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Transportado a Danmachi

El protagonista es un Otaku hikkimori que empezaba a cambiar su vida para reintegrarse a la sociedad. Sin embargo de repente es transportado al mundo de Danmachi sin razón aparente. ¿Qué decisiones tomará?. ¿Cómo cambiará el destino de todos?. ¿Cómo cambiará su propio destino?.

Welshgales · Anime & Comics
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17 Chs

Capítulo 6: Conejo estafador

A la mañana siguiente, me despierto con Hestia sobre mí, y la escucho murmurar algo.

—Jejeje Aleshandro-kun pashoncito.

Con Hestia acostada sobre mí, puedo ver claramente sus enormes tetas abultadas presionándose contra mi pecho.

Y por si eso no fuera poco hoy también amanecí con una erección.

Mejor aún nuestras entrepiernas quedaron a la misma altura.

Pero lo más peligroso es que incluso si hay tela de por medio, puedo sentir claramente la entrepierna de Hestia restregándose contra mi miembro viril, puedo sentir su suavidad y calidez.

Debo resistirlo, debo resistirlo.

¡No debo dejarme controlar por mis impulsos!.

Pero… si saco un poco de ventaja, no seria tan malo, ¿verdad?.

Pongo mis manos suavemente en las caderas de Hestia, y la empujo para hacerla presionarse contra mi erección.

¡Se siente tan bien!.

¡Están cálido! .

—Noo, detente Aleshandro-kun no puedes hasher esho, no shoy tu eshposha.

Por un segundo me quede congelado cuando escuché murmurar dormida a Hestia otra vez.

Mierda, eso me asustó.

Ese susto hace que casi me de un infarto, pero las palabras de Hestia también estimularon mi excitación.

¿Mi esposa?.

¿Eso significa que mientras te haga mi esposa, estás dispuesta a dejarme hacer lo que quiera?.

Mi pene está palpitando.

Esto me excita.

¡Quiero tener sexo con ella!.

¿Debería hacerlo?, ya estamos en posición, solo debo bajarme los pantalones, hacer a un lado sus bragas, y deslizar mi pene erecto dentro de su indefensa vagina virgen.

Lo quiero.

¡Quiero metérselo!.

¡Quiero unirme con ella!.

¡Quiero bombear mi semen dentro de su pequeño útero!.

¡Quiero manchar cada rincón de su puro e inmaculado interior con mi semen!.

La temperatura de mi cuerpo comienza a elevarse, y mi lujuria vence a mi razón.

Pero justo cuando me disponía a bajarme los pantalones para sacar mi pene, Hestia abre sus lindos ojos y parpadea mirándome.

—¿Mm?, ¿Alejandro-kun?, ¿Por qué te ves tan rojo y te sientes tan caliente?, ¿Estás bien?, ¿Te sientes enfermo?.

Por supuesto que ella se daría cuenta de mi estado anormal si está tan cerca de mí.

Pero hay otra cosa, cuando Hestia se despertó también levantó su cuerpo ligeramente, restregando con más fuerza su entrepierna contra mi erección.

—¿Eh?, ¿Qué es esta cosa dura y caliente?

Hestia extiende su mano y sujeta mi pene apretándolo ligeramente varias veces como si estuviera comprobando su dureza.

¡Esto se siente tan bien!.

Como el infierno, le diré la verdad y haré que se detenga.

Como no escuchó una respuesta mía, Hestia comenzó mover su mano de arriba a abajo, como para comprobar las cualidades del objeto.

Si… sigue así Hestia… lo haces tan bien… se siente rico.

—… Mhn.

Un pequeño gemido escapa de mi boca por lo bien que se siente.

—¿Mh?, Alejandro-kun, ¿Por qué tu cara luce como si…?.

En ese momento Hestia pareció darse cuenta de algo, y se congeló deteniendo sus movimientos.

Estaba demasiado enfocado en el placer, así que cuando Hestia se detuvo, no pude evitar voltear a mirarla a los ojos para ver lo que había pasado.

