Yamamba y Cao Cao

En un cierto lugar de la ciudad, un hombre con orejas parecidas a los mapaches, se acercaba a una mujer que veía por la ventana de un edificio destartalado.

- No podemos encontrar ningún rastro, Yasaka-sama… lo siento –poco después de que esas palabras salieran, toda la habitación empezó a temblar y resquebrajarse.

- … … Puedes retirarte –después de escuchar esas palabras, el youkai aterrorizado, se escabullo.

La mujer era Yasaka, un Zorro de Nueve Colas, era alta, de pelo rubio y facciones fascinantes, con un encanto erótico extremadamente grande, ya que su cuerpo tenía unos pechos enormes, y un trasero amplio y firme, pero sus ojos y oídos, eran los que más se destacaban.

En lugar de oídos comunes, tenia oídos de zorro, de un color rojizo claro, y sus pupilas brillaban de color oro, en forma de hendiduras, mientras que nueve colas destacaban por detrás de ella.

Pronto, la sala volvió a temblar, el espacio pareció desdibujarse, y ser remplazado por un patio amplio y lleno de nieve, mientras que atrás de Yasaka, apareció Yukiko.

- Se acabo Yasaka –dijo con una voz extremadamente helada.

- ¿Yukiko? –se sorprendió la mujer zorro– ¿Qué haces aquí?, ¿y cuál es tu intención al atraparme en una barrera?

- … no necesitas hacerte la inocente, la abuela lo sabe todo, y me envió a detenerte –contesto Yukiko, mientras su piel blanca, adquiría un sutil color morado o violeta, y sus ojos y pelo blanco, brillaban como la plata, al mismo tiempo que la temperatura de la habitación, bajaba rápidamente.

- … … parece que has sido engañada… pero no tengo ni tiempo, ni ganas de justificarme, detente ahora, o saldrás herida –contesto Yasaka, mientras sus colas empezaban a bailar atrás de ella y adquirían un brillo rojo, con llamas espectrales apareciendo en sus puntas, haciendo que la temperatura del lugar, no le afectara en lo más mínimo.

- … creo que ambas deberían tranquilizarse –antes de que Yukiko pudiera decir algo mas o atacar, se escucho la voz de Rías, que junto a su familia y parte de la familia de Sona, dirigida por Tsubasa, así como Shuri,, se acercaba a ellas, como si estuviera caminando por un velo tranparente.

- ¿Tranquilizarme? –pregunto Yukiko sorprendida.

- … … ¿demonios? –pregunto Yasaka en estado de alerta, en especial cuando vio que la niña de las nieves parecía conocerlos.

- Así es Yukiko-san, he averiguado algunas cosas, y tengo motivos para pensar que en alguna parte de lo que sabes, hubo una confusión o malentendido, claro, no tengo pruebas, pero estoy segura que no quieres hacer algo imprudente que empeore la situación, ¿cierto? –respondió Rías, luego se dirigió hacia Yasaka– yo soy Rías Gremory, heredera del clan Gremory y responsable de esta ciudad, al parecer, eres sospechosa de robar un artefacto divino, denominado "Llama Negra De Cristal".

- ¿Qué? –se sorprendió Yasaka, luego volteo a ver a Yukiko– ¿es por eso que estas aquí?, ¿no me digas que tu…? ¡Absurdo!

- … entonces, ¿Por qué desapareciste de Kyoto al mismo tiempo que la reliquia? –pregunto Yukiko, ella era relativamente joven y algo inexperta, pero sus instintos, de pronto le estaban advirtiendo que algo andaba mal.

- … eso es… –pero antes de que Yasaka pudiera decir algo mas, se escucho una voz suave y tersa.

- Mi querida Yukiko, no pensé que fueras tan inútil, y que ni siquiera mataras a los subordinados de Yasaka, pero que puedo decir de un intento de líder, con un corazón tan frágil como el tuyo… solo creo que es decepcionante.

Cuando nadie se había dado cuenta, una mujer de aproximadamente 1.60, con la piel clara y tersa, ojos negros y pelo largo y oscuro, vestida con un Kimono rojo, así como emanando gran belleza y nobleza, estaba ahí parada.

- ¡Yamanba!, tú, sucia vieja, ¿no me digas que eres la que está detrás del secuestro de Kunou? –pregunto Yasaka, repentinamente enojada, como si comprendiera muchas cosas de forma repentina.

