webnovel

Capítulo 1: Entre la oscuridad de la noche y la luz de la luna.

Llegué a mi departamento, encendí la TV, me di una ducha, y divisé el reloj...

8:30 PM, Hora de cenar, eh.

Antes de cocinar, miré qué tenía en el refrigerador...

Me faltan algunas cosas, tendré que ir a la tienda.

No tengo otra opción.

***

Después de comprar lo necesario para hacer curry, y otros ingredientes, salí de la tienda y vi el parque donde encontré a Takahashi.

¿Debería ir a ver si sigue ahí?

Lo dudo, pero algo me dice que vaya...

***

Después de unos minutos de caminata logré ver el banco donde estábamos

Sigue aquí.

"Takahashi-san, ¿por qué sigues aquí?"

"¿Tanaka-kun?"

Con su cara llena de dudas preguntó "¿Q-qué haces aquí?"

Esa es mi línea...

Ya debería estar en su casa...

"Eso te pregunto yo."

"Verás, es que no tengo suficiente dinero para irme..." Su cara reflejaba la preocupación de sus palabras.

No entendí por qué no lo dijo antes.

"¿Por qué no me dijiste antes de que me fuera?"

"Me di cuenta cuando me iba a ir pero tu rastro ya había desaparecido."

"Ya veo."

Eso se soluciona fácil.

"¿Cuánto necesitas?"

Con nerviosismo preguntó "Antes de eso ¿Qué hora es?"

¿No lo puede ver en el celular?

"¿Se apagó tu celular?"

"...Lo olvidé."

No es normal que alguien olvide esas cosas...

En fin...

"Son las 9:05 PM."

¿...El último tren no salía a las 9:00?

Para confirmarlo, la volví a ver y efectivamente...

Su expresión, que se había aliviado un poco después de encontrarnos, volvió a la preocupación.

Con algo de lástima dije "El último salió a las 9:00, ¿verdad?"

"Sí..."

A esta altura solo nos queda una opción...

"¿Te sabes el número de tus padres? Los puedes llamar."

Su ceño se frunció al escuchar eso...

"Sí lo sé, pero ahorita no... quiero verlos, tuvimos un tipo de discusión y escapé..."

Esa es la razón de por qué está acá sin prácticamente nada.

¿Qué hacemos? Ahora sí sólo queda un opción, pero es la que había estado evitando...

Con esperanza de que no pensara en que tengo malas intenciones dije "Vamos a mi departamento"

"¡¿Eh?!" Su mirada no ocultaba su sorpresa.

Es una reacción normal, después de todo ir a dormir en el departamento de un hombre desconocido no es muy confiable que digamos...

"No me veas así, ¿acaso tenemos otra opción o prefieres quedarte acá?"

"Pero, ¿tus padres?"

Su cara decía que no quería darme molestias pero en mi caso no importaba.

"Vivo sólo."

Sus ojos se abrieron más.

"Tranquila, no te haré nada." Dije con total seriedad.

¿No me veo lo suficientemente confiable...?

"No lo decía por eso. Vas a invitar a una desconocida a tu casa, podría robarte ¿Sabes?"

Tiene mucho sentido, pero gracias al pasado, se me da bien leer las intenciones, en especial las malas...

Además, alguien que va a robar no te advierte a menos que sea psicología inversa...

"Realmente no te veo haciendo eso... En fin, ¿vienes o no?"

Ya quería regresar y esperaba que aceptara.

Pasó unos segundos pensando para por fin decir que sí.

"Acepto. Muchas gracias. No sé cómo pagarte lo que has hecho por mí..."

"No hace falta, esta vez te ayudaré porque me sabría mal dejarte acá."

Con una actitud determinada dijo "Igualmente, te lo pagaré."

"Si lo haces tampoco me voy a quejar."

Bajo la luz del la luna caminamos en dirección al departamento...

***

No duramos mucho en llegar.

"Llegamos" Le dije.

No era muy grande, pero tenía lo necesario para vivir.

Después de abrir la puerta le dije que entrara.

"Con permiso." Dijo ella algo nerviosa.

*Suspiro* Intentando que se relajara le dije "No hace falta que estés tan nerviosa, ¿No confías en mí?"

"Sí confío, pero no puedo evitarlo. Es la primera vez que entro en el departamento de un chico..."

*Suspiro*

Cambiando de tema le pregunté "En fin ¿qué quieres hacer?"

Con pena me respondió. "...Quiero ducharme ¿Puedo?"

Asintiendo dije "Si es lo que quieres, adelante"

Pero, ¿con qué ropa se va a cambiar?