Sin embargo, cuando su mirada se encontró con la mía, ella abrió mucho los ojos con incredulidad. Un segundo después, aprita mi pene con más fuerza de la necesaria.

Debido al repentino fuerte agarre no pude evitar fruncir las cejas.

Eso fue suficiente para que ella comprendiera lo que en realidad estaba haciendo, y lo que estaba agarrando.

Hestia se sonroja furiosamente como un tomate.

—T-t-t-t-tú. A-Alejand A-Alejandro-kun, ese era t-t-tu… ¡Uwaaahh!.

En medio de su nerviosismo tartamudea, y cuando la vergüenza la vence, salta hacia un lado y jala la cobija para envolverse en la cama haciéndose bolita.

Miro esa cobija en forma de bola, con una expresión complicada.

Dejando de lado el hecho de que Hestia me dejó a la mitad, no sé que debería decirle en esta situación.

Ni siquiera siento que sea correcto hablarle ahora mismo.

Dude por un momento, pero al final creo que sería mejor si la dejo sola por ahora.

No veo a Bell Cranel por aquí, así que asumo que él se fue mucho antes que yo.

—*Suspiro*.

Seguramente es bastante tarde, debería prepararme para ir al calabozo cuanto antes.

Después de un breve momento estoy listo para ir al calabozo, pero me detengo justo en las escaleras del sótano y volteo hacia atrás.

Miro a Hestia que sigue oculta en la cobija.

Creo que al menos debería despedirme.

—Hestia, ya me voy al calabozo…

Me despido de ella, pero detengo nuevamente.

No puedo irme solo así como así.

Siento que debería decirle algo más.

Entonces me acerco a la cama y le susurro en voz baja.

—Gracias Hestia, eso se sintió increíble.

Inmediatamente después salgo a paso veloz del sótano.

Voy por las calles de Orario con la mano cubriéndome la cara.

Maldición, eso fue tan vergonzoso de decir, que yo también me estoy poniendo rojo como tomate.

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En el gremio, me encontré con Eina y le conté mi idea de ir al Piso 5.

Eina se levanta enojada del sofá y golpea la mesa fuertemente con las palmas de sus manos.

—¡¿HAAA?!, ¡¿Estás loco?!, ¡Ayer fue tu primer día como aventurero y ya quieres ir al Piso 5!.

—… Pero mis estadísticas se han incrementado mucho, soy alguien muy fuerte.

—Imposible, no importa que tan fuerte seas, ¡¿Cómo podrían tus estadísticas ser suficientes para ir al Piso 5?!.

—Pero…

—¡Sin peros!, ¡Acaso no sabes lo peligroso que es el calabozo!. Deja te digo que los primeros 10 pisos del calabozo, son los que tienen la mayor tasa de mortalidad por mucho.

—…

—Además si quieres ir al Piso 5 en solitario al menos debes tener una estadística en rango F y las demás en rango G.

¿Rango F y G?, es decir, debo tener una estadística con más de 300, el resto con al menos 200.

La única estadística de rango G que tengo es la Magia, pero tomando en cuenta que no puedo hacer uso de ella, es inútil.

Solo tengo dos estadísticas en rango H y las otras dos en rango I.

Parece ser que estoy siendo demasiado presuntuoso, al intentar ir tan lejos sin tener la fuerza necesaria.

—¿Entonces hasta donde puedo ir si tengo dos estadísticas de rango H y dos estadísticas a mitad de rango I?.

—¿Hablas en serio?.

—Muy en serio, yo no te mentiría en algo que podría poner en peligro mi vida, después de todo estoy confiando en tu conocimiento.

Eina me mira a los ojos, como si trata de discernir la verdad de mis palabras.

— *Suspiro*… Si lo que dices es cierto… entonces puedes bajar hasta el Piso 3, ¡Pero debes tener mucho cuidado y retirarte inmediatamente si te lesionas!.

