webnovel

War of Conquer

Él no recordaba su pasado, pero sabía que hacer, él debía de conquistar todo a su paso, y convertirse en el Emperador del Continente.

The_Wind_Jaeger · War
Not enough ratings
10 Chs

La Bestia

"¡Ah!" – James salió volando una decena de metros después de ser golpeado por el choque del Tigre Volador con Cola de Escorpión que se había enfurecido al ver al humano en su territorio dañando las hermosas flores al caminar.

"¡¿Estoy vivo?!" – pero, lo que mataría a una persona normal solo logró dejarle con algunos rasguños y un rastro de flores dañadas. – "¿Cómo diantres sigo vivo? ¿Es un milagro? ¿Es un sueño?"

ROAR

Pero el enorme rugido del tigre logró hacer que James parara de pensar en la situación y volviera a poner atención a la enorme bestia. En cambio, el tigre no podía creer que el humano no hubiera recibido casi nada de daño, se sentía humillado al ver que ese humano sobrevivió a su choque, lo que hizo que se enfureciera más, en especial al ver más flores destruidas.

ROAR

"¡Maldición!" – viendo que la bestia enfurecida volvería a atacarle, el joven comenzó a tratar de huir, pero sorprendentemente, al correr con todas sus fuerzas hizo que se golpeará y estrellará contra un árbol, un árbol que se encontraba a una distancia de cientos de metros del lugar donde se encontraba anteriormente.

"Auch…" – James se levantó del suelo, y vio el árbol con el que chocó partido a la mitad. – "¿Cómo…?"

Mientras tanto, en el campo de flores, la bestia se encontraba sorprendida al no poder ver o sentir al humano en su territorio, también sorprendido por no haber podido verle escapar.

Roar…

De vuelta al lugar en que James se encontraba, notó que el árbol que destruyó tenía algunas frutas, por lo cual decidió primero comer antes de preguntarse acerca de lo que acababa de ocurrir, pues él tenía hambre, y él era el tipo de persona que saciaba su hambre primero, y entonces él agarro uno de los frutos y comenzó a comer, sin preguntarse sí el fruto era malo o venenoso para los humanos.

"Whoa." – tan solo la primera mordida y el joven ya se había hecho adicto al fruto. – "¡Qué rico!" – un fruto tan rico que el joven siguió comiendo, sin darse cuenta de que, con solo una mordida, toda su hambre se había ido.