"Si se te olvido el celular no creo que de casualidad tengas ropa por ahí guardada ¿o sí?"

Realmente era ilógico, pero no perdía nada en preguntar.

"No..."

Era la respuesta esperada...

"Te puedo prestar una camisa grande pero el problema es... la ropa interior."

Con vergüenza visible, su boca se abrió "Umm..."

"¿Qué pasa?"

Parece que tiene una sugerencia.

"¿L-la puedo lavar?"

No había otra opción...

Sin mejores ideas solo pude aceptar. "Por supuesto. ¿Ves esa puerta de ahí?..."

Le di indicaciones de dónde estaba la lavadora, la secadora y la ducha.

"Espera un momento, iré a buscar la camisa."

Supongo que entre más grande le quede, mejor.

Después de buscar un tiempo, encontré la indicada.

Volví con ella y le entregué la camisa más grande que tenía.

"Por cierto, si después de secar la ropa, queda mojada, usa la secadora de pelo que está en la ducha."

Mientras intentaba contener sus nervios me agradeció "G-gracias, Tanaka-kun"

Es normal, ¿no?

"Entiendo que no te sientas completamente segura, pero te lo prometo, no me voy a mover de acá. Si quieres estár más segura, la puerta tiene cerradura pero no recomendaría ponerla, por cualquier emergencia. "

"Además, voy a preparar la cena mientras te duchas"

"B-Bueno, no la cerraré y confiaré en ti. E Intentaré salir rápido para ayudarte..."

"No hace falta, pero si quieres no me voy a negar..".

Después de verla desaparecer tras la puerta, me dirigí a la cocina.

Hora de cocinar...

***

45 minutos después...

¿Aún no ha salido?

Bueno, es una chica pero... ¿Debería ver si está bien?

Iré, mejor prevenir y no lamentar después.

"¿Takahashi-san? ¿Estás bien?"

Espero no le haya pasado nada.

Aunque lo dije porque no quería que le pasara algo también pensé en mi bien:

Una persona muerta, en mi departamento, en mi ducha, y chica... ¿Cuántos años de condena son esos?

"¿Tanaka-kun? Sí, ya voy a salir."

El alivio me invadió cuando escuché su voz.

La puerta se abre y...

Me quitó el aliento en ese momento.

Su cabello mojado y su cara sin maquillaje y ligeramente roja, solo resaltaban aún más lo innegable; su belleza.

"¿Q-Qué pasa?" Preguntó ella.

Después de un tiempo me di cuenta de que no le quitaba la mirada de encima.

"Lo siento... sólo quedé impactado."

"¿Impactado? ¿P-por qué?" Preguntó confundida.

"Supongo que te lo han dicho incontables veces, pero... eres muy linda ¿sabes?"

Sus mejillas ya rojas, intensificaban el color.

En un tono bajo me reclamó. "...Esas cosas no se dicen de de nada. Eso fue demasiado repentino y tu honestidad me sigue sorprendiendo. Pero... gracias"

"...C-cambiando de tema, te ayudaré a cocinar"

"En realidad, ya terminé..."

"..."

"...Perdón, no te pude ayudar..." Se inclinó.

Su expresión acompañaba su disculpa.

Intentando animarla dije "No te disculpes. Te dije que si querías ayudar no me iba a negar, pero no era necesario."

Con una pequeña, pero hermosa sonrisa dijo: "...Gracias, Tanaka-kun."

Primera vez que la veía sonreír así.

En ese momento no lo sabía, pero la capa de hielo que me había puesto sobre mi corazón, empezaba a derretirse.

"De todas formas, vamos a comer antes de que se enfríe."

***

Nos sentamos a la mesa y empezamos a comer.

Cuando ella probó el curry sus ojos se abrieron de par en par.

"¿Qué te parece?"

"Sabe muy bien" Dijo ella, otra vez con una cálida sonrisa.

Asombrada dijo. "Pero, Tanaka-kun, no esperaba que supieras cocinar tan bien."

"Antes era un desastre y me conformaba con comida empaquetada, pero en algún momento me cansé y por obligación tuve que aprender."

"Ya veo"

"¿Y tú? ¿Sabes cocinar?" Le pregunté.

"Sí, también vivo sola."

"¿Umm? Pensé que vivías con tus padres... Como dijiste que escapaste."

Recordando el por qué estaba acá dijo "Sí, pero fui a donde ellos porque tenían algo importante que decirme y cuando huí, si iba a mi departamento, me irían a buscar..."

"Ya veo... No quiero meterme de más pero ¿por qué no los llamas? Aunque no quieras hablar con ellos, si realmente fueron a tu departamento y no te encontraron, deben estar preocupados..."

Con un tono triste ella dijo: "De hecho quería pedirte prestado el celular para hacerlo..."

"Claro, cuando terminemos de comer los puedes llamar."

"...Gracias, Tanaka-kun."

***

El tiempo pasó mientras cenábamos.

Después de cenar, ella se ofreció a lavar lo que estaba sucio diciendo: "Al menos déjame hacer esto, has hecho mucho por mí" Y no me podía negar.

Me senté en el sofá a ver la TV y un tiempo después ella llegó.

"¿Me puedo sentar a tu lado?"

Sin ningún problema dije. "Claro."

Se sentó junto a mí y tomo un cojín para abrazarlo.

Solo podía pensar que se veía adorable.

"¿Estás lista?" Pregunté, era hora de llamar a sus padres.

Afirmó con seguridad "...Sí."

Cuando del otro lado contestaron pude oír cierta parte le la conversación.

"Papá, estoy bien.", "En casa de un amigo" "No quiero hablar de eso", *Suspiro* "No es necesario que hables con él..."

Takahashi me entregó el teléfono y como disculpándose dijo: Lo siento, mi padre quiere hablar contigo."

"No tengo problemas..."

Lo tomé y pensé que lo primero que debía decir era un saludo.

"Buenas noches, señor"

"Buenas noches niño. Antes de decirte lo que tengo que decir ¿Cuál es tu nombre?"

"Tanaka Hiroshi"

"Lo recordaré. Bien, yendo al grano, lo primero que quiero decirte es... No pienses hacer nada raro con Mio. Si me entero de algo parecido, no te irá para nada bien."

Era bastante directo con lo que decía.

"Puede estar tranquilo, jamás haría algo así"

"Me gusta esa respuesta. Lo segundo es que... Por favor cuides bien de Mio, actualmente no la estamos pasando bien; especialmente ella"

La primera petición fue una de padre sobreprotector y ésta de un padre preocupado.

"Intentaré hacer lo mejor posible"

"Te lo agradezco y espero que la próxima vez que hablemos sea de frente. Despídete de Mio por mí, buenas noches."

Colgó.

Takahashi estaba esperando ansiosa a que terminara la llamada para preguntar: "¿Qué te dijo"?

Esperando ver su reacción dije "Me pidió que cuidara de ti"

Se cubrió la cara con el cojín y reclamó. "¿Cómo puede decir cosas vergonzosas como si nada?"

Pasó un tiempo antes de quitarse el cojín.

Se ve incómoda, ¿quiere decirme algo?

"¿Qué pasa, Takahashi-san?"

"¿Eh? N-nada es que..."

"Adelante." Le dije.

"Bien, es que pensaba regresar mañana temprano..."

"Era eso. Tranquila, supuse que necesitabas regresar"

Busqué en mi bolsa y le di el dinero que le iba a dar anteriormente.

"Perdón por las molestias..." Dijo ella. "Prometo que te lo devolveré"

"Realmente no hace falta..."

Con intención de no ceder dijo "De todos modos lo haré. Pero por el momento, gracias..."

"Como quieras. Pero no es necesario que me agradezcas"

Después de eso, vimos la TV tranquilamente...

***

Faltando poco para las 11:30 empecé a cabecear...

*Bostezo* Debería ir a dorm...

¡¡¡¿?!!!

No pude terminar la frase.

Sentí un peso en mi hombro, que me hizo por un momento, olvidar el sueño.

Takahashi se había dormido y su cabeza estaba apoyada en medio de mi cuello y hombro...

¿Qué debería hacer?

Pero que descuidado de su parte. Es demasiado confiada...

Aunque en parte es mi culpa por insistir en que confiara.

Mis ojos se fijaron en su cara y después, más abajo; en una de las partes más codiciadas para un adolescente.

Tanaka Hiroshi, cálmate.

***

Unos minutos después logré calmarme.

No la quiero despertar... Tendré que cargarla...Espero no le moleste.

La tomé en brazos y la llevé a mi habitación.

Qué ligera...

La acosté en la cama y le puse las mantas encima...

Y mi mano, inconscientemente, apartó su cabello detrás de su oreja y acarició su suave mejilla...

"Buenas noches, Takahashi-san. Hoy fue un día difícil, descansa..."

Cerré la puerta de la habitación y me acosté en el sofá.

Mientras me iba sumergiendo en un profundo sueño, recordé el pasado, los sucesos de hoy y me dije: Hace cuánto no me comportaba de esa forma....

Reflexioné sobre muchas cosas y, el sueño, finalmente me ganó...