- ¿Kunou?, así que por eso… –hablo Yukiko desconcertada, luego se dirigió hacia la que Yasaka llamo Yamamba y pregunto– ¿abuela?, ¿Qué está pasando?, ¿Por qué me hablas así?, ¿no me digas que…?

- Oh, por fin lo comprendes, sí, yo soy la que robo la reliquia, esperaba que tu y Yasaka se mataran una a la otra, mientras que estos asquerosos buitres, se mezclaban, y luego yo limpiaría al final –respondió Yamanba, mientras de pasada, insultaba despectivamente a Rías y los demás– pero bueno… tu pretenciosa bondad, complico las cosas, claro, nada que realmente cambie la situación, después de todo, solo necesito matarlos a todos aquí y la historia será la que yo cuente, y por cierto Yasaka, ¿Dónde ves que sea vieja?

- … estúpida hipócrita, ¿Dónde está Kunou?, ¿realmente crees que todo funcionara como quieres?, ¿realmente crees que todos los Youkai son estúpidos?, incluso si te fusionas con la Llama de Cristal, tardaras al menos diez años, para adquirir todo su poder, sin hablar de que puede costarte la vida, vieja y estúpida ambiciosa, llena de traumas pasados y creencias siegas –despotrico Yasaka llena de ira.

- … tu eres la estúpida… de todos modos, no entiendes lo profundo de la organización que me asiste, respecto a lo demás, ya que vas a morir, no tiene sentido que pierda el aliento contigo –dijo Yamanba con cara disgustada, luego alzo la mano, mientras la imagen de una llama negra aparecía en su frente.

- ¡Imposible! –grito Yukiko asustada y exaltada– tú eres la misma que nosotras, maldita y atada a las líneas espirituales, no deberías poder absorber tan fácilmente la Llama de Cristal.

- Como dije antes, solo eres una niña estúpida, a pesar de que en un principio pensé en tomarte bajo mi manto y conducirte a un futuro glorioso, pero, pronto me di cuenta que aunque crees mis palabras, eras una niña infantil, incapaz de hacer lo que se necesita para lograr lo que uno quiere –respondió Yamamba de forma despectiva– llevo años con mis planes, justo un mes antes de mandar robar la reliquia, cedí mi puesto a una sucesora adecuada, aunque mi poder se redujo, e incluso podría matarme, me dio la oportunidad de fusionarme con la Llama Negra de forma inmediata, no solo restaurando mi poder, vida y capacidad, sino haciéndome inmensamente poderosa, sin estar atada a un pedazo de tierra. Ahora ¡mueran!

Cuando Yamamba agito su mano, una cantidad horrorosa de viento de color morado, obviamente veneno elemental, corrió hacia todos los presentes, de principio a fin, ni siquiera miro dos veces al grupo de Rías.

Pero cuando el viento de color morado, parecía barrer y matar a todos, de pronto se convirtió de aire de color azul, un azul como el de una llama azul, y se disperso, enviando una ola de frialdad.

Ante la sorprendida Yamamaba, Grayfia apareció frente a ella, con su uniforme de sirvienta y su cara estoica, pero ahora con un ligero tinte de frialdad.

- … Así que un demonio de ultima clase, no es de extrañar porque esos pequeños buitres han estado tan despreocupados –dijo Yamamba mirando a Grayfia, mientras comentaba con sorna, luego, agito la mano y un enorme círculo mágico se dibujo, haciendo que varios seres aparecieran, había varios Oni, Ogros y un ángel caído– maten a esas pestes, mientras me encargo de este demonio.

Ante las palabras de la Youkai, los Oni y Ogros, rugieron con reverencia, mientras emanaban espíritu de guerra.

El ángel caído, era un hombre de 1.67, de pelo largo y rubio, con ojos violetas, tenía seis alas de 15 metros cada una, y emanaba un aura muy poderosa, ante la convocatoria y ordenes de la Youkai, frunció el ceño, pero sabía que no era rival para ella, así que se volteo a mirar a los demonios y las otras dos mujeres Youkai.

Mientras tanto, Yamamba agitaba su brazo, e innumerables serpientes hechas de enredaderas y raíces de arboles, con colores exuberantes, demostrando su naturaleza venenosa, se lanzaron contra Grayfia, iniciando así, su lucha.

- … ustedes demonios, tienen mala suerte, antes de caer, yo era un operador de Gárgolas, aunque ya no tengo mi ejercito, aun poseo los suficientes para destruirlos –por otro lado, hablo el ángel caído, mientras miraba con desprecio al grupo de Rías.

