Mita Misaki 2 *

este cap tiene más de 2600 palabras, así que disfruten...

Errores en los comentarios ...

si notan que cambía de ritmo en el cap, lo siento, me tarde 3 días en terminarlo porque me distraje ...

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POV SHOUTA

Mientras Misaki-sensei balbuceaba y se quejaba de su esposo, por no pasar el tiempo con ella. Comenzó a ¿jugar consigo misma?.

Abrió su blusa y apartó su bra, liberando los pechos más grandes que eh visto. Subió su falda y ...

— …

No sé qué hacía, nada más se acariciaba torpemente, mientras seguía quejándose de su esposo y culpandose a si misma.

Tal vez su esposo sea igual de estupido y cobarde como los enamorados de las chicas que vi en todo el día.

En serio, no puedo creer que exista un hombre que ignore a tal diosa de la belleza, que con su cuerpo despierta lujuria a dónde va. Su esposo a de ser gay si deja a tal mujer sin follar ni tocar por casi una década.

Trate de abrir y cerrar la puerta con mucho cuidado, sin hacer el más mínimo ruido. Me tomó un minuto exacto moverme sin que me notará.

— !¡.

Saqué mi celular y me puse a grabar Misaki-sensei. Estaba tan concentrada en correrse, que había cerrado sus ojos llorosos y no pude noto, que ya estaba a unos pasos de ella.

— No recuerdo que se siente ser deseada. ¿Alguna vez fui deseada? ¿Tal vez mi destino es jamás ser amada?.

Misaki-sensei seguía llorando, mientras trataba de complacerse, pero como completa desconocida del tema, fallaba en todos sus movimientos.

— … Q-quisiera c-correrme … mmm … como en … esos v-videos … aaah …

Trató de mover más rápido sus dedos, pero no conseguía lo que tanto anhelaba. Su tono denotaba más frustración y tristeza. 

— … ¡N-noooo! … no recuerdes eso …

Su mente a de estar plagada con toda su vida insatisfecha.

— … ¡Nunca me sentiré satisfe! … ¡¡!!! …

Ella abrió los ojos, decidiendo dejar de acariciarse. Creo que sabía que no lo lograría. 

Suspiro y me vio. Pero al instante se congeló y no terminó lo que estaba diciendo, ya que me vio grabando la tan cerca de ella.

—  … ¡¡¡E-esta no es … l-lo que crees!!! …

Se quiso cubrir, pero su cuerpo y su mente, no podían procesar que fue descubierta por un estudiante en su momento más frágil y lamentable.

— … ¡Uhhhh! …

Nos quedamos por 10 segundos sin decir nada, pero a cada segundo, su cuerpo temblaba más y su rostro pasaba de miedo, tristeza y lástima. 

— … ¡¿P-por q-que estás aquí?! …

La escuché susurrar, no entendía qué quería decir con eso.

— Sensei, no importa lo que haga yo aquí. Lo importante es lo que sensei estaba haciendo.

— … 

No sabía que decirme o simplemente no trato de defenderse o escapar. Solo agachó la mirada y sollozo muy bajo.

— …

Nos volvimos a quedar en silencio.

La verdad es que me daba mucha lástima verla así. Es muy sexy, pero por lo que dijo hace unos momentos, sufre sola. No tiene ningún apoyo y con el paso de los años, ha perdido la confianza en sí misma.

— Sabes sensei, no le voy a decir a nadie, así que deja de llorar y hagamos que esto nunca ocurrió.

Lo dije, pero seguía viendo sus hermosos y grandes pechos, que ya no intentaba ocultar.

No entendía por qué me atraía su cuerpo, solo debería de estar enamorado de mis hermanas. Por eso mismo no me emocioné demasiado está mañana cuando vi a todas esas bellezas como Yurika, Manaka, Otome, Natsuha, entre otras.

Con cada segundo de este silencio, me sentía más incómodo, por cómo me sentía atraído por el cuerpo de otra mujer. No es que no piense que no sea hermosa, todo lo contrario, es tan hermosa que despertó el deseo de poseerla de un siscon conocido como "Oomiya Shouta".

