Capítulo 23

El rostro de Jorge también se puso mal, incluso molesto al ver la escena de fuera.

—Vamos a ver.

Varias personas se marcharon.

Cristina estaba en el balcón del segundo piso y podía ver con más claridad que ellos.

Lo que vino fue un cortejo fúnebre, con un coche con blancas flores y coronas de flores, casas de papel, gente de papel al frente y un ataúd de hielo bajado del coche de una funeraria.

Y el cortejo fúnebre estaba soplando como si hubiera muerto alguien, pero la música era alegría.

Jorge y a los demás se sentían muy enfadados al ver esta escena. Pero tenían miedo de hacer algo.

—Gonzalo está realmente muy interesante —Cristina dijo.

Desde el momento en que Gonzalo dijo que estaba de acuerdo con el reemplazo, ella supo que las cosas no eran tan sencillas.

Sin embargo, solo pensó que Gonzalo recogería a Lola, luego golpearía fuertemente a ella y la enviaría de vuelta.

?No esperaba que lo que hize era tan reconfortante!