Cuando terminaron sus palabras, siete estatuas de piedra gris, en forma de gárgolas, empezaron a aparecer a su espalda, luego, hicieron un rugido feroz, que sacudió todo a su alrededor.

Pero el ángel caído pronto puso una cara de inmensa sorpresa e incredulidad, pues aparte de dos demonios de la familia de Sona, que tuvieron una cara ligeramente pálida y creaban escudos para protegerse, los otros solo fruncieron el ceño un poco.

- ¡Imposible!, las Gárgolas son las castigadoras del mal, ¿Cómo es que no están siendo afectados?

- Ara, ara, no necesitas preocuparte por eso, sino por mí, Ángel caído-kun –dijo la voz de Akeno, que ya había aparecido por encima suyo.

- ¿Qué? –el ángel caído apenas reacciono ante una serie de rayos y relámpagos, que destruyeron todas sus gárgolas y lo enviaron a volar.

- Ara, ara –inclino la cabeza Akeno de forma linda– parece que tu poder bruto todavía es mayor que el mío, bueno, no importa, serás un buen entrenamiento.

Después de decir eso, desplego sus tres pares de alas, todavía podían distinguirse tres alas de demonio y tres de ángel caído, pero ahora, cada una, tenía una mezcla de las características de las otras.

Los otros demonios, con Tsubasa como vanguardia, también empezaron a luchar contra los ogros y oni, al igual que Yasaka y Yukiko.

Shuri también lucho, mucha de su magia, había sido creada para enfrentar a Youkai, así que, aunque había algunos que no podía vencer, pues ya no contaba con el encanto, que unía su magia a la fuente de poder de la familia Himejima, en algunos sentidos, ahora le era más fácil manejar sus poderes y habilidades, en especial, porque Yue había puesto mucho esfuerzo en enséñale y acoplarla a su manera de hacer magia.

Por otro lado, Rías estaba parada frente a un Oni muy singular, de piel negra y ojos azules, pero con dos cuernos, y que media solo dos metros, más pequeño que otros de su especie, pero que emanaba una fuerza, que haría a un demonio superior, al menos los más débiles, desconfiar de él.

El Oni soltó un gruñido y alzo una especie de garrote intrínsecamente diseñado , cuando lo dejo caer sobre la niña demonio, esta levanto su mano, cubierta con una especie de manto de energía carmesí, y ante el asombro del Youkai, detuvo el golpe, haciendo que se hundiera un poco, e inmediatamente, levanto su otro mano y lanzo un puñetazo.

El Oni sintió una premonición de peligro y se retiro rápidamente, cuando el "puño" cayo, hizo que el viento y la tierra se alejaran y rompieran.

- ¿Aura de batalla?, no, esto es una especie de magia, pero demasiado natural, ¿Cómo? –se asombro el Oni, ante el espectáculo, a su parecer extraño.

- Destrucción –dijo Rías– el poder de la destrucción es muy molesto de controlar, por lo que en vez de ello, reduje su potencia, y cree una forma más "física" de dicho poder, aunque reduce su naturaleza mágica y aniquiladora, crea un efecto muy peculiar de "poder" destructivo, que me ayuda a gobernar sobre chicos grandes como tú.

El Youkai estaba completamente sorprendido, pero Rías no le dio oportunidad y levanto una mano.

Inmediatamente, la luz alrededor del Oni, empezó a disiparse y convertirse en oscuridad, que luego se trasformo en lanzas y látigos, los cuales atacaron desde todas direcciones.

Con un gruñido que hacia vibrar el viento, alzo su "garrote", el cual se vio envuelto en un viento de color azulado, y golpeo contra el ataque de la demonio.

Haciendo que graba y tierra volaran por todos lados, el Oni empezó un estado de frenesí, Rías alzo ambas manos, y creo dos círculos mágicos a partir de la energía oscura, estos se disolvieron dando paso a una especie de rayo oscuro, que golpeo contra el Youkai.

El Youkai hizo un rugido aun más fuerte, era increíble pensar que aun había podido gruñir con más fuerza, pero lo hizo, lo que provoco que un viento azulado lo envolviera como una armadura, pero al recibir el impacto, se quebró, como si hubiera sido cristal.