—Entendido, gracias.

Al final fue bueno venir a consultar a Eina, si hubiera ido por mi cuenta imprudentemente quizás hubiera muerto.

Así que básicamente para ir al Piso 5 necesito al menos una estadística con 300 y las demás con 200, eso sería volverme casi el triple de fuerte de lo que soy ahora.

Para eso necesitaré alrededor de 100 piedras mágicas.

No es una cantidad pequeña pero tampoco es muy grande.

Dependiendo de la cantidad de monstruos que aparezcan en el Piso 3, tal vez pueda conseguirlas hoy.

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Ya dentro del calabozo esquivé y huí de los monstruos de los Pisos 1 y 2, para llegar directo al Piso 3.

Tan pronto como entro en el Piso 3 esquivo a un lagarto que se me arroja desde el techo, y lo pateo una vez que cae en el suelo.

El lagarto rueda un par de metros, pero se levanta furioso y ruge.

Es la primera vez que ataco un monstruo con mi propio cuerpo, aparentemente son bastantes duros y difíciles de matar sin un arma.

Parece que realmente estaba subestimando a los monstruos.

Siempre los esquivo y ataco su punto débil para matarlos de un solo ataque, así que pensé ingenuamente que sus cuerpos eran frágiles.

Si por alguna razón me quedara sin un arma en el calabozo, se volvería mucho más difícil y tardado matar a los monstruos.

Por ejemplo, mientras lucho desarmado con un monstruo, podrían llegar más monstruos y luego más y más, hasta que me sea imposible escapar, y entonces moriría en el calabozo como un simple aventurero más.

El lagarto corre hacia a mí, pero lo esquivo, me monto en su lomo y apuñalo su cráneo, dándole una muerte instantánea.

Mierda.

Ahora que lo maté me acabo de dar cuenta que esta vez no tengo a nadie que me ayude a recolectar las piedras mágicas.

Supongo que me toca hacerlo a mí.

Volteo el cuerpo del lagarto y hago un corte largo y profundo en el área donde debería estar su corazón.

Meto la mano dentro del corte sanguinolento, y saco una pequeña piedra mágica.

Miro la pequeña roca púrpura alargada en mis manos, con asombro.

Mi verdadera primera piedra mágica.

Yo llegue solo al calabozo, lo maté yo solo y yo mismo le saque la piedra mágica.

La voy a guardar aparte, como un recuerdo.

Justo en ese momento escucho el ruido de rocas cayendo desde varias direcciones.

Parece que se están generando un par de monstruos.

Por lo que veo hay tres Kobolds saliendo de las paredes.

Me volteó para confrontar a los monstruos y una sonrisa se forma en mi cara.

—¡Hoy oficialmente soy un aventurero!.

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Sin darme cuenta del tiempo entré en un frenesí matando monstruos y recolectando sus piedras mágicas.

Hasta inventé una canción.

En el calabozo ♪ vienes a matar ♪ y con un cuchillo en mano a los monstruos buscar♪ los asesinas sin piedad♪ …

Cuando me di cuenta de que había pasado bastante tiempo en el calabozo, me apresuré a salir.

Al salir lo primero que fue que ya había anochecido.

Maldición, se me fue el tiempo, ojalá que el gremio siga abierto.

Camine a paso veloz para llegar lo más pronto posible, aunque por un segundo la idea de correr a máxima velocidad paso por mi cabeza, la negué inmediatamente, no soy niño pequeño para andar corriendo por las calles por algo sin importancia.

Cuando llegué frente al gremio, vi salir a un par de aventureros.

Parece que todavía está abierto.

¡Qué suerte!.

Al entrar al gremio noto que parece estar relativamente vacío, aunque todavía veo a uno que otro aventurero.

Veo a Eina desocupada en la recepción.

Ella voltea y nuestras miradas se cruzan, así que sonrió y la saludo agitando mi mano.

Ella también levanta la mano y me regresa el saludo con una expresión rara.

