Capitulo I

Hola! Gracias por leer la historia. Bueno, lo siguiente no está bien redactado, ya que solo es como un cronograma. No tiene información especial más que el pasado básico de la protagonista.

Perdonen la mala redacción ajsjs.

Cuando nací, mi madre falleció. Ella tenía un sistema inmunológico muy débil aún siendo loba, asi que en el parto perdió muchas fuerzas.

Mi padre aún así, me amó. Hasta que encontró a otra mujer que perdió a su mate, y ella me odiaba. Yo tenía 4 años cuando la encontró.

Junto con ella llegó una niña de unos 8 años, y ella también me odiaba.

Cuando tenía 13 años, mi padre falleció, y su esposa se hizo cargo de mi.

Cuando cumplí 17, no me transforme.

Era extraño ya que mis padres eran lobos, pero eso no importaba, era incapaz de convertirme, era una falla.

Y lo sería para siempre...

Tiempo presente.

Junio 17, 2020.

5:20 am.

Cada día, debía levantarme para prepararle el desayuno a la señora.

Cuando mi padre murió, me convertí instantáneamente en la sirviente de la señora Smith y su hija.

Mientras crecía, me imaginaba mi vida siendo libre, luego de transformarme.

Pero todo se acabó cuando no pude transformarme.

Hace 2 meses que cumplí los 17...y hace 2 meses que me convertí en la burla de la manada.

Prepare el desayuno de Eliza, mi hermanastra, y el de la señora Smith.

Cuando los puse en la mesa, ya eran las 7, pues tarde mucho en hacer lo que querían exactamente.

Me fui a mi habitación, si se le puede llamar así.

Cuando mi padre se fue, mi madrastra me sacó de mi habitación de ese entonces, y me mandó a dormir en el sótano.

He dormido ahí desde ese día.

Me cambié de ropa después de haberme dado un baño.

En su mayoría colores obscuros. Aunque algunos lo tomen como un cliché, así es más fácil que la gente no te ponga atención.

Cuando termine, camine hasta la puerta de entrada. Salí y tome el camino por el bosque hasta la escuela.

La escuela Pionest. Una preparatoria (bachiller) para diferentes especies sobrenaturales, vampiro, hombres lobo, brujos, etc, etc.

El camino que tomaba daba directo a la entrada trasera de la escuela. Nadie pasaba por aquí, así que era un buen camino si no querías que la gente te notará.

Cuando llegué, abrí la puerta hacia mi pesadilla.

Siendo una humana en su mayoría, no tenía ninguna forma de protegerme, y aquellos que se relacionaran conmigo, sufrirían lo que yo.

Maltratos, abusos, humillación...

Camine entre los grandes y llenos pasillos del edificio.

El olor a hormonas y sudor joven llenaba el espacio.

Entre en mi salón, agradecida que en todo el camino hasta el, nadie me haya notado.

- Pero miren que nos trajo el gato.- escuché la voz de Lesai a mí costado.

Agache la cabeza en reflejo a su voz.

- Oigan!- llamó la chica a todo el salón.- Nuestra querida humana a llegado.-dijo como si hablará de una princesa y todos rieron.

Pase entre los bancos con la cabeza gacha hasta mi asiento.

De un momento a otro siento como pierdo el equilibrio y caigo.

- Ups.- escucho la voz del chico que se sienta frente a mí y luego la risa de todos.

Me pare, y me senté en mi lugar.

¿Llorar? No debía. Si lo hacía el maltrato seria peor.

Cuando el profesor llegó, empezó su clase como si nada.

Sin enmutarse al ver que me lanzaban papelitos a la cabeza con mensajes hirientes.

Unos minutos después de iniciada la clase, Alexander entro.

Alexander Maxiem. Alfa de la manada Moon Estraid. Mi manada.

Se sentó en su lugar, sin importarle el que haya interrumpido la clase.

Cuando salimos, me quedé en mi lugar hasta que todos se fueran. Tenía la cabeza entre los brazos. Como si durmiera

Y fue cuando paso.

Alexander se quedó en su lugar.

Me quedé en la misma posición, viéndolo por un pequeño espacio.