— … ¡Bien!, creo que debería regresar … sensei, usted también tiene que vestirse bien … no va a querer que otro estudiante la vea …

— …

Tenía que salir de allí antes de que me abalanzara sobre ella.

— …

Me congelé, ya que antes de poder moverme, Misaki me abrazó fuertemente, temblando y llorando.

— … Oomiya-kun … ¿P-por que no me haces nada? … será q-que a ti … también … te da … a-asco mi cuerpo? …

— …

"¿Asco? ¿Su voluptuoso cuerpo da asco?"

— … ¿Qué quieres decir con eso? …

— … Es que nadie me presta atención … tal vez a los estudiantes, profesores y h-hasta a mi esposo les cause repugnancia mi cuerpo …

"Pero eso es lo que ella cree".

— Yo creo que eres muy sexy sensei.

Misaki inmediatamente me miró enfurecida y gritó.

— ¡¡MIENTES!!, si eso fuera cierto, no estaría tan sola.

— No creo que …

— y en especial tu Oomiya-kun.

— ¿Yo?.

Me quedé perplejo por este arranque de irá hacia mi.

— Si, tu Oomiya-kun. Me viste desnuda y no intentaste nada. Apuesto que el vídeo que tomaste lo vas a entregar a la directora y me despedirán.

— Pero yo no hice nada. No puedo hacerle a sensei nada.

— ¿Por qué no?.

— Yo no puedo por qué …

"Espera un momento, ¿porque no podría?".

No hay nadie que venga a estos sitios de la escuela, así que prácticamente solo somos Misaki-sensei y yo. No importa que haga, nadie debería enterarse.

Aún si se enteran, que harán, ¿Expulsarme?, no lo creo. Y que si me ven, nadie puede decirme o hacerme nada.

Y si mis hermanas se enteran, se enojaran y no me hablarán por unos días, pero sé que con un poco de esfuerzo, las pondré felices y terminará todo el asunto. No tengo que contenerme por ninguna consecuencia.

Es más, tal vez debería hacerla mía. Ella está muy necesitada y no encuentro ninguna razón por la cual no debería hacerlo.

— Ves, no puedes responder …

Antes de que continuará, sellé sus labios con los míos.

POV MISAKI

No sé qué me pasó, pero al ver qué Oomiya-kun me miraba sin ningún cambio de expresión, algo dentro de mí se quebró.

Comencé a gritarle y decirle cosas irracionales, que en circunstancias normales, jamás diría. Solo sé que en ese momento no pensaba y ya no quería guardarlo para mí misma.

Necesitaba saber la razón por la que permanecía sola y Oomiya-kun me lo tendría que decir.

Pero cuando le pregunté el por qué no me hizo nada, apareció duda en su rostro y se quedó callado. Pensé que era como todos, pero de momento me dio una mirada. Solo sentí escalofríos bajar de mi espalda.

Esa mirada no pertenecía a un estudiante, más bien, le pertenecía a un depredador que miraba a su presa acorralada.

No me dejó terminar lo que le iba a decir, cuando de repente él me besó.

Me congelé unos segundos. No entendía que pasaba. ¿Por qué el chico que creía que era como los demás, que no me deseaba, me besó?.

—¡¡Hmmm!!.

Gemí, desconociendo la extraña sensación de anticipación y placer, ya que era mi primer beso en muchos años.

— ¡¿Q-que estás haciendo?!.

— … ¿Eh? … tú me preguntas eso después de reclamarme que no te hice nada …

Trate de saber por qué, pero el solo me respondió divertido y siguió besándome.

No sabía si disfrutarlo o apartarme.

— ¡Mmnn!.

El comenzó a mover sus labios y empujaba su lengua intentando entrar en su boca.

— ¿Por qué haces esto?.

— Es por qué voy a hacer mía a una hermosa Sensei.

Sabía que estaba mal, pero por una ves en mi vida quería que un hombre me amara, así que decidí no poner mucha resistencia y dejarme llevar.

— ¿¡Cómo puede ser que estés interesado en una mujer vieja y nada atractiva como yo?!.

No quería admitirlo, pero sabía que tal vez por eso ningún hombre me volteaba a ver.

— Misaki, eres realmente hermosa y sensual. Tienes un cuerpo que la mayoría de las mujeres envidiarian.