Sin embargo, el Oni levanto su garrote y con un gruñido mas, una fuerte cantidad de viento se formo en su arma, hasta tomar la forma de un Oni, luego lo bajo, haciendo que el oni de viento, se lanzara como un vendaval hacia Rías.

La chica demonio construyo varios bloques de "paredes" con la energía de la oscuridad, que se grabaron con círculos de defensa y reflexión, pero como si fuera una casa contra una tornado, fueron barridas, al igual que Rías.

Gracias a otras barreras en su cuerpo solo recibió rasguños y moretones, pero le dio la comprensión, que a pesar de lo fuerte que se había vuelto y la ventaja natural de su poder, aun no podía ser irreflexiva y salvarse de la diferencia de poder, pues a pesar de la ventaja que parecía tener, realmente no había podido dañar sustancialmente al Oni.

Así, un aura gigantesca la envolvió, y asumió su forma astral, lo que la hacía ver hermosa, pero digna y peligrosa.

Alzando un dedo, una energía se formo rápidamente, y un rayo de luz oscura, como la luna en un eclipse, salió disparado contra el Youkai.

Este gruño y quiso deshacerse del ataque, con la misma táctica que había usado antes, pues su intuición le dijo, que no solo era peligroso, sino inevitable.

Cuando ambos ataques chocaron, una estruendosa explosión se produjo, y el cuerpo del Oni se disparo y choco contra una montaña helada artificial, producida por la barrera.

Pronto, el Oni volvió a salir, esta vez, su armadura que consistía en una especie de piel de oso y tigre, así como su garrote, ya no estaban con él, sin embargo, no parecía tener otras heridas.

Miro profundamente a Rías y hablo.

- Yo le debo una vida a Yamamba, con esta guerra, le he pagado, tu, eres poderosa, he perdido, puedes tomar mi vida o lo que desees –después de esas palabras, cayó al suelo, mientras escupía una bocanada de sangre, de color verde oscuro.

- AAAAHHHH, ¿PORQUE?, ¿PORQUE? –antes de que Rías se relajara, se escucho un gran grito de pena e indignación.

Cuando la chica miro a la fuente, vio a Yamamba, que había vuelto a su verdadera forma, ahora parecía una vieja de pelo blanco y gris, sucio y desaliñado, su Kimono parecía viejo y roto, mientras una especie de boca se abría en su frente, al tiempo que derramaba sangre roja y morada.

Grayfia estaba frente a ella, aun usaba su uniforme de sirvienta, el cual no parecía ni arrugado, ella solo había estado entreteniendo a la vieja Youkai, pero era obvio, que esta no era su oponente, ni de cerca.

- Solo un ignorante Youkai, ni siquiera a la altura de alguien como el Nueve Colas, cuando se le permite usar su poder fuera de Kyoto, menos aun con ella en su territorio, incluso con todo el poder que obtuviste, tardarías diez años en alimentarte lo suficiente, para siquiera lograr un empate, ¿luchar contra mí?, ¡Ridículo! –hablo la demonio de pelo plateado, su traje de mucama y su expresión estoica, eran un gran contraste con sus palabras dominantes y arrogantes, así como el aura infinita e intocable que emitía, solo por estar ahí, de pie en el aire, sin siquiera tomarse la molestia de sacar sus alas.

Ante el grito furioso y lleno de indignación, Grayfia hizo un movimiento con la muñeca y una bola de poder con un ligero tinte azul se creo, cuando la lanzo y choco contra Yamamba, el Youkai se convirtió en algo parecido a una estatua de cristal, que antes de caer, se desmorono en un aire azulado, pero tan frio, que incluso un Youkai como Yukiko, sentiría que su orgullosa temperatura fría, era demasiado "calurosa".

Sin embargo, un cristal en forma de llama, dentro de la cual había un brillo negro, capaz de quemar el cielo y el sol, que podía verse dentro de ella, aun permaneció intacto.

Con un movimiento, Grayfia recupero el Cristal de Llama Negra, la reliquia de Amaterasu.

… … … … … … …

Mientras el grupo de Rías y Grayfia, llegaban al lugar de Yukiko y Yasaka, Yue se materializo dentro de una barrera, que hacía parecer el entorno, como una ciudad abandonada.

Frente a él, estaba una niña, de aproximadamente 1.55, pelo rubio, orejas de zorro y facciones muy hermosas, si alguien dijera que la niña tenía 11 o 12 años, cualquiera lo creería, pero si dijera que tenía entre 15 y 16, también lo creería, después de todo, el Youkai era muy interesante, enviado una sensación muy curiosa.