Parece que Eina no esta acostumbrada a saludar de esta forma.

Desvío mi mirada de ella y me dirijo a la caja de cambio.

—Buenas noches.

Saludo al encargado de la caja de cambio.

Pero él ni me mira y en su lugar solo empuja la caja para que vacíe las piedras mágicas.

Que amargado…

Como sea, no vine aquí a hacer amigos.

Vacío mi pequeño saco y pongo todas las piedras mágicas en la caja, y también un par de drop ítems.

El hombre encargado jala la caja con mis cosas, y recoge las piedras mágicas y los drop ítems que puse ahí.

Una vez que analiza rápidamente todo lo que le di, pone dinero dentro de la caja vacía y vuelve a empujarla hacia a mí.

—Aquí tienes. 21,200 Valis.

¿21,200 Valis?.

Eso es más que los 16,000 Valis que conseguí ayer en el Piso 2 acompañado de Bell Cranel.

Aún así esos 16,000 Valis se repartieron en tres partes.

El 50%, es decir, 8,000 Valis fueron dados a Hestia como fondos para la <Familia>. El otro 50% se repartió en partes iguales entre los miembros del equipo, es decir, 25% para mi y 25% para Bell Cranel.

Así que al final lo que realmente gane ayer fueron solo 4,000 Valis.

Pero esta vez conseguí 21,200 Valis por mi mismo.

Aunque todavía tendré que darle la mitad a Hestia como fondos para la <Familia>, mi ganancia todavía será de 10,600 Valis, más del doble que ayer.

Y eso que esta vez conseguí esa cantidad con solo unas cuantas piedras mágicas y drop ítems, dejando aparte 100 piedras mágicas para mi consumo.

En realidad conseguiría mucho más dinero si vendiera todas las piedras mágicas, pero necesito esas 100 para aumentar mis estadísticas para ir al Piso 5.

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Al llegar al sótano de la iglesia veo a Hestia sola, sentada en el sofá.

—¡Alejandro-kun!, ¿Dónde estabas?, ¡Me tenías muy preocupada!.

Hestia baja del sofá corriendo y salta a mis brazos.

A pesar de lo repentino de la situación, extiendo mis brazos y la atrapo firmemente.

¡Wow!, ¡Wow!.

¿Qué está pasando?.

No lo entiendo, pero si Hestia me abraza entonces no importa.

Hestia me mira fijamente a los ojos.

—¿Estás bien Alejandro-kun?.

—Si, estoy bien, ¡Muy bien!.

Respondo automáticamente, pero Hestia frunce el ceño y aprieta sus labios en un gesto lindo.

—Mhrm~…

Hestia me mira a los ojos estrechando su mirada y haciendo un gesto lindo.

Esto es extraño. ¿Por qué se preocupa tanto?.

Hestia me toquetea la cara y me jala las mejillas.

Se envuelve alrededor de mi cuerpo como un koala, pero en vez de piernas y brazos es como si tuviera tentáculos.

Me revisa los brazos, el torso, la espalda, y hasta pega su oreja en mi pecho tratando de escuchar mi corazón.

Pero al mismo tiempo mueve sus manos por todo mi cuerpo, como un viejo pervertido.

¡Hey!, ¡Hey!, ¡¿Qué esta pasando?!.

¡Sus movimientos son demasiado provocativos!.

—*Suspiro*.

Hestia separa su cara de mi pecho y suspira aliviada al confirmar que me encuentro bien.

—¿Dónde estabas?. Bell-kun me dijo que no te vio en el calabozo. Estaba muy preocupada, pensé que…

Hestia baja la mirada cabizbaja.

—¿Qué pensaste?.

No pude evitar preguntar.

—… pensé lo peor.

—Bueno, ya no tienes que preocuparte... ya estoy aquí.

Hestia levanta la mirada más animada.

Eso está mejor.

Sin darnos cuenta, en algún momento los dos quedamos en blanco y nos perdimos en los ojos del otro.

