Capítulo 250:"El Odio De La Emperatriz"(26)

Huo Qing lamentó no haber aplastado la residencia del mariscal. Había querido tomar las cosas con calma ya que Hu'er estaba ahora a su lado. Si hacía algo demasiado precipitado, la gente podría apuntar a Hu'er, por lo que decidió quitarle lentamente el poder militar al mariscal Xiao. Sin embargo, ahora estos funcionarios querían obligarlo a matar a Hu'er.

Tenía ganas de ejecutar a todos estos ministros.

La oportunidad realmente no se hizo esperar. Ahora él era el que estaba en la tabla de cortar. Ni siquiera podía proteger a la mujer que amaba.

Huo Qing apretó la mano fría de la pequeña zorra mientras paseaba su mirada sobre estos ministros solemnes. Dijo con frialdad: "Ya hemos dicho que esta mujer no es la zorra dorada. ¡Xiao An Zi, bribón! ¡De hecho te atreviste a tratar de incriminarnos!"

"Su Majestad, ¿por qué está tan obsesionado?" El tutor imperial enderezó la espalda y dijo con firmeza: "¡Si Su Majestad no mata a este demonio que causa calamidades, este viejo sujeto traerá a todos los ministros aquí a inclinarse hasta que muramos! Este viejo sujeto simplemente no quiere que Su Majestad haga nada que dañe la base que establecieron nuestros antepasados".

"¡Su Majestad, por favor mate al demonio que causa la calamidad!" Los ministros continuaron inclinándose de nuevo.

Huo Qing se tambaleó de ira. ¿Lo estaban amenazando con su muerte? A Huo Qing no le importaba en absoluto la vida de estos ministros, pero no podía permitirse el lujo de ser etiquetado como confuso e irrazonable.

"Huo Qing, estoy realmente asustada". La pequeña zorra vio que todas estas personas estaban pidiendo su muerte y estaba tan asustada que estaba temblando, se sintió muy agraviada. Ella era solo una mujer. ¿De qué manera su búsqueda de la felicidad hizo que estas personas quisieran matarla?

Huo Qing apretó la mano de la pequeña zorra y dijo reconfortante: "Mientras estemos aquí, nadie se atreverá a hacerte nada".

"Su Majestad, este demonio no se puede dejar con vida. ¡Ella realmente es un espíritu de zorro! Su Majestad, este sujeto tiene pruebas." El mariscal Xiao se arrodilló y ahuecó el puño hacia Huo Qing antes de mover su mano hacia el teniente. Después de eso, los guardias obligaron a unos sacerdotes taoístas a entrar.

"Di la verdad. ¿La mujer al lado de Su Majestad es un espíritu de zorro? dijo el mariscal Xiao con severidad.

El taoísta se arrodilló en el suelo y la lluvia inmediatamente empapó su ropa. Parecía una figura lamentable y se veían muy demacrados en esta lluvia. Los sacerdotes taoístas compartieron una mirada, luego uno de ellos dijo: "La mujer al lado del emperador es la transformación del espíritu de zorro. En ese entonces, Su Majestad nos buscó para que transformáramos a la zorra dorada en una humana".

"¡Absurdo, eso es absurdo!" gritó Huo Qing. "¿Cómo es posible que un animal se convierta en humano? ¡Entonces ve a transformar uno ahora mismo!"

Huo Qing se sintió muy incómodo, esta gente claramente había venido preparada. Había sido demasiado descuidado, debería haber matado al anciano Xiao antes. Entonces no habría podido confabularse con los funcionarios civiles y militares que ahora están en su palacio.

"Los animales normalmente no pueden transformarse en humanos, pero este pobre taoísta ofreció una perla de sirena milenaria. la zorra dorada se había transformado en una humana al tragarse eso", dijo un anciano sacerdote taoísta.

Ning Shu: →_→

¿No decían que solo existía una perla de sirena en el mundo? ¿Cómo apareció otra?

"Tú, tú…" Huo Qing señaló enojado a las personas arrodilladas frente a él. Las gotas de lluvia se sentían frías cuando lo golpearon con fuerza mordaz, de repente sintió mucho frío.

"¿Están tratando de rebelarse contra este Emperador?" gritó Huo Qing.

"Estos sujetos no se atreven. ¡Estos sujetos sólo pueden dejar de lado sus vidas para deshacerse del demonio, el demonio que causara la calamidad! El tutor imperial declaró solemnemente: "Su Majestad, ya ha sido hechizado por este demonio hasta el punto de que ya no puede pensar racionalmente. Ya no puedes ver a la nación ni a sus ciudadanos y estás permitiendo que este demonio cometa atrocidades. Tememos que la nación de Yan se dirija al camino de la extinción".

Huo Qing estaba tan enojado que todo su cuerpo temblaba, pero se obligó a calmarse y dijo con frialdad: "Jin Ling es solo una mujer, ella no tiene el poder de derrocar a un país. La estás sobreestimando, Huo Qing entendía a Hu'er. No era del tipo que se preocupaba por la gloria, el poder o la riqueza, solo le gustaba jugar. ¿Cómo podría ella derrocar al país?