La niña estaba inconsciente, así que no percibió su llegada, pronto, unos pasos sonaron detrás del chico.

- ¡Impresionante! –exclamo una voz masculina– estoy de verdad sorprendido, pasar a través de nuestra barrera como si nada, realmente eres más de lo que dicen los informes, en especial, tomando en cuenta la naturaleza de esta barrera.

Yue ignoro al hombre hablando, y después de analizar a la chica que denomino como Kunou, hija de Yasaka, hizo una oscilación con su brazo, pasando su palma por encima del cuerpo de la pequeña zorrita Youkai, sin tocarla.

Al siguiente instante, surgió una fluctuación de poder, que parecía distorsionar el viento y el espacio alrededor de la niña, haciendo que esta se desmaterializara.

- … –el hombre detrás de Yue no dijo nada, pero si se viera su rostro, parecía genuinamente sorprendido, y se quedo mirando el lugar donde había estado Kunou, como si esperara que solo estuviera oculta de la vista y sus sentidos.

- … bien –dijo Yue dándose la vuelto y mirando al hombre, parecía tener entre 19 y 23 años, era alto, de 1.77, pelo negro y ojos negros, con una especie de vestido o uniforme tradicional chino– Tu debes ser Cao Cao.

- … no sabía que supieras de mí, me siento alagado –contesto Cao Cao, sin querer perder impulso– tú debes ser Yue Tianlei, el humano que trabaja para los demonios de esta ciudad y que se dice que es muy sorprendente… aunque he de decir, que esa descripción queda algo corta.

- … ¿Oh? –Yue inclino la cabeza pensativamente, y luego una mirada de decepción paso por sus ojos– ¿no me digas que estas aquí para mí?

- … eso parece decepcionarte, ¿Por qué? –pregunto Cao Cao con una ceja levantada, y algo desconcertado con la actitud del chico frente a él.

- … sabia que te estarías moviendo por capricho, así que pensé que la razón por la que hiciste tanta cosa, era para luchar con Grayfia, la esposa del actual Lucifer –respondió Yue, pero al ver la mirada de sorpresa del hombre, solo negó con la cabeza– parece que ni enterado estabas… bueno, da igual, yo también tengo algo de interés en ti, porque no antes de continuar, me dices, ¿Qué es lo que quieres de mi?

- … … por supuesto, que te unas a mí, tu eres como yo, no solo eres poderoso como un humano, sino que muy sorprendente y poseedor de un Artefacto peculiar, incluso tienes algo de sangre china como yo –contesto Cao Cao– en lugar de trabajar para demonios, ¿no te gustaría saber dónde está tu limite?, ¿demostrar que la humanidad es la regente de este mundo?, ¿no te gustaría iniciar un camino para enfrentar a los seres más poderosos?

- … veo que de verdad tienes mucho carisma, incluso palabras estúpidas como las que escupes, se oyen gloriosas y dignas –respondió Yue con desdén– cada que te oigo, me decepcionas aun mas, ni si quiera te has dado cuenta.

- … –ante las palabras de Yue, Cao Cao arrugo la frente, algo desconcertado y molesto.

- Como humano, ya estas lleno de límites, querer demostrar que sobrepasas a todo Ser sobrenatural, solo porque tienes un arma poderosa, te hace ver como un idiota –continuo Yue sin piedad– de todas formas, no me interesan proposiciones estúpidas sin ningún futuro, ya que sin todo lo que te respalda, no eres más un humano frágil, con un poco de habilidad, y un complejo de héroe.

- … deberías tener cuidado con lo que dices Tianlei, hay cosas que no puedes comprender, quizá tu menosprecies a los humanos, pero eso no significa que seamos débiles, ¿no dependes de un Artefacto Sagrado también?, ¿no eres apoyado por demonios?, creo que el único hipócrita aquí, eres tú.

- No lo creo –respondió Yue– a excepción de ayuda o invalidar ciertas capacidades, mi artefacto no me da poder, yo soy el que le da poder, los demonios no han construido mi camino, sino yo, y normalmente no dependo de mi Artefacto a diferencia de ti, hablando de eso, ¿por qué no me muestras ese longuinos y su poderosa fuerza? –dijo Yue.

- … de acuerdo, te lo mostrare, mientras tú me muestras tu orgulloso poder.