Por un segundo tuve el impulso de querer besarla, pero ella desvío la mirada sonrojada justo cuando iba hacer mi movimiento.

—Alejandro-kun… ¿Cuando piensas bajarme?.

Hestia murmura con una pequeña voz tímida.

—¿Eeeh?, ¿Tengo que bajarte?, preferiría cargarte para siempre.

Sujeto con más firmeza las piernas de Hestia y la repego más contra mi cuerpo.

Es una pena que tenga la coraza puesta, si no seria capaz de sentir esas enormes tetas presionándose contra mi pecho.

Entonces una Hestia con la cara sonrojada me mira inquisitivamente.

—T-tú, ¡Eres un aprovechado!, ¡Bájame!.

En el momento en que la bajo, ella me da la espalda y refunfuña un par de veces mientras regresa al sofá.

—Espera Hestia, hoy gane 21,200 Valis, y este es mi aporte, toma.

—¡Eeeh!, ¡¿21,200 Valis?!, ¡¿Tú solo?!.

—Si, todo el día estuve en el Piso 3.

—¿No me refería a eso?. Bell-kun estuvo en el Piso 2 pero solo consiguió 800 Valis.

—¿800 Valis?, ¿Acaso fue herido, y tuvo que regresar antes?.

—No, no le pasó nada, Bell-kun estuvo luchando como lo hace siempre, de hecho normalmente Bell-kun solía traer entre 600 o 800 Valis cuando mucho. Por eso me sorprendió que Bell-kun no estuviera feliz ayer cuando trajeron 16,000 Valis entre los dos.

Cierto, en ese momento le acaba de patear el culo a Bell Cranel por dejarme atrás en el calabozo, así que es entendible que eso hubiera apagado su felicidad por ganar tanto dinero.

Pero pensándolo bien, ayer su forma de luchar en el calabozo era demasiado torpe, tanto que me cuesta aceptarlo como un ser humano.

Espera…

Si Bell Cranel normalmente solo suele conseguir entre 600 y 800 Valis debido a su poca capacidad de lucha.

¿No significa eso que ayer Bell Cranel me estafó más de 3,000 Valis al repartir las ganancias en partes iguales?.

Tch, maldito conejo estafador, y yo que pensaba ayudarte a comprar algunas cosas.

—¿Y dónde está Bell Cranel? .

—Salió a pasear por la ciudad.

Salió a pasear ¿solo?... ¿por qué?.

Bueno no importa.

—En realidad, es perfecto que no esté, vamos a actualizar mi <Estado> Hestia.

Sin tiempo que perder saque un pequeño saco y comencé a vaciar todas la piedras mágicas directamente a mi boca, no tenía ni siquiera que preocuparme por tragarlas ya que apenas entraba en mi boca se evaporaban y bajaban por mi garganta.

—Estoy listo.

Me senté en la cama y Hestia procedió hacer lo suyo.

—Esto, esto, ¡Esto es demasiado!, ¡¿Cuántas piedras mágicas te comiste Alejandro-kun?!.

—No muchas, solo 100. ¿Por qué?, ¿Aumentaron demasiado mis estadísticas?.

—Míralo tu mismo.

Hestia me entre la hoja con mi <Estado>.

<Estado>

Alejandro Garfos <Nvl.1>

• Fuerza: H 110  »  F 345

• Resistencia: I 47  »  G 266

• Destreza: H 118  »  F 361

• Agilidad: I 51  »  G 267

• Magia: G 207  »  E 414

Subí 1,120 puntos de habilidad.

Cada piedra mágica me da 10 puntos de habilidad que se distribuyen equitativamente en todas mis estadísticas.

Entonces, 100 piedras mágicas igual a 1,000 puntos de habilidad que se reparten equitativamente entre las todas mis estadísticas.

200 puntos para cada una.

Eso me deja con 120 puntos de habilidad, los cuales supongo obtuve por el ejercicio que hice anoche y mis batallas en solitario en el calabozo de hoy.