"Su Majestad, estos ministros se entregan a la tarea de servir a la nación de Yan y no escatiman esfuerzos en este deber. Han hecho todo por el bien de esta nación y sus ciudadanos, así que Su Majestad, renuncie a la señorita Jin Ling. Los humanos y los demonios no son del mismo mundo", dijo Ning Shu con una reverencia hacia Huo Qing.

Cuando Huo Qing escuchó lo que ella dijo, gritó enojado: "¡Cállate! ¡Sospechamos que estás detrás de todo esto porque estás celosa de Jin Ling! ¡Emperatriz, tu familia Xiao está acumulando poder militar porque quieres rebelarte! ¡Sabíamos de tus intenciones traidoras desde el principio!"

Ning Shu inmediatamente puso una expresión llena de agravio como si hubiera sido acusada muy injustamente. Ella dijo: "Su Majestad, esta esposa sujeta es solo una mujer del palacio interior. ¿Cómo es posible que esta esposa sujeta tenga el poder de hacer que todos los ministros hagan esto?"

"Eres una mujer, Jin Ling también es una mujer. ¿Por qué debes tratarla de esta manera? ¿Es divertido tirarle una piedra a alguien que se ha caído a un pozo? ¡Realmente nos hemos equivocado contigo todos estos años!"

Ning Shu: …

Se sintió realmente sin palabras. ¿Por qué no dirigió su ira hacia la zorra en lugar de hacia ella?

Ning Shu se secó las lágrimas con un pañuelo.

La pequeña zorra también miró hacia Ning Shu con una expresión de resentimiento. "Emperatriz, incluso si me odias, no deberías dejar que Huo Qing caiga en tal situación".

Ning Shu: ¡Yo"peí"! La persona que dejó que Huo Qing cayera en un aprieto no fui yo, fuiste tú.

Fue tu obstinación lo que causó esto.

Ning Shu no habló y siguió limpiándose las lágrimas. Su apariencia triste y silenciosa hizo doler el corazón de la gente.

"¿Qué derecho tienes para señalar a la madre imperial de este príncipe? Ella es la emperatriz de Yan y ha estado administrando cuidadosamente el harén para que el padre imperial no tenga que preocuparse por la familia. ¡Mi madre imperial no a hecho nada malo! ¡Fue tu llegada a este palacio lo que causó que todo el palacio se conmocionara!"

Huo Cheng Wang dijo con desprecio: "No conoces el decoro. Ni siquiera haces una reverencia cuando ves a mi madre imperial, como era de esperar, eres solo un animal.

"¡Huo Cheng Wang, cállate!" Los ojos de Huo Qing estaban inyectados en sangre mientras le gritaba a Huo Cheng Wang. "No tienes derecho a hablar aquí".

Huo Cheng Wang estaba asustado por la mirada siniestra de Huo Qing y estalló en llanto con un 'wah'. "Padre imperial, ¿ya no quieres a este sujeto hijo? El Padre Imperial tiene al demonio ahora y ya ni siquiera se preocupa por sus esposas e hijos. ¡Padre imperial, por favor despierta! ¡Padre imperial! Waaah…"

Ning Shu abrazó a Huo Cheng Wang y se secó las lágrimas mientras decía: "No llores Cheng Wang, ¿de acuerdo? No llores.

"Madre Imperial, el Padre Imperial solo quiere al espíritu zorro y ya no le importa este hijo y la Madre Imperial". Huo Cheng Wang sollozó.

La triste pareja de madre e hijo hizo doler el corazón de todos. Huo Qing fue inmediatamente etiquetado como alguien que había abandonado a su esposa e hijo.

"Ustedes, todos ustedes..." Huo Qing estaba tan enojado que su sangre hirvió y la sangre se derramó de sus labios. Miró con ira a Ning Shu y Huo Cheng Wang, luego escupió a Huo Cheng Wang. "¡Maldito cachorro de lobo! ¡En realidad te atreviste a cometer regicidio e intentar matar a tu padre!

"Padre imperial, este hijo no lo hizo. Este hijo solo quiere que el padre imperial deje este espíritu de zorro. Este hijo y la Madre Imperial te necesitan, Padre Imperial". La expresión de Huo Cheng Wang era triste.

Huo Qing miró a Huo Cheng Wang con frialdad. "Tienes la sangre de la familia Xiao fluyendo por tus venas, así que naciste con la ambición de los lobos salvajes. Deberíamos haberte estrangulado hasta la muerte en el momento en que naciste.

Las impactantes palabras de Huo Qing sorprendieron a todos los ministros. Incluso el tigre más malicioso no se comía a sus cachorros, pero ahora Su Majestad realmente quería matar a su propio hijo.

Era como el rey Zhou de Shang.