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Capitulo 8

Chloe Johnston

 

- Señorita, tomé esta manta sino es posible que le de un resfriado.

 

- Ah, muchas gracias. Mostrándole una leve sonrisa le respondí.

 

Me encuentro a dos pasos de la camilla en donde se encuentra mi triste y mal herida madre, aunque logró despertarse por unos minutos, se encontraba bastante débil que volvió a quedar dormida, no puedo evitar sentirme aliviada por su recuperación.

 

De repente escucho una notificación de mi teléfono celular y veo que era un mensaje de Luka que decía lo siguiente:

 

<<Rara, se que estas despierta aún, levántate del sillón y dirígete a la ventana>>

 

La habitación en la que nos encontrábamos estaba en el segundo piso y el clima a fuera se veía bastante mal que era imposible que el se encontrará ahí.

 

Me levanté y empecé a dirigirme hacía la ventana, al llegar me lleve la sorpresa de saber que el no se encontraba ahí con dulces o un café como las películas y libros de romance que e visto y leído. De repente escucho otra notificación y en esta decía:

 

<<Mira detrás de ti, esta vez no es broma>>

 

Empecé a sentir un cosquilleo desde la planta de los pies hasta la punta de mi cabeza, y sin más que pensar me di la vuelta para encontrarme con esos ojos color cafés que me volvían loca cada vez que me miraban.

 

Me lancé encima de el y ¡Oh Dios! Que bonito se sentía estar en sus brazos.

 

- Mira te traje un chocolate caliente y uno para tu mamá también, bueno para cuando ella despierte, aunque debemos calentarlo después.

 

Con una sonrisa boba y bondadosa me dio los chocolates calientes.

 

El es un buen chico, aunque por alguna extraña y rara razón siento que me oculta algo.

 

- Rara, y cómo sigue tu mamá.

 

- Ella a despertado y va mejorando. Pero dime, tu que haces aquí a las 3 de la mañana.

 

- Es bueno que su salud vaya mejorando poco a poco, y lo de andar aquí fue porque pensé que te sentías sola y agotada por estar cuidando a tu mamá, no vayas a pensar que era porque me hacia falta verte okay.

 

Deje salir una risa escandalosa que al instante calle llevando mis manos a la boca.

 

Empezamos a conversar y todo era extraño, ninguno de los dos veíamos la hora, esto me hizo pensar que el también estaba disfrutando el estar conmigo y de repente se levanto y dirigió hacía mi, me tomo del mentón y suavemente me beso, después de esa escena se sentó a mi lado y acostándose en mi me dijo.

 

- Me gusta estar contigo.

 

No podía creer lo que estaba sucediendo, me había besado y quedado dormido segundos después, desconcertada empecé a sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo y me di cuenta que mis mejillas se estaban poniendo de un color rojizo que últimamente suele aparecer cuando estoy cerca de el. Mi cuerpo no me respondía y decidí hacer todo mi esfuerzo en colocar mi débil mano en su cabello, esto me tranquilizó hasta el punto que también me estaba quedando dormida y en un susurro le respondí.

 

- Igual a mi.

 

[...]

 

Pensarás que solo soy una chica triste con problemas familiares de un libro en el cual lo menos esperado pasará, te quería confesar que mi personalidad fue sacada del mundo real y posiblemente con problemas que tu tienes, bueno ya que yo solo soy un personaje escrito en un libro en donde el autor decidirá que sucederá conmigo, pienso aceptar con una sonrisa todo lo que vendrá.

 

- Chloe, estás en esta realidad.

 

- Si, lastimosamente estoy aquí.

 

- Te preguntaba que era lo que te gustaba.

 

- Mmm... Me gusta pensar que solo soy un personaje secundario de un libro en el cuál el autor quiere enseñarle a las personas el mundo desde otro punto de vista.

 

- ¿A que te refieres con eso?

 

- Me siento atrapada en una historia que no es la mía, que mi personalidad esta basada en otras personas, que ya ni recuerdo quien soy en realidad.

 

- Y que quieres hacer al respecto.

 

- Acompáñame al salir de la escuela y lo sabrás. Vamos, ya van a empezar las siguientes clases.

 

Nos levantamos y empezamos a caminar hacia nuestras clases tomados de la mano, si lo se, suena cursi pero que le podíamos hacer, a ambos nos gustaba saber que estamos juntos.

 

No lo puedo negar, esas miradas que nos dan me hacen extremadamente feliz, quien se lo podría imaginar, la chica que es mala influencia enamoró al chico más popular de la escuela, ahora que lo pienso eso sucede en varios libros en los que e leído, gracias autor que me creó por haber hecho esto por mi.