¿Él me llamó por mi nombre?.

— ¡E-eso no es cierto!.

Me encontraba en un punto de ruptura, así que simplemente me abalancé sobre él, tirando la poca resistencia que tenía, juntando mis labios con los de él mientras lo abrazaba.

…

Una vez vi que ya no pondría resistencia, moví mis manos en su cuerpo, mientras me seguía besando y las detuve en sus pechos desnudos.

— ¡mmm!.

El simple hecho de sentir esos grandes pechos aplastados y siendo moldeados por mis manos, me daba un placer de logro.

— Además que tienes los pechos más grandes que eh visto en mi vida. 

Agarre con fuerza sus pechos y empezó a tirar de sus lindos pero pezones color rosa pálido.

— ¡¡Aahh!!.

Ella solo gemía entrecortadamente mientras seguía besándome y revolviendo mi cabello.

Unos minutos después de jugar con sus pechos y besarnos apasionadamente, la mente de misaki se aclaró un poco y se apartó un poco de mi, mientras me miraba con deseo en sus cristalinos ojos y un rubor que la hacía parecer más a una colegiala que a una maestra en sus 30.

— ¿Por que te detuviste Misaki?.

Ella, al escucharme llamarla por su nombre, un temblor apenas visible recorrió todo su cuerpo y vi como sus piernas se juntaban y se frotaban entre sí. Se veía ansiosa y con una respiración rápida. Solo quería dar el siguiente paso pero no podía por su timidez.

— ¡E-esto, yo soy una profesora!, ¡hacer este tipo de cosas con un alumno es un poco! …

A Misaki le resultaba difícil formar una buena excusa, para dar a entender que ella no quiere, siendo todo lo contrario.

"Ya veo, ella quiere que yo tome todo el control, me gusta".

Con una sonrisa sincera la mire a sus ojos con deseo y amor, no era la misma mirada que le daba a mis hermanas, pero esto tenía que funcionar.

— Tranquila, déjame todo a mi.

Rompiendo sus últimas barreras mentales, me abrazó fuertemente, mientras yo ponía mis manos en su enorme trasero y lo apretaba, como si declarará que me pertenecía.

Unos momentos después, la aparte de mi abrazo y comencé a besarla nuevamente, mientras mi mano derecha acariciaba sus muslos y comenzaba a pasear mis dedos en su inundada vagina.

— ¡Eh! Así que Misaki-sensei ya está así de mojada, solo por ser tocada por un estudiante.

— ¡No, eso no!!!.

No la deje hablar, le frote fuerte sus hinchados pétalos y pellizque su clítoris.

Acercándome a su oreja le susurre.

— ¡Desnudate!, quiero ver completamente desnuda a mi mujer.

— ¿¡T-tu mujer!?.

Ella solo se sorprendió y tímidamente se terminó de desnudar. Ya tenía mi polla dura y lista para follármela, así que la ayudé a quitarse su ropa y cuando ella estaba lista, la abrace y empuje en un escritorio.

Mirándola de arriba hacia abajo con lujuria, ella se avergonzó y trató de cubrirse sus enormes pechos con un brazo y su vagina con otro. No funcionó, solo aumentó mi deseo que hacerla completamente mía.

— ¡No me mires tanto!.

Desvío la mirada, pero se veía aliviada de que no tenía una expresión de disgusto al verla, como ella había creído.

—Separa las piernas Misaki.

Tocando sus rodillas, ejercí un poco de fuerza para separar sus piernas, lo bueno es que no me costó y allí estaba.

Su hermosa vagina, con labios rosados con rebosante néctar de amor saliendo de su apretada cueva. Su clítoris rojo brillante estaba hinchado. Su vagina era muy diferente a la vagina pura y juvenil de Aina y Rena.

Sus labios abiertos se retorcían de deseo, derramando cada vez más néctar.

Mire su vuelva de cerca y respire hondo, mientras me acercaba lo suficiente para besarla.

— ¡¡Aahhh!! Oomiya-kun, ¿qué estás haciendo?.

Misaki grito de sorpresa cuando sintió mis labios y respiración en su vagina.

— Todo este néctar se ve delicioso.

— ¡¡Nhh!!.