Esto mejor de lo que esperaba, según Eina necesitaba al menos una estadística en rango F y las demás en rango G para ir en solitario al Piso 5.

Y ahora tengo dos en rango F y dos en rango G, creo que ahora podré hacer mucho dinero por mismo en el Piso 5.

Mis ahorros actuales equivalen a 14,600 Valis, quizás eso sea útil para comprar una espada decente, estoy harto de luchar usando una daga.

—Alejandro-kun. ¿Qué vas hacer ahora?.

—¿Hacer que?.

—Me refiero a si vas a hacer algo ahora mismo.

¿Qué voy hacer?.

En este mundo no existen la televisión o el internet, ni siquiera hay luz eléctrica o ventiladores, así que sino hago nada será extremadamente silencioso y aburrido.

Lo único que se me ocurre hacer sería leer los libros que usualmente le gusta leer a Hestia.

—Por ahora tenia pensado comer y después de un rato hacer mis ejercicios… pero también me gustaría que me leer uno de tus libros, solo que todavía no puedo leer adecuadamente.

—Yo te enseñare, ¡Déjamelo a mí!.

Hestia sonríe y levanta su pulgar.

Sonrió con alegría.

Al parecer Hestia también quiere más pasar tiempo conmigo.

Me siento a su lado en el sofá y ella comienza a leer.

Cada que tengo una pregunta, me explica con paciencia las palabras y su función gramatical, así como su alfabeto.

Durante algunos minutos todo fue sin inconvenientes.

Pero no puedo evitar tener está sensación en mi pecho que me dice que debería ser más audaz con ella.

Mi corazón late muy rápido por la incertidumbre.

No sé que pasará después si hago un movimiento en ella y eso me inquieta. Pero ya no puedo, ni tengo el derecho para ser tímido.

Puedo enfrentar sin problemas a los monstruos en el calabozo. Algo como esto no es nada.

Así que lo haré, en mi vida rara vez me he arrepentido de seguir más a mis instintos que a mi razón.

Prefiero arrepentirme ahora, y no en el futuro.

Tomo una respiración profunda, y mientras ella esta concentrada en el libro la sujeto de sus caderas y la hago sentarse sobre mis piernas.

—¿A-Alejandro-kun?.

—No podía ver bien el libro, no crees que es más fácil así Hestia.

Ella parece un poco renuente al principio, pero finalmente cede y se queda cómoda en mis piernas.

Eso hace surgir naturalmente una sonrisa en mi rostro y abrazo su cintura desde está posición.

Me gusta esto.

Hestia es como un gatito dócil sentada en mi regazo, disfruto bastante abrazándola, pero debería poner más atención a sus enseñanzas.

Sin embargo, cuando me asomó para ver el libro en sus manos me encuentro con la vista sensual y asombrosa de sus tetas.

¡Como pueden se tan enormes cuando ella es tan pequeña!.

En ese mismo instante mi pene levanta completamente erguido y duro. Listo para penetrar la última defensa y sumergirse en zonas nunca antes exploradas.

Mi excitación surge imparable y comienza a afectarme.

Hestia se estremece ligeramente por un segundo, pero inmediatamente continua como si no notara nada. Aunque no es imposible ocultar el sonrojo en su rostro.

El hecho de que estemos usando ropa no hace la situación menos excitante, por el contrario me da la sensación de que estoy haciendo algo indebido.

Sujeto un poco las caderas de Hestia, y presionó mi erección contra su parte sensible.

Aún así, ella no dice nada y continúa actuando como si no pasara nada.

Es ahí, justo ahí es donde quiero meter mi pene.

Una y otra vez continuo presionando su caderas contra mi entrepierna, restregando descaradamente mi erección contra su feminidad.

—Aquí haaa~  esta palabra haaa~ .

La respiración de Hestia se agita un poco mientras continua leyendo.

Mi mano se desliza lentamente desde sus caderas hacia su vientre y lentamente comienzo a subir hacia esas tetas perfectas.