Sus ojos parecieron cambiar de color de un momento a otro.

Suspiré.

Tal vez al fin haya encontrado a su mate.

Verán, los alfas se transforman a los 14, pero su sensor de mate se libera a los 19, y hoy el cumplía 19.

Seguramente la hija de algún alfa seguiria dentro de la escuela.

Sentí como si levantaba con estruendo.

Luego todo se quedó callado. Supuse que ya se había ido así que levanté la mirada.

Sentí un escalofrío cuando ví que se encontraba frente a mí, con una mirada fija y profunda.

Se acercó más a mi.

Sentí como mi respiración se cortaba.

- Mate...-dijo en voz baja

Mi corazón se detuvo al escuchar eso.

Ahhhhh no se escribir escenas de amor, sigamos ajsjsh.

- Lo siento.- dijo riendo un poco.

Agache la cabeza en forma de respuesta.

- Debo haberte asustado, jajaja.- dijo nervioso.

- No...- dije en voz baja.- No tanto.- dije riendo un poco.

Él sonrió amablemente al escuchar mi voz.

Su sonrisa se esfumó.

Lo miré espectante. Con miedo.

A levantó y se fue sin decir nada, sin despedirse.

Ignore eso y me alegré un poco.

Por fin! Por fin había encontrado a mi mate, a quien me salvaría de mi sufrimiento.

Camine hasta mi casa feliz. Cuando llegue entre directo a mi cuarto con una sonrisa en mi cara.

Me cambié de ropa, y me acosté en mi cama, imaginándome mi vida desde mañana. Feliz, al fin.

Escuché como tocaban la puerta.

Abrí y me encontré a Eliza con una cara seria.

- Te hablan en la puerta.- dijo para luego irse a la cocina.

Camine hasta la puerta confundida.

- Buenos dias, señorita Green.- dijo un señor que parecía ser de los guardias.- El alfa desea verla.- dijo para luego irse.

Salí de la casa camino a la casa principal.

La gente que pasaba a mí lado, hablaba mal de mi.

Lo cual era normal, soy una falla al final del día.

Cuando llegué, toqué la puerta, con un poco de miedo y felicidad.

Entre y una mucama me recibió.

-El alfa está en su oficina. Por aquí.- dijo y me hizo seguirla. - Aquí está.- dijo para luego retirarse.

Toque la puerta y escuche un pase.

Entre y me encontré con el antiguo alfa de la manada. El alfa Malcom.

- ¡Alfa!- dije haciendo una reverencia.

Mire por el rabillo del ojo y me encontré con la mirada de Alexander. Le sonreí un poco, pero el solo desvío la mirada.

- Me enteré de que usted es la mate de mi hijo.- dijo con su profunda voz.

Me levanté un poco y asentí con la cabeza.

- De acuerdo.- dijo para luego ver a Alexander.- Hay que hacerlo.- pronuncio y me miró.

- Padre...- empezó Alexander pero el alfa lo detuvo.

- Tu sensor de mate está activado?- me preguntó pero se respondió a su mismo.- cierto! No te puedes transformar.- dijo como si nada.- Bien Alexander, hazlo.

Alexander me miró. ¿Que está pasando?

- Yo...- empezó Alexander.

No.

Por favor.

- A..Alexander?- intenté decir.

- Alexander Maxiem...-

- Por favor...- dije a borde de las  lágrimas.

- alfa de la manada Moon Estraid...-

- Te lo pido...- dije llorando

- Te rechazo a ti...

- Alexander..- dije en un susurro.

- Linsey Green...-

- Por favor...-

- Como mi mate.- termino de decir y sentí como si mi mundo se cayera.

- Ahora, acepta el rechazo.- me dijo el Alfa Malcom.

Lo miré con lágrimas  en los ojos, pidiendo piedad

- HAZLO!- Me grito.

- Yo... Acepto el rechazo.- dije en voz baja y Vi como la mirada de Alexander cambiaba un poco.

- Ahora vete.- me dijo el alfa y salí llorando.

¿Porqué debía sufrir así? ¿Que culpa tengo yo?...