Sus labios (vaginales) temblaron por mi lengua que registraba toda su vagina y recogía codiciosamente sus jugos de amor que fluían sin parar.

— ¡Aahhhh! Aah, ese lugar … ah, está sucio. 

Misaki grito por las olas de dulce placer que jamás había experimentado, mientras su rostro se ponía cada vez más rojo.

Ella trató de tirar de sus caderas hacia atrás, pero agarré su trasero y enterraba aún más mi rostro en su vagina. No la iba a dejar escapar.

Su grande y suave trasero lleno mis manos y mi nariz tocaba su pubis  llenándome con su dulce y picante aroma femenino.

— No está sucio en lo absoluto. Es muy delicioso y tengo que beberme todo este néctar caliente que sigue fluyendo, no queremos ensuciar este salón ¿verdad?.

Extendí sus labios con una mano y lamí a lo largo de su sensible vagina, haciendo que aún más dulce néctar saliera desde ese pequeño agujero que se expandía y contraria con mis caricias.

— ¡¡Aaahh!!, e-eres muy malo Oomiya-kun. Ah aaah.

Su delicioso néctar, su voz, su hermoso cuerpo llenaron mi corazón de una extinción y un deseo de conquistar y monopolizarla tan grande, que ya había decidido hacerla mía y que olvide a ese estúpido esposo. No me importaba que fuera casi del doble de mi edad (15 años Shouta, 31 años Misaki). 

Una vez que bebí suficiente de su dulce néctar, lamí su vuelta hasta la cima.

— Aaahhhh, ah, ahí, e-espera, si me llames allí … ah, ahh.

Parecía temerosa de lo que sentiría una vez que mi lengua jugará con su clítoris, pero también empujó sus caderas hacia mi para que lo hiciera.

Su pequeño clítoris se puso aún más duro y palpitante a medida que su lujuria y excitación aumentaba.

— Así que este es el punto más sensible de mi pervertida Misaki ¿no?.

Comencé a lamerlo con fuerza, intensidad y rapidez con la punta de mi lengua.

Misaki solo cerró los ojos y se retorcía con cada caricia de mi lengua. Sus gélidos se hacían más fuerte y sus manos agarraban mi cabeza temiendo que dejara de darle el placer que tanta falta le hacía.

— ¡khhhh! ¡Aahhhhhhhhh!.

Su vergüenza y excitación habían sido elevadas a la cima y seguí estimulando sin piedad la zona más sensible de su cuerpo.

— ¡¡Ah, ahhhhhhn, e-eso sigue!! ¡¡Ahh, sí, ah, ahhh, lámeme allí, ah, ah, ahh, ahhhhhhhhn!!.

Llegó a un ligero clímax y su cuerpo se sacudió varias veces, como si una corriente eléctrica la atravesara.

¿Ella acaba de correrse? ¿Su clítoris realmente es tan sensible?. Apenas lo lamí un poco y ella se vino.

— Te ves tan sexy en estos momentos Misaki. Pareces solo una chica pervertida y lasciva.

La saliva goteaba de sus suaves labios rojos, se filtraban sensuales respiraciones y me miró con ojos húmedos y ansiosos.

Sus tetas se movieron ante mis ojos, mientras movía sus caderas y me miraba ansiosamente el bulto en mis pantalones.

— Ese néctar de amor todavía no ha dejado de fluir, ¿verdad?, pero sé lo que quieres es esto, ¿cierto?.

Me desabroché los pantalones y mi erecta polla apretada por fin salió de su prisión.

—¡¡Ahh, ah, ahhhn!! un … un pene. El pene de Oomiya-kun. Ah, ahhhn. ¡T-tan grande!.

Después de quedar atrapada mi polla dentro de los jeans, mientras se empapaba de su propio pre-semen, emitió un fuerte olor masculino que causó una mirada obscena en la cara de Misaki.

Un deseo sexual brilló en sus ojos y su rostro, tragó saliva mientras miraba mi dura erección con varias venas abultadas.

Y no es de extrañar, mi polla de 10 in (casi 25 cm) estaba en todo su esplendor pulsando, ansiosa de entrar en Misaki y hacerla mía.

— ¿¡Estás lista para lo que sigue Misaki!? ...