Meditación

"Entonces; Comencemos por enseñarte a usar el Mana." Dice Erika mientras me encuentro sentado en una roca plana y de color azul. "Entonces... ¿Qué debo hacer?"

"Ah!" Me sobresalto cuando sin previo avisó, Erika me agarra por atrás y me endereza la espalda. "Primeramente, tener una buena postura." Eriza alza un poco la voz y se pone delante de mí.

"Lo segundo, respira lento y cierra tus ojos." Cuando escucho su voz decirme que hacer, cierro mis ojos esperando sus próximas indicaciones.

Con mis ojos cerrados, escucho atentamente todo lo que Erika dice. "El Mana es básicamente energía la cual está dentro de todos los humanos. Para desbloquear esta energía y que puedas manipular como fluye dentro de tu ser, solo tienes que pensar en ella como si abrieras una puerta dentro de ti".

Siguiendo sus instrucciones, primero intento imaginar una puerta delante de mí, pero se me hace difícil cuando distintos pensamientos vienen a mi mente. Pensamientos que había pensado que tenía enterrados...

La muerte de mis padres, la envidia que sentía por mi hermana y como la trataba mal. Y en ese momento cuando todas mis malas acciones volvían a mi mente, siento que algo agarra mis hombros y empieza a llamarme. "Harold, tranquilo, cálmate"

"No abras los ojos, simplemente respira y limpia tu mente". Mientras habla, siento que Erika se posiciona detrás de mí y siento su espalda tocar la mía. "Apoyate un poco contra mí y dame tus manos, deja que el fuego guíe tus pasos".

Siento como las manos de Erika tocan las mías y me apoyo un poco contra ella, cuando lo hago, siento como lentamente me empiezo a calmar. Aunque la presencia de Erika me distraía un poco, poco a poco empiezo a ver una estela de color morado.

La estela, que parecía ser a lo que llamaban Mana, empieza a moverse de forma extraña, como si fuera una extraña presentación hacia mí. En ese momento, siento que una energía extraña entra en mí y se reúne en mi pecho.

Recuerdo las palabras de Erika e imagino una puerta abriéndose para esta extraña energía. Suspiro lentamente cuando siento que la energía empieza a entrar a mi cuerpo... Sentía como si fueran años desde los que me relajaba de esa manera.

Lleno de energía, era la descripción perfecta para como me sentía ahora mismo, pero mientras me perdia en la relajación, la estela aparece una vez más. De repente, comienza a expandirse de manera extraña y explota forzándome a abrir mis ojos.

"Arhhg" Sintiéndome mareado, sostengo mi cabeza, ya que sentía que todo se hiba a caer. En ese momento, escucho a Anon hablar.

"¡Te dije que tenía potencial!" Con una sonrisa orgullosa y una voz un poco molesta, ruge su voz delante de mi.

Por mi parte, aunque me sentia un poco mejor, aún me dolía un poco la cabeza. "Uhh, ¿Qué pasó?" Cuando pregunto, Anon se adelanta, me da un vaso de agua y una pastilla de color verde.

"No te preocupes, eso es bastante normal, solo toma esto y estarás nuevesillo." Confiando en las palabras de Anon, pongo la pastilla en mi boca y bebo el agua inmediatamente sintiendo cuan amarga es.

En unos pocos momentos, comienzo a sentirme completamente mejor. "¡Haha! Realmente eres algo, chico." Dice Anon con la misma sonrisa de antes.

Aunque ser halagado se sentía bien, realmente no tenía idea de porque lo hacía. "¿Por qué, hice algo extraño?"

Inesperadamente, Erika es quién me responde. "Normalmente, cuando las personas intentan abrirse al Mana. Tardan 2-4 horas, dependiendo de su talento, pero tú lo hiciste en solo 30." Dice Erika sonriendo con algo que parecía ser orgullo.

"Oh..." Aunque esto seguro era debido al sistema, no pude evitar sentirme con un poco de esperanza al escuchar esas palabras. Podía, podía sobrevivir en este mundo y regresar a mi hogar. Una pequeña sonrisa crece en mi cara cuando pienso en ese hecho.

"Bueno, ¿Qué tal si seguimos con el entrenamiento y vemos que tan bueno eres en el control de elementos?" Erika se acerca a mí extendiendo su mano para ayudar a levantarme.

"Sí" respondo tomando su mano y aún más entusiasmado que antes.