 

- Me debo ir a mis clases, nos vemos luego.

 

- Si.

 

Vi como el se alejaba poco a poco de mi y cuando me iba a dar la vuelta, el me miro y mostrando su brillante sonrisa me dijo.

 

- Cuando salgamos, primero vamos a mi casa, así podrás conocer a nuestra mascota.

 

- ¡Si!

 

El timbre sonó y las probabilidades de quedar en el pasillo castigada eran mayores. Afortunadamente si logré llegar a tiempo.

 

- Señorita Chloe, y eso que decidió entrar a mis clases de historia.

 

- Estoy igual a usted profesor, no tengo la menor idea pero hoy tengo bastante deseo de aprender.

 

Y así fue, preste atención a la clase, aunque cada segundo me preguntaba ¡¿Por qué me esta pasando esto?! Lo único que tenía claro era que empecé a cambiar desde que el llegó a mi vida. Será está una de esas cosas que dicen en los libros de romance, ¡Aaa! Y si esté es el primer amor, el cual me destruiría o incluso puede que me engañe, bueno no hay que pensar tanto así, el no haría eso, el sería más de que seamos pareja hasta el punto que ambos estemos sentados en un sofá con una taza de café pasando nuestra edad más de los cincuenta, hablando de todos los lugares y recuerdos que hemos tenido juntos, si claro, así sería nuestro futuro.

 

¡¡NO, NO, NO!! Despierta Chloe, solo llevan una semana juntos, no pienses mucho en lo que harán o pasará después, cálmate, respira e intenta no pensar en el, no pienses en nada.

 

Pase toda la clase pensando que ni cuenta me di cuando ya había terminado.

 

[...]

 

Bien, lo esperaré aquí, por qué será que me duele la cabeza, claro que se muy bien el por qué, pero me gusta hacerme la que no se. Dijo que iríamos a su casa, veríamos el gatito y luego iríamos a donde tengo planeado llevarlo.

 

En ese momento una idea llego a mi cabeza, y si el decide llevar nuestra relación al siguiente nivel, cuando estemos solos en su casa. Un sentimiento de nerviosismo corría por todo mi cuerpo, no,no,nooo, el no haría eso o ¿si lo haría?

 

Mientras más pasaba el tiempo mi mente mas cosas pensaba, era una tortura que ya no soportaba, de repente y en el momento más esperado, una gentil y hermosa voz me trajo de vuelta a la realidad.

 

- ¿Estás bien? Lo siento por demorarme, estaba...

 

Mientras el me explicaba el por qué de su demora, menos iba escuchando, mi mente en blanco iba quedando y mostrando una leve sonrisa me lancé a sus brazos, con lágrimas en los ojos dije.

 

- Te extrañe.

 

Las lágrimas que no paraban de salir, las limpió suavemente con un pequeño pedazo de tela, luego tomo mi desordenado cabello y empezó a arreglarlo, terminando con un beso en mi frente dijo lo siguiente.

 

- Ya todo esta bien, apresurémonos para que lleguemos a tiempo donde deseas llevarme.

 

Y así como el había dicho, solo fuimos a su casa a conocer a nuestro gatito color negro, no creí que tendría ojos de diferentes colores igual a los míos y sin duda alguna sabia que eso no era casualidad, me di la vuelta en dirección hacia Luka y agarrándole la mano lo jale hacia mi, no soportaba el hecho de que estuviera lejos por mucho tiempo, y en un susurro le dije.

 

- ¿Es para saber que estoy a tu lado?

 

El sabía a que me refería pero aún así no quiso decir nada más que solo abrazarme, no lo niego y lo digo hacia los cuatro vientos, me gustaba estar en sus brazos, era una sensación de paz, protección y mucho amor, algo que era extraño para mi y a la vez me gustaba mucho, como podrían darme este amor en mi familia, nunca podrían ya que ellos solo se preocupaban por ellos mismos y no mostraban ninguna pizca de amor hacia los demás, carajo, me enfurecía el saber que soy mejor tratada y amada por una persona que no es de mi familia y que de lejos se le notaba cuanto le importo, mierda, solo quiero llorar, el hecho de pensar que algún día el ya no estará me fastidia mucho, que podría hacer si el ya no esta, mi vida volvería a ser una completa basurera.

 

- Chloe, mira el gato quiere que lo acaricies.

