Explicaciónes

Había pasado casi media hora, en este momento, estaba en la habitación de invitados, después de bañarme en algo a lo que yo mismo no podía llamar baño.

Pero sin darle importancia a esto y habiéndome ya cambiado de ropa, sintiéndome totalmente renovado, fui a la sala de la anterior vez donde me esperaban Anon y Erika quienes estaban hablando.

"¿Te sientes mejor?" Pregunta Erika notando mi presencia.

"Sí, solo un poco mareado." Respondí notando que esta era mi oportunidad para preguntarle sobre algunas cosas que habían pasado antes. Por lo tanto, procedía sentarme a su lado.

"Fue realmente extraño como me sentí cansado de golpe, ¿Tiene que ver con el Mana?" Había llegado a esta conclusión gracias a lo que había dicho antes sobre tener cuidado con el gasto de Mana, y este era el momento perfecto para resolver algunas de mis dudas.

"Sí, de hecho me preguntaba cuándo llegaría a su fin tu Mana." Erika me responde y me pasa un tazón con lo que parece ser sopa.

Oh, de hecho eso me recordó a que había una estadística de Mana en el sistema, el cual recordé que no había abierto en bastante tiempo.

Rompiendo mi hilo de pensamiento, Erika continúa hablando. "Aunque tu progreso es aterrador, por ahora no creo que puedas alcanzar a las personas de la academia, pero al menos estarás listo para la prueba de entrada."

En realidad ya me había hecho la idea de qué no sería fácil, sobre todo, el hecho de superar a personas que habían vivido aquí toda su vida. Pero al menos había un hecho que me daba esperanzas, el cual era el sistema. Así que no dejaría que eso afectara mi estado de ánimo. "¿Prueba de entrada?"

Sin ninguna razón aparentemente, Erika sonríe respondiendo mi pregunta. "No te preocupes por eso, no te expulsarán a menos que seas muy malo. Esas pruebas son realmente para saber a qué clase te asignarán."

Me había preocupado de abrumarla con tantas preguntas, pero no podía permitir que eso me hiciera retroceder en el aprendizaje sobre este mundo. "¿Clases?"

Erika termina de comer antes de responder. "Clase baja, media y alta, dependiendo de tu desempeño y conocimientos te asignarán a alguna de las tres".

"¡Y mi hija estará en la clase más alta de las altas!" Río Anon a lo que Erika responde mirándolo como si fuera un tonto.

Pero de hecho, creía en lo que decía, después de todo hace unas horas la había visto crear una esfera de viento, lo que me hacía preguntar... "Erika ¿Cuántos elementos sabes controlar?"

Por un instante, Erika me miró con cierta perplejidad antes de responder con claridad: "En realidad, solo el fuego. Mi Don me permite copiar elementos."

Así que en realidad estaba en lo correcto al pensar que una persona solo puede usar un elemento. La curiosidad florecía aún más en mí e hice una pregunta la cual estaba pendiente por responder, "¿Qué es un Don?"

"En el momento en que nacen, algunas personas son bendecidos por la Diosa la cual les otorga un Don en cualquiera de los ojos." Erika termina de explicar y se quita los anteojos cerrando el ojo izquierdo.

"Como pudiste ver, yo nací con dos. Uno permite copiar el elemento de alguien a quien haya tocado. Y el otro..." Erika hace una pequeña pausa antes de volver a hablar. "Es algo que solo puedo desactivar con anteojos o cerrando mi ojo izquierdo, con el puedo drenar el Mana de las personas."

Oh, ahora ya entendía lo que había pasado anteriormente cuando la conocí, que haya funcionado tan rápido... Era un poco aterrador, pero confiaba en Erika al igual que confiaba en Anon. Para mí, no tenía sentido que quisieran hacerme daño después de haberme ayudado tanto...

Rompí ese hilo de pensamiento inmediatamente al llegar a ese punto, no quería dudar de ellos; me parecía irrespetuoso pensar de esa manera.

Pero mientras estaba sumido en mis pensamientos, Anon me llama la atención. "Hey, chico, será mejor que termines de comer, ya he enviado la carta a Ágala para que puedan entrar a la academia y necesito que los dos estén listos para la próxima semana."

En realidad esto que había dicho aplicaba más a mí que a Erika, después de todo, ella ya parecía más que lista, mientras que yo apenas podía lanzar una esfera de viento.

Sin querer perder más tiempo, comencé a saborear la sopa que, aunque un poco fría, seguía siendo deliciosa.