Cuando Cao Cao termino, saco una lanza, era dorada y larga, parecía muy hermosa y deslumbrante, pero sobre todo, parecía poder destruir todo a su paso, y hacia que el mundo se sintiera tan… común.

Con un empujón, simple y poderoso, la punta de dicha lanza, ya estaba frente a Yue.

Pero este, solo levanto una mano en forma de navaja y la detuvo, mientras una especie de onda silenciosa de poder, salía despedida del lugar del impacto.

Cao Cao estaba aturdido, e incrédulo, no podía entender, como un simple humano, podía detener el arma asesina de Dioses, con su mano.

Pero pronto, el hombre vio a Yue bajar la otra mano hacia su cara, en la misma forma de cuchilla, entonces, sintió como si un peligro mortal lo invadiera, y supo, que si esa mano lo tocaba, moriría.

Alzando la lanza, detuvo el golpe en forma de corte, pero fue enviado a volar por más de diez metros.

- Veo, así que eso es –hablo Yue– esta lanza ciertamente es poderosa, capaz de detener mi ataque, la naturaleza de su poder, es una especie de opresión… aunque llamarlo así, es una manera algo insultante de decirlo, pero es como un mandato, que le hace parecer un Gran Emperador, enfrente de plebeyos, incluso los Reyes, en este caso Dioses, deben bajar la cabeza, claro, esto se basa en que está hecho a partir de un Dios bastante poderoso… bueno, al menos un Ser con un poder por encima de la divinidad común, junto a… mmm, bueno, no lo sé, pero eso lo hace interesante.

- ¿Cómo? –pregunto Cao Cao regresando frente a Yue.

- Igualdad –contesto el chico encogiéndose de hombros– también lo puedes ver como nulidad, ¿Qué es la pureza?, al menos desde el punto de vista de la Llama Terrenal, es algo que no es bueno, ni malo, ni poderoso, ni débil, quizás no puedo hacer que ese dragón blanco con el que has luchado y por lo que te sientes tan orgulloso, pierda su poder, porque su poder es tangible, pero, ¿tu lanza?, es solo un efecto, como un veneno, como una irrealidad convirtiéndose en realidad, solo la naturaleza de su habilidad, pero no poder, es decir no "energía", frente a mí, es solo una lanza dura, fuerte y peligrosa, no diferente de cualquiera otra, solo mas capaz, pues ante la "pureza", sin poder verdadero, solo puede ser lo que es… aunque claro, tampoco puedo debilitarlo.

- ¡¿?! –Cao Cao estaba genuinamente sorprendido, tanto. que por primera vez en mucho tiempo, no sabía que decir.

- Ahora, aunque se debe a una especie de hechizo o reforzamiento divino, parece que pronto adquirirás el poder de un demonio superior, aunque algo carente, y sin el limite completo, parece que le gustas mas a Indra de lo que pensé, pero actualmente, solo estas a mi nivel.

Cao Cao, no sabía que decir, podía pararse frente a un Dios, con arrogancia, pero frente a este chico, solo era un mortal mas, solo un poco más poderoso.

Sin poder aceptar dicha situación, alzo su lanza, y comenzó a luchar contra Yue.

Intercambio tras intercambio, por mucho que quisiera, Yue no podía romper la lanza, y la habilidad de Cao Cao, era sorprendente, al punto, que si no fuera por su magia e irregularidad de movimiento, incluso habiéndose deshecho del "efecto" del Longuinus Verdadero, aun perdería.

Mientras que Cao Cao, estaba tan frustrado, como no había estado en mucho tiempo, sabía que el oponente enfrente suyo, era capaz y habilidoso en artes marciales, pero no podía compararse ni de cerca con él, pero la forma tan natural que usaba su magia, sin siquiera círculos mágicos, para moverse, atacar y defender, no era algo que se pudiera medir o calcular, incluso cuando había encontrado un cierto patrón, por no hablar, de que la técnica con la que se defendía de la naturaleza física de su lanza, era extraña y extremadamente peligrosa, como si pudiera cortar el vacio, incluso cuando entendía que no era así.

- Bueno, he de decir, que eres sorprendente, más de lo que pensé, supongo que te subestime, no eres como esos tontos humanos, que se adhieren a lo que otros le han dado o dependen solo de su poderosa arma, también has refinado tu poder y habilidad, más allá de lo natural, sobre todo en habilidad marcial, nunca creo poder compararme contigo –admitió Yue, una vez que se separaron, sabía que luchar de esa forma era tedioso, pero incluso él, no podía manejar su Llama Terrenal, hasta el punto de infundir su efecto más asombroso, en la energía o magia, pues si lo hacía, su propia magia se vería debilitada o anulada, y si la lazaba normalmente, Cao Cao, podría usar el efecto de su lanza, para defenderse.

