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De camino a casa

🤍 YUKI ZURUMI 🤍

Por fin había terminado el horario escolar y salimos de la escuela junto a mis amigas de clase para comenzar el camino a casa. Luego del receso no tuve ningún otro inconveniente con mi verdadera forma, pude controlar fácilmente mi instinto de succubo y ocultar mis partes demoniacas, gracias a la ayuda de mi hermana. A la vista de todos era una simple estudiante humana sin ningún defecto ni algo fuera de lo común.

Con mis amigas caminamos unas cuantas cuadras juntas a la vez hablábamos de chismes y cosas sin importancia. Hasta que llegamos a una esquina y todas nos despedimos, ya que a partir de ahí nuestro camino para llegar a casa se dividía. Solo camine unos cuantos metros sola hasta que me encuentre con mi hermana más adelante.

—Sumi, ¿Cómo te va? ¿Saliste antes de la escuela? —le dije acercándome a mi hermana gemela y caminar juntas a casa.

—Salimos al mismo horario, solo que tú caminas muy lento Yuki. —me respondió con tono bajo.

—Jejeje eso no es cierto... por cierto, ¿dónde esta Gise? —pregunte mientras miraba a los lados en busca de mi hermana menor.

Normalmente las tres volvíamos juntas a casa pero no veía a Giselle por ningún lado.

—Creo que se fue a casa rápido, la última hora de clase fue un poco... difícil para ella. —note un pequeño tono de vergüenza en la voz de mi gemela.

Luego de escuchar esas palabras me acerque a mi hermana y con una sonrisa traviesa la moleste golpeándola con mi codo.

—¿Acaso estuvieron haciendo travesuras en horario de clases Sumi? —le pregunté con una sonrisa y mirada burlona.

Solté una risa divertida antes de ver la reacción de mi hermana.

—¡No fue mi culpa! No pude aguantarlo más... apenas pude cubrir mis cuernos hasta que toco la campana de cambio de salones. —me respondió Sumi de manera avergonzada.

—Eres una chica muy pervertida Sumi —dije para luego soltar una pequeña risa.

—¡Te dije que no fue mi culpa! Además estoy segura de que no fui la única que hizo esas cosas con nuestra hermana. No olvides que tú tampoco controlas tus instintos y tu forma original. —me recrimino Sumi luego de burlarme de ella.

—No, pero al menos yo lo hago en el recreo con Gise. Y nadie sospecha nada de lo que hacemos. —le respondí de forma convincente y orgullosa por mis métodos para controlar mis instintos.

—¿Y como piensas que lo voy a hacer con ella si tú la acaparas en los recreos?

—Ay no te hagas, no sería la primera vez que lo hacemos las tres en el baño de chicas~

Note el sonrojo de Sumi por mi comentario, recordándole las veces que estuvimos las 3 juntas teniendo sexo en el baño de chicas de la escuela. Esos recreos eran los mejores, aunque era un trabajo extra para Gise, ya que tenía que satisfacer a sus dos succubos a la vez en un corto periodo de tiempo.

Continuamos hablando sobre el tema de nuestra verdadera forma hasta que llegamos a un cruce de calle y nos encontramos con una chica que conocíamos bastante bien.

—Hola Gise~ ¿Por qué saliste tan rápido de la escuela?~. —le hablé en un tono cariñoso mientras me acercaba a ella para abrazarla por detrás.

—Y-yuki-nee... no es que saliera rápido, sino que...

—¿Saliste antes de que sonara la campana? —pregunto Sumi al acercarse a nosotras.

—¡Claro que salí antes! ¿Cómo piensas que me verían mis compañeros si me ven entrar a clase 20 minutos antes de que terminara la clase? —respondió Giselle con un todo nervioso y algo molesta.

—¿20 minutos? Si nosotras acabamos como 40 minutos antes de que acabara la clase. —le respondió Sumi.

Luego de la respuesta de mi gemela note como Giselle se ponía un poco más nerviosa y su rostro se sonrojaba un poco. Levantando sus manos y cubriéndose el rostro con una gorra para evitar que la veamos.

Acerque de golpe mi nariz a su cuello y comencé a olfatear a mi hermana. Usando mi olfato de succubo recorrí casi todo su cuerpo y me di cuenta de que tenía cierto olor familiar que delataba lo que había hecho.

—Nee-chan~ ¿Acaso tuviste varios orgasmos en el día? Es raro porque conmigo no llegaste a tener un orgasmo... —le dije recordando lo que habíamos hecho.

—Conmigo tampoco. —añadió Sumi.

Giselle de sonrojo más aun y se apartó de mis brazos con un movimiento, empujándome hacia atrás y dando varios pasos hacia adelante para mantener una distancia de nosotras.

—¡¿Cómo creen que pueda seguir en clase si me dejaron tan excitada y se fueron luego de volver a su forma humana?!

El tono de voz de Giselle tenía cierta molestia además de verse tan avergonzada. Cruce una mirada con Sumi y ambas sabíamos porque debimos dejarla así y no continuar nuestro "momento de hermanas".

—Gise-nee, lo lamento, pero sabes que si nos quedamos no acabaríamos rápido... —me acerqué a mi hermana con un tono calmado y tranquilizador

—¡No me importa! Me dejaron sola y se fueron. Como si fuera su juguete al cual pueden usar cuando quie-... —la interrumpimos y las dos nos acercamos para abrazarla.

Quería reclamar su boca, pero Sumi se me había adelantado, así que me quede con su cuello. Las dos le dimos un beso tierno y cariñoso a Giselle y luego separamos nuestras bocas sin dejar de abrazarla por los costados.

—Sabes que no es eso Nee-san, nosotras te queremos mucho... —le susurré con un tono amoroso.

—Y es gracias a ti que podemos controlarnos y evitar que los demás descubran que somos en realidad. —termino de decir Sumi.

Luego de besarla las dos teníamos nuestros colmillos en la boca y miramos a nuestra hermana de forma honesta. Sonreímos juntas y luego de unos momentos Giselle pego la gorra que tenía en las manos sobre el rostro de Sumi y se apartó aún más avergonzada.

—Ya lo sé, solo que no me gusta que me dejen con ganas de más... —añadió Giselle con tono apenado y hablando por lo bajo.

—Ohhhh ¿Ese es el problema? Entonces no hay tiempo que perder...

Mi noto de voz cambio a uno más travieso y tomé el brazo de Giselle para apresurar el paso y llegar más rápido a casa.

—Cuando lleguemos a casa las dos podemos darte lo que quieres por varias horas~. —le dije en un susurro coqueto y travieso.

—Si mi hermana así lo pide no me queda de otra que cumplir con su pedido~. —agrego Sumi, que también se había pegado al otro hombro de Giselle.

—¿Q-que...? P-pero... nuestra madre Hyuna estará en la casa... —respondí Giselle con tono nervioso.

—¿Y eso que? Es fácil esconderse de una sola... —le dije mientras me relamía los labios.

—Hay que aprovechar que no están las 3 en casa...~ —termino de decir Sumi.

Las dos continuamos caminando de forma apresurada, empujando a Giselle para llegar más rápido a casa y darle una disculpa de la forma que a ella más le gustaba.