Sin embargo, a medio camino Hestia se sacude ligeramente y me detiene.

—Alejandro-kun creo que ya hemos estudiado suficiente por hoy, probablemente Bell-kun no tarde en regresar de su paseo.

Hestia trata de bajarse de mi regazo, pero sujeto sus caderas y la presiono descaradamente para frotar mi erección contra su parte privada una vez más.

—¿Bell Cranel?, ¿Por qué te preocupa que él nos vea?, no es como estemos haciendo nada malo, solo me estas enseñando a leer.

Justo ese momento escuchó los pasos de alguien bajando las escaleras al sótano y Bell Cranel aparece.

—¿Kami-sama?, ¿Alejandro-san?.

Bell Cranel nos mira con una expresión confundida.

—S-solo le estoy enseñando a leer a Alejandro-kun.

Hestia trata de explicarse nerviosamente, sin que nadie le haya preguntado.

—Si… ¡Cierto!.

Bell Cranel responde vagamente, pero luego actúa como si recordara algo.

Él corre y se sienta a mi lado incluso mientras tengo Hestia sentada en mis piernas.

En el momento en que se sienta a mi lado con esa expresión tan brillante e inocente, mi erección se marchita.

¡¿Este niño es idiota?!.

Con solo ver la cara sonrojada y nerviosa de Hestia cualquiera se daría cuenta de que está interrumpiendo un buen momento y se iría.

—¡Escucha Alejandro-san, hoy encontré un bar que se llama La Anfitriona de la Fertilidad y …

—¡Espera un segundo!... ¿Dijiste Anfitriona de la Fertilidad?.

Palmeo ligeramente cadera de Hestia y le insinuó que se levante, ella me mira con una expresión de como si entendiera mis intenciones y se levanta yéndose a sentar a la cama.

Esto es extraño… Bell Cranel yendo a la Anfitriona de la Fertilidad no debería suceder hasta después de que tenga su encuentro con Ais Wallenstein y consiga su habilidad tramposa.

¿Podría ser que Freya ya se obsesionó con él?.

—Si, ¿Ya sabías acerca de ese bar?.

Bell Cranel pregunta emocionado.

—No. Digo si. Pero nunca he ido, así que solo conozco el nombre... ¿de casualidad alguien te invito a ir allí?.

—¿Eh?. No, nadie me invitó. Lo descubrí yo sólo mientras paseaba por la ciudad. Tenía bastante dinero, además de que ya no tengo la presión de ser el único miembro de la <Familia>, así que pensé en pasear por la ciudad y gastar un poco de dinero.

Mierda, así que todo es mi culpa.

Consiguió 4,000 Valis gracias a mí.

También es por mi demostración de talento como aventurero que toda la presión que debería haber estado únicamente sobre él se desvaneció y ahora recae sobre mí.

Este tipo ya no es exactamente el mismo Bell Cranel del cual leí en mi mundo.

Solo espero que las cosas no se pongan demasiado feas.

—Ya veo. ¿Entonces en que estábamos?.

—Si, como te decía, ese bar tiene comida muy deliciosa, y estaba pensando en si quieres ir allí para celebrar que te uniste a la <Familia Hestia>.

—Claro, claro, no hay ningún problema pero dado que la comida es tan deliciosa seguramente no es barata ¿Verdad?.

—No te preocupes el platillo más caro cuesta 300 Valis así que no gastaremos demasiado.

300 Valis.

Conejo estafador, hoy ganaste 800 Valis en el calabozo de los cuales la mitad le diste a Hestia como fondos para la <Familia>, eso te deja a ti con 400 Valis por un día de trabajo, y todavía hablas de gastar 300 Valis como si no fueran nada.

¿Qué clase de celebración piensa hacerme, si tengo que pagar por la comida y bebida de todos al final?.

Eso es más un juego de castigo, que una celebración.

Olvídalo, tengo cosas más importantes que hacer en este momento.