho de que te entrené en el pasado, pero no voy a decir solo eso. Te dejaré descubrirlo por ti misma, pero nuevamente, finalmente te tengo. No te dejaré alejarte de mi vista por el resto de nuestras largas vidas eternas —la miró mientras ella jugaba con el collar que le colocó—. ¿Quieres salir esta noche?

Yuki jugueteó con el collar y se volvió ante sus palabras —¿Podemos salir de la casa? Pensé que estaría atrapada aquí por un tiempo, mientras recordaba lentamente nuestro pasado juntos —lo miró esperanzada.

—Hay algunas cosas que podemos hacer. Hay una agradable vida nocturna aquí en la ciudad en la que estamos pero necesitaremos evitar los lugares donde los vampiros frecuentan. Pensé que estaría bien ir al cine, así que reservé unas entradas en un palco privado. Podrás ver a los demás espectadores pero ellos no podrán verte a ti. No quiero que la gente sepa que has vuelto al menos no todavía. Quiero que tengas tus recuerdos intactos —Cedric comenzó a cambiar su atuendo y lentamente se cambió a un traje negro con camisa blanca por debajo—. Agarró la corbata y la envolvió alrededor de su cuello.