- … supongo que es un empate –dijo Cao Cao con una cara frustrada.

- … estoy de acuerdo, la razón por la que tu lanza puede ser solo una lanza algo especial frente a mí, es la razón, por la que la mayoría de mi poder, es invalido frente a ti, sin hablar, de que también sabes hacer tu propia magia, mientras que tu nivel, es similar y hasta levemente superior al mío –dijo Yue encogiéndose de hombros y algo pensativo dijo– será que matarte ahora, ¿vale la pena?

- ¡¿?! –cuando Yue dijo esas descuidadas palabras, Cao Cao sintió una sensación de peligro, como hace mucho, sino es que nunca, había sentido, salto dos metros hacia tras, y puso su lanza en forma de batalla, mientras esta soltaba resplandores extraordinarios.

Cuando Yue miro eso, entrecerró lo ojos, el chico entendía, aunque no le gustara y se hubiera burlado, que tener un arma poderosa en tu haber, incluso si "injusto" desde una perspectiva ingenua, aun era un poder, ya que saber manejarlo, también es una forma de poder.

Lo que hacía a los longuinus especiales, a parte de sus efectos, era que mientras reconocieran a sus dueños, incluso si era humano y limitado, todavía podían ejercer gran parte de su poder, así que en cierto sentido, nunca subestimo a Caco Cao.

Viendo la apariencia del hombre enfrente de él, supo que aun tenia cartas ocultas, aunque Yue no creía perder, sobre todo porque el efecto del Longuinus Verdadero, no podía afectarlo, comprendía que tampoco sería una sabia decisión, enfrentarlo en este momento.

- … hablas de la supremacía humana, pero con o sin tu conocimiento, tu poder se ha desarrollado por algo más que tu talento, una parte, gracias a la sangre en tus venas, la cual fue producida por un milagro sobrenatural o divino, y por otro lado, por la protección y bendición de Indra… es patético en mi forma de ver, ¿héroe?, solo es la designación humana, ante lo que otros humanos no pueden lograr, y solo es un nombramiento que verán como monstruoso, una vez que no lo puedan controlar, recuerda, muchos héroes no murieron haciendo grandes hazañas, sino traicionados por humanos, "rasguña a un héroe y un monstruo saldrá a flote" –hablo Yue– si crees que matar demonios, Youkai, Dioses y demás, te hace un héroe, eres un estúpido, en especial, porque la lanza en tus manos, es la creación de lo que a tus ojos, sería uno de los más grandes monstruos que hayan existido.

- … –ante las repentinas palabras del chico, Cao Cao quedo algo desconcertado y distraído.

- Tus pensamientos, tu destino, tu camino, tu búsqueda, no es algo que me interese, pero recuerda, las familias Sitri y Gremory, Yasaka y Yukiko, están bajo mi protección. En poco tiempo, seré un demonio también, camino que yo cree y que nadie creo para mi, deberías buscar el tuyo, y demostrar que puedes superar de forma verdadera, tus limitaciones, haciendo que la lanza sea conveniente y no el centro; pero sin importar lo que decidas, un ataque más, y no me importaran tus sentimientos, incluso si en el fondo son puros y nobles, te demostrare, que un Rey Demonio, realmente vence al héroe.

Con una llama cubriendo su cuerpo, la figura de Yue empezó a desmaterializarse, pero antes de desaparecer, hizo un movimiento rápido con la muñeca, y disparo una bola de fuego, hacia una esquina del "cielo" artificial, hecho por la barrera.

- No me gusta que espíen y juegan trucos conmigo, en especial, seres insignificantes –después de eso, desapareció.

La sombra de un hombre corpulento y una especie de escudo, se formo para intentar detener la bola de fuego, al tiempo que Cao Cao gritaba.

- ¡No! Esquiven.

Pero la bola de fuego traspaso el cuerpo del hombre robusto, y rompió el escudo, impactando contra una sombra negra, e iluminando el "cielo".

En medio de gritos y caos, Cao Cao miro hacia donde Yue Tianlei había desaparecido, con una mirada curiosa, pensativa e ilegible.