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Capítulo VIII

En todas las manadas es normal que se organice una fiesta si el anterior alfa y/o luna llegan de visita a la manada. La fiesta se hace normalmente unos tres dias depsues de la llegada de los tales.

Por todos lados se veian a los empleados correr de un lado a otro, gritandose indicaciones, pasandose materiales, etc.

Pero no pasaban por la sala. No, nadie se atreveria a pasar por ahi en este momento. De hecho, yo tampoco deberia estar aqui.

Pero lo estaba. Sentada junto a Daniel, cara a cara con sus padres.

"ELLA ES MI MATE" habia gritado el rubio.

Mi estado emocional no era el adecuado para esa situación así que solo pude sentarme junto a Daniel en espera de la sentencia.Tal vez sería sacada de la manada y rechazada una vez mas, no lo sabia.

- Antes que nada.- empezó Daniel, mirando fijamente a sus padres.- No voy a rechazarla.- dijo cruzandose de piernas y brazos, con una mirada seria.

Mi corazon dio un vuelco y senti ganas de llorar.

-Hah- suspiró el padre de Daniel. - Daniel, ¿no podrías presentarnos primero?- dijo el hombre cruzandose de brazos.

- Ah... si es cierto...-dijo Daniel rascandose la cabez con verguenza y rei un poco.- ella es Linsey, mi mate.- dijo e hice una reverencia con mi cabeza.

-Un gusto, señorita.- dijo el hombre y prosiguio- Mi nombre es Glenn, y esta es mi mate, Leah- dijo tomando amorosamente la mano de la mujer, que era hermosa.

Unos ojos brillantes color verde como los de Daniel, cabello café claro y piel blanca y hermosa. El padre de Daniel tenía un cabello rubio con destellos cafés,ojos miel y piel semi bronceada.

- Y de que manada eres?- preguntó con una blanca sonrisa la madre de Daniel.

Sentí un miedo en lo profundo de mi ser.

- Madre. - Daniel tomo mi mano mientras miraba a su madre

- ¿Que? No es una pregunta extraña! Es importante saber, para poder enviar una invitación a sus padres.

Desvíe la mirada. No tenía padres. No tenía manada.

- Mmmm?- me miró expectante la madre de Daniel.

- No es el momento, madre.- Daniel dijo dándole un suave apretón a mi mano.

-¿Por que no? No es como si ella fuera huérfana o rogue, no?- dijo su padre cruzándose de brazos. Mi mirada se nublo.

Padre.

Tome la mano de Daniel y el me miró. Le sonrei débilmente y luego solté su mano.

-Disculpen.- dije en voz baja.- Lo siento. - dije mientras me levantaba del sillón.- Yo....no soy de una manada.- bajé la mirada y evite verlos. Tenía miedo de ver sus caras decepcionadas.

-Pero eres de descendencia Alfa, ¿no? - preguntó la madre de Daniel. Su voz mostraba un tono de nerviosismo.

Negué con la cabeza, suprimiendo las ganas de llorar.

-No puede ser.- escuché a la madre de Daniel decir con irritación.

- Daniel, que es el significado de esto?- escuché al padre de Daniel hablar, con enojo. Empecé a temblar.

No quiero estar aquí. No debería estar aquí. No pertenezco. Esto fue un error.

-No veo el problema.- dijo Daniel con calma.

Lo mire con nerviosismo. ¿Que le pasa? ¿No conoce la ley o que?

-¿Disculpa?- preguntó con irritación su padre.

Daniel tomó mi mano y me sentó junto a él.

-He dicho: "No veo el problema".- dijo con tono amenazador.

-¿Que "No ves el problema"?- dijo con una risa burlona y con enojo el padre de Daniel.

El aura de Alfa de su padre me hacía sentir que me ahogaba. Daniel apretó mi mano y al fin pude respirar bien.

-Así es. Ella es mi mate, punto.- dijo también liberando su aura, pero dirigiendo la a su padre. Para cuándo me había dado cuenta ya estaba de pie cara a cara con su padre.

-Hah! Parece que cada día te atontas más. La ley dice que solo puedes tener de Mate a la descendencia de un Alfa.- dijo su padre acercándose con enojo.

No podía levantar mi mirada.

El aura de los dos alfas me hacia sentir insignificante, nerviosa.

-Detenganse, idiotas. ¿Acaso quieren pelearse aquí dentro y destruir la casa?- dijo la madre de Daniel tomando a su esposo de la camiseta y alejándolo de Daniel, que seguía en sentado sin soltar mi mano.- Daniel, entiende a tu padre.

Daniel desvío la mirada de su madre y me miró a mi.

Hah...- suspiro la madre.- Iremos a nuestra habitación. Hablemos más tarde.- dijo su madre y salieron los dos de la sala.

Mi corazón seguía latiendo con fuerza aún después de que los apdres de Daniel habian salido de la habitación.

Daniel me sujeto la mano y se agachó a mi altura, ya que seguía sentada en el sillón.

- Lo siento, no pensé que fuera a pasar....pues...así.- dijo con una sonrisa débil.

Negué con la cabeza.

Era normal.

- Daniel. - lo llamé, mirándolo a los ojos. - Soy una rogue, y una omega. Es normal que reaccionen así.- dije con una sonrisa triste.- Y.. por si fuera más...- puse mi mano en mi vientre.- Estoy embarazada de otro lobo. Creo que es más que lógico que no sea bienvenida.- sonreí mientras su mano apretaba un poco más fuerte la mía.

- Eres mi mate...- dijo Daniel mirándome a los ojos. - Ellos no pueden cambiar eso, nada puede.- Apoyó su cabeza en mis manos.

- Pero puedes rechazarme.- susurré para mí pero me escuchó.

- ¿Rechazarte? - se paró de un salto. - ¿Crees...- se dió la vuelta y paso sus manos por su cabello, y volvió a mirarme.- ...Que yo...- se apuntó a si mismo- podría rechazarte? ¿A ti?- dió una risa desesperada.- Linsey. - se agachó a mi altura una vez más.- Eres mi mate, la persona por la he esperado desde que tuve conocimiento. Mi pareja, mi todo. Si te perdiera, sería como perder parte de mi. Te necesito, más de lo que tú a mí. Eres la luna en mis noches y el sol en mis días.- acarició mi cara con cariño y me miró derrotado. - Por favor, Linsey, puedes pedirme lo que quieras, todo, puedes pedirme el mundo, riquezas. Pero por favor, no me pidas que te rechace. - Me miró con lágrimas en sus ojos y me corazón se achicó.

Asentí arrepentida de haber mencionado el tema del rechazo, aún cuando yo ya lo había sentido. Tal vez en menor cantidad, por no haberme transformado aún, pero aún así dolía.

Daniel me abrazó y nos quedamos en esa posición por unos minutos.

--- POV NARRADOR ---

La figura que se encontraba a la puerta del salón en el que estaban Daniel y Linsey se alejó con cuidado. Tal vez habían sido los años en los que espiaba las reuniones de su esposo que le habían enseñado dónde pisar para no ser escuchada.

Sobre lo que había escuchado, tendría que hablar con Linsey.

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Holi...ahahaha

Perdón por tanto tiempo heh

Bueno... Aquí el capítulo:D

Bye .