 

Después de estar un gran rato jugando con el gatito decidí traerlo con nosotros y así jugar en el camino, el gato que se veía bastante adorable lo traía abrazado como si de un bebe se tratará, era muy tranquilo que no debía de tener cuidado de que me aruñara y eso me gustaba.

 

- Y que era lo que decías que querías hacer.

 

- A... No es nada importante, solo planeo cortarme el cabello, hacerme un tatuaje en la mano y luego ir a la agencia de moda, al parecer no se cansan de mandarme cartas de solicitud a mi casa todos los días.

 

Sin darme cuenta había dicho todo eso sin pensar en la reacción de luka, vi hacia el y sin duda la expresión en su rostro era la que decía (Qué esta pasando aquí y que puedo decir) este chico si que era predecible, y no podía ocultar algo.

 

- Luka, todo estará bien. Mostré una gran sonrisa y lo tome con mi mano disponible.

 

¡Rin! ¡Rin!

Sonó la puerta del local al abrirla.

 

- Hola señorita, en qué le podíamos ayudar.

 

- Quisiera un corte de cabello.

 

- Esta bien, tome asiento.

 

Le di a Luka nuestro gatito, mientras el se sentaba a un lado de mi, en donde habían asientos de espera.

 

- Señorita, que corte desea.

 

- Córteme casi todo el cabello, déjelo a la altura de los hombros y con inclinación hacia delante.

 

- Entiendo, empezaré mi trabajo de inmediato.

 

Mientras ella empezaba su trabajo no podía evitar ver a Luka jugando con el gatito, ambos se veían tan adorables y solo quería agarrarlos a ambos y darles un fuerte abrazo, de repente me quede en blanco y una pregunta llego a mi cabeza... ¿Cuál era el nombre del gatito?... Nunca pregunte.

 

- Luka, cuál es el nombre del gatito.

 

- ¡Zeus! Se llama Zeus, te gusta el nombre.

Una sonrisa ingenua apareció en su rostro.

 

No podía decirle que ese nombre no era como para un gato, pero al ver la emoción de su rostro no le podía decir eso.

 

- Me gusta el nombre, es original.

 

- Dime, por qué decidiste cortar tu largo cabello.

 

No podía decirle que lo hacia para que mi padre cuando volviera no me lo jalara y se le hiciera más fácil darme una paliza, asi que solo podía poner la excusa de la agencia de moda.

 

- Es porque quiero ir a la agencia de moda, es un lugar en donde la belleza es lo que vale más y no puedo ir con mi gran cabello.

 

- Mmm entiendo, creo que tienes razón.

 

Después de una hora en el salón la señora dijo que había terminado, no podía creer lo que veía, sinceramente nunca lo e dicho pero me veía bastante hermosa, me preparé y decidí mostrarle a Luka como me veía, la expresión de su rostro de volvió en una de mucha felicidad y deseo.

 

- Me gusta mucho como te vez con el cabello corto, pareces una Diosa.

 

No sabía lo que ocurría, había escuchado muchas veces esas palabras pero por alguna razón al momento que salieron de la boca de el mi corazón por un instante se detuvo y un sentimiento surgió que no pude evitar lanzarme a el y abrazarlo.

 

Pagamos y salimos del lugar, vimos que había un pequeño puesto de venta de helados y sin pensarlo ya estábamos caminando con uno de sabor de chocolate y fresa. Todo iba tan bien que ya estábamos a punto de llegar a la tienda de tatuajes cuando de repente vino un sentimiento de miedo.

 

- ¡Luka! y si me duele mucho cuando me estén asiendo el tatuaje.

 

- Dolerá un montón.

 

- No se supone que debes decirme que no me dolerá y que todo estará bien.

 

- No te preocupes, no te dolerá, ni sentirás nada, todo estará bien. Y mostrando una sonrisa fingida termino.

 

- Ahora tengo más miedo por tu culpa.

 

Entramos al lugar y como estaba previsto, ya estaba listo todo para hacerme el tatuaje en mi mano derecha.

 

[...]

 

- Me sorprendió que no hicieras ningún gesto de dolor cuando hacían el tatuaje.

 

- Eee... Si, la verdad es que no sentí nada, pensaba que dolería, ya que muchas personas caminan diciendo que duele mucho pensé que si. Pero bien, dejando eso atrás, ando de buen humor hoy como para regalarte algo, dime que quie...

 

Cuando iba a terminar de decir eso vi que el de repente dejo de caminar y había quedado unos dos pasos atrás de mi, tenía su mano en el rostro y no pude evitar acercarme a el y preguntarle que si estaba bien, pero el no dijo nada más y saco un girasol de repente.

 

- Jajaja a que te engañe.

 

- ¡No vuelvas a hacer eso oíste!

 

- Bueno, no lo vuelvo a hacer. Con una cara triste lo había dicho.

 

- Me preocupe por ti, pensé que te pasaba algo.

 

- No me paso nada, solo quería hacerte una broma para que recordaras la primer broma que te hice.

 

- Bueno entiendo, no la olvidaré.

 

Luego de lo ocurrido ambos decidimos seguir adelante sin decir ni una sola palabra, aunque íbamos callados no dejamos de tomarnos de las manos, es que no era para tanto, se que ando enojada con el por la broma que me a hecho pero por esa simple razón no es que me voy a alejar de el, además que tengo en mente comprarle algo para que se anime un poco.

 

- Luka, te sientes bien.

 

- Si, por qué la pregunta.

 

- Es que desde hace un rato que llevas la mano en tu boca.

 

- Si estoy bien, solo que ando ganas de vomitar, creo que ha sido por el helado.

 

- Por qué por el helado.

 

- Es que no me gusta el sabor a fresa.

 

- Entiendo, me hubieras dicho antes para no comprarlo, vamos a unos baños públicos para que vomites y te limpies.

 

- Esta bien, vamos. Entre susurro decía - Lo siento por retrasarte un poco.

 

- No te preocupes por eso, tu eres más importante que ir a ese tonto lugar.

 

Me volteo a ver y me entregó el gatito antes de entrar a las baños, antes de irse dijo algo que me sorprendió.

 

- Eres la chica más y menos afortunada Chloe, pero todo esta bien así.

 

Después de unos minutos volvió a salir y esta vez si tenia la sonrisa que lo caracterizaba, era el chico del cual me había enamorado, aún tenía la duda de saber a que se refería con lo que dijo anteriormente pero ya no importaba, sabia que algún día me diría a que se refería, ahora solo debíamos ser felices y seguir adelante.

 

- ¡Miraaaa! son ositos de peluche.

 

- Jajaja quieres uno.

 

- No. Dije seriamente pero por una extraña razón sentía que mi comportamiento era al de una niña.

 

- Vamos te compro uno.

 

- No me compres todo lo que te diga, sino me acostumbraré a eso y luego será peor. Esta vez si hable seriamente, sin mostrar ninguna debilidad o de que estaba bromeando.

 

- Entonces solo pasemos a verlos y seguimos.

 

- Siii así es mejor, vamos.

De un momento a otro mi seriedad se convirtió en una reluciente sonrisa.

 

Mientras más cosas que llamarán mi atención aparecían el tiempo corto se volvía, horas después por fin llegamos al departamento de moda, agotados y sin muchos ánimos entramos.

 

- Hola en qué puedo ayudarles.

Dijo una mujer que aparentaba tener unos 25 años.

 

- Venimos por esto.

Saque de mi bolso una tarjeta firmada por el director y ella al instante supo de lo que se trataba.

 

- Pase adelante, la esperan ansiosamente.

Respetuosamente y sorprendida lo había dicho.

 

Después de media hora volví a salir y esta vez con un pago extra de 400 dólares, quien no estaría feliz al recibir esa gran cantidad por solo una foto de muestra que enviarían a las agencias de modas famosas.

 

- Cómo salió todo. Dijo Luka impaciente por saber.

 

- Mira, esta es una foto de muestra de como salí.

 

Mientras miraba la foto una pequeña sonrisa aparecía.

 

- Te vez hermosa. Se acerco y con su mano agarro mi mentón suavemente y lo levanto un poco hacia arriba, sentí como sus suaves labios rozaban con los míos, no podía entender lo que pasaba pero algo era seguro, este beso era mucho mejor que cualquiera que me haya dado anteriormente.

 

Y antes de que nos descubrieran se separo y empezó a caminar como si nunca hubiera ocurrido esto.

 

- Jajaja por cierto, el gato y el girasol se ven mucho mejor que ti.

 

- Aaa... Eso crees, quieres que empiece a llorar por tu culpa.

 

- Jajaja vamos por un café y paso dejándote por tu casa.

 

- Me parece bien, pero esta vez tu pagas, ese será tu castigo por haber dicho que el girasol y el gatito se ven mejor que mi.

 

- Okay okay, pero yo recuerdo que habías dicho que me darías algo.

 

- Eso ya no cuenta, por cierto tenia una pregunta que quisiera que me respondas.

 

- Aja, cuál pregunta.

 

- De donde sacaste el girasol.

 

- Eee